Steve se había sentido diferente en estos 3 meses, al estar con Tony se sentía bien, protegido, sonreía cada vez que estaba a su lado, le había contado a Natasha, su amiga, lo que le sucedía, ella le dijo que tal vez aquello era un sentimiento, tal vez de amor, al principio negó aquello, pero ya no podia ocultarlo en realidad si sentia amor por Tony, lo quería mucho y también a su lado.
Estaba decidido a decírselo, ciertamente le insinuó algunas veces, pero al parecer Tony no se daba cuenta o no quería hacerlo.
Tony estaba acostado en el sofa cuando vio a Steve acercarse sonriedole, dejo especio para que éste se sentara y así lo hizo, Steve se sentó, estaba un poco raro, lo notó y arqueo una ceja mirandolo y esperando a que algo dijese.
-Tony tú me gustas..-confeso Steve.-Yo te gusto?.-preguntó sonrojado esperando una respuesta.
-no.- contesto riendo, aquello le parecía una broma, pero para el rubio no era así, agachó la cabeza sintiendo en su pecho solo dolor.
-Steve, nunca me preguntaste si te amo.-dijo Tony, haciendo que Steve levantara la cabeza y lo viese a los ojos, de los ojos azules del castaño se notaba que las lagrimas estaban apunto de salir, pero esbozó una sonrisa.
-Tony, tu me amas?.- aquella sonrisa marcada en el tierno y perfecto rostro del rubio se esfumo al escuchar la risa de Tony diciendo un "No"
Estaba mas que claro que el amor no era para él y que si otra vez se enamoraba no diria sus sentimientos, se los guardaría para el solo, no importaba si asi se lastimaba.
Solo se ahorraba el pasar una vergüenza, un dolor y el sufrimiento de ser rechazado