Zayn
Abrí los ojos y lo primero que vi fue el cabello de Selena encima de mi pecho. Sonreí un poco. Yo era un bastardo con suerte. Comencé a acariciar las puntas de su cabello. Era bastante largo...
Mis manos jugaban entre sus cabello, recorriendo su espalda desnuda. Selena era hermosa y nadie podía decir algo diferente.
Dejé que mis dedos fueran a su mejilla y comencé a acariciarla. Su piel era suave y tersa. Mi otra mano, por su parte, acariciaba sus brazos. No podía verlos y mucho menos sentir algo diferente, pero saber que estaba tocando sus tatuajes, me llenaba de gozo y sentimiento de plenitud; era como si finalmente fuera mía. Finalmente...
Selena se comenzó a mover. Se había despertado.
-buenos días-
Sonrió y yo no tuve otra reacción que devolverle la sonrisa. La quería tanto que me resultaba imposible.
-hoy tengo ya el plan del día-
-hoy hay colegio, tonto-
Dijo, mientras se acurrucaba más contra mí.
-supongo que sí...hacía cuatro horas había instituto, en efecto-
La pequeña cabeza de Selena se levantó de mí, como si yo me encontrara en llamas.
-¿qué? ¿A que te refieres? ¿Qué hora es?-
-las 11-
Selena abrió sus ojos como si yo acabara de decir que estaba embarazada o algo.
-Malik, no puedo faltar al colegio. Dentro de poco van a ser las entrevistas de las universidades y...-
Se encontraba recogiendo su ropa, a punto de comenzar a vestirse, cuando mis brazos la rodearon por la cadera.
-tranquila, ya llamé a Niall y dijo que hoy no ha pasado nada importante...-
Selena estaba volteada, alzando su cuello para mirarme. Me encantaba ser más alto que ella.
-¿qué quieres hacer hoy?-
No pude evitar sonreír: la había convencido.
-tengo dos cosas en mente-
Ella alzó una ceja, seguramente escéptica en cuanto a mi plan.
(...)
-¿por qué estamos aquí?-
Podía sentir su incomodidad, pero era necesario. Totalmente necesario.
-vamos-
Mi mano estaba en la parte baja de su espalda: según las anteriores tres ediciones de Cosmopolitan y la encuesta de PEOPLE, ese gesto le encantaba a todas las chicas.
Comenzamos a caminar hacia la entrada. Cada paso que dábamos la hacía poner más nerviosa, y yo lo notaba.
Toqué tres veces a la puerta, esperamos unos segundos hasta que se abrió.
Era sorprendente ver lo mucho que se parecía Selena a su hermano: tenía su mismo color de ojos y cabello y de no ser por la sonrisa, podrían ser mellizos.
-hola Eric-
Lo saludé y él me tendió la mano.
-esperé verte más en la casa, hermanita, ahora que me encontraba en la ciudad, pensé que íbamos a pasar más tiempo juntos-
Selena tomó un gran trago de aire, mientras yo la acercaba a mí.
-¿podemos pasar?-
Eric asintió y los dos entramos a la casa. Caminé con Selena hasta la sala. Nos sentamos al lado y puse mi mano sobre su rodilla, tratando de calmarla.
-quiero hablar contigo, Eric-
El muchacho apenas se estaba sentando cuando comencé a hablar.
-de lo que quieras, Malik-
Tomé un gran trago de aire.
-necesito que tomes esto muy en serio y que hagas preguntas solo al final-
Eric asintió y me preparé para comenzar a hablar.
-Selena sufrió mucho hace algunos años...-
No tenía ni idea como iba a comenzar a hablar. No podía decir que su novio la había quemado con cigarrillos porque ella los había visto tener relaciones. Ese no es el tipo de cosas que les dices a tu cuñado.
-y...quizá tú tuviste algo que ver. Aunque seguro no te diste cuenta, porque siempre he pensado que eres un buen hermano y...-
Me comenzaron a sudar las manos y las palabras en el diccionario comenzaron a desaparecer. Pude ver como Selena se tensaba y suspirada.
-esto lo hizo Chuck-
dijo Selena, interrumpiéndome y levantándose. Se quitó el saco que yo le había presado, quedando en ropa interior frente a su hermano, exponiendo todo su bello cuerpo.
Sus ojos estaban llenos de lagrimas, pero sus mejillas se encontraban absurdamente vacías.
-me quemó con cigarrillos, porque los vi a los dos follando-
Al parecer decir eso era mucho más simple de lo que yo habría pensado. El rostro de Eric se mostraba apacible, casi frío.
-¿no vas a decir nada?-
Selena parecía indignada, y tenía todo el derecho de estarlo.
Eric suspiró.
-Selena, yo ya sabía-
La visión comenzó a fallarme, como si me fuera a desmayar...
No, no era eso, era la rabia que sentía. ¿Cómo se atrevía a decir eso? ¿Él sabía que su novio había quemado a su hermana y seguía con él? ¿No había hecho nada?
Miré hacia mi lado, donde el cuello de Selena se mostraba tenso.
-¿sabías?-
-él me lo dijo apenas llegué de la tienda...te escuché llorando-
Selena tomó un gran trago de aire y una lagrima se derramó por su mejilla.
-¿y no hiciste nada?-
Eric se levantó y trató de acercarse a Selena, pero le cerré el paso, poniéndome frente a él.
-Sel...es que...fue tu culpa, por andar de curiosa y...-
Eric subió los hombros, restándole importancia.
-¿mi culpa?-
La voz de Selena se escuchaba partida.
-sí, porque...no tenías nada que estar haciendo ahí-
Lo estaba mirando como si hablara en otro idioma, porque era imposible que yo hubiera escuchado bien. No era verdad.
-¿me estás diciendo que no lo denunciaste?-
Mi voz había demostrado lo absurdo que yo creía que sonaba, lo que acababa de decir.
-no podía...lo enviarían a prisión por agresión a menores...además, no quería. Chuck tenía sus motivos y...-
No pude soportar escuchar más de esa mierda. Antes de que pudiera siquiera pensarlo, mi brazo se alzó y golpeé a Eric en la cara. Mi cuñado se encontraba en el suelo, y solo por respeto a Selena, yo no me encontraba encima de él, terminando de golpearlo. Era inconcebible que esto estuviera sucediendo.
-no quiero verte aquí mañana, Eric. Si Selena vuelve y tú sigues aquí, te juro que le diré a la policía y me aseguraré que los encierren, te lo juro que sí-
Mi voz había sonado entrecortada por la rabia. Maldito hijo de puta.
Acerqué a Selena más a mí, acariciando sus brazos.
-ponte el saco-
Le dije, pasándoselo.
-tenemos otra parada-
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¿que opinan? les está gustando?