Wings [Hopemin]

Oleh JongZeloLove

28.8K 4.3K 1.3K

Cuando Jimin tenía toda esperanza perdida de encontrarse con un ser humano puro y bueno de verdad, aparece Ho... Lebih Banyak

1. Rendido
2. Despierto para el desayuno
3. El pasado de Hoseok
4. Deseo cumplido
5. Yoongi
6. Conociéndose
8. Un regalo muy especial
9. Un ángel
10. La lujuria
Epílogo: Wings

7. El perro

2K 364 110
Oleh JongZeloLove


Después de aquel día, Hoseok tuvo que esperar dos semanas más para poder verle de nuevo, y no fue como había esperado. Aquel día había nevado, era media mañana, sábado, con la suerte de que aquel día no tenía que trabajar, y salió a hacer deporte al parque. Se abrió lo suficiente con ropa ligera pero térmica especial para el invierno y salió a correr.

Jimin había logrado su objetivo, Yoongi tenía trabajo y había dejado el alcohol, aunque mantenían el contacto, pero le fue encargada otra misión. Esta vez era una chica. Había intentado suicidarse repetidas veces por la presión del instituto, le hacían bullying y a causa de ello sacaba malas notas, sus padres tenían mala relación con ella a causa de las notas y además no tenían ni idea de que sufría bullying. Los intentos de suicidio, según ella, fue porque los odiaba, aunque era una mentira que le dolía más a ella que a sus propios padres. El ángel tenía que encargarse de hacerle ver lo bonita que era la vida. Ella había repetido, tenía 17 años. Pero no entendía que era demasiado joven como para decir que "ya había vivido mucho" y "las vidas terminan algún día".

Desde que él había aparecido en su vida tras provocar un encuentro nada causal en la que él salvaba a la chica antes de que le pegasen unas compañeras de su clase, las chicas habían dejado de meterse con ella porque decían que tenía "un novio guapo". Casi nunca la dejaba sola por las tardes e incluso algunos días, cuando él salía del trabajo pronto, le llevaba algo rico de la cafetería para que lo comiera.

La chica había mejorado considerablemente y la convenció para que denunciara todo aquello a la policía o lo haría él, pero ella aún quería esperar para ver si se solucionaba todo.

-Oppa... ¿Entonces me vas a enseñar artes marciales? –preguntó ella.

Jimin dejó escapar una risa y aquello fue lo que llamó la atención de Hoseok que estaba estirando en un lugar cercano. Lo buscó con la mirada y lo vio, de espaldas a él, con aquella chica.

-¿Quieres que te las enseñe yo?

-Claro que sí. El otro día vi una película donde el chico se quitaba la camiseta para luchar.

Aquello le hizo reír de nuevo, la chica intentaba todo el rato ligar con él aun sabiendo que a él le gustaban los hombres.

-¿Y qué te hace pensar que yo me la voy a quitar cuando te enseñe? –preguntó Jimin.

-Te la quito yo, sin querer la rajo...

-Anda, deja de decir esas cosas... ¿Sabes lo que puede pensar cualquiera que lo escuche? –dijo Jimin.

Al principio solía sonrojarse con las cosas que ella le decía, pero luego se acostumbró y hasta le producían risa.

Hoseok pensó que era su novia, aunque nunca le había hablado de una chica y juró pensar que no tenía. Se dio la vuelta para no molestar en medio de la cita y siguió con su entrenamiento.

Llevaba ya un rato corriendo cuando justo se encontró de frente con ellos y no podía fingir que no se habían visto, casi atropella a Jimin.

-Oh... Lo siento –dijo Hoseok.

-Hola –saludó el ángel sonriéndole.

-No, hola no, oppa, que casi se choca contigo –dijo la chica molesta.

-¿Cómo estás? Te veo bien –dijo el castaño omitiendo que la niña estaba allí.

-Estoy bien... ¿Y tú?

-Bueno, salí a entrenar –dijo Hoseok.

-Oh... Que bien.

-¿Le conoces? –preguntó la chica.

-Sí, claro –dijo el rubio.

-Jimin... ¿Tienes un rato? Te veo poco y siempre acompañado –dijo el castaño.

-Sí –dijo el rubio.

-Pero... ¿No íbamos a ir al cine? –preguntó la chica.

-Podemos ir mañana o más tarde –dijo Jimin.

-Oppa...

-Si quieres quedamos otro día –dijo Hoseok.

-No.

La chica miró a Jimin enfadada y luego se fue dejándolos solos. Pensó que el rubio la seguiría, pero no fue así, se quedó con el castaño. Ellos se miraron y, gracias a la primera sonrisa del ángel, los dos se sonrieron.

-Tienes una novia un poco celosa y algo joven –comentó Hoseok.

-No es mi novia. Es una amiga...

-¿Y ella lo sabe?

Los dos rieron ante el comentario y Jimin dejó un suave empujón en su hombro, pero no muy fuerte.

Caminaron alejándose un poco hasta llegar a sentarse en uno de los bancos, a pesar de que hacía algo de frío.

-Ahora dime... ¿Cómo has estado realmente? ¿De qué conoces a esa chica? ¿Me vas a dar algún día tu número de teléfono?

-Bien, la conozco del trabajo y no, pero te aseguro que si realmente me necesitas lo voy a saber y acudiré corriendo contigo –respondió Jimin.

-¿Y cómo lo vas a saber? ¿Tienes un sentido paranormal?

-Solo lo digo.

-¿Dónde trabajas? –preguntó Hoseok cambiando de tema ya que no quería responderle a lo del número de teléfono.

-En una cafetería.

-Oh... ¿Y en cuál?

-Averígualo –dijo Jimin sonriendo.

No quería darle mucha información sobre él. Le gustaba su compañía, le agradaba físicamente y sobretodo lo poco que conocía sobre él le había encantado, pero eso era un problema para un ángel como él.

-¿Por qué nunca me dices nada? Tú sabes dónde vivo y dónde trabajo.

-Pero lo averigüé, tú nunca me lo dijiste –comentó el rubio encogiéndose de hombros, sonriendo.

Ciertamente aquel rostro no podía enfadarle, su sonrisa era la más bonita que había visto y terminó por callarse y dejar escapar una suave carcajada que llamó la atención del rubio. Hubo un silencio, pero no tenso.

-¿Por qué siempre que me ves con alguien me preguntas si es mi pareja...? ¿No has tenido amigos? –preguntó Jimin.

-¿Eh? No, bueno... Tu amigo el de la otra vez parecía algo celoso y como que quería marcar territorio... ¿No le gustas?

-No, no le gusto. ¿Y ella? ¿Por qué pensaste eso de ella?

-La escuché diciendo que te iba a rajar la camiseta hace un rato.

Jimin se había acostumbrado a recibir aquellas bromas por parte de la menor, comprendía que era una adolescente con las hormonas revolucionadas, pero aquello saliendo de la boca del castaño le hizo sonreír nervioso mientras agachaba su cara algo sonrojada.

-Bueno es que... es... es pequeña...

-¿Estás rojo? –preguntó Hoseok, le causaba ternura.

-No, es la luz. Pero además ella no me gusta nada.

-Es guapa... ¿No te gustan las chicas?

-Ya estamos, igual que Suga... ¿Por qué preguntáis siempre sobre los gustos de las personas?

-Curiosidad. ¿Por qué no respondes? Sabes que soy gay, y no pienso que seas intolerante... Pero cualquier chico hetero que tiene a una chica tan guapa diciéndole eso, probablemente en vez de haberse quedado charlando con otro tío, se la hubiera llevado a su casa para hacer cosas que tengan que ver precisamente con rasgar camisetas y hacer que los botones salten por los aires...

Los temas sexuales ponían a Jimin bastante más rojo. Era puro, y no tenía ni idea sobre aquel tema, además era uno de los pecados que no podía cometer si quería seguir siendo lo que era, un ángel.

-¿Mh...? Pues... porque no me gusta ella, quiero decir, me gusta como amiga, pero ya está.

-¿Por qué estás tan rojo? –preguntó divertido el castaño.

-Porque hablas de sexo. ¡Ah! Todos sois iguales, todos los chicos hablan de sexo.

-¿Y tu amiga no?

-Ella no habla de sexo, ella es peor, porque lo ve en su teléfono –comentó Jimin como si fuera algo extremadamente raro.

Hoseok se quedó mirándolo sorprendido y luego se echó a reír, le parecía increíble que aquello le pareciera tan horrible.

-¿Qué? ¿Es que nunca has visto porno?

-¡No! No necesito ver esas cosas para nada, no me interesa.

-¿Eres asexual? Ahora entiendo por qué rechazaste a aquel chico que te abandonó, aunque no esté bien que te abandonara... ¿Has tenido alguna vez novio? ¿O novia?

-Que no, que no soy asexual, que no quiero parejas ni las he tenido... Ni quiero saber qué es el porno. Soy feliz sin tener que hablar o que hacer el sexo...

-Está bien, no te enfades, es solo que... no es extraño que la gente vea porno o se acuesten... A ver, no me acosté con nadie que no fuera mi ex, pero aun así... es común tener sexo y ver porno –explicó el castaño.

-¿Tú lo ves?

-¿Eh?

-El porno, que si ves porno. Ah me da hasta vergüenza decir esa palabra...

-Sí, alguna vez he visto porno, aunque es más interesante verlo en pareja o simplemente hacer esas cosas con alguien... Solo es muy aburrido.

-¡Hoseok! Pero por qué me cuentas esas cosas –dijo Jimin alterado, le ponía nervioso el tema y más si venía del más alto.

-Eres tan divertido... Pareces un niño pequeño encerrado en el cuerpo de un chico mayor... Bueno, al menos en este tema...

-No te rías de mí. ¿Por qué siempre me haces burla? El otro día me engañaste con lo de llevarme a la cárcel y ahora me dices que soy un niño asexual. Me voy, nos encontraremos de nuevo –dijo el rubio y se puso en pie.

Hoseok se levantó y le agarró el brazo para retenerlo. Jimin se giró y los dos volvieron a quedar frente a frente.

-No te enfades, solo... no sabía que te molestaba.

El ángel ladeó la cabeza pensativo, pero en realidad no podía enfadarse con él porque le gustaba más de lo que debía.

-Mnh...

-Te invito a comer, para que se te pase el enfado... ¿Quieres?

Y claro que quería, con gusto le diría que sí, pero le costaba estar tan cerca de él y reprimir sus verdaderos deseos.

-Mnh... Ya he quedado para comer con el chico que me deja su azotea para vivir... Pero puedo acompañarte un rato hasta tu casa.

El castaño le sonrió y le soltó el brazo en una suave caricia, por ver su reacción, aún no le quedaba clara su orientación sexual. Jimin desvió su vista hacia aquel roce, tenso, y cuando lo miró se encontró con los ojos ajenos observándolo.

-¿Qué pasa?

-¿Vamos? –preguntó Hoseok.

Pero no pudo responder, pues un perro que estaba suelto y parecía bastante agresivo, se acercó a ladrarles y gruñirles, a ellos y a cualquier cosa que se moviera a su alrededor. La dueña llamaba al perro pero él no le hacía ni caso, era grande, un pastor alemán, y no parecía demasiado domesticado.

-Tranquilo lidio con perros así todos los días –dijo el castaño y se puso delante del rubio para defenderlo.

-¿Ah sí? Te va a morder.

-No, ya verás.

El perro le ladró y el otro dio un suave respingo, no se lo esperaba, y a Jimin le hizo gracia verlo tan tenso por culpa de un animal.

-Por favor no se enfrente a él, es bueno, estamos enseñándole –gritó la chica apenada que se acercó a ellos, volvió a gritar el nombre del perro pero él seguía sin hacerle caso.

El ángel se escabulló de su escudo humano y se acuclilló en el suelo mirando al perro con curiosidad. El animal gruñó mirándolo pero el rubio estaba calmado. Fue acercando despacio una mano hacia él, y el perro dejó de gruñir mirándolo, pero aún alerta.

-¿Qué haces? ¡Te va a morder! Levanta –dijo Hoseok y cuando se dispuso a levantarlo, Jimin le señaló con la otra mano que no hiciera nada.

-Se ha callado –dijo la dueña mirando a su perro.

El rubio logró, poco a poco, acariciar la cabeza del animal que bajó su guardia dejándose tocar, ya más calmado.

-La cuerda –dijo el rubio.

-Correa –le corrigió Hoseok.

-La correa, como sea.

La chica le dio la correa en la mano que tenía libre y el ángel se la puso y terminó acariciando al perro con las dos manos. Se atrevió incluso a darle un beso en la cabeza. Se puso en pie y le entregó la correa a la chica.

-¿Cómo lo has hecho...? Muchísimas gracias –dijo ella.

-No le grites desde lejos cuando estás nerviosa, no te hará caso, solo tiene que ver que la persona que manda eres tú y que no le harás daño.

La chica se fue agradecida y los dejó a solas de nuevo.

-¿Alguna vez has tenido perros? ¿Eres como el hombre de la tele que se dedica a enseñarles? ¿Los entrenas? –preguntó Hoseok sorprendido.

-No, nunca tuve perro, pero es como cualquier animal. Da igual si es un perro, un gato o un oso, tienes que estar calmado y darles confianza...

-Bueno, un oso...

-¿Te dan miedo los perros? Te has asustado, por eso te gruñía, sabía que podía ganarte.

-¿Qué? ¿Miedo yo? –preguntó Hoseok intentando hacerse el machito.

-No pasa nada. El miedo no se controla...

-Trabajo con perros y... bueno, tuve a mi perro.

-No tiene nada que ver... ¿Echas de menos a tu perro? –preguntó Jimin empezando a caminar.

-Sí... mucho. Extraño que venga a despertarme por las mañanas o que cuando llegue a casa me salude dando vueltas y pidiéndome atención. ¿Sabes lo feliz que me ponía ver a ese animal cuando estaba tan contento solo por verme de nuevo? Solo habían pasado unas horas o unos días sin verme y él estaba siempre feliz de verme. Tal vez yo no diera vueltas, pero realmente me encantaba volver a estar con él... Ahora lo echo mucho de menos...

-Yo pensaba que era cruel tener a los animales en casa, que debían ser libres, pero después ver lo bien que algunas personas tratan a sus mascotas... Pienso que es bueno siempre que ellos estén felices y sean tratados tan bien –comentó Jimin.

Los dos fueron caminando hasta llegar a la casa del castaño. En el portal debían separarse pero al menos habían estado un rato juntos. El rubio se puso frente a él y le sonrió un poco, apenado, pues no quería alejarse, pero sabía que debía hacerlo.

-¿Te veré dentro de dos semanas? ¿O nunca? –preguntó el castaño.

-Quien sabe...

Hoseok sonrió levemente y se acercó a dejar un beso en la mejilla ajena, aquello sacudió el corazón del ángel y revolvió todo su cuerpo como una inyección de adrenalina.

-Espero verte pronto, Jimin.

-Y yo también, Hoseok...

Lanjutkan Membaca

Kamu Akan Menyukai Ini

191K 10.8K 18
El maldito NTR pocas veces hace justicia por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ¿Qué suce...
68.3K 13.3K 13
re-publicada - " Tenemos todos los ingredientes, excepto que tú me ames a mí. " - ---------------- Capítulos cortos Historia Corta ▶Universo Alterno...
1.7K 344 7
✚ Tae Hyung debe crear la coreografía de su nueva canción: Singularity. Esta será la introducción del albúm Tear. Sin embargo, no sabe a quien deberá...
159K 4.3K 30
la tipica historia de universos viendo otros universos atraves de pantallas flotantes que aparecerán en sus mundos aunque también agregare otras cosa...