-¡Fuera de mi camino!
Un chico de unos 13 años corría por las calles de su vecindario, emocionado, con una gran sonrisa en su rostro.
Se preguntarán, ¿porque está tan emocionado?
La respuesta es muy simple.
Va a verlo a él.
Kuroo Tetsurou era conocido por ser muy hiperactivo, y por tener una personalidad muy irónica y bastante sarcástica.
Podría tener muchos amigos, pero para él, su vida y pensamientos le pertenecían a él.
Kozume Kenma.
Ese era el nombre de su mejor amigo.
Kuroo había conocido a Kenma debido a que eran vecinos. Kenma era un año menor que Kuroo, pero era mucho más inteligente y serio que él. Kenma era incapaz de hacer amigos por sí solo, pero era muy observador y se preocupaba de lo que los demás pensaran de él. Un día, Kuroo decidió empezar a hablarle, y cuándo se volvieron amigos, lo introdujo en su preciado mundo del volleyball.
Aunque en realidad, para el pelinegro era más que un amigo.
No tenía idea de cuándo sus sentimientos hacia el pelinegro menor habían pasado de cariño a amor. Porque no era un simple 'Me gusta', no.
Regresando a dónde quedamos, Kuroo corría porque Kenma le había prometido entrenar remates y bloqueos con él. Estaba muy emocionado, Kenma no accedía fácilmente a los caprichos de su amigo, por lo que esa era una oportunidad entre un millón.
Llegó al parque donde había quedado con Kenma para practicar, se apoyó un momento a sus rodillas, para recuperar el aire que había perdido con su carrera, y se levantó.
Pero no lo vió.
¿Dónde demonios está?, pensó.
Comenzó a mirar de un lado a otro, buscando al menor con la mirada, más no lo encontró por ningún lado.
Descartó la idea de que no haya ido, debido a que Kenma lo había prometido, y siempre cumplía una promesa.
Se empezó a preocupar, girando de un lado a otro su mirada, llegando a marearse por el brusco movimiento.
Hasta que lo escuchó.
Un sollozo retumbó en sus oídos.
Alguien estaba llorando.
Kuroo era un chico amable a pesar de su extraña personalidad, era conocido por sus compañeros por 'El gato negro amablemente malvado', por lo que por puro instinto se giró con rapidez hacia el lugar de donde provino ese sonido.
Acomodó su bolso escolar en su hombro (ya que apenas terminaron las clases había corrido al parque de su vecindario) y se dirigió hacia un niño que se encontraba sentado en la pared del parque, recostando su espalda en la misma, con su cabecita escondida entre sus rodillas.
Pero hasta que no llegó junto a él, no se dió cuenta de quien se trataba.
Kenma.
Dejó caer su bolso junto a él, sobresaltando al menor, y en ese momento, Kuroo no podría estar más sorprendido.
-Oh, Kenma...-Dijo con compasión.-...¿Estás llorando?
Kenma se limpió las lágrimas en su cara, pero no duró muchos, ya que con un sollozo ahogado, su rostro se llenó de estas de nuevo.
Kuroo se sentó junto a él, y la pregunta no tardó en salir.
-¿Qué ocurrió?
Kenma lo miró un poco, para proceder a hipar un poco, mientras debatía si decirselo o no.
Kenma era inteligente, por lo que debía analizar bien cómo reaccionaría Kuroo. Kuroo era bastante raro y un poco bipolar, por lo que sus posibles reacciones no tenían fin.
-U-uno-s.-Hipó, con lágrimas resbalándose por sus mejillas.-M-e llamar-on in-inútil, b-a-sura y... Y me dijeron que n-adie m-m-e necesi-t-aba
Kenma soltó un fuerte sollozo y siguió llorando como un niño de su edad debería.
Kenma tenía 12 y Kuroo 13, por lo que Kuroo pensaba que era normal que alguien de 12 llorase de esa manera, pero en Kenma... era otro caso.
Sus ojos estaban completamente abiertos, tanto que hasta dolía, pero sus pensamientos estaban fijos en las palabras del menor.
'Inútil' 'Basura'
'Nadie me quería'.
Sabía que Kenma era un chico sensible, al cuál le importaban en demasía las opiniones de los demás hacia él, así que comprendía por completo el porqué esas palabras le afectaban tanto.
No supo cuándo ni cómo, pero en un abrir y cerrar de ojos, sus labios se encontraban posados con delicadeza sobre los contrarios. Era su primer beso, pero había visto muchas películas como para no saber qué hacer.
El menor abrió sus ojos con sorpresa, estaba sintiendo demasiadas sensaciones ese día, pero esa en específico era sorprendente, era como si en su estómago hubiese una manada de elefantes corriendo furiosos.
Sólo fue un beso corto e inocente, Kuroo se sepraró lentamente de Kenma, el cuál seguía con los ojos abiertos y con un fuerte sonrojo en sus mejillas.
-No les creas.-Soltó de la nada el mayor.-No eres inútil, eres más inteligente que yo, si no fuera porque me ayudas a estudiar, tendría las peores notas del salón.
Kenma no podía estar más anonadado, y sus ojos se llenaron de lágrimas nuevamente.
-N-no eres basura.- La voz de Kuroo tembló un poco, las lágrimas también se acumulaban en sus ojos sin razón, una mezcla de ira y tristeza conformaban el porqué de esas lágrimas.-Eres oro puro, KenKen.
KenKen. Kuroo le decía de esa manera cuándo se burlaba de el en modo de juego, pero ahora lo había dicho con tanta seriedad que lo hizo estremecerse.
-Yo te necesito.
Kenma no pudo evitar abrir la boca, y las lágrimas no tardaron en deslizarse por sus mejillas de nuevo.
Kuroo lo abrazó con posesividad, de sus ojos cayeron lágrimas silenciosas, mientras consolaba al pequeño niño entre sus brazos, que luchaba por recuperar el aire entre hipidos y sollozos.
-Kuro, ¡Kuro!
El chico abrió sus ojos, encontrándose con unos ojos dorados y un cabello semiteñido que le hacía cosquillas en el rostro.
-Kenma.-Su voz salió adormilada de sus cuerdas vocales, mientras se restregaba sus ojos con cansancio.
-Ya es hora del almuerzo.-Dijo Kenma.-¿Estabas soñando algo?
Kuroo lo miró, y sonrió burlonamente como siempre lo hacía.
-Soñé acerca de nuestro primer beso, gatito.
Kenma se sonrojó un poco, y desvió la mirada avergonzado.
El mayor se acercó a él y depositó varios besos por todo el rostro del teñido, acabando en sus labios con un dulce beso, el cuál fue correspondido gustosamente por el semi-rubio.
Kuroo había cambiado bastante desde la primaria, sus pensamientos y personalidad no eran las mismas (al menos no por completo).
Pero algo que no cambió y nunca cambiaría...
Eran sus sentimientos hacia Kenma.
kENMA LLORANDO ;n;
Créanme que se me salió una lágrima escribiendo esta mierda, espero que les guste~
Ustedes pueden decirme una ship y yo escribiré un one-shot de ella, con gusto c:
Headcannon: Uno de los apodos de Kuroo siempre ha sido 'Gato negro'.
Con amorodio.
Haru~chan~
PD: Kenma llorando T-T kUROO LLORANDO MIERDA! TT-TT NO SE QUE ME PASO POR LA CABEZA AL ESCRIBIR ESTO.