Conejito [KookMin]

Von dumbggukie

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Esta historia ya no está disponible para su adaptación «Bebé, ya no soy un conejito. Pero si quieres, podem... Mehr

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FINAL.

EXTRA.

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Von dumbggukie

La manera en la que Jungkook me miraba podría haberme quemado. La calidez en esa mirada llenaba un vacío que realmente no podía existir cuando estaba junto a él, de esa manera.
La pequeña sonrisa que llevaba era un detalle no poco importante, puesto que no se trataba de una persona común.
Su dedo pulgar acarició mi labio inferior, que estaba curvado en una sonrisa provocada por los sentimientos y senciones que su presencia fundían dentro de mi organismo.

–¿Por qué no me casé contigo antes?

Mi corazón explotó y mis acciones se lo hicieron ver. Mi cuerpo se reactivaba cada vez que de su voz salían estas pequeñas frases que me inundaban. Nuestros cuerpos desnudos se brindaron un calor superior al de una manta cuando decidí acercarme a él en busca de más caricias, que, por supuesto, recibí sin titubeos ni dudas. Escondí mi rostro debajo de su barbilla, justo en ese sector donde yacían marcas de lo hecho recientemente. Uno de sus brazos cubrió mi espalda baja manteniendo una presión para permanecer clavado a su cuerpo, mientras que el otro brazo pasaba por sobre el primero para hacer una presión mayor. Él beso una esquina de mi frente, luego besó el centro de esta y finalmente acabó por besar la última esquina. Alcé mi cabeza para observarlo con una sonrisa, mientras él me observaba con una expresión similar a la que yo llevaba en el rostro.

–Porque no sabías que podíamos casarnos, Jungkook. -me burlé de él.

Aunque debía admitir que tuve algo que ver en eso. Yo no le comenté nada de lo que un matrimonio era hasta que cumplimos seis años de relación, una semana posterior a mi cumpleaños. Él de inmediato pareció gustarle la idea pero debió captar que yo no estaba seguro por la expresión de inconformidad en mi rostro.

Yo no tenía dudas sobre el amor que nos llenaba a ambos. Yo lo amaba y sabía que él me amaba. Pero era una inseguridad superior a la mía. Se trataba de él. Jungkook solía actuar como un pequeño niño con respecto a las cosas que desconocía y no estaba seguro si podría llevar esto del matrimonio. Tenía miedo de que pudiese no gustarle y se aburriese en algún momento de mí. Tenerlo lejos me sería tan difícil. No sabría cómo seguir.

Dos años más tarde, la inseguridad se evaporó y se lo estuve demostrando sutilmente durante el último año antes de contraer matrimonio con cosas sencillas como charlas sobre lo que requería el lazo matrimonial y las consecuencias de esto. Él estuvo de acuerdo en cada cosa y me dijo muchas cosas dulces de paso. Lloré todo ese día en su pecho por haber dudado de él. Cuando me pidió matrimonio, cinco meses más tarde, lloré aún más al saber que pretendía hacerlo ese día donde lloré en su pecho, pero no lo había hecho por miedo a creer que yo me arrepentiría.

Bajo mi propio pecho, pude sentir oaa vibraciones del suyo. Se estaba riendo. Seguramente él había recordado todo lo que yo ya había hecho.

Deslicé una de mis manos por su cintura y finalmente la mantuve en su cadera mientras lo observaba reír.

–De haberlo sabido, te lo habría pedido el día en que comenzamos a vivir juntos, Jiminie. -comentó mientras repartía besos desde mi mejilla hasta mi cuello, donde volvió a mordisquear las marcas ya hechas posteriormente.

Anoche habíamos hecho el amor hasta que mi cuerpo pidió un respiro, horas más tarde, sin embargo. Celebrábamos que Jungkook finalmente había obtenido su título en la universidad. Hace cinco años había entrado a la universidad luego de hacer un pequeño curso que le permitió estudiar y prepararse para la universidad. Resultó que Jungkook era una persona muy inteligente y aprendía con rapidez. Rindió sus exámenes del curso como un sobresaliente, lo que me impresionó. Era algo envidiable. Aunque fueron dos años muy difíciles. Jungkook pasaba días y noches completas estudiando y habían semanas donde no nos veíamos. Jamás se me pasó por la cabeza la idea de romper, pero fui demasiado paciente hasta tocar el límite y tenía miedo de que Jungkook se alejase por su cuenta. Gratamente no pasó y siempre se encargó de decirme que nunca podría hacerlo.

"- ¿Cómo puedes pensarlo siquiera? Soy literalmente lo que soy por ti, y no podría ser más feliz. Eres mi todo. Y nunca he dicho algo tan literal."

No sé de quién aprendió a ser tan romántico. Pero no me estoy quejando, por ningún motivo.

Ayer finalmente había conseguido su título, a pesar de haber acabado sus estudios el año anterior.

Por mi parte, descubrí que tenía un peculiar gusto por las artes en general, y por esto fue que estudié en un instituto artístico. Aprendí a liberarme mediante el dibujo, la escritura e incluso el canto y la danza. Ahora mismo trabajaba tres días a la semana en una correccional, sí, para menores de edad. Era un grupo bastante difícil pero cuando tenía un día malo, siempre recordaba que tendría un hermoso hombre esperando en nuestro bello nido de amor, donde nos cuidamos el uno al otro y criamos solo a un pequeño conejo blanco al que llamamos Gguk.

Mis pensamientos se detuvieron de golpe cuando sentí una gran mano amasar mi trasero con fervor. Entonces fui consciente de que Jungkook estaba sobre mí otra vez, con sus fuertes brazos flexionados y su pecho escondiéndome de un mundo exterior.

Lo miré a los ojos y vi deseo. Él jamás tendría suficiente de mí ni yo de él. Pasé mi mano por su espalda hasta ubicarla en su pecho, donde, desde la altura de su hombro hasta ocupar todo el pectoral derecho, había un tatuaje. Se trataba de una galaxia. En ella habían muchas estrellas y un pequeño dibujo de un niño abrazado a un conejo. Era un tatuaje en blanco y negro y era bellísimo.

Permitiéndome tocar a mi marido, deslicé suavemente mis dedos por su brazo, y luego su antebrazo, donde había un tatuaje que no estaba terminado. Este era algo muy dulce y pretendía cubrir todo el antebrazo, sin cubrir el codo. Constaba en un barco. Un enorme barco cubriendo el brazo de mi marido. Ahí, sobre algunas barandas en ese enorme barco sin terminar, habían dos personas. Solo se observaban, pero era algo muy claro para nosotros. Cuando le pregunté por qué era especial esto para él, él contestó: “Fue la primera vez que deseé tanto algo”. Ese algo era yo. Éramos nosotros. Esa noche en el barco, casi nos besamos y ambos acabamos muy frustrados. Fue importante para él, porque dijo que fue donde se dio cuenta que deseaba que yo no pidiese un deseo, porque no quería alejarse de mí. Ambos nos dimos cuenta que nos queríamos de una manera más allá que en la que un dueño cuida a su mascota. Nos deseábamos. Justo como ahora.

–Jungkook...

Sus manos acariciaban cada porción de piel que encontraba. Mi trasero caía perfectamente entre sus manos, así como mis piernas caían perfectamente alrededor de su cintura mientras nos rozábamos.

Jungkook comenzó con un par de juegos previos antes que querer penetrarme. Él amaba hacerme sufrir a la hora de tener sexo. Parecía que a mi marido le había gustado mucho practicar el acto sexual.

Los dedos de su mano libre fueron a acariciar suave e inquietantemente mi entrada.

–¿Húmedo tan rápido, cariño? -palmeó mi trasero con una palma, que liberó un excitante gemido de boca, antes de que soltase un ligero grito cuando su dedo se escabulló fácilmente entre mis paredes, debido a la humedad.

No podía no estar húmedo con él. Siempre conseguía excitarme a niveles inimaginables.

–Jung-kook... -comencé a jadear su nombre cuando su dedo tomó confianza para penetrarme más rápido.

Mientras más rápido su dedo iba, más me apretaba contra su cuerpo y más deseaba que su dedo fuese su erección. Cuando fueron dedos, él volvió a ser un poco más precavido, pero tomé su muñeca con mi mano, y lo miré a los ojos. Lujuria y excitación. Una de mis expresiones favoritas.

Él se quedó esperando por mi reacción, por lo que, aún mirando sus ojos, yo mismo comencé a mover sus dedos con más fuerza y rapidez, mientras me masturbaba con la otra mano.
Él estaba perdido. Tan excitado. No sabía si mirar mi mano sobre mi pene, o mi otra mano sobre la suya, mientras sus dedos entraban en mí.

Luego de unos minutos, él comenzó a seguir mi ritmo. Más rápido, mas delicioso. Yo movía mi cuerpo junto a sus dedos, sin importarme cuando había introducido un tercero. Solo me encendió más.

Cuando creyó que estaba listo, sacó sus dedos, y antes de posicionarse para lo que venía, yo me incorporé, y me senté en sus duros muslos. Le di una sonrisa pícara y luego una un poco más tierna.
Me lamí los labios, incitándolo a que se dejara de juegos y me besase de una vez. Una vez sobre sus muslos, el continuaba observando mi boca con deseo, pero sujetó firmemente mi cuerpo contra el suyo mientras yo mismo me introducía su miembro. Su respiración se volvió errática cuando estuve completamente lleno de su esencia.

Finalmente, lo besé.
Lo besé mientras encorvaba mi espalda y movía mi trasero con sensualidad. Sabía que a él le ponía mucho que lo besara mientras movía mi trasero sobre su pene, porque era algo así como una reacción natural que a él le fascinaba.

Rodeé su cuello con mis brazos, acercándolo e impidiéndole distanciarnos. Él, poco a poco fue haciéndome caer en la cama otra vez, mientras sujetaba mi nuca, acercándome, y con la otra se equilibraba. Separé las piernas para darle espacio, pero él estaba ensimismado mientras me comía la boca.

Era un beso sucio y salvaje. No había sincronización, solo deseo y mucho amor. Su maravillosa boca succionaba mi lengua y volvía a entrar en mi boca para excitarme con un beso. Se separó de mí, y apoyó una mano en la pared, mientras con la otra se equilibraba. No comenzó siendo suave, porque ambos nos necesitábamos. Su pelvis se movió desde adelante hacia atrás con rapidez, como si fuese un jodido actor de porno. Mis brazos le rodeaban para que estuviésemos más cerca, igual que mis muslos sobre su cintura.

El ruido de la cama siendo maltratada también era algo excitante. Yo gemía como un loco y Jungkook también. De pronto, tocó un punto dentro de mi que me hizo ver el cielo. Gemía cada vez más alto, más agudo. Jungkook me mordía el cuello como si deseaba conservar un pedazo de mi piel en su boca. Yo rasguñaba su espalda con mis uñas, y él era más brusco mientras intentaba liberarse. Tuve la intención de retener mis gemidos, pero solo conseguí soltar un grito aún más fuerte. Jungkook debió notar mis intenciones tras el grito, porque comenzó a reírse.

–No quieras...-hablaba de forma entrecortada, por cada penetración- Retenerlo, bebé. Nunca... Nunca puedes.

Era cierto. Siempre lo intentaba y nunca podía retener el deseo de gemir el nombre de Jungkook.

–Jungkook...

–Ya casi, amor... -decía mientras me penetraba con más fuerza.

Una de sus manos descendió a mi espalda baja y me elevó un poco para que Jungkook tuviese una mejor visión de mi trasero succionando su pene. Él amaba ver esa escena tan morbosa.

Mis gemidos se fueron agudizando hasta que encontré el orgasmo y me corrí, manchando nuestros cuerpos e incluso un poco de mi cuello. Me corrí con demasiada fuerza, tanto así que las ganas de una segunda ronda se evaporaron por el cansancio. Jungkook se corrió dentro de mí, solo un par de segundos después.

A Jungkook y a mí nos gustaba el sexo. Nos gustaba que fuese salvaje, atrevido e intenso. Pero incluso de la manera más sexy posible, siempre acabábamos abrazados, y finalmente, no habíamos tenido solo sexo, porque de eso no se trataba nuestra relación. Aunque fuese lo más sucio y salvaje, Jungkook y yo siempre haríamos el amor, porque eso era lo que deberíamos el uno por el otro. Amor.

Jungkook no se retiró de mi interior de inmediato. Mis brazos encontraron las fuerzas para abrazar su cuello y él me abrazó fuertemente por la cintura, mientras caíamos recostados de lado. Reí cuando caímos, y él comenzó a besar mi mejilla muchas veces. Estábamos en una posición donde él abrazaba mi abdomen y yo su cuello, o eso hasta que me volteé, chocando nuestras narices con suavidad, y una sonrisa dulce envolvía nuestros labios. Su respiración aún era agitada y la mía también. Algunos cabellos se pegaban a su frente por el sudor que trajo la intensidad de lo hecho anteriormente, lo mismo con su cuello y pecho tatuado. Tan sexy y todo mío.

Sin poder evitarlo, mis manos cayeron suavemente sobre sus mejillas y lo besé. No pareció sorprendido. Yo amaba ser cariñosamente consentido después de hacer el amor, por lo que solo levantó sus labios besándome tan apasionadamente como yo lo hacía. Lamí su labio inferior mientras lo invitaba a sentarse. Sin hacer interrupciones, nos sentamos sobre el colchón mientras continuábamos besándonos. Sentados ya, él me abrazó más fuertemente, haciéndome reír mientras su lengua volvía a entrar a mi boca. Las ganas evaporadas de la segunda ronda volvieron, pero antes tenía algo que discutir con él. Lo besé suavemente una última vez antes de retirarme.

¿Otra expresión que amaba?

Los ojos perdidos y los labios hinchados después de un beso delicioso. Me encantaba.

Le sonreí, sintiéndome muy feliz de pronto.

Él besó mi nariz, y yo posé mis manos sobre ambos costados de su cuello, observándolo, aún algo inseguro.

–¿Sabes? Te he estado escondiendo algo.

Su expresión cambió a una confusa de pronto, pero no me soltó, sino que sus ojos brillaron con la duda en ellos, y esbozó una pequeña curva en sus labios, que no era una sonrisa como tal, pero era una reacción.

–Señor Jeon, no debería hacer eso. -dijo suavizando un poco la tensión creada.

–¿El qué?

–Preocuparme y luego callarse. Si no me dice de qué se trata, le daré un buen castigo, eh. -se burló, besando mi mejilla con una sonrisa.

Reí un poco nervioso.

–Bien, lo siento.

Respiré profundamente, haciendo crecer la preocupación en Jungkook.
Su mano acarició la mejilla que había besado, y su pulgar suavemente acarició mi pómulo. Observé sus ojos preocupados, y no pude evitar sentirme culpable.

–¿Qué pasa, cariño?

Ah, qué mierda. Lo soltaré y ya.

–Nada malo, enserio. Solo quería decirte que decirte que te amo mucho y que estoy embarazado, nada más. -dije con rapidez mientras me lanzaba a abrazarlo con fuerza y escondía mi rostro en su cuello.

–Yo también te amo mucho, Jim... Espera.

Él me cogió para hacerme verle el rostro pero yo estaba a punto de llorar y no quería verle, por lo que cubrí mi rostro con mis manos.
Él rió al verme, y puso sus manos sobre las mías para retirarlas de mi rostro con suavidad.

Cuando lo vi, sus ojos estaban cristalizados y esperanzados, con una sonrisa incrédula en sus labios. Algo dentro de mí suspiró con alivio. Una parte de mí temía que Jungkook no quisiese un bebé y que se enojase conmigo, pero debí suponer que era una estupidez, porque Jungkook amaba los niños.

–¿Ha-hablas enserio, car-iño? -dijo alzando sus cejas, ansioso.

Asentí conmocionado, sin poder evitar que una lágrima se pasease hacia mi rostro.

–Oh, cielos. ¡Estás embarazado! ¡Vamos a tener un bebé, cariño! -comentó, desplazando de mi rostro las lágrimas que la emoción había expulsado.

Yo solo asentía emocionado. Él quería esto. Él estaba feliz y yo siempre solo quise eso.

Él pasó sus manos por mi cintura y las dejó sobre mi abdomen, acariciando el sector cuidadosamente con sus pulgares.

–Nuestro hijo... -decía sonriendo, mientras miraba mi vientre, encantado, para luego alzar los ojos para ver mi rostro- Vamos a tener una familia, Jiminie.

No pude más.
Me eché a llorar de una forma sucia.
Mis sollozos se escuchaban en toda la casa, e incluso el conejo se espantó tanto que llegó a la habitación. Pero yo lloraba de felicidad. Lloraba porque Jungkook estaba sonriendo ampliamente mientras me abrazaba. Lloraba porque iba a tener un bebé de la persona más bella de este mundo y lloraba porque finalmente alguien me amaba de verdad. Porque tendría una familia junto a esa persona y criaríamos a otra juntos, que también nos amará todo lo que pueda.

–Gracias cariño... Muchas gracias. -me decía Jungkook al oído mientras besaba todo mi rostro, para que dejase de llorar- Gracias por darme un bebé y una familia. -besó mis labios- Gracias por quererme, por amarme. -volvió a besar mis labios, para desviarse esta vez e inclinarse a besar mi vientre y dejar su frente sobre mi pecho y también besarlo, para ascender otra vez a mi rostro y dejarme ver el suyo, cubierto de lágrimas- Te amo, Jiminie. -dijo cogiéndome el rostro con sus manos.

Con esfuerzo, con el corazón en el pecho y las lágrimas adueñándose de mi rostro, logré encontrar un poco de fuerzas para poner mi frente contra la de mi amado esposo, y decirle:

–También te amo, cariño. Vamos a hacer a este bebé al más feliz, ¿De acuerdo? -él asintió, aún en lágrimas- Será nuestro hermoso bebé, cariño. Nuestro propio conejito.

Luego de eso, Jungkook me trató como a un rey. A pesar de nuestra inexperiencia con, el embarazo en mi caso, y los cuidados de un embarazado, en el suyo, pudimos llevar las cosas perfectamente, cuidando el uno del otro incluso con una enorme panza queriendo poner un obstáculo.

Cuatro meses de casados, y yo ya estaba embarazado. Mi madre se sorprendió, pero nos felicitó a ambos. Ella no habría estado tan presente como yo esperaba en esta situación de embarazo, pero no me interesó demasiado. Realmente, lo único bueno que ella hizo, fue presentarme al amor de mi vida sin siquiera saberlo.

Jungkook consiguió un empleo lo antes posible pero llegaba a casa tan pronto como podía. Taehyung venía a visitarme y ayudarme todos los días. Él y YoonGi habían sido afortunados con dos pequeños hombrecitos hace cuatro años, por lo que Taehyung aconsejaba a Jungkook en casi todo. Siempre decía que el embarazo realmente era algo que yo debía disfrutar, porque te consentían muy seguido y era cierto. YoonGi siempre consintió a Taehyung cuando se embarazó e incluso era demasiado dramático a veces, pero a su vez fue lindo.

Gracias por darme nuestra familia, Jungkookie. Gracias por darme al pequeño Jeongsan y por amarme como nadie nunca pudo hacerlo.

Te amo todo el universo y todos los que existan.

Te amo, conejito.






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Hey!
Finalmente he decidido escribirles lemon. No quise que fuese un capítulo con lemon y nada más, así que escribí esto. No sé si a todas les guste el M-preg, pero siempre quise escribir uno y ay, no, qué cute💖.
Espero que les haya gustado. Realmente estoy un poco desgastada con el lemon, así que lo escribí como pude. Lamento la decepción fjdjdj.

¡Nos vemos en otra historia!
¡Adiós!💖🙆🏼‍♀️

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