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¡Estimados ciudadanos de Arbezela, escúchenme! ¿Recuerda...lo que ocurrió ese fatídico día hace ocho años? ¿¡Cuando el ejercito de las islas Orian inicio aquel ataque brutal, nos arrebato nuestras tierras y mato a nuestros ciudadanos!?
Yvie miraba como su padre y emperador daba el discurso al pueblo al lado de su hermano Bavilo. Ambos se habían alistado desde temprano para poder estar presentes en tal acontecimiento justo como dictaba la tradición para el primer príncipe mientras que Yvie como una pieza clave en la guerra fue invitada a asistir por el mismo emperador.
¡Bajo la protección de Astotelia, el sol jamás dejara de brillar sobre el Imperio de Arbezela!
—«Eso si Ariana no lo destruye antes»—pensó Yvie mientras oía como el pueblo victoreaba ante las palabras del emperador—
De pronto a Yvie le recorrido un escalofrió que le avisaba que algo muy malo se aproximaba y al compartir mirada con su hermano Bavilo ambos supieron de quien se trataba, ni siquiera hacía falta que ambos lo discutieran.
—Dio un discurso magnifico, su majestad —dijo Ariana dando una elegante reverencia— Yo, Ariana de Secramise, Primogénita de Roserice de Secramise, Madre de Arbezela, saludo a Jaider de Secramise, Emperador de Arbezela
Yvie miro como la expresión seria de su padre cambio en cuestión de segundos, tres para ser mas precisa y no le extraño para nada a ella y su hermano que se contuviera de hacer una mueca y mas cuando continuaron escuchando la conversación.
—Escuche que vendrá el Héroe que nos llevó a la victoria ¿Podría yo, Ariana tener el privilegio de otorgarle el emblema de honor? —dijo mientras se inclinaba ante el emperador—
La segunda princesa sintió como le llegaba un mal sabor de boca de inmediato. Ella conocía personalmente al Duque Phantom ¡Hasta lo consideraba un amigo! Y mas que eso, sabia que este acto de Ariana era para poder llamar su atención y hacerlo su primera joya lo cual seria un golpe muy duro y bien dado si lo lograba, pero ella jamás podría pedirle tal cosa al emperador sin correr el riesgo de recibir un regaño severo porque ella no era la hija favorita.
—Padre yo no estoy de acuerdo —dijo Bavilo tomando la palabra antes de que el emperador pudiera responder haciendo que lo mirara—Me parece que tal honor, si desea cederlo, no le pertenece a la princesa Ariana si no a la princesa Yvie
—...—el emperador miro con severidad a su hijo que mantenía una postura firme y segura para luego mirar a su segunda hija y ver que estaba mirando a su hermano mayor en shock completo— Parece que olvidaste quien está frente a ti Bavilo, ¿Por qué crees que ese derecho le pertenece a la Segunda Princesa?
—Por que la Segunda Princesa fue una pieza clave en esta guerra, ella salvo la vida de miles de soldados que pelearon para recuperar lo que por derecho le pertenecía al imperio de Arbezela y ella misma le salvo la vida a nuestro héroe —explico el primer príncipe sin dudar ni en una sola de sus palabras— Es por eso que creo que ella merece tal honor
Ariana miro con irritación y molestia que no pudo disimular detrás de su padre que mantenía una expresión totalmente seria en su rostro que poco a poco se fue suavizando.
—Yvie ¿Tu deseas que te de la responsabilidad? —pregunto el emperador directamente—
La segunda princesa parpadeo un poco sorprendida de que le preguntara directamente mientras veía la mirada oscura de su hermana, pero no se dejo intimidar.
—Su majestad, si usted me lo concede no cabria en mi mayor felicidad, pero entenderé si tal pedido pasa por completo mis limites y no acepta que yo lo haga —afirmo la princesa haciendo una reverencia—Jamás cuestionare su buen juicio en la toma de decisiones, pero por favor, solo le pido que no castigue a mi hermano Bavilo por sus palabras, el solo-!
—Suficiente Yvie, levanta la cabeza —la detuvo de hablar y dejo que se compusiera para verla a los ojos— No es un desafío a los limites que tu entregues el emblema del honor, es más, tú eres la persona mas adecuada para hacerlo —afirmo con una sonrisa leve tendiendo el emblema en sus manos—
—Pero padre, yo quería hacerlo —exclamo Ariana tratando de que la volviera a mirar a ella para así convencerlo—
—No Ariana, a ti te tengo un privilegio mejor que de seguro hará que tu corazón salte de alegría —afirmo el hombre mientras que Yvie tomaba el emblema con cuidado—
—¿¡En serio!? ¡Muchas gracias su majestad!
Yvie se giró para mirar a su hermano que tenía una sonrisa llena de orgullo y felicidad por ella haciendo que ella le correspondiera levemente hasta que unos pasos acercarse.
—Duque Phantom, de un paso al frente —ordeno el emperador haciendo que el nombrado por fin se acercara—
No hacia falta leer mentes para saber que estaba pensando la primera princesa del imperio apenas vio al joven duque acercarse a la familia real, en estos momentos Yvie agradecía que no podía leer mentes o algo parecido porque de seguro terminaría asqueada pero rápidamente dejo ir esos pensamientos cuando le tendieron la espada sagrada para dar el honor y la rama del árbol bendecida.
La Segunda Princesa del Imperio se acercó al Duque que solo la miraba con un leve destello de familiaridad y felicidad en ellos mientras que ella mantenía su expresión serena.
—Honorable Duque Phantom, usted hizo posible la victoria del imperio de Arbezela...—hizo una pequeña pausa para alzar la rama— Corresponde que reciba la bendición de nuestro dios fundador, Astrotelia —toco la cabeza del Duque que estaba con la rodilla inclinada ante ella—Duque Nell Phantom, le otorgo el emblema de honor de modo que siga consagrándose para prestar servicio a nuestro gran imperio
—Yo, Nell Phantom, Juro servir al gran imperio de Arbezela en cuerpo y alma por el resto de mis días
Toco con la espada ambos hombros y mientras le ponía el emblema del honor con cuidado logro acercarse lo suficiente para poder susurrarle al oído.
—Felicidades querido amigo —le dijo en voz baja haciendo que el joven conde solo asintiera con la cabeza en señal de agradecimiento—
Cuando Yvie termino y quiso alejarse del Duque este la tomo de la mano y le dio un beso sobre el dorso ante la mirada no solo de toda la familia real y la iglesia sino también de todo el público.
—Todo fue gracias a ti bella mariposa...muchas gracias —le agradeció igualmente en un susurro mirándola a los ojos—
Bavilo se contuvo las ganas de soltar un grito y lanzarse sobre el Duque ¡ELLA ERA SU HERMANA MENOR POR UN DEMONIO! ¿¡COMO SE ATREVIA A HACER TAL COSA!?
—«¡ESE DESGRACIADO, YA VERA CUANDO LE PONGA LAS MANOS ENCIMA!»—pensó el joven príncipe con sus ojos ardiendo en llamas hasta que sintió una presencia oscura a su lado y fue cuando su enojo paso a un segundo plano para ver a su lado—
Ariana estaba con una sonrisa muy tensa junto con una de sus cejas arqueándose constantemente sin parar, casi no lograba disimular su disgusto mientras apretaba con ambas manos su elegante vestido cosa que lo hizo internamente feliz al saber que era lo que le molestaba a su hermana, no hacia falta ser un genio para darse cuenta, la envidia se la estaba comiendo viva.
Por otro lado, la primera Princesa estaba que no creía lo que acaba de ver ¿¡ESE GUAPO, HERMOS Y SEXY HOMBRE ACABABA DE BESAR LA MANO DE SU HERMANA MENOR!? ¡ERA INAUDITO, ELLA DEBERIA ESTAR EN ESE LUGAR Y NO ELLA!
—«¡Y ESA TONTA NO REACCIONA! ¿¡ES ACASO UN TEMPLANO DE HIELO!?» —pensó Ariana al ver como la Segunda Princesa solo sonrió con agradecimiento y se alejó del Duque—
Yvie entrego todo a los ayudantes de la iglesia e hizo una pequeña reverencia agradeciendo la oportunidad al igual que a su padre que aun procesaba lo que sus ojos acababan de ver. ¿Estaba molesto? No lo sabiá con certeza, el Duque beso la mano de su hija como si nada y estaba confundido ya que con Ariana era mas normal que este tipo de cosas pasaran y como es logico se ponia celoso pero ¿Su segunda hija? No, en ella no era normal, no era tan hermosa como su hermana por eso no supo como reaccionar, pero rápidamente recobro la compostura y dio un paso al frente.
Pueblo de Arbezela, justo como hay que reconocer a los héroes que se dejan la piel en el campo de batalla también hay que reconocer a los que tuvieron su papel detrás de él que justo permitieron que muchos de nuestros soldados que pusieron su cuerpo y mente en ganar la guerra ahora estén con sus familias sanos y salvos...Es por eso que quiero otorgar este día, a manos de la Primera Princesa de Arbezela Ariana, El emblema santo a la Segunda Princesa de Arbezela Yvie por su gran protagonismo en la guerra al salvar miles de vidas
—«¿¡QUE RECIBIRE QUE...!?»—pensó Yvie sintiendo como si un fuerte golpe en la cabeza le fuera dado con un bloque de piedra enorme—
—«¿¡QUE YO HARE QUE...!?»—pensó Ariana shockeada—
— «¿¡QUE QUE...!?»—pensó Bavilo intentando esconder la felicidad que sentía por su hermana Yvie y burla hacia Ariana—
Ambas princesas solo reaccionaron cuando los miembros de la fe las despertaron del shock. Yvie camino un poco cohibida al frente ya que ella no sabía que le darían tal honor por ordenes del emperador mientras que Ariana contenía lo mejor que podía su cara de disgusto y molestia ¿¡Como su padre pensó que esto le haría feliz!? ¡Ella quería hacer esto con el Duque Phantom, no con su hermana!
—«¡Espera, así el Duque me podrá ver mejor y poder acercarme a él para hablar y convencerlo de ser parte de mi joyero!» —pensó con orgullo y altanería—
El mismo proceso se repitió en Yvie que mantenía su expresión serena mientras que su hermana hacia todo el procedimiento de manera mas extravangante y teatral para llamar la atencion del Duque, algo muy normal en ella.
El emperador miraba la escena ante sus ojos con orgullo al igual que Bavilo pero este además se contenía las ganas de reírse de Ariana porque sabia que esto no le gusto para nada mientras que el Duque Phantom nunca dejo de mirar a una princesa y puede que a Ariana no le hubiera gustado saber que no era a ella a quien miraban.
Cuando toda la ceremonia termino, Yvie le agradeció a su padre tal honor muchas veces. Recibir el emblema santo era igual de importante que recibir el de el honor, pero este solo se daba en muy pocas ocasiones, pocas personas lo habían ganado a lo largo de los años por lo que el recibirlo en serio la hizo feliz.
Tanto Bavilo como Yvie se retiraron apenas pudieron y apenas estuvieron fuera de la vista de alguna persona el mayor sintió como algo golpeaba su pecho. Bajo la mirada y vio a su hermana que se escondía en su pecho mientras apretaba la tela de su ropa con fuerza con las mejillas encendidas en rojo.
—Hermana ¿¡Estas bien!? —pregunto alarmado pensando en lo peor —
—¡Solo quédate así...! —le ordeno con voz autoritaria pero algo avergonzada— No entiendo porque hizo eso...
—Ay Yvie, nuestro padre te dio el emblema santo porque te lo merecías mas que nadie y-!
—...No hablaba de eso
Bavilo parpadeo un poco ante las palabras de su hermana, no entendía. Si ella no estaba así por la entrega del emblema entonces porque... ¡ESPERA UN MOMENTO, YA SABIA POR QUÉ!
—¡NO ME DIGAS QUE ESTAS ASI POR EL BESO DEL DUQUE! ¿¡ACASO TE GUSTO!? —pregunto enojado—
Su pobre hermana solo se sobresalto levemente cuando el dio justo en el clavo, era por el beso que le dio en el dorso de la mano lo que la dejo así. Cuando el se lo dio logro mantener su compostura, pero por dentro era un caos de vergüenza pura ya que no espero tal acción por parte. No estaba acostumbrada a recibir tal trato fuera de la etiqueta convencional y por lo general estaba preparada mentalmente para eso, pero esto fue tan de repente que proceso todo muy tarde y eh aquí el resultado.
Un príncipe enojado y celoso regañando a su hermana y jurando venganza contra el Duque que tuvo la osadía de besar la mano de su hermana pequeña y una princesa tan roja como su cabello oculta en el pecho del mismo hermano celoso.
—¡VOY A CASTRAR A ESE DESGRACIADO!
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