Narra Luna
Al salir de mi habitación, me he encontrado con Nevra.
- Luna, justo iba a buscarte.
- Qué necesitas, Nevra?
- Quería preguntarte si te gustaría ir a tu primera misión.
- Me encantaría.
- Bien, la cosa es que Miiko me ha encargado una misión, y me ha dicho que te lleve conmigo.
- Cuál es esa misión?
- A las a fueras de Eldarya, en el bosque para ser exactos, hay un agua purificadora especial, que solo pueden coger los de la guardia Absenta.
- Y entonces por qué te ha elegido Miiko a ti y no ha Ezarel?
- Quizás quería que fueses a tu primera misión, ya que no va a ser la última que te manden.
- Entiendo.
- Ponte ropa oscura y cómoda para ir por el bosque. Iremos por la noche.
- Ok.
Me he ido al comedor a por algo de desayunar. Allí, me he encontrado con Ezarel, el cual estaba devorando un, uno no, dos botes de miel.
- Te gusta mucho la miel, cierto?
- Si. Es uno de mis alimentos favoritos.
- Interesante - una risilla malévola se ha dibujado en mi rostro.
- P-por qué pones esa expresión?
- Por nada jijiji - cuando le necesite, a buscar miel.
Me he ido dejándole en el comedor. La noche ha caído y me he preparado para ir a la misión con Nevra. Una vez puesto el traje de espionaje, según Nevra, he ido a la entrada de Palacio. Allí, me he encontrado con Nevra.
- Vamos, es hora.
- Te sigo.
Hemos salido de Palacio y he seguido a Nevra hasta las afueras de Eldarya. Entramos en el bosque, lo cual no me da muy buena espina.
- Oye, Nevra, no me dijiste que tendríamos que adentrarnos tan profundo. - pero ya se había alejado y no me oía -. NEVRA ESPERAME!
He corrido todo lo que he podido para alcanzarlo. En un momento, ha parado en seco.
- Nevra, que pasa?
- Shh, alguien nos observa - me ha susurrado -. QUIÉN ANDA AHÍ!?
En cuanto ha dicho eso, un hombre enmascarado ha salido de su escondite.
- Que quieres?
- La quiero a ella.
- Por que?
- No te das cuenta? Ella tiene un gran poder.
- No te la llevaras.
Nevra ha hecho un movimiento con su brazo, indicándome que me apartase. De pronto, unos cuantos más han salido a ayudar al Enmascarado. Se que Nevra no podrá con todos. Entonces, me fijo que hay un conejo cerca y me acerco a el.
- Pimpel, necesito tu ayuda. Por favor, ve a Palacio y dale esto a Ezarel - le he atado un papel en la pata - confío en tí.
El conejo ha ido en dirección a Palacio. “Aguanta un poco más Nevra, pronto llegan los refuerzos” pienso.
Narra Ezarel
Estoy en el laboratorio de alquimia cuando un pimpel llega hasta mi.
- Que haces aquí, pimpel? Que es esto? Una nota? De Luna - he cogido la nota y le he leído -. Tienen problemas, llamaré a Valkyon y a Leiftan.
Leiftan, Valkyon y yo estamos en camino del bosque. Aguantad chicos, ya vamos. A lo lejos, he visto a Luna con una lanza luchando como podía. Uno le viene por detrás.
- LUNA, CUIDADO!
Narra Luna
He oído como alguien gritaba mi nombre.
- LUNA, CUIDADO!
Me he girado y he conseguido esquivar al chico que me atacaba de espaldas.
Ezarel, Valkyon y Leiftan nos han ayudado y al final, los enmascarados se han retirado.
- Como sabías que estábamos aquí?
- Luna nos avisó - ha contestado Ezarel.
- En serio? - pregunta Nevra.
- Si, luego Ezarel nos avisó a nosotros - ha hablado Leiftan - por cierto, yo aún no me he presentado, no?
He negado con la cabeza.
- Yo me llamo Leiftan y soy miembro de la Guardia brillante, espero nos llevemos bien.
- Yo me llamo Luna y soy de la Guardia Absenta. Como ya sabrás, puedo hacer que llueva.
Nos hemos ido todos a Palacio. De camino allá, como está muy oscuro, he tropezado con algo, que no se lo que es, pero he caído al suelo, provocándome un dolor inaguantable en el tobillo. Mi caída ha sido tan estruendosa y estrepitosa, que a demás de gritar, he caído encima de Ezarel.
- LO SIENTO.
- Tranquila, estas bien?
- Pues la verdad... AY
- Hey, estás bien?
- Me duele mucho el tobillo.
- Anda, ven - Ezarel se ha agachado, invitándome a subir a su espalda. He subido - eres ligera.
Yo solo he guardado silencio. La verdad, el calor que desprende su cuerpo es muy confortante. Poco a poco, voy cerrando los ojos, cayendo en un profundo sueño.
Narra Ezarel
He notado como Luna se quedaba dormida. Debe estar muy cansada por la pelea que han tenido Nevra y Luna antes.
Hemos llegado al fin a Palacio y la he llevado a su habitación. Le he recargado en su cama. También estoy muy cansado. Me tumbaré un poco en su cama, cinco minutos. Al final, me he quedado dormido en la cama de Luna.