Las vacaciones pasaron rápidamente, Tom me llevó a conocer a sus padres, Nikki y Dominic, son muy simpáticos y se alegraron muchísimo al saber que Tom llevaba una chica a casa con la etiqueta de novia.
Pasamos todas las vacaciones en Kingston Upon Thames, conociendo a toda su familia y mostrándome los lugares más bonitos de allí.
Pero todo tiene su fin, y las clases comenzaron por lo que tuvimos que volver y seguir con el curso.
- ¿Estáis listos? ¡Es hora de irnos! -dice Haz desde abajo y yo termino de peinarme para bajar las escaleras a paso rápido.
Detrás aparecen Harry y Sam, y por último Tom, listos ya para irnos.
Salimos de casa, Tom agarra mi mano entrelazando nuestros dedos y mete nuestras manos en el bolsillo de su chaqueta.
- Ni siquiera hemos empezado y ya estoy cansado. -dice Sam resoplando.
- Serás vago. -dice Harry y se ríe.
- Es que me da todo tanta pereza. -se encoge de hombros y echa su cabeza hacia atrás.
- Te acompaño en el sentimiento. -decimos Tom y yo a la vez.
- Vaya, qué goals sois. -dice Haz y nos saca la lengua.
Los dos nos reímos y después nos miramos.
Cuando les dimos la noticia a los chicos de que estábamos juntos, hasta gritaron de la alegría. Según ellos llevaban mucho tiempo esperando ese momento, y después de tantas veces rezando a Dios, lo consiguieron.
Muy dramáticos, lo sé.
Llegamos a la puerta de la Universidad, y puedo ver como ya hay gente entrando, en el campus saludando a sus amigos o simplemente solos.
Recuerdo todo el tiempo que he estado sola, y sonrío al saber que eso ya pasó, porque ahora tengo a los chicos y a Elysia a mi lado y no me hace falta nada más.
Tom me acompaña a mi taquilla, y cuando termino de sacar las cosas, me giro para mirarlo.
- Te veo en el cambio de clase -me dice sonriendo.
- No tienes porque estar viniendo cada cambio a cada clase que me toca. Nos vamos a ver en el descanso y al final del día, no te preocupes -frunzo el ceño.
Su sonrisa desaparece para dar lugar a un puchero.- Pero te voy a echar de menos. Van a ser tres horas sin verte hasta el recreo, y otras tres hasta que terminemos.
- Pero luego estaremos juntos en casa, y te lo recompenso -murmuro lo último sonrojándome.
Las cejas de Tom se alzan con sorpresa y una sonrisa pícara se extiende en su cara.- Wow, Sushine, ¿eres tú? -se ríe.
- Idiota -ruedo mis ojos dándole un empujón leve.
El timbre de comienzo del día retumba por toda la Universidad y puedo ver como Tom pone sus ojos en blanco.
- Es hora de despedirnos -dice sacando su labio inferior de nuevo.
- Qué dramático, seguro que te dan el papel de Peter Parker, porque actúas de miedo -me río.
Sí, en vacaciones los productores de Marvel publicaron que necesitaban un nuevo Peter Parker, y él hizo todo lo que había que hacer. Aunque aún no han dicho nada, doy por hecho que lo van a coger.
- ¿Sabes que hago también de miedo? -dice cogiéndome de la cintura y acercándome a él.
- ¿Qué?
- Quererte -sonríe y besa mis labios de forma lenta y tierna.
Sonrío sobre sus labios, y después de unos segundos me obligo a romper el beso. Miro sus ojos y le doy un beso rápido.
- Nos vemos luego, te quiero. -digo y comienzo a andar hacia la clase que me toca ahora.
(...)
El día pasa volado y en un abrir y cerrar de ojos ya estamos a última hora. No ha pasado nada fuera de lo normal, Megan y Sasha están como siempre, solo que ahora respetan más la distancia.
Entro en clase y veo como todos los presentes miran atentamente hacia mi, frunzo el ceño, y doy un paso más, dispuesta a sentarme donde siempre me suelo sentar, pero soy parada por un golpe seco en mi nuca.
Me giro y veo a Sasha sonriendo, de pronto me empujan por detrás, haciendo que todo se caiga de mis brazos al suelo, y Sasha, que unos segundos antes estaba delante mia, se aparta, dejándome caer al suelo.
Escucho las risas de todos y noto sus miradas puestas en mi.
No me atrevo a girarme y encararlos a todos, no me atrevo porque ya he tenido suficiente. Así que me levanto y salgo de allí corriendo, decido ir a casa de Tom y terminar de una vez por todas con lo que comencé, decido que es mejor hacer lo que todo el mundo quiere que haga.
Saco mi móvil de mi bolsillo y le mando un mensaje a Tom.
Sunshine❤:
Te quiero muchísimo.
Pase lo que pase.
No lo olvides nunca,
¿vale?
Su respuesta no tarda en llegar.
Marvel Boy😊💙:
Y yo a ti, cariño.
¿Pasa algo?
Leo el mensaje desde la barra de notificación y las lágrimas comienzan a recorrer mis mejillas.
Cojo un folio y un boli y lamo mis labios antes de escribir una despedida para Tom.
Lo siento, no te lo dije, pero mi mente estaba hecha un desastre y me pedía tranquilidad, y esta es la mejor forma de darle lo que pide.
No podías salvarme de todas formas; no puedes reparar algo que lleva roto tanto tiempo.
Lo siento, no te mereces este desastre.
Te quiero muchísimo, Tom Holland.
Dejo la "carta" en su escritorio y entro en el cuarto de baño, cojo la cuchilla que guardé hace mucho tiempo en uno de los cajones y sin pensarlo comienzo a hacer el primer corte en mi brazo.
No sé cuantos cortes llevo, solo siento como la sangre baja por mi brazo hasta mis dedos, y como cae desde el lavamanos, hasta el suelo.
Es entonces cuando mi vista se torna borrosa, y caigo al suelo.
Tom
Corro hacia la clase que le toca a Olive ahora y veo a todos riéndose y hablando sobre algo.
Dirijo mi mirada hacia los libros que están desparramados por el suelo y frunzo el ceño.
Cuando alzo la mirada, me encuentro con la de Sasha, y sin pensarlo dos veces me dirijo hacia ella.
- ¿Qué le habéis hecho? -pregunto seriamente.
Ella solo se encoge de hombros y sonríe.- Una broma de bienvenida.
- Eres una... -cierro mi boca antes de decir una estupidez y aprieto la mandíbula.- ¿Dónde está?
Vuelve a encogerse de hombros, pero esta vez no obtengo respuesta.
- ¿¡Dónde está!? -le grito y toda la clase guarda silencio.
- S-se fue. -contesta Megan en su lugar.
Joder.
Salgo de la clase, sin siquiera recoger los libros de Olive y corro hacia la puerta.
- ¡Tom! -la voz de Elysia me hace parar en seco y me giro para mirarla.
- Se fue llorando, no pude pararla, pero no estaba bien.
- Voy contigo, hermano. -dice Haz viniendo hacia mi.
Lamo mis labios nervioso y salgo del edificio, comienzo a correr hacia casa con él detrás y no me sorprendo cuando me encuentro con la puerta entreabierta.
Por favor, que no haya pasado nada.
Subo las escaleras y camino hacia la habitación, la puerta del baño esta entrecerrada y hay un folio en el escritorio.
Lo cojo y leo lo que pone, las lágrimas se amontonan en mis ojos y abro la puerta del baño, encontrándome con Olive tirada en el suelo y un charco de sangre alrededor de su brazo, con este también sangrando.
- No, no, no. -me arrodillo frente a ella y cojo su cuerpo sin ningún esfuerzo.
Acerco mi oreja a su nariz y mi agobio es mayor cuando no siento nada de aire.
- ¡Harrison, llama a la ambulancia! -grito, ahora llorando.
La cabeza de Haz aparece por la puerta y el color de su cara desaparece.
- ¡Llámala, joder! -vuelvo a gritarle.
Sale de la habitación y miro a Olive.
- No eres un desastre, cariño. Eres todo lo que había querido siempre, ¿sabes? Te quiero muchísimo y todo va a salir bien, mañana volverás a estar conmigo, y nos iremos de aquí, te lo prometo, haremos nuestra vida en otro lugar. -le susurro mientra las lágrimas de mis ojos caen en su cara.
Me prometiste que no lo harías, ¿por qué no lo paraste antes?
(...)
Los enfermeros no tardaron en depositar el cuerpo de Olive en una camilla y llevarla hacia una de las habitaciones del hospital.
Sam, Harry y Elysia llegaron hace una hora, ahora llevamos dos, y aún no nos dan noticias de ella.
Haz no para de apretarme el muslo intentando reconformarme, pero nada lo hará hasta que el doctor no salga de esa habitación y diga que todo está bien, y que ella está bien.
Unos minutos después el doctor sale y se acerca a la sala con un tablón lleno de folios en sus manos, lee algo y luego mira a todos los presentes.
- ¿Familiares de Olive Endler?
Los cinco nos levantamos y el doctor camina hacia nosotros con cara seria.
- ¿Cómo está? -le pregunto anteponiéndome a los demás, dejándolos detrás mía.
- Perdone lo que voy a decir a continuación, ha perdido mucha sangre, y no hemos podido hacer nada. Siento su pérdida. -el doctor me mira a los ojos y yo espero que en algún momento me diga que es todo una broma, y que Olive está en la habitación esperándome.
Pero eso no pasa, el doctor aprieta mi hombro y acto seguido, desaparece.
Me siento en la silla de nuevo, sin ninguna emoción en mi cara. Estoy en shock, ella no ha podido morir, no ha podido morir a sus diecinueve años de vida.
Comienzo a llorar de nuevo, está vez expulsando todo lo que siento.
Mis lágrimas empapan mis mejillas y las gotas se hacen visibles en mi pantalón. El aire comienza a faltarme y sé que estoy empezando a tener un ataque de ansiedad.
Harrison me habla, pero no le escucho, estoy centrado en el dolor que siento, estoy centrado en que he perdido a la única persona que me ha importado verdaderamente.
Ella se ha ido, y ya no me queda nada.
Olive, finalmente, se ha suicidado, y yo no he podido hacer nada para impedirlo.
***
Hey, me ha dolido hacer este final, pero lo he querido hacer un poco realista. No he querido hacer uno cliché y romántico, ya que si estás viviendo con depresión, porque conozcas a un chico eso no desaparecerá (por lo menos desde mi punto de vista), y he leído muchas historias que son así, y no me han gustado, por lo que he preferido hacer esto así.
Me ha dolido hacerlo, no os voy a mentir. Me he imaginado a Tom en este estado y mi corazón se ha roto, pero como he dicho, es la realidad.
Por favor, ponedme lo que pensais de este final, y si os ha gustado o no.
Pronto subiré el epílogo y después los agradecimientos, y ya sí será el final de los finales.
Muchas gracias por leer.