HOSEOK
— ¿Qué hicistes qué?
Exclamo Jimin, al siguiente día, cuando le conté todo, lo que me había pasado el día anterior. Desde los planes, que mi padre había hecho para mí, hasta la "tregua" que había hecho con Taehyung. Mi primo, se pellizco el puente de la nariz, paseándose por mi habitación de un lado a otro. Entonces se detuvo y sus ojos perforaron los míos.
— ¿Te has vuelto loco? Hoseok... Comenzó... No puedes hacer eso.
— ¿Qué más opciones tengo Jimin? —Suspire, pasando mis dedos, por mi cabello recién lavado. — No puedo contarle nada a mi familia. Y mucho menos, puedo vivir mirando mal a Taehyung, cada vez que lo vea. Sería raro y todo el mundo se daría cuenta...
— No estoy de acuerdo... Te has vuelto completamente loco y para cuando, todo el mundo se entere de lo que paso, no quiero que vengas llorando a mí. Porque entonces, te voy a decir. Te lo dije.
Me pellizque el puente de la nariz.
— Y yo no te estoy pidiendo, que estés de acuerdo Jimin... Lo único que te pido, es que respetes mi decisión. —Jimin entrecerró sus ojos, mirándome con aprehensión. Por lo que dándome cuenta, que había sido un poco duro con Jimin, cuando lo único que él quería, era mi bien. Me disculpe. — Lo siento Jimin. —Dije tomando sus manos y halándolo conmigo, para que se sentara a mi lado, en la cama. —Lo único que te estoy pidiendo, es que respetes mi decisión y guardes este secreto...Silencio... Quizás solo vaya a estar en corea por un año y después me voy a ir a Paris y entonces, voy a desaparecer de la vida de Lía y Taehyung... No hay necesidad, que se enteren de toda esta locura.
Jimin suspiro. — Pero. Y lo que hizo Taehyung ¿Qué?... Él le fui infiel a Lía. Tu hermana Hoseok. Y eso estuvo, muy mal hecho.
— Lo se Jimin. Lo sé. Y te juro, que, aunque la relación entre Lía y yo, no sea la mejor. También me molesta mucho, que el muy imbécil, le haya hecho algo así... Pero no nos concierne a nosotros, acabar con ese matrimonio. —Ante la aprehensión de Jimin. Afirme. — El, la ama.
Jimin bufo. — Si claro y por eso le fue infiel. Lo que es, es un completo descarado y gilipollas,
— Lo sé... Pero el, me lo dijo ayer y yo le creo Jimin. Lo pude ver en sus ojos y en la forma, en como hablo de ella... Él no quiere perderla...— Suspire frustrado y exasperado del tema— ¿Podríamos por favor, no hablar más del asunto?
Jimin se mostró reticente, pero asintió y entonces cambiamos de tema. Le pregunte acerca de los preparativos de la boda, lo que logro, que esbozara una sonrisa de oreja a oreja, viéndose más que feliz. Me contó que Jungkook y el, querían casarse lo más pronto posible, por lo que ya, habían reunido una lista de invitados, entre los familiares, amigos y conocidos de Jeon y los de él y habían mandado hacer las invitaciones. Se las entregaban esa misma tarde y me pidió, que lo acompañara para recoger las tarjetas y ver trajes de novios. Lo que obviamente acepte. Necesitaba ocupar mi mente y que mejor, que pasar una tarde con Jimin.
Por la tarde, habíamos ido a recoger las invitaciones de boda de Jimin y posteriormente, habíamos visitado numerosas tiendas reconocidas, mirando trajes de novios. A jimin, le había gustado un traje en especial y podría decirse que fue amor a primera vista. Ya que el traje en sí, lo habíamos visto en una de las primeras tiendas, a las que habíamos entrado primero. Así que volvimos.
Jimin, siempre había anhelado casarse de blanco. Así que, cuando vio ese hermoso traje, color blanco, no pudo evitar, quedar más que flechado. Cuando se midió el traje y poso para la vendedora y para mí, en la pequeña pasarela. Su sonrisa era enorme y sus ojos brillaban de felicidad. Le di dos pulgares arriba y él sonrió más amplio. Entonces, siguió caminando, hasta detenerse en el espejo, de cuerpo completo. Miro su reflejo en él y en ese momento, pensé que se echaría a llorar, si sus ojos ahora brillantes de la emoción, decían algo. Él, se veía preciosísimo. Y es como si ese traje, hubiese estado hecho para él. Sin embargo, había decidido visitar otras tiendas, pero no había encontrado nada que le gustara y mucho menos, que igualara al traje, que habíamos visto primero. Así fue, como terminamos regresando a la tienda y pagando por el traje, con la tarjeta de Jeon Jungkook. Lo que seguramente, le causaría un infarto, cuando viera en sus cuentas, la cantidad de dinero que Jimin, había pagado por ese traje. Pero estaba completamente seguro, que, al mayor, no le importaría. Si Jimin, era feliz. Y sin duda alguna, él era completamente feliz.
Para cuando salimos de la tienda, ya el sol, se había escondido por completo y las estrellas adornaban el cielo. Cuando Jimin, pidió un taxi, creí que iríamos a casa. Pero entonces, mi primo le dio al Sr. del taxi, una dirección distinta.
— ¿A dónde vamos? —Pregunte.
— Al mejor restaurante de Sushi, de todo corea.
Me sentía bastante agotado y los pies me dolían a horrores. Pero la verdad sea dicha. Nunca rechazaría, un buen plato de Sushi.
Cuando llegamos al restaurante, me sorprendió, al ver que, en realidad era un lugar pequeño. Pero debo decir, que muy bonito y elegante. Además de que los empleados del lugar, eran muy amables. Ellos pidieron sus comidas y cenaron, en un silencio agradable. Entonces, cuando estuvieron totalmente satisfechos, tomaron un taxi y se dirigieron a casa.
El resto de la noche, había sido bastante tranquila. Jimin y el, le hicieron compañía al abuelo Doyoung y posteriormente, se habían ido a sus habitaciones. Esa noche durmió como un bebe.
(...)
La mañana siguiente, después de haberlo pensado meticulosamente, decidí aceptar la propuesta de mi padre, para trabajar en el hospital. Había pensado muy bien, en los pros y contra, pero la verdad. ¿Qué era lo peor que podía pasar, si aceptaba trabajar al lado de Taehyung? El hospital era bastante grande y aunque Taehyung, iba a ser prácticamente su jefe, no quería decir, que tuviera que verlo o estar a su lado, todo el tiempo.
Así que totalmente decidido y lleno de energía. Me dirigí al baño y me di una ducha. Tomándome el tiempo necesario, para lavarme el cabello con shampoo y aplicar mi producto favorito en él. Eventualmente, me vestí y me apresuré, en empacar un pequeño bolso, donde iban mis implementos de trabajo y mi bata.
Cuando baje al comedor, para tomar el desayuno. El abuelo Doyoung. Sejun y Jimin, se encontraban en la mesa desayunando. No pude evitar sonreír, al verlos allí, platicando tan animadamente. Ellos, definitivamente eran mi familia.
El primero en notar mi presencia, fue el abuelo Doyoung, que esbozo una enorme sonrisa y espeto con alegría.
— Hijo. ¿Qué haces ahí parado?... Ven y toma, el desayuno con nosotros.
Sonreí, dirigiéndome hacia la mesa.
— Buenos días. —Murmuré para todos y me detuve al lado del abuelo, para darle un beso en la mejilla. Entonces me deje caer, en la silla vacía a su lado. —Y ¿de que hablaban tan animadamente? —Pregunte.
— Sobre el viaje de Sejun. A parís. —Dijo, Jimin sin importancia.
Mire a Sejun, que se encontraba ocupado, fulminando a Jimin con la mirada.
— ¿Vas a viajar a parís.?
Jimin se encogió de hombros. —¿Qué?, pensé que ya le habías dicho. —Ignorándolo. Sejun fijo su atención en mí. Respondiendo a mi pregunta. — Debo ir a Paris. Por asuntos del hospital.
— ¿Asuntos del hospital? —repetí.
— Si una conferencia a la que me invitaron, para hablar de cosas aburridas. Temas de cardiología, actualizados.
Asentí— Y ¿por eso, no me habías dicho? —No pude evitar, que un deje de acusación, se hiciera presente en mi voz. Y después, sentirme culpable, por la mirada de culpa, en los ojos de mi hermano. Suspire —Lo siento Sejun.
— No tienes que disculparte por nada Hoseok... Quería decirte, pero... —Suspiro. — Padre. No lo creía conveniente.
— Seguramente, piensa que Hobi, va a quererse ir contigo y una vez allá, no quiera volver. — Intervino Jimin, encogiéndose de Hombros.
Resople. — Como si fuera a dejarme siquiera, salir de corea.
— Bueno. Bueno. Ya dejen ese tema aun lado Y apúrense con el desayuno, para que puedan irse al hospital. —interrumpió Doyoung. En ese momento, Haneul entro en la habitación, para saber que quería desayunar. Pedí algo rápido de preparar. Panqueques y una taza de café. Unos minutos después, Haneul trajo mi desayuno. Le agradecí y me puse a devorar mi desayuno.
— Iré hoy, al hospital. —Dije, después de varios minutos de silencio, donde Sejun, Jimin y el abuelo, ya habían terminado su desayuno. Tres pares de ojos, me miraron, esperando que siguiera. —He decidido, aceptar la propuesta de padre y empezar a trabajar en el hospital, hoy mismo, si es posible.
Sejun y el abuelo, me miraron con una sonrisa, formándose en sus labios. Jimin a cambio, había levantado una ceja y me miraba como si de repente, me hubieran salido dos cabezas.
— ¿Estás seguro?... Pregunto Sejun, después de unos segundos.
— Bueno. No quiero pasar todo el día en esta casa... Así que sí. Creo que estoy seguro.
Sejun, asintió. — Bueno, hablare con padre, para incorporarte en mi equipo de trabajo. —Abrí la boca, para decirle los planes, que padre ya había hecho para mí. Cuando Jimin, dijo de forma sarcástica.
— Bueno, al parecer los planes de Tío Nam, son otros. Y Hoseok debe hacer parte del equipo de Taehyung.
— ¿Qué? —Pregunto Sejun, sopesando lo que Jimin acababa de decir.
Le dirigí una mirada aguda a Jimin, quien se encogió de hombros y se levantó, para dirigirse hacia el abuelo y dejar un beso en su mejilla. —Te espero en el auto Sejun. —Dijo y salió del comedor, dejándonos en silencio. Después de unos segundos dije.
— Padre cree que lo mejor, es que trabaje, bajo las ordene de Taehyung y al parecer, él es lo suficientemente respetable, para ponerme orden y control. Y está de acuerdo. —Encogiéndome de hombros, agregue. — Así que lo mejor, es que no intentes mencionar el tema con padre, porque no servirá de nada.
Sejun, negó con la cabeza. Le dio una mirada al abuelo, que suspiro pesadamente y volvió su mirada de nuevo a mí.
— De igual manera, tratare de hablar con padre.
Me encogí nuevamente de hombros y seguí desayunando.
Sabía que la preocupación de Sejun, se debía a lo que había pasado, hace años atrás entre Lía Y yo. También lo había pensado y me preocupaba su reacción, cuando se enterará, que estaría cerca de su esposo. Seguramente diría cosas como; que lo único que quería era interponerse en su relación, que quería insinuársele a su esposo y quién sabe que, más estupideces. Sin embargo, si su padre no tenía problema, con ponerlo en la misma área con Taehyung, era porque ya lo había discutido con Lía. Por lo que decidí, no darle tantas vueltas al asunto.
Después de preguntarme, si necesitaba que me llevara al hospital y que yo le respondiera, que no era necesario, ya que padre, había sido tan considerado, para dejarme a su chófer en mi disposición. Sejun, se despidió y salió del comedor.
Minutos después, terminé con mi desayuno y me despedí del abuelo, quien se quedó en el comedor, leyendo el periódico.
Subí a mi habitación y cepillé mis dientes. Tomé mi teléfono y el bolso que había preparado y me dirigí nuevamente abajo. Para cuándo salí al exterior de la casa, Bangchan me esperaba en el auto. Cuando me vio, salió del auto y abrió la puerta trasera para mí. Subí y posteriormente lo hizo Bangchan.
Una vez dentro del auto le dije.
—No es necesario, que seas tan formal conmigo, Bangchan. —El, medio una mirada, atraves del espejo retrovisor. Y por primera, desde que lo había conocido, una sonrisa que, aunque leve, curvo sus labios, pareciéndose a alguien de mi edad. Tome eso como, como una buena señal.
Cuando llegamos al hospital, había logrado, acercarme un poco más a Bangchan. Había logrado, sacarle una, que otra cosa, de su vida. Como su edad, que en realidad resulto ser, bastante joven. Veinticinco años. Y como también, había terminado siendo el chofer, de mi padre. Me contó, que su familia, ha trabajado con la mía, desde hace años. Y cuando su padre murió, de un infarto al corazón. Mi padre les había brindado muchísima ayuda. Después de la muerte de su padre, le había tocado abandonar la universidad, donde se preparaba para ser abogado. Debido a que las cosas en su casa, se habían complicado. Él era el mayor de cuatro hermanos y toda la responsabilidad, de sacarlos adelante, había recaído sobre él. Entonces fue como decisión, ocupar el puesto que había dejado su padre. Al principio, Haneul, su madre, no había querido que dejara la universidad, pero finalmente la situación económica y con cuatro bocas que alimentar. Habían dejado, que la mujer aceptara, la decisión de Bangchan.
Me despedí de Bangchan, que ahora parecía un poco más abierto a mi lado. Y me dirigí por el camino, que ya conocía perfectamente y me llevaba a la oficina de mi padre. Cuando salí del ascensor y las puertas se abrieron, en el séptimo piso. Caminé, hasta detenerme, frente al escritorio de media luna, de Mina. La chica, me saludo amablemente, como siempre y después de hacer, una breve llamada a mi padre. Me indico, que siguiera.
Después de agradecerle a Mina, me dirigí por el pasillo a la derecha, pensando y escogiendo muy bien, las palabras a utilizar, con mi padre. No quería discutir con él, pero tampoco, quería verme débil frente a él. Y que pensara, que me estaba retractando o me estaba dejando, manipular por sus amenazas. Creo que ese hecho, ya había quedado claro. El Hoseok que se dejaba manipular, ya no existía. Y él tenía que aceptarlo.
Me detuve, frente a las puertas dobles, de la oficina de mi padre y toque. Varios segundos después, la voz inconfundible de mi padre, me hizo seguir, al interior de la habitación. Lo que no esperaba, era ver a mi madre, sentada en una de las sillas, frente al escritorio de mi padre. Mis ojos, se dirigieron a los de mi padre, pero como siempre, su expresión era totalmente ilegible.
Aclarándome la garganta, de repente seca. Dije. — ¿Puedo pasar?
— Adelante Hoseok. —Con un gesto de mano, mi padre me indico, que me sentara en la silla vacía, aun lado de mi madre.
Me hundí en la silla y mis ojos hicieron contacto, con los de mi madre. Asentí, en su dirección. —Madre.
Ella asintió. —No sabía, que vendrías al hospital.
— Si yo... Yo, debo hablar un asunto con padre. —Dirigiéndome hacia mi padre, agregue. — Si gustas, puedo venir en otro momento.
Observe a mi padre abrir la boca, para responderme. Pero mi madre fue más rápida, interrumpiéndolo. —No veo, porque tengas que irte y regresar en otro momento. ¿Acaso lo que tienes, que decirle a tu padre, no lo puede escuchar tu madre?
Trague saliva, ante el tono acusador de mi madre. Ella nunca, se había interesado por mis cosas, siempre mostrando preferencias, entre mis hermanos y yo. Sobre todo, cuando se trataba de Lía. Así que ¿Por qué fingía ahora, que le interesaba lo que yo, tuviera que hablar con padre? Ella era falsa e hipócrita. Y no iba a dejar, que me jodiera la vida, como cuando era un niño. Ahora, podía defenderme y me importaba un bledo, lo que la mujer, pensara de mi comportamiento.
Mis ojos se entrecerraron, cuando dije. —Lo siento... No sabía que te interesabas, por mis cosas madre. Sin embargo, no creo que te interesé, escuchar cosas de trabajo... Hice una pausa y continúe, fingiendo sorpresa...De hecho, es para mí, una gran sorpresa encontrarte aquí madre.
— ¡Hoseok! —Escupió, mi madre entre dientes. haciéndome reír internamente por la expresión de sus ojos.
Para nadie era un secreto, que mi madre, jamás se preparó profesionalmente. Mi padre y ella, eran bastante jóvenes, cuando se conocieron. Los dos, iban a la misma universidad. Mi padre, en la facultad de medicina y mi madre en la facultad de derecho. Cuando quedo embarazada de Sejun, decidió dejar la universidad e irse a vivir con mi padre. Pero mis teorías, siempre han sido, que mi madre, simplemente no quiso tener una profesión, porque era hija única, proveniente de una familia, con dinero, que ella heredaría. Eso, sin contar el hecho, que se había casado con mi padre, que, en ese entonces, su familia ya había ganado suficiente fama, para que las mujeres, soñaran una vida a su lado.
— Como te atreves, a ser tan insolente con tu madre—La escuche decir, de forma dramática. —Eres un mal agradecido. Y no pienso permitir, ni una sola falta, más de respeto de tu parte.
Entornando los ojos, le sostuve la mirada con odio.
— Y ¿Qué piensas hacer?... ¿Castigarme, como cuando era pequeño? ¿Dejándome encerrado en mi habitación, sin cenar? —Los ojos de mi madre, se abrieron de par en par y abrió la boca seguramente para atacarme. Pero no la deje, alzando mi voz, sobre la suya —No espera, déjame adivinar. —Hice una pausa, fingiendo pensar. Entonces emití un chasquido. — Seguramente, piensas abofetearme como ese día... ¿No es así, madre?
Mi madre apretó la mandíbula con tanta fuerza, que temí, se desencajara la mandíbula. Musito con ira. — Retira lo dicho.
— ¡Basta los dos!... Exclamo mi padre entre dientes, haciendo que madre y yo, rompiéramos con el contacto visual.
— Fue. TU. Hijo, quien empezó todo esto.
Me sentía molesto. No. Furioso, por sus palabras, que no podría controlar, mi lengua. —Claro. Porque yo no soy tu hijo. ¿Verdad? — Algo que no pude descifrar, brillo en los ojos de mi madre. La mandíbula le temblaba y sus manos en su regazo, estaban hechas puños.
— Mira Hoseok. ¿Quieres la verdad? ¿Quieres que te diga, que es lo que está mal contigo? Bien... pues como te parece que...
— ¡He dicho, que basta! —Espeto furiosamente mi padre, chocando su puño con el escritorio, para que le prestáramos atención. Negó con la cabeza, dándole una fuerte y dura mirada a mi madre. — Es mejor que te vayas Jisoo. Tu y yo habláramos en la noche. Ahora déjame a solas con Hoseok.
— Pero...
— No me hagas repetirlo dos veces. Retírate Jisoo.
Madre se levantó furiosamente de la silla y le lanzo una mirada de odio a mi padre, antes de dejar la habitación, azotando la puerta en el proceso. Y dejándonos en un silencio ensordecedor. Padre me miro a los ojos y logre ver una pizca de culpa y tristeza en sus ojos. Era la primera vez, que veía tales sentimientos en él.
Inclino la cabeza a un lado, observándome. Y mirándome, como si de repente quisiese descifrarme. Sin poder aguantar más tiempo bajo su escrutinio. Me aclare la garganta y musite. —Si vas a regañarme y a ponerte de su parte. Mejor me voy. —Me levante y gire, en mis talones. Pero antes de que pudiera, hacer cualquier otro movimiento. Mi padre, farfullo.
— Hoseok. Espera...— Me detuve— Yo... Yo. No sabía lo de los castigos. —Por primera vez, en mis veintidós años de vida. Escuche la voz de mi padre, titubear. Y eso hizo, a mi corazón encogerse de tristeza. — No sé, como nunca me di cuenta de algo así... Es que. Por Dios ¿Cómo pudo pasar algo así, frente a mis narices? —Me gire lentamente y mire a mi padre a los ojos.
No era tonto. Sabía que madre jamás le diría a padre de tales castigos. Pero, aunque él nunca fue conocedor, de cuando ella me encerraba en mi habitación o me dejaba sin cenar. También era su responsabilidad. Y tuvo su parte de culpa. Era mi padre. Y aunque era pequeño en ese entonces, aún recuerdo las numerosas veces, que se lo hice saber. Pero nunca me prestó atención, demasiado cansado del trabajo. Entonces, me tocaba recibir un castigo aun peor, por irme de chismoso. Con el tiempo aprendí, que era mejor quedarme callado. Pero era justo acaso, ¿Qué un niño de doce años, lo encerraran en su habitación? ¿Solo porque estaba haciendo mucho ruido? O que lo dejaran sin cenar, ¿Por qué no había llegado a tiempo al comedor, cuando su madre, lo había llamado, dos veces? Por Dios. Era un niño.
— Dudo mucho, que pudieras haber notado algo, cuando lo único que hacías, era... vivir por este hospital.
— Hoseok.
— Está bien papá... Tu mejor que nadie, sabes, que esto. De hablar del pasado tranquilamente, no se nos da—Hice una pausa, para respirar y tomar una bocanada de aire— Estoy aquí, para decirte que lo he pensado y acepto trabajar en el hospital... Y me gustaría empezar ya mismo. Claro. Solo si estás de acuerdo.
Mi padre me miro con ojos abatido. Y luciendo miserable. Sabia por la expresión en su rostro, que estaba considerado mentalmente, en si aceptar mi cambio de tema o no. Pero ¿Qué más podría decir?
Su garganta se movió y finalmente dijo.
— Por supuesto... Déjame llevarte con Taehyung.
(...)
TAEHYUNG
Me encontraba revisando a Sunní, la paciente de ocho años de edad, que había ingresado hace dos días, por apendicitis aguda, cuando Suk entro en la habitación.
— Dr. Kim. Lo solicitan afuera.
Fruncí el ceño en confusión. Pero aun así le di una ligera mirada.
— Salgo en un momento.
Suk, asintió y dejo nuevamente la habitación, para dejarme examinar a Sunní. Unos segundos después, le dije a la madre de la pequeña.
— Bueno. Sunní está mejorando, con gran rapidez. La incisión, esta sanando correctamente. Y si sigue de esa manera, lo más posible, es que le demos el alta en unos días... Recuerde que una vez en casa. Sunní, debe seguir guardando reposo y no demandar actividades, que requieran de fuerza. Como seguir llevando, una buena alimentación... ¿Tiene alguna duda señora Park?
La señora Park, negó. —No Dr. Kim. Todo claro y muchas gracias, por todas sus recomendaciones. Las seguiremos al pie de la letra. ¿Verdad Sunní?
La pequeña asintió emocionada. — Si Dr. Kim.
Le di una sonrisa amable. — Te felicito por tu valentía Sunní. Eres una niña muy fuerte y obediente. Sigue así y podrás ir pronto a casa. —Dirigiéndome a la Señora Park. Dije. —El Dr. Park Jimin, vendrá dentro de un rato, para realizarle, unas cuantas revisiones más a Sunní. ¿De acuerdo? — Después de recibir un asentimiento de la Sra. Park. Musite un —Con permiso. —Y salí de la habitación.
Cuando salí de la habitación y giré en mis talones, encontrándome con Jung Namjoon, cruzado de brazos al otro lado del pasillo. Y su Hijo Jung Hoseok, a un lado de él, recostado en la pared con expresión indescifrable y labios fruncidos. Mi corazón dio un vuelco.
Sus ojos hicieron contacto con los míos y sentí algo extraño en mi estómago. Elevo una ceja y se incorporo perfectamente, ante de seguir a su padre, que se plantó delante de mí, con expresión seria. Asintió.
— Taehyung, lamento molestarte en tus horas de trabajo. —Anuncio. Le di un ligero asentimiento, para que continuara. —Hoseok, ha decidido muy sabiamente, aceptar trabajar con nosotros en el hospital. —Trague grueso, dirigiéndole una mirada al menor, que se encogió de hombro.
Después del altercado de hace dos días, había pensado, que no había manera, de que Hoseok, aceptara trabajar a su lado. Aun así, por alguna razón, esperaba que el menor, pudiese pensárselo mejor y aceptar la propuesta que su padre le hacía. Porque sí. Sabía que contárselo a Lía, causaría uno que otro problema con su esposa, debido a la relación, que tiene con Hoseok. Sin embargo, iba a hacer más raro, que tanto Hoseok, como el, se negaran rotundamente a trabajar juntos. Las personas, podrían empezar a hablar y sacar teorías, que el claramente no podía permitir. Por miedo a que descubrieran la verdad. Si. Sigue diciéndote, eso a ti mismo. Una vocecita, en lo más profundo de su cabeza, murmuro, haciéndolo sacudir la cabeza.
— A Hoseok, le gustaría empezar inmediatamente. Claro. Si, tú no tienes ningún problema. —Detrás de Jung. Hoseok se mordía el labio inferior en silencio, mientras que su mirada, fulguraba en la de él. Elevo, nuevamente esa ceja, haciéndome saber, que llevaba bastante tiempo mirándolo y sin responder a la pregunta de Jung.
Aclarándome la garganta espete. — Por supuesto. No tengo, ningún problema.
— Bueno. Me alegra escuchar eso. —Le dio una mirada a Hoseok. —No le des problemas a Taehyung. A sido muy amable contigo y lo menos, que se merece de tu parte, es que seas respetuoso con él. —Hoseok, rodo los ojos, pero asintió y pronuncio en voz baja. —Lo que tú digas padre. —Y entonces Jung, nos dejó solo.
Hoseok, no parecía incomodo a mi lado, pero si a la defensiva y no lo culpaba. Había sido poco amable con él, y era entendible, su nuevo comportamiento hacia mí. Hosco y a la defensiva. Apenas su padre, salió de nuestro campo de visión, el menor me miro duramente y espeto.
— Quiero que sepas, que el único motivo por el que acepte, trabajar a tu lado. Es porque no pienso, quedarme en mi casa sin hacer nada. Y después de todo, no tengo ningún motivo para huir de ti... Por lo que te sugiero, que no te metas conmigo. Porque si lo haces, no creo que te vaya a gustar, mi reacción... Tenemos un trato. Cúmplelo.
Y con esas palabras, giro furiosamente en sus talones y se dirigió al ascensor, dejándome paralizado por sus palabras y de alguna manera encantado. Con su fuerza y su determinación. Sin poder evitarlo una sonrisa escapo de mis labios y negué con la cabeza, obligándome a salir de mi estupor y moverme. Cuando estuvimos dentro del ascensor, el menor se cruzó de brazos y se quedó mirando, fijamente hacia las puertas cerradas, sin darme una sola mirada e ignorándome completamente, como si su vida, dependiera de ello. En ese momento. Decidí, que trabajar al lado de Hoseok, iba hacer sin duda alguna. Bastante interesante.
📢¡¡HOLA!!
Hola. Hola, mis queridos lectores. Feliz fin de semana. Espero que hayan tenido, una bonita semana y buena energía.
Bueno, pasaba por aquí, para contarles, que estoy muy feliz de poder actualizar. Es un capitulo que a comparación con los anteriores, es corto.
De igual manera, quería hacerles un recorderis, sobre la historia. Ya lo había mencionado, en uno de los capítulos anteriores. pero no quiero, que se impacienten y sentir, que la historia no les esta llegando, como a mi me gustaría. Así que OJO, esta historia, esta pensada con anterioridad y comodidad de la escritora, con un numero de 30 capítulos. Por favor, demen la oportunidad , para darles a conocer mis historias.
Gracias a todas las personitas, que han estado pendiente a la historia y dejándome sus votos y comentarios. Para mi, es muy importante, poder leerlos a ustedes mediante sus comentarios, ya que pienso que es la motivación, de todo escritor. Gracias. Gracias. Y buenas energias, para todos.
Besitos🌹
#FORBIDDEN LOVE💜