The Stripper (Traducción)

Autorstwa camilipstick

16.4M 537K 1.2M

¿Se han imaginado tener dos vidas? ¿Ser dos personas al mismo tiempo? Apuesto a que si. Pero entre pensar y v... Więcej

Sinopsis
Capítulo 1-"Doble Vida"
Capítulo 2 - "Volviendo a Miami"
Capítulo 3 -"La Stripper"
Capítulo 4 -"Nueva Presidencia"
Capítulo 5 - "Primer día"
Capítulo 6 -"Mas tiempo juntas"
Capítulo 7 -"El baile"
Capítulo 8 -"El beso"
Capítulo 9 - "Perdiendo el control"
Capítulo 10 -"Le café"
Capítulo 11 - "Dulce Ilusión"
Capítulo 12 -"Confusión"
Capítulo 13 - "Regalo, Paseo, Conversación"
Capítulo 14 - Juegos Perversos
Capitulo 15 - Llegada Inesperada
Capítulo 16 - Reencuentro
Capítulo 17 -Conociendo La Familia, Problemas
Capítulo 18 - Un Buen Día
Capítulo 19 - "Un Baile"
Capitulo 20 -Volviendo a la dura realidad
Capítulo 21 -"La venganza"
Capítulo 22 - Perdidas.
Capítulo 23 -"Arriesgarse"
Capítulo 24 -"Fuck you all the time"
Capítulo 25 - "Caminos cruzados"
Capítulo 26 -"Peleas y Reconciliación"
Capítulo 27 "Nueva Alianza"
Capítulo 28 - "Un día diferente"
Capítulo 29 - "Momentos"
Capítulo 30 - "El descubrimiento"
Capítulo 31 - "Confrontación"
Capítulo 32 "Torbellino de sentimientos"
Capítulo 33 - "Cayendo en tentación"
Capítulo 34 - "Negociaciones"
Capítulo 35 - "Cosas del Pasado"
Capítulo 36 - "Baile de Máscaras"
Capítulo 37 - "Propuesta"
Capítulo 38 - "Cuestión de saber"
Capítulo 39 - "¿Quién dirige este juego?"
Capítulo 41 - "Mentir, ¿Si o no?"
Capítulo 42 - "Sorpresa"
Capítulo 43 - "El Vuelo"
Capítulo 44 - "Secretos"
Capítulo 45 - "Irse, ¿Sí o no?"
Capítulo 46 - "Decisión"
Capítulo 47 - "El Lap Dance"
Capítulo 48 - "Jaque Mate"
Capítulo 49 - "Estrategia"
Capítulo 50 -"La Nueva Era"
Capítulo 51 -"Ajuste de Cuentas"
Capítulo 52 -"La Pérdida"
Capítulo 53 - "Nuevos Tiempos"
Capítulo 54 - "La Boda"
Capítulo 55 "El Poder"
La Familia - "Epílogo Parte 1"
Dos Lados - "Epílogo Parte 2"
Querida Stripper -"Epílogo parte 3" Final
¡Aviso!

Capítulo 40 - "¿Todo funcionará?"

302K 8K 25.4K
Autorstwa camilipstick


Pov Candace

Me quede por algunos momentos más observando todo el movimiento del club, hoy era otro día abarrotado. Gracias a Dios, o mejor, gracias a Karla. Negué con la cabeza pensando que no iba a venir esta noche, y tanta irresponsabilidad me llenaba de furia. Karla Camila siempre había sido impecablemente profesional en "Imperium", hasta que conoció a Lauren, por supuesto. Ni siquiera quiero pensar en eso ahora mismo, su tiempo de presentarse ya había pasado, y no había ni una señal, ni siquiera una maldita llamada. Normani tomo su lugar esta noche, la morena era mi segunda mejor bailarina del lugar, su cuerpo escultural y la facilidad que tenía para seducir, cubría la ausencia de Karla. Pero no mucho, la "intocable" tenía clientes que solo asistían por ella, por nadie más. Clientes importantes, magnates de Miami.

-Escuche que Karla no vino.

Tome una respiración profunda, permanecí en el mismo lugar en el que estaba. Lleve el cigarrillo a los labios, expulsando fuerte el humo por la boca, para después voltearme hacia Alexa. La mujer se veía hermosa, y sonreía como si dijera "te lo dije".

-No tiene caso que pongas esa cara de funeral Candace, Sabíamos que esto iba a pasar tarde o temprano. Ausencias y negligencias.- la mujer hablaba pacientemente mientras caminaba hacia el gabinete de bebidas, sirviéndose un Martini.

-No debe hacerme esto, yo fui la persona que más la ayudo.

-Ya se olvidó de eso, tiene a Lauren ahora.

Lauren... solo el nombre me hacía sentir una gran repulsión. Maldito el día en que entro al club. Apreté fuerte el vaso, sintiendo que en cualquier momento se rompería entre mis dedos. Hasta que sentí los delgados dedos de Alexa deslizarse por mis brazos en una caricia.

-Te lo dije, Candace, pero aun así te apiadaste de ella.- susurraba sus palabras fríamente en mi cuello, causando que todo mi cuerpo temblara.- Karla no merece tu compasión.

-No es su culpa, es culpa de Lauren.- dije con enojo.

Sentía a Alexa sonreír a mis espaldas, su mano subió a mi hombro donde apretó lentamente, en un lento y relajante masaje.

-No importa de quien es la culpa, no podemos dejar que nuestro plan se venga abajo. No podemos dejar que Lauren se lleve a Karla de Imperium ¿Cierto?

Dijo Alexa suavemente, mientras dejaba que sus labios húmedos se deslizaran por toda la extensión de mi cuello. Solo asentí. Nunca nos habíamos envuelto de forma carnal, pero esta noche pareciera que quería algo más.

-Cierto.

-Perfecto. Ahora quiero que bajes al piso principal del club. Sabemos que la Señorita Issartel está ahí. Y convéncela de conocer a nuestra pobre bailarina.

Dijo cerca de mi oído, dando una pequeña mordida en el lóbulo cuando termino de hablar, cerré los ojos y suspire, mirando a través de la gran ventana de vidrio. Keana Marie estaba divirtiéndose a expensas de una de las bailarinas. Si ella sería la solución a mis problemas, lo haría.

-Déjamelo a mí, lo hare.

Alexa sonrió pícaramente, guiñándome el ojo.

-Te espero aquí para celebrar, Candace.- dijo sentándose en mi silla.

La mire por última vez antes de dejar la oficina. Baje las escaleras escuchando la sensual música volverse más fuerte cada segundo, pase entre algunas personas importantes de las que hable, hasta llegar al centro donde estaba mi objetivo. Keana sonreía traviesa, sus ojos estaban cargados de lujuria por la bailarina que movía la cadera sensualmente, semi desnuda, delante de ella. Estaba disfrutando el pequeño show, el algunos momentos ponía algunos dólares en el elástico de las bragas de la bailarina. Me acerque lentamente, me senté junto a ella en el sofá de cuero marrón. Keana dejo salir un soplo de aire, dejando que el humo de su cigarro se esparciera por el ambiente.

-¿Disfrutando el show?

Me miro con una sonrisa sorprendida, dejando el cigarro en el cenicero junto a la mesa.

-Estoy fascinada.

-Hmm, ¿en serio?

-Sí, es mejor cada vez, Candace, mira.- apunto a la rubia que me movía sensualmente delante de ella.

-Me honra que le guste Señorita Issartel, usted es uno de los clientes más importantes de "Imperium"

Sonrió con un aire arrogante, tomando un sorbo de su bebida rojiza.

-¿Lo soy?

-Por supuesto, sé que viaja mucho y no tiene mucho tiempo para frecuentar mi club. Pero tengo cosas mucho mejores que mostrarle.

Keana me miro curiosa, arqueando una ceja con una sonrisa en su cara.

-¿Mejor? Si ya estoy fascinada con ella, imagínate con lo mejor.

-Mucho mejor, Señorita Marie.

-Estoy abierta a nuevas propuestas.- dijo en tono de broma.

Keana ya estaba muy emocionada, seguramente ya había bebido más de lo que debía. Pero nunca perdió su postura arrogante y la sonrisa traviesa. La mujer ya tenía una reputación de ser juguetona y predadora, su nombre siempre estaba estampado en las revistas de chismes, siempre muy bien acompañada de mujeres hermosas, modelos e incluso prostitutas. Pero a Keana no le importaba, después de todo ¿a quién le podrían importar las opiniones de otras personas con la cantidad de dinero que tenía?

-Muy bien, sabe reconocer buenas bailarinas, le presentare a la mejor bailarina de todo el club.

-¿Mejor que todas ellas?

-Mejor que ellas, la mejor de todo Miami.- dije confiadamente.

-Estas poniéndome muy curiosa de conocer a esa mujer.

-Maravilloso, en tres días actuara aquí. Si quiere, puede venir, para que aprecie a mi preciosa gema. Si es de su interés, podemos hacer buenos negocios.

-¿Cuál es su nombre?

-Karla Estrabao, debo advertirle que ella nunca sale con ningún cliente, no es una prostituta, solo una bailarina. Pero le garantizo, que es mejor que todas estas juntas.

Keana soltó una pequeña risa, tomando un sorbo de su bebida.

-¿Nunca salió con ningún cliente?

-No, como le dije es solo una bailarina, no acepta ningún tipo de acercamiento.

-Para todo en la vida hay una excepción, Candace.

Retar a Keana a conquistar a Karla era la mejor forma, era el tipo de mujer que ama los retos, pero más allá de eso, amaba ganarlos.

-No sé si puedas hacerlo, Keana, ella solo le dio la oportunidad a una mujer en este club todos estos años.

Podía verla fruncir el ceño, dándome una mirada curiosa.

-¿Quién sería la afortunada?

Sonreí cínicamente.

¿No te lo puedes imaginar?

-Odio adivinar, dime. ¿Tiene que ser poderosa, no es así?

-Lo es.

-¡Dime!

-Lauren Jauregui.

En el instante que escucho el nombre de Lauren, una sonrisa apareció en su s labios. ¡Bingo!

-¿La única?

Asentí pacientemente.

-Lauren fue la única que logro acercarse a Karla, siempre viene a ver sus actuaciones.

-¿Cliente regular entonces?

-Sí, digamos que Lauren no se pierde ninguno.

-Lauren y yo siempre nos hemos encontrado a lo largo de la vida.

Dijo Keana mirando a la bailarina frente a ella, parecía estar pensando en todo lo que habíamos hablado, su expresión la traicionaba.

-Creo que ahora la tal Karla me gusta incluso más, le demostrare que si Lauren pudo hacerlo, yo también.

-¿Entonces vendrás?

-Por supuesto, necesito apreciar tu preciosa gema, Candace.

-Genial, no te arrepentirás te lo garantizo, bueno disfrute de la noche si necesita algo solo llámeme, Señorita Marie.

Levanto su vaso en mi dirección con una sonrisa, y me fui. Las cosas comenzaron mejor de lo que imagine, camine a pasos lentos a mi oficina, y por la ventana pude ver a Alexa mirándome, hice una señal de éxito, y ella sonrió, Lauren no me quitaría a Karla, no lo haría.

-------------------------------------------------

Pov Lauren

No había trato, por suerte o el destino, estábamos atrapadas en esa oficina hasta que la hora de su presentación termino. Debo confesar que eso me dejo muy feliz, después de todo no me agradaba tener a mi mujer bailando en un club, para un montón de gente que la imaginaba de una manera en la que solo yo podía tenerla. Al principio Camila no creía que la puerta en realidad estaba atorada, pero después lo acepto, con una petición cargada de dulzura decidió pasar la noche conmigo.

Le pedí bañarse conmigo, pero se negó, diciendo que yo no merecía nada esa noche. Y no había plegaria que la hiciera cambiar de opinión. Solamente me ocupe de tomar un largo baño, para después irme y darle una de mis camisetas para que durmiera, después de todo no había empacado ropa para pasar la noche. Mientras Camz estaba bañándose, me encargue de preparar algo de comer, pase toda la tarde atrapada en una agencia eligiendo el mejor auto para Camila. Obviamente yo quería darle un auto mejor, pero conocía muy bien a la morena. Si iba a ser difícil que aceptara este, imagina si le comprara un auto tan caro como el mío. Enloquecería.

Negué mientras cortaba algunas frutas en un cuenco, era muy tarde y no haría algo muy tardado o pesado para comer. Una ensalada de fruta sería suficiente para mantenernos satisfechas hasta el comienzo del siguiente día, un esfuerzo que no haríamos. Desafortunadamente. Corte todo en piezas pequeñas, desde fresas, bananas, kiwis, uvas, manzanas, etc. Mezclando todo con yogurt natural.

Camine a la habitación dejando la bandeja en la mesa de noche, no podía esperar a que Camila comenzara a comer. Se tomó cinco minutos más, hasta que la puerta se abrió. La latina salió del baño usando solamente mi camiseta gris que llegaba apenas un poco más arriba de medio muslo. Removió el exceso de agua de su cabello distraídamente. Mientras yo suspiraba como una idiota. ¡Oh, Dios, Lauren!

La mire por Dios sabe cuántos minutos, notando cuan caliente se veía usando mi ropa. Claro que prefería a Camila usando lo que me gustaba más, nada. Pero la camiseta se veía genial. Termino de secar su cabello y puso sus ojos en mí.

-¿Qué?- dijo con una sonrisa.

-Me gusta verte usando mi ropa.

Camila le dio una mirada rápida a su cuerpo, y después me miro.

-Me gusta usar tu ropa, aunque esta camiseta es muy larga.- comento mientras caminaba hacia el baño.

Era un poco grande. Dejaba al descubierto las piernas de la morena y parte de su trasero. Una vista hermosa debo decir, estaba usando unas pequeñas bragas de encaje blanco. Seguramente sería una maravilla quitarlas con mi boca. Sacudí la cabeza por los pensamientos pervertidos que estaba teniendo, hasta que regreso del baño con un frasco de humectante en la mano. Camila puso una pierna en la orilla de la cama y lentamente esparció un poco de crema corporal en su piel, y deslizo sus manos lentamente. Era algo tentador todo eso. Imagina, tu acostada en tu cama viendo a Camila usando únicamente una gruesa camiseta, con su cabello húmedo echado a un lado, mientras sus manos se deslizan por sus largas y bien formadas piernas. Sabía lo que me provocaba y lo hacía a propósito.

-¿¡Lauren?! -escuche su voz y la mire.

Camila me veía con una sonrisa cínica, negué y tome el cuenco que tenía la ensalada de fruta.

-Hice esto para que comiéramos.

Camila hizo una cara de emoción y después gateo por la cama para acercarse. Camz, o mejor dicho Karla se quedó muy cerca, al punto de sentarme en mis piernas.

-Se ve delicioso.- dijo como si lo que hizo fuera lo más normal del mundo.

El peligro vivía dentro de esta mujer, Karla Camila y sus pequeñas acciones me provocaban a poseerla. Pero sabía que no me lo permitiría, no esta noche, como parte de mi castigo.

-Y lo es, hice algo muy ligero.

Puse las manos en los muslos de Camila e hice una lenta caricia, la morena me miraba con una sonrisilla. Y lentamente tomo una cuchara para capturar un poco de la ensalada de fruta, yo no hice nada. Solo moví las manos de abajo hacia arriba, de los tobillos al trasero, donde apretaba.

-No, ni siquiera lo piense, Señorita Jauregui.- Camila hizo un signo de negación con su dedo, y limpio sus labios con la lengua quitando el yogurt que había quedado ahí.

-No hay manera en que no te toque cuando estas sentada así en mis piernas.

-Entonces me voy.

Cuando tomo impulso para levantarse de mis piernas, la tome firmemente de la cintura. Haciendo que sus ojos encontraran los míos automáticamente.

-¿Cuál es el problema? ¿Por qué no quieres tener sexo conmigo?

Camila siguió comiendo y después puso un poco en mi boca, estaba muy bueno.

-Estas castigada, Lauren.

-¿Puedo preguntar por qué?

Entrecerró los ojos en mi dirección, y me miraba como si dijera "Deja de ser tan cínica".

-¿Todo esto es por el auto?

-¡Obviamente! Esto no puede pasar. ¿Si me vieras salir del jet privado de esa mujer, me comprarías uno también?

Solté una risa divertida, hablar de esa manera parecía una exageración. Pero solo le había comprado un auto. ¿Qué hay de malo en eso?

-No te rías, estoy hablando en serio, Jauregui. No puedes actuar como si fueras mi dueña.

Suspire y Camila me dio más ensalada de fruta.

-Lo siento, Camz. Fue un impulso, ¿está bien?, sé que actué de mala forma, y me disculpo.

-Actuaste muy mal.

-Lo sé, pero en serio quiero que te quedes con el auto.

Camila me miro con algo de severidad.

-Camz, piensa que ese podría ayudarte tanto a ti como a las chicas, el auto de Dinah se averió y ahora tienen uno nuevo.

-Lauren, cuando un auto se avería se manda al mecánico, no compramos otro. Al menos es lo que la gente normal hace.

Sonreí, tome su cara y la acerque para darle un beso lento, y Camila me respondió a pesar de que estaba enojada.

-Esto no hará que termine la huelga.

Esta vez fui yo quien entrecerró los ojos en su dirección.

-¿Huelga?

-Sí, tengo que encontrar una buena forma de castigarte. Y una huelga de sexo resuelve el problema.

Dijo Camila calmada, tomando la última pieza de fresa del cuenco, y mordiéndola lentamente, en una maldita provocación.

-No es gracioso.- dije poniendo el cuenco en la mesa.

-No estoy jugando, no hay sexo para ti.

-¡Camila!- grite, empujando su cuerpo contra el colchón.

Chillo cuando me senté sobre su cadera atrapando sus muñecas contra la suave cama.

-¿Estas segura que no quieres tener sexo? -susurre en su oído con voz ronca.

Podía ver a la morena tragar fuerte, y después continúe. Deslicé mis labios por su lóbulo. Dejando pequeñas bocanas de aire escapar por mis labios.

-Estoy se...segura.- susurro.

-¿Qué puedo hacer para que cambies de opinión? -pregunte bajando besos por su cuello.

En un rápido movimiento la morena revertió nuestras posiciones, posicionándose de la misma forma que yo estaba antes, sonreí. ¿Se había rendido?

-Ruégame.- dijo lamiendo sus dedos índice y pulgar lentamente.- Y acepta ser la pasiva.

Me reí, pero me reí fuerte. No rogaría para ser la pasiva, ¡De ninguna manera! Ya habían sido suficientes ocasiones en las que me había rendido, eso estaba destruyendo mi ego.

-Nena, vamos. Detente.- Dije subiendo las manos por la camiseta de Camila.

-¡No! Tómalo o déjalo.

Me quede mirando por unos minutos a la mujer quien sonreía provocativamente, lo estaba haciendo a propósito. Confieso que la maldita mujer sabía muy bien como castigarme.

-Camz...

-¿Vas a aceptar?

-¡No!

-Muy bien, entonces no hay sexo para ti.

Dijo Camila levantándose, haciéndome sentir culpable en el fondo por no aceptar. Después de todo ella también estaba perdiendo con este juego. Y vería que tan lejos iba a llegar.

Pov Camila

Le di un beso casto en los labios a Lauren, aún estaba durmiendo serenamente, había aceptado apropiadamente su castigo, y solo había dormido acurrucada a mí, era muy temprano, ya estaba vestida para regresar a casa, necesitaba ropa para el trabajo, así que le escribí una nota:

"Me fui temprano para recoger mi ropa, te veías hermosa durmiendo y no quise despertarte. Te veo en Industrias Jauregui, te amo, Camila"

Le dio un pequeño beso al papel y lo deje en el buro, le di una última mirada a Lauren que seguía durmiendo y después me fui.

Reluctantemente entre a "mi" auto. Lauren no había aceptado de ninguna manera a que me negara. Necesitaba uno, y estaba muriendo por comprar uno. Pero ganarme uno de mi novia no estaba en consideración. El auto era hermoso, lujoso y costoso. Todo lo que no podía tener, pero ahora lo tenía ¿cierto?

El viaje por las calles de Miami fue relativamente tranquilo, no tomo mucho para que llegara a mi edificio.

-¡Vamos chicas, tenemos que tomar un taxi! Estar sin mi lata vieja está dejándome un dolor en el corazón.- dijo Dinah tomando las llaves de la casa.

-¿Ya enviaste a alguien que lo recoja?

Pregunto Ally tomando su bolso.

-No, necesito llamar a alguien que lo remolque, esa lata vieja no dejara este lugar aun con una oración de la santa Madre.

Me reí suavemente y solo las acompañe, bajamos en el elevador entre bromas y nos dirigimos al estacionamiento. Dinah y Ally me miraron confundidas cuando me detuve a lado de mi auto.

-Mila, sé que no tenemos un auto, pero robar uno no es lo mejor que puedes hacer.

-Jesús claramente dijo que no debemos robar.

-No puedo robar lo que es mío, Ally.- dije presionando el pequeño control que abría el auto.

Ambas me miraron con los ojos abiertos.

-¿A quién le robaste esto?- pregunto Ally asustada.

-Cariño, si es lo que me estoy imaginando. Casaremos a Camila con Lauren lo más pronto posible.

-Dinah...- regañe a la mujer.

-¿Podrían ponerme al tanto?

Dinah soltó una risa fuerte, subiendo al asiento del copiloto. Y Ally la siguió al asiento trasero.

-Si estoy en lo correcto, esto fue un regalo de Lauren, ¿estoy en lo cierto?

Ally jadeo mirándome.

-¿Es verdad?

Las mire a ambas que estaban esperando una respuesta rápida.

-Fue más un capricho que un regalo.

-¿Cómo?

-Lauren me dio el auto porque nos vio bajándonos del auto de Keana anoche.

-¡Misericordia!- dijo Ally

-Mila, ¿crees que si vamos al departamento de Keana, Lauren te regale otro?

-Dinah, detén esta insensatez, ¿de acuerdo? Lauren actuó muy mal.

-Son muchos celos para una sola persona.- dijo Ally estando de acuerdo conmigo

-Solo tengo que decir que amo este auto. Miren chicas, todo digital y sofisticado.- dijo Dinah tocando el tablero del auto.

-Aun así lo voy a regresar.

-¡No lo harás! Ahora cállate y conduce.

-Lo hare, no quiero que siga financiándome.- dije poniendo en movimiento el auto y alejándome.

-Mila, necesitas entender una cosa, aun si Lauren no te financia, un día cuando las dos tomen el siguiente paso en su relación, tendrás que aprender a vivir con los beneficios que ella puede darte.

-Dinah tiene razón, tendrás que dejar tu orgullo de lado, Camila. Podemos ver que Lauren solo quiere lo mejor para ti.

-Lo sé, pero no quiero ser la persona que la succiona.

-¡Pensé que te gustaba! -dijo Dinah con doble intención.

-¡Dinah!

Ally yo dijimos en armonía.

-Piedad, contrólate, Jane. Quiero saber si algún día iré al cielo.

-Ally, amor, todos tenemos sexo ¿está bien? Yo, Camila y tú. El sexo es bueno, nos rejuvenece. Si me voy al infierno por eso, tendré más sexo para que valga la pena.

-Tengo que estar de acuerdo con ella.

-Jesús las perdonara por todos esos pecados.

Nos reímos y seguimos el camino a la compañía.

Pov Lauren

Camine en pasos apresurados a Industrias Jauregui, recibiendo un tímido saludo del portero. Y algunas miradas curiosas y atentas de otros empleados. Estaba completamente segura que mi fama con ellos es que era una completa perra con los empleados, y particularmente no me importaba. Seguí mi camino al elevador sin siquiera mirar a los lados, presione el botón iluminado, indique el piso de mi oficina y antes de que las puertas de metal se cerraran pude ver a mi mujer entrando junto con sus amigas. Y maldición, se veía increíblemente sexy.

Los ojos chocolate de Camila inmediatamente se conectaron con los míos, y rápidamente una sonrisa apareció en sus labios, la cual fue contestada con enorme placer.

-Buen día, señoritas.- dije con los ojos en Camila.

-Buen día, Señora Jauregui.- Ally y Dinah dijeron al mismo tiempo.

-¿Usted no va a desearme un buen día, Señorita Cabello?- dije con una sonrisa cínica.

Camila estaba usando esa mañana un vestido rojo, algo ajustado, que llegaba un poco debajo de medio muslo, y eso destacaba sus jodidamente maravillosas curvas, sus piernas estaban cubiertas por medias negras, y en sus pies zapatos de tacón negros. La morena se giró hacia mí, dejando me notar su llamativo y delicioso escote, su cabello estaba sujeto en un moño bien hecho.

-Buen día, Señora Jauregui.

La maldita mujer dejo salir cada palabra de manera arrastrada. Haciendo que todo mi cuerpo temblara. Y mis ganas de repetir nuestro episodio en elevador me comía por dentro.

-Señorita Cabello, ¿Tuvieron un buen viaje de su casa a acá, señoritas?

Camila arqueo una ceja.

-Genial, el auto es muy bueno, señora.- la Señorita Brooke hablo amablemente.

-¿Quisiste decir divino, cierto? Incluso estoy pensando en dejar mi auto ser remolcado de una vez. No quiero volver a entrar en esa lata vieja otra vez, después de haber estado en el lujoso auto de Mila.- dijo Dinah riendo.

-Dinah...- Camila la empujo, lo cual me hizo reír.

Deslicé la mano ligeramente por la columna de Camila, lo que la hizo pararse derecha.

-¿Nos vamos? -dije tan pronto como se escuchó el ding, haciendo que las puertas se abrieran.

No caería en los juegos de Camila, ella quería con todas sus fuerzas hacerme rogar. Pero mi orgullo era más fuerte que eso.

No era fácil lo admito, resistir a Karla Camila era un aprueba de fuego, la cual no estaba preparada para afrontar, la maldita mujer decidió probar mis limites durante dos días desde el anuncio de huelga, sin la más ligera vergüenza. Pero no podía rendirme. Estábamos ahora en mi oficina, yo junto al sector financiero de la compañía estábamos en una importante reunión en la cual no me podía concentrar. Porque Camila estaba en la parte de atrás, sentada en el sofá tomando notas de forma distraída, se veía hermosa como siempre. Hoy estaba usando una blusa de seda, una ajustada falda negra, que se amoldaba perfectamente a su cuerpo, esta con una postura recta, con las piernas cruzadas. Dándome una vista completa de que esa mañana Camila estaba usando un liguero negro. Maldición, ¿Por qué demonios tenía que estar usando eso? Golpee los dedos en la taza de té en mi escritorio. Dejando hablar a los dos hombres. De vez en cuando asentía, pretendiendo que estaba escuchando todo, cuando de hecho estaba perdida en la Latina delante de mí.

Ahora entendía porque mi padre siempre decía "No mezcles trabajo con relaciones personales" Este era el resultado.

Camila ajusto los pequeños anteojos en su cara, poniendo un pequeño mechón que insistía en caer en su cara detrás de su oreja. Escribía los temas más importantes que estábamos discutiendo, así que no me importaba si no estaba escuchando lo que estos hombres aburridos estaban diciendo. Escuche uno de ellos aclarase la garganta, sacándome de mis pensamientos.

-¿Señora Jauregui?- dijo el más joven.

Lo mire y él estaba mirándome.

-Entonces, ¿le gusta este nuevo método? -pregunto.

Parpadee algunas veces, viendo a Camila quien me miraba con una sonrisa.

-Lo voy a pensar, ¿está bien? Analizar todo, y después los llamare. Ahora si me disculpan.

Los hombres se miraran entre ellos y asintieron, para después levantarse y salir de mi oficina. Moví la cabeza tomando un sorbo de mi té helado. Camila se levantó de donde estaba con una amplia sonrisa, sabía que ella era la razón por la cual estaba así.

-Estaba muy distraída, Señorita Jauregui.- dijo cerrando su cuaderno y caminando hacia mí.

La morena rodeó mi silla, y se sentó en el escritorio, justa a lado mío. Mis ojos inmediatamente cayeron en sus pies, los cuales estaba apoyados en el mueble detrás de mí. Dejando sus piernas y el liguero expuestos.

-¿Cómo no estarlo? ¿Por qué demonios está usando eso, Señorita Cabello?- exclame dejando mi mano descansar en su muslo.

-¿No te gusta? Lo compre para ti.

Dijo Camila fingiendo inocencia, mientras cruzaba las piernas otra vez, mirándome.

-Camila... Camila...

-Necesitas ver el resto de la lencería, es hermosa.- susurro juguetona y después se levantó.

En un segundo me levante tras ella y pegue mi cuerpo al suyo. Haciendo que la morena apoyara el cuerpo en el gabinete delante de ella. Camila soltó un suspiro y sonrió cínicamente.

-Puedo verla ahora si quieres.- le susurre en el oído, mordiéndole el lóbulo.

Podía ver el vello de Camila levantarse, mis manos corrieron rápidamente al dobladillo de su falda, donde rápidamente la levante, haciendo a Camila suspirar.

-Estás loca...

-Usted está volviéndome loca, Señorita Cabello.- deslice los labios por su cuello, mientras con las manos presionaba su cuerpo contra el mío - Completamente loca.

-Oh Dios, Lauren... ¡Alguien puede vernos!- su nervioso tono de voz, solo aumentaba mi deseo de poseerla.

La huelga que Camila me había impuesto estaba volviéndome loca. No sería capaz de manejarlo por más tiempo. Me aleje un poco de su cuerpo, y di una mirada rápida, y maldito infierno. La lencería era pequeña, no cubría absolutamente nada. Ella estaba destinada a torturarme.

-¿Estas nerviosa? Nadie te dijo que me provocaras tanto, Karla.

Susurre bajo, dejando que mis manos que estaban en sus muslos subieran a su cadera, hasta bajar de nuevo, pero ahora hacia su centro. Camila estaba nerviosa, el temor de ser descubiertas estaba excitándola. Deslicé mis delgados dedos por la delgada tela que cubría su centro, haciéndola suspirar profundamente.

-¿Miedo?, no tengo miedo, Lauren.

Dijo la morena sensualmente, girándose para encararme.

-Pero no obtendrás nada hasta que aceptes mis condiciones.- dijo tratando de salir de mis brazos.

La sujete fuerte, atrapando su cuerpo con el mío firmemente.

-Cuando esta huelga termine, Cabello, prepárate, porque compensare todo este tiempo.

Tome mi teléfono, el cual estaba vibrando incansablemente en el escritorio, y lo conteste:

-Lauren Jauregui.- hablé.

-¿¡Lolo?!

-¿Sofi? -pregunte confundida, haciendo que Camila se detuviera a medio camino.

-Hola, Laur, ¿Ahí esta Kaki?

Sonreí en el teléfono

-Sí, pequeña, ¿Paso algo?

Camila frunció el ceño, y se acercó rápidamente.

-¿Qué pasa?- pregunto nerviosamente.

Le hice una seña para que guardara silencio.

-No pasó nada, solo que estoy en casa de la Tía Madalena, y no quiero estar aquí sola. Es muy aburrido.

-¿Dónde está tu mama?

-Fue por mi papa a alguna ciudad. Pero no recuerdo cual, ¿Laur, podrías recógeme?

Lo pensé por algunos minutos.

-Por supuesto, lo hare. No te preocupes, hablamos después pequeña.- dije terminando la llamada.

-¡Lauren dime que está pasando! ¿Sofi?- exclamo Camila en agonía.

-¿Puedes relajarte? Sofi está bien.

-¿Cómo es que te llamo? ¿Cómo tiene tu número?

Me levante de la silla, y acerque a Camila de la mano lentamente, hasta que estuvo cerca de mí. Cuando se trataba de Sofi, Camila era muy cuidadosa.

-Nena, mírame.

La morena me miro angustiada.

-Sofi está bien. Me llamo para pedirme que la recogiera. Dijo que era muy aburrido donde estaba.

Camila entrecerró los ojos, y sonreí.

-¡¿Qué?! No puedo creer que esa niña te llame por una tontería como esa...

-Camz, le dije que podía llamarme cuando quisiera. Y lo está haciendo.

-Hablare con ella, no puede hacer eso.

Jale su cuerpo, más cerca del mio y le rodee la cintura con los brazos.

-Déjala en paz, Camz, la recogeremos por la tarde.

-¿Qué?- pregunto sorprendida.

-Exactamente lo que escuchaste, reprograma nuestros compromisos. De acuerdo con Sofía, la Tía Madalena no es divertida.

-¿Dónde está Sinu?

-Dijo que se fue por tu padre.

Camila bufo exasperada, moviendo la cabeza.

-Relájate, ¿De acuerdo?, todo está bien.

-No lo está, Lauren, mi madre no puede dejar a Sofi en la casa de alguien más solo así, para ir a buscar a ese pedazo de basura.

-¿No está en la casa de una tía?

-Sí, pero Madalena ni siquiera es cercana a la familia.

-La recogeremos hoy, relájate.

-Si quieres, y me lo permites por supuesto, iré sola y la dejare con Normani para regresar al trabajo.

Sonreí, y deposite un pequeño beso en los labios de Camila.

-Mira, Sofi me llamo. Entonces Señorita Cabello, usted es solo una invitada en nuestro día.

La morena abrió la boca, pretendiendo estar ofendida.

-¿De eso se trata? ¿Un complot?

-Sí, ¿aceptas pasar el rato con nosotras?

Camila sonrió y me beso.

-Por supuesto que acepto.

La jale incluso más cerca si eso era posible en un lento y duradero beso, no sé por cuanto tiempo nos quedamos en ese afecto, pero solo nos alejamos cuando escuchamos que abrían la puerta.

-Wow, ¿enredándose en la empresa? -preguntó Vero riendo.

Solté a Camila lentamente, riéndome de Vero que nos veía con una expresión traviesa. La morena a mi lado, se sonrojo violentamente mientras se arreglaba la blusa.

-Vero...

-¿Estoy mintiendo? Vine aquí para resolver asuntos importantes, y me encuentro a la presidenta besando a una empleada.

-¿Eso es envidia? -pregunto Camila juguetonamente.

-Obviamente. Estoy en una sequía interminable. -Bufo Vero enojada.

-Lauren también, disfrútalo.- dijo Camila saliendo de la oficina.

-¿Estas en una sequía interminable?

-Huelga de sexo, ¿puedes creer eso?

-Lo peor en la vida, ¿quieres olvidar tu dolor bebiendo?

-Si.- dije riendo.

-Genial, el whisky bastara, mientras tanto ve esta carpeta. Encontré todo lo que pediste. Podemos empezar el proceso y pronto tendrás lo que quieres.

-¿Pronto? -pregunte sacando los papeles de la carpeta.

-Pronto, con mucho dinero por supuesto. Pero tendrás lo que quieres.

-El dinero no es problema, Iglesias.

-Eso lo sé muy bien, Jefa.- dijo Vero levantando su vaso.

Pov Camila

Me entro la curiosidad, después de dejar la oficina de Lauren, ella y Vero se hacían cargo de asuntos que ni yo conocía. Pregunte si necesitaban algo, pero ella se negó e incluso me dijo que necesitaba estar sola con su mejor amiga. Está bien, eso me molesto más de lo que debería, no es que estuviera celosa, pero siempre estaba al tanto de cada asunto que se trataba en esa oficina, menos de este. Me quede en mi escritorio, haciéndome cargo de todas mis actividades, cuando ella salió de la oficina.

-¿Nos vamos, Camz?

-¿A dónde?

-¿Qué quieres decir con "a donde"? a recoger a Sofía.

En un segundo recordé que Lauren había prometido recoger a Sofía, no sabía que mi hermana llamaba a mi novia, y yo no estaba de acuerdo. Después de todo Lauren era una mujer muy ocupada, y cerrada a otros. Y su actitud de dejar todo e ir juntas me dejaba sorprendida.

-Lauren, ¿estas segura?

Miro la pantalla de su teléfono, y después me miro a mí.

-Por supuesto, ya programe lo que haremos.

La mire sorprendida.

-¿en serio?

-Sí, así que vamos. Llevaremos tu auto.

-Tuyo ¿cierto? -dije tomando mi bolso.

-Bueno, vamos a pretender que es mío.

Hable con Madalena quien me dijo que Sinu se había ido a buscar a Alejandro, ya que no había aparecido en dos semanas. No es que me importara claro, ya hace tiempo que los que se decían ser mis padres no me causaban ningún sentimiento. La única persona que en verdad me importaba estaba dentro del auto con Lauren.

-La traeré mañana por la mañana, ya que Sinu no regresara pronto.

-Está bien, Sinu dijo que regresaría mañana por la noche. Es mejor si la niña se queda contigo, no está acostumbrada a mí, siempre se siente fuera de lugar.

-Me lo imagino, debería estar con su madre.

-Sabemos que antes que todo Sinu valora su matrimonio.- hablo calmada la mujer.

-Lo que claramente está haciendo mal. Como sea, no me importa ella y mucho menos él.

Madalena toco mis hombros en una lenta caricia.

-No deberías odiar a tu madre, Karla.

-No la odio, solo no me importa lo que haga con su vida.

-Aun así, continua siendo tu madre.

-Dejo de ser mi madre cuando no estuvo a mi lado cuando más la necesitaba.

La mujer no dijo nada tan pronto como termine el comentario, lo sabía todo. Pero nunca dijo nada de lo que había pasado.

-¿Tienes algo con la señorita de ahí? -pregunto apuntando a Lauren que estaba jugando con Sofi.

-Nada que te interese, tía. Regresare mañana por la mañana. Buenas tardes.

Camine con pasos lentos de vuelta al auto, escuchando el fuerte sonido de la música. Entrecerré los ojos viendo a Sofi bailar en el asiento trasero y a Lauren riendo divertida. Era hermoso ver a los personas más importantes de mi vida divirtiéndose y llevándose bien. Lauren se veía mucho más relajada, antes de ir a recoger a Sofi nos habíamos cambiado de ropa, ahora estaba usando un pantalón claro, una playera estampada y su chaqueta de cuero. Su cabello estaba ondulado, y en la cara tenia lentes Ray-Ban. Amaba el hecho de que tenía esta actitud de chica mala cuando no estaba siendo una mujer todo poderosa. Este estilo le quedaba bien.

-¿Puedo saber que desastre es este? -dije entrando al auto.

-Oh, Sofi, hay que bajar la música, Camz luchara por poner orden en su auto.

-Kaki, ¿este auto es tuyo? -la pequeña casi grito.

Lance una mirada furiosa a Lauren quien sonrió.

-Sí, Sofi, es mío.

-Wow, me dijiste que tendrías un buen auto, pero no me dijiste que sería tan hermoso.

-Hmm, ¿entonces finalmente aceptaste el auto? -pregunto Lauren arqueando una ceja.

-Cállate, Lauren. Ni siquiera lo sabía, Sofi, ni siquiera lo sabía.

-Pero lo sabes ahora, ¿cierto? Entonces vamos, se dé un lugar asombroso, donde podemos tener un buen picnic.

-¿De verdad? Amo los picnics, ni siquiera recuerdo la última vez que tuvimos uno- dijo Sofi tranquilamente.

-Debe ser porque nunca tuviste uno, Sofi.

Nos reímos divertidas.

-Mi mama nunca quiso tener uno con nosotros, ¿verdad Kaki?

Suspire y asentí.

-Bueno, cambiaremos eso hoy, ¡vamos a hacer un picnic! -dijo Lauren emocionada.

Y lo hicimos, teníamos toda la tarde por delante. Lauren nos llevó a uno de los parques más hermosos de Miami, nuestro picnic fue maravilloso. Con todo y la sábana blanca y roja y todos los bocadillos que nos gustaban. Era obvio que Lauren había enviado a alguien a comprar todo eso, pero me hacía feliz saber que le importaba lo suficiente para darnos el mejor tiempo posible. Ya habíamos caminado por la enorme extensión empastada del parque, deteniéndonos a comprar algodón de azúcar y globos para Sofi, incluso habíamos alimentado a los patos que nadaban en el lago central. Ahora estaba sentada en una banca, mientras las miraba hacer burbujas de jabón, había tantas burbujas que un labrador color caramelo, comenzó a saltar para "comer" la mayoría de las burbujas. Solté una risa graciosa cuando Lauren hizo muchas burbujas, y Sofi cayó al piso riendo cuando el perro salto tratando de atraparlas. El avergonzado dueño lo jalo con la correa, pero Lauren hizo una señal de que estaba bien. Le dio el pequeño objeto que hacia las burbujas a Sofi y se me acerco.

-Sofi, deja en paz al perro.

Dijo viendo a mi hermana acariciar al enorme perro delante de ella. El perro movía la cola animadamente mientras su dueño lo sujetaba por la correa.

-Déjala, Camz, está divirtiéndose.- dijo Lauren sentándose a mi lado.

Estábamos sentadas cerca del lago, Lauren lentamente se recostó contra el árbol que nos daba buena sombra, no es que hiciera calor, pero el clima estaba bien aquí.

-Tengo miedo de que la muerda.

Lauren sonrió y eh hizo que me acercara, haciendo que mi cuerpo se uniera al de ella.

-Relájate. Estamos aquí para olvidar todos los problemas. Y ese perro parece estar bien entrenado.

Suspire derrotada, viendo a Sofi hablarle al pobre animal que no entendía absolutamente nada. Lauren y yo nos reímos.

-Parece que le gusta.- la escuche susurrar

-Le gustas mucho.

Lauren sonrió abiertamente, depositando un beso en mi mejilla.

-También me gusta, Camz. Y me gusta verte así de feliz.

Mire a Lauren que mantenía sus ojos atentos en mí. Sus iris eran de un verde claro, con un brillo diferente.

-Serias una buena madre.- dije sonriendo.

Lauren entrecerró los ojos y alejo la mirada.

-¿Eso crees?

-Por supuesto, te llevas bien con Sofi, pareciera que se conocen desde hace años.

-Las Cabello tienen algo que hace que me enamore de ellas muy rápido.- dijo apretándome lentamente en sus brazos.

-¿Eso es cierto?

Lauren asintió.

-¿Sabías que una cierta Jauregui tiene los mismos efectos?

Lauren sonrió y sello sus labios con los míos.

-¡Pero creo que la malcrías mucho! -hable desconectando mis labios de los suyos, mientras tocaba su nariz con le punta de mi dedo índice.

-Tal vez, pero no hay daño.

-¡No claro que no, imagínatelo! Vas a malcriar mucho a tu hijo.- dije saliendo de entre sus brazos, encarándola.

-Cuando tengamos un hijo, puedo imaginármelo, ¿sabes?

Sonreí, sentándome

-¿Puedes?

-Por supuesto, Camz, extrañamente lo suficiente, tu serás la mama gruñona y mandona, y seré la mama cool.

Abrí la boca, pretendiendo estar ofendida.

-¡Por supuesto que no! ¡Le vas a gustar más así!

-Nos amara por igual, nena.

-No lo hará, si tú haces todo lo que quiere, le vas a gustar más.

Cruce los brazos e hice un puchero.

-No lo hará, deja de hacer puchero. Nos amara de igual forma, aun si hago todo lo que él quiera.

-Te dejare en huelga de sexo si mal crías a nuestro hijo.- la amenace.

Ahora era el turno de Lauren de estar sorprendida.

-No lo harías...

-Lo haría, sabes muy bien eso.- me levante -así que no juegues a la listilla.

-¿Yo?, vamos nena, ¡No interferiré en ninguna de tus ordenes! ¡Lo que tú digas se hace! -Lauren se levantó y me jalo por la cintura.

Solté una risa fuerte, y enrede los brazos en su cuello.

-¡Genial! Me gusta que obedezcan, Jauregui.

-Sí, Señorita Cabello Estrabao.- Lauren fingió complacencia.

-Te amo tanto, ¿sabes? - dije intensamente.

-También te amo, Camz, te amo tanto.

Me sonrió y miro profundo a los ojos. Después se acercó lentamente y unió sus labios con los míos en un beso cargado de amor. Juro que podía debilitarme, tenía tanto poder sobre mí. Y cada día me encontraba más enamorada de esa mujer. Poco a poco Lauren mostraba una pequeña pieza de su interior, y como podía ser maravillosa. Como podía hacer que todo funcionara, solo teníamos que desearlo. Y lo deseaba. Lo deseaba porque estar con Lauren era tener el mejor momento de toda mi vida. En poco tiempo me sentía amada, cuidada y deseada. Aun con todos los problemas, y el mundo contra nosotros, al final ella me hacía sentir que todo funcionaria. Y tiene razón, si te esfuerzas y luchas por tus objetivos, no hay nada que pueda derrumbarte, nada te impedirá ir a dónde quieres ir. Créeme, estar con alguien a quien amas, en momentos como estos es un sentimiento inexplicable. No importa quién es, novio, novia, amigos o incluso tus padres. Siente cada maravilloso momento como si fuera el último de tu vida. Márcalos con un punto de tu felicidad, e incluso con todo el tormento que la vida te impone, recuerda:

Al final todo estará bien.

-¡Kaki!- grito Sofi acercándose.

Me separe de los brazos de Lauren y mire a la pequeña que venía guiando al perro.

-Sofi, ¿Qué estás haciendo con ese perro?

Lauren rio.

-Trevor dijo que podía caminar con él, ¿no es hermoso, Kaki?, ¡Quiero uno!

Dijo Sofi hincándose a lado del perro, acariciándolo en la cabeza, y el lamiendo su nariz.

-No, no, no ni siquiera lo pienses.

-¡¿Lauren puedes darme un perro?!

-¡Sofía Cabello!

-Por supuesto, Sofi, podemos agendarlo un día e iremos a comprar un cachorro.

-¡No, no Lauren!

Lauren y Sofi me miraron como diciendo "Por favor, por favor"

-No puedes ir a casa con un perro, Sofi.- le dije calmada.

La pequeña hizo una cara triste, y miro a Lauren quien se rascaba el cuello cuidadosamente.

-Podemos comprar uno y dejarlo en mi departamento.

En el mismo instante en el que Lauren hablo, los ojos de Sofi se abrieron de emoción.

-Lauren...

-¡Amo a los perros! Puedes hacer eso totalmente.

-Juro que si Kaki te deja un día, voy a pelearla.- dijo Sofi seriamente haciéndonos reír.

-¿Lo harias, eh? ¿Olvidas que soy tu hermana mayor, jovencita?

-No importa, yo creo que Lauren y tu hacen una maravillosa pareja.

-Sabes, yo también creo eso, Sofi, es una lástima que tu hermana sea tan gruñona. Va a quejarse por tu perro.

-Oh lo hare, ese perro destruirá todo.

-Sera bueno, justo como el gigante que está aquí, ¿cierto amigo?

El perro solo resoplo y nos miró.

-Creo que el dueño lo quiere de regreso, será mejor que lo devuelvas.

Sofi miro al hombre que las observaba desde lejos.

-Diles adiós, Gigante.- dijo Sofi tomando la pata del perro y moviéndola como una despedida.

-Adiós, Gigante.

Hable después de que Sofi se fuera con el perro para entregárselo a Trevor.

-¿Camz?

-¿Si? -pregunte girándome hacia Lauren.

Lauren se acercó, y me tomo de la cintura otra vez.

-¿Qué piensas de la idea de que vivamos juntas después de que tengas la custodia de Sofi?

Entrecerré los ojos.

-¿Lo dices en serio?

Lauren sonrió y asintió.

-Me gusta estar contigo, me siento bien, me siento feliz, ¿sabes?

Oh, Dios ¿Podía ser más perfecta?

-¡Eso se escucha increíble, Lauren!

-¡Podemos empezar a pensar en eso!

-Si podemos, claro que podemos.

Lauren hizo una enorme sonrisa y me abrazo muy apretado.

-Todo funcionara para nosotras, Camz.

-Sé que lo hará.- dije besando sus labios otra vez.

Lauren era todo lo que necesitaba para ser feliz de nuevo, y la tenía.


Czytaj Dalej

To Też Polubisz

170K 9.9K 17
El maldito NTR pocas veces hace justicia por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ¿Qué suce...
725K 71.6K 44
Kagehina 💙
555K 75.2K 45
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!
677K 99.1K 96
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decían ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...