─────────── CHAPTER TWENTY TWO,
SECRETS OF ANGELS ───────────
A medianoche, Sahily se reunió con sus dos hermanos en la sala de su casa, estaban en silencio, asimilando toda la información que obtuvieron de los áureos.
──── Entonces, Raisa moriría si va a Áureos sin sus alas ──── Sahily analizó, cruzando sus piernas encima del sillón.
──── Es algo evidente, ¿no? En Áureos utilizamos las alas para vivir, aunque caminemos, hay espacios dónde solo se puede llegar volando ──── habló Ithiel, encogiéndose de hombros ──── Y si la cargamos, será un desgaste para nosotros.
──── Entonces recurramos a mi plan. Asustarla o exhibirla en una situación de muerte para que sus alas salgan ──── propuso la áurea.
Ezer rodó sus ojos, suspirando ──── Por supuesto, de paso entreguémosla a un demonio y que la maten. ¡No podemos hacer eso! Esto es demasiado frustrante ──── masculló con preocupación.
──── Encontraremos una solución, Ezer ──── lo tranquilizó el áureo rubio ──── Podemos esperar un poco más, no somos áureos de accesorios, sabemos pelear.
──── Si, hemos enfrentado a demonios con anterioridad y salimos ilesos ──── apoyó Sahily ──── Aunque deberías de hablar con Raisa y decirle la verdad. Si sabe que no es una humana, puede ayudar al proceso.
──── Hablaré con ella ──── Ezer dijo con un poco de duda ──── Espero que realmente funcione o está misión acabará muy mal. Los demonios acechando, ella sin tener sus alas y los áureos están muriendo, tratando de detener la oscuridad.
──── Nos protegeremos entre sí, no pienses en eso ──── pidió Sahily, sonriéndole cálidamente ──── Sigamos con el plan y estaremos bien.
──── ¿En serio aceptaremos el plan de Sahily? ──── bromeó Ithiel, mirando de reojo a su hermana.
──── ¡Por supuesto que lo harán! ──── exclamó la áurea ──── Es muy bueno y verás que tendrá un increíble resultado.
──── Lo tendrá porque estoy yo, obviamente ──── dijo, sonriendo con soberbia.
Sahily rodó sus ojos, golpeando el brazo de su hermano ──── Tu soberbia es terrible, te hace menos atractivo de lo que eres.
──── ¿Los pequeños áureos terminaron de pelear? ──── interrogó Ezer, divertido por sus pequeños hermanos.
──── ¡No! ──── mascullaron los dos al mismo tiempo.
Ezer solo suspiró y se levantó, quitándose la chaqueta para interponerse entre los dos áureos. Los necesitaba para la misión así que, por esa ocasión, haría el trabajo difícil.
Las mañanas eran las preferidas de Sahily, tan tranquilas y que les daba un día más para vivir. Con tantos años que había vivido, aprendió a disfrutarlas y aprovecharlas para que no llegara a arrepentirse.
Ella siguió comiendo mientras terminaba de hacer la tarea. De reojo, notó como Ava estaba intrigada en el celular, moviendo sus dedos con rapidez.
──── ¿Con quién hablas? ──── ella interrogó.
──── Goel ──── respondió Ava. Segundos después se dio cuenta de su error y observó a su amiga ──── Estamos en la misma carrera y tenemos un trabajo grupal.
──── ¿En serio? ──── indagó la áurea, moviendo el lápiz entre sus dedos ──── No he visto que hayas hecho tarea desde que bajamos de Áureos o que toques un cuaderno.
Ava soltó una risa baja, cargada de nervios ──── Si, es que... todo es digital. Ahora que recuerdo, tengo que buscar unas notas ──── se excusó.
La áurea salió corriendo, lejos de la mirada de Sahily. Un mal presentimiento apareció, apretando su pecho y supuso que esa mañana no sería tan buena como las otras.
Hay algo que Ava estaba escondiendo y no debía de ser bueno.
Con ese pensamiento en mente, Sahily llegó a la universidad y se dirigió al pabellón de la carrera que Ava eligió. Observó todos los salones hasta encontrarse con un profesor, por su porte y su rostro serio, supo que sería el indicado.
──── Buenos días ──── habló la áurea, haciendo uso de su don y una suave sonrisa ──── ¿Puedo hablar con usted un momento?
Solo fueron unos segundos dónde el hombre pensó que no debería, pero terminó por asentir, sin poder pelear contra esa abrumadora sensación.
──── ¿En qué puedo ayudarle?
Sahily entró, siendo cuidadosa ──── Soy prima de Ava y me gustaría saber sobre su progreso. Mis padres me lo pidieron ──── dijo, manteniendo su voz dulce.
──── Por supuesto ──── asintió el hombre, sentándose en su silla ──── Ava... bueno, es un poco despistada en sus tareas y me preocupa que no está avanzando al ritmo de mis otros estudiantes.
──── ¿Ha entregado sus trabajos a tiempo?
El hombre negó, apretando sus labios ──── No, nunca lo hace. De hecho, no creo que le importe y está este chico que siempre la ayuda.
La mirada de Sahily se oscureció ante eso, sintiendo la molestia ──── ¿Ese chico es Goel?
──── Si, ese es su nombre ──── asintió el profesor ──── Él es un buen estudiante y debería de ayudar a Ava, pasan juntos, pero... no sé, supongo que no se unen para estudiar.
Después de todo, el presentimiento de Sahily si era verdad. Ava estaba jugando a ser humana cuando no lo era y menos teniendo a ese chico que la cegaba de su verdadero propósito.
La áurea agradeció al profesor y salió del salón, apretando sus puños para contener la molestia. Se recordó a sí misma que no podía dejar embriagar por ese sentimiento, no una áurea.
──── Sahily.
Ella giró al oír su nombre de una voz desconocida. Relajó su expresión al encontrar con la chica que la ayudó su primer día, aquella que estuvo a punto de tomar su alma por error. Recordó que Lexie le dijo su nombre, pero en ese momento no tenía idea así que solo sonrió, queriendo parecer amable.
──── Hola ──── le dijo la áurea, dando un paso adelante ──── ¿Cómo estás?
La chica no respondió, en cambio, se movió hacia atrás, dando espacio entre ambas.
──── Sé lo que eres ──── le susurró, apretando sus manos.
Sahily ladeó su cabeza, confundida ──── No entiendo, ¿lo que soy? ──── replicó.
──── Ninguno de ustedes pertenece a este mundo. Mis padres lo saben y ahora yo lo sé ──── musitó, apretando sus dientes ──── Tú eres peligrosa.
La mirada de la áurea se ensombreció, sin agradarle la forma en que la llamó. Dio un paso adelante, entrecerrando sus ojos cuando sintió un peso en sus hombros, deteniéndola.
──── ¿Qué sucede aquí? ──── Zadkiel interrogó, pasando su mirada entre ambas.
Él arqueó sus cejas al notar el miedo en los ojos de la chica desconocida. Sahily solo respiró, volviendo a crear una sonrisa en su rostro.
──── Nada, solo socializando como todos ──── explicó la áurea ──── ¿Por qué estás en estos lados?
──── Te estaba buscando. Las clases inician en media hora ──── mencionó, enfocándose en ella ──── No creo que quieras perder tu puntualidad.
──── No, no quiero ──── murmuró. Entrelazo sus dedos con los de Zadkiel y observó a la chica ──── Hablaremos después ──── sentenció con dureza.
Los dos áureos se giraron, caminando por el pasillo. Sahily estaba segura que esa chica no haría nada, los humanos solían hablar demasiado y tampoco creyó que supiera algo interesante.
Ella giró su rostro, dando una mirada a la chica sobre sus hombros para asegurarse. Seguía sin entender sobre la curiosidad de los humanos y cómo actuaban, demasiado irracional para su gusto.
El carraspeo de Zadkiel llamó su atención, observándolo por unos segundos. Enseguida supo de qué trataba y negó, frunciendo sus cejas.
──── No quiero hablar de lo que sucedió ──── Sahily determinó, enfocándose en el pasillo.
──── ¿Por qué quieres negar lo que sucedió? ──── interrogó el áureo ──── Nos besamos, no creo que se necesite mucho contexto.
──── Lo que sucedió solo fue un momento que no volverá a pasar. Debemos de mantenernos enfocados en la misión ──── dijo, sin perder su tono duro.
Sahily estaba tan absorta en mantener su mirada en el pasillo que no se dio cuenta cuando Zadkiel la empujó, arrinconándola contra la pared. Sus dedos levantaron el mentón de la áurea.
──── No hablaremos sobre el beso, ¿por qué? ¿Temes que tus hermanos sepan que besaste a un oscuro? ──── cuestionó, fijando su mirada en ella.
──── No se volverá a repetir ──── sentenció, intentando mantenerse tranquila ──── No podemos tomar el papel tan literal.
──── Ya basta, Sahily ──── interrumpió el áureo, frunciendo sus cejas ──── Nada de eso fue actuado. Es real, siempre lo fue.
──── No sigas ──── ella le rogó en voz baja.
Zadkiel junto su frente con la de Sahily, manteniendo su mirada ──── Tú también lo sientes o no irías cada noche a mi casa para ver cómo estoy o mi familia, solo dilo ──── susurró.
──── No sé qué quieres que diga ──── replicó, apretando sus manos en puños para contenerse a sí misma.
La respiración de Zadkiel golpeó su rostro, tan fuerte como si no pudiera respirar. Sahily se mantuvo tranquila, fingiendo, mientras su interior le rogaba que dijera todo lo que tenía escondida.
──── Me gustas, Sahily ──── él confesó, bajando su mirada ──── No hay otra manera de decirlo. Me gustas desde que me salvaste de los humanos y me llevaste a Áureos sin pedirme nada a cambio ──── contó, entrelazando sus dedos ──── No puedo seguir fingiendo, no cuando es momento que por fin pueda decir cómo me siento antes que todos estos sentimientos me asfixien.
──── Solo estás confundido, no sabes lo que verdaderamente sientes ──── negó la áurea.
──── ¿Crees que haría esto sí estoy confundido?
Zadkiel presionó sus labios contra los de Sahily, uniéndolo en un beso tan suave que no pudo evitar cerrar sus ojos y dejarse llevar.
Las manos de Sahily subieron por el pecho del áureo hasta posarlo en su cuello. Zadkiel la sostuvo por su cintura, teniendo cuidado de que no se golpeara.
Un jadeo salió de los labios de Zadkiel, negándose a separarse. No quería perder a Sahily, pero tampoco la seguiría presionando para que pudiera abrirse con él.
Le daría el tiempo que necesite, aun cuando solo le genere dolor de saber que no podrá tocarla.
──── Zadkiel ──── ella lo llamó en voz baja, apretando sus labios ──── Por favor.
Él retrocedió, dando un largo respiro ──── Solo necesitaba decírtelo. Tú decidirás qué quieres hacer con esa información.
Sin soltar su mano, Zadkiel camino junto a Sahily hasta el salón de clases. Ninguno de los dos habló en toda la clase, tan tensos que el resto de los estudiantes supieron que algo andaba mal entre los dos.
La áurea tuvo que mantenerse a sí misma en calma, recordándose por qué no podía enamorarse de alguien como Zadkiel.
Ella tuvo que parpadear en varias ocasiones, sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas, una acción tan desconocida para ella que por un momento temió quebrarse enfrente de todos.
Podía sentir la mirada de las dos humanas encima de ella y como trataban de llamar su atención, pero simplemente no podía fingir más. El sonido de un mensaje la sacó de sus pensamientos, con discreción sacó el celular, viendo el mensaje de Ithiel.
Tal como sucedía en Áureos, su hermano gemelo podía sentir su malestar. Sucedía en pocas ocasiones, sobre todo cuando el otro ya no podía retenerse.
Contestó con un rápido mensaje de que estaba bien, solo pensativa. Esperaba que eso calmara todas las dudas de su hermano y que no la buscara o podría contarle todo en ese momento.
──── Mentir es malo ──── murmuró Zadkiel a su lado, leyendo la pantalla.
Sahily apagó el celular, frunciendo sus cejas ──── Cállate ──── masculló, apretando sus dientes.
La clase transcurrió en silencio, sin ningún intercambio de palabras entre ambos áureos hasta que las dos chicas delante de ellos se levantaron, sonriéndoles.
──── ¿Quieres ir a mi casa? ──── Lexie preguntó a Sahily, sentándose encima de la mesa ──── Mi madre se preocupa de que solo lleve a Raisa.
──── ¡Oye! ──── se quejó la mencionada, frunciendo sus cejas ──── Soy muy buena influencia, tu madre me lo dijo.
Sahily asintió, apoyando sus codos ──── Claro, necesito un descanso de mis hermanos ──── bromeó, aunque su voz salió algo dura.
──── Le diré a Ava ──── propuso Lexie ──── Es tan linda que me da ganas de comérmela.
Raisa río a su lado, negando ──── Eso sonó tan mal ──── le dijo, golpeando su pierna ligeramente.
Sahily no pudo evitar poner su mirada en Raisa, en ese momento parecía tan fresca y radiante que la duda creció sobre si sería la criatura.
¿En que llegaría a transformarse cuando tuviera todos sus dones? Temía que su espíritu se perdiera cuando la oscuridad aparezca en ella.
──── Deberías de llevar a Ithiel y Nirelle ──── Lexie propuso, ladeando su rostro ──── Pasan tanto tiempo juntos que dudo que hayan hecho alguna amistad. Son tan extraños ──── murmuró, soltando una leve risa.
Un golpe en su pierna hizo que Lexie reaccionara y vio la expresión de pánico en su amiga. No tardó en darse cuenta de su error y observó a Sahily que solo frunció sus cejas.
──── ¿Qué? ──── replicó la áurea.
Lexie notó los gestos de negación que hacía Zadkiel, pero los nervios aparecieron y su mente simplemente se cerró.
──── Seguramente es porque están en la misma carrera ──── excusó la chica, siendo cuidadosa con sus palabras.
Los ojos grises de Sahily se oscurecieron, descubriendo su pobre intento de querer hacer que olvidara lo que dijo.
──── Ambos están en pabellones diferentes. Deben de cruzar toda la universidad para encontrarse ──── le informó, bajando su voz tanto que sus acompañantes quedaron congelados.
Sahily se negó a oír más y cerró su cuaderno, finalizando la conversación. Se levantó al mismo tiempo que el timbre sonó, impresionando a las chicas.
──── Iré a tu casa a las seis, si te parece bien ──── dijo, sonriéndoles ──── Disfruten su día.
La áurea salió del salón, oyendo la excusa de Zadkiel sobre ser celosa respecto a su hermano gemelo y su hermana que había tenido muchos problemas.
No se detuvo cuando oyó su nombre por el áureo, tenía un solo objetivo en su mente y no podría callar esa molesta voz hasta que verifique por sí misma lo que Lexie dijo.
No seguiría siendo la marioneta de todos, no podía esconder sus sentimientos y que otros la pasaran tan bien cuando estaban en una misión que podría matarlos a todos si llegaban a distraerse.
Si fue a buscar respuestas con Ava, definitivamente iría a hacer lo mismo con Ithiel.
La áurea llegó al salón dónde su hermano debería de estar y una parte de ella no se sorprendió de no encontrarlo entre el resto de estudiantes.
Decidió caminar alrededor de la universidad, dejándose llevar por sus instintos cuando encontró una figura muy conocida. Ava estaba sentada sobre la grama del patio con Goel, riendo tan libremente que por instinto apretó sus puños.
Su amiga estaba aparentando tener una vida normal, dejando sus obligaciones y simplemente nada de eso estaba bien, no podía dejar a Áureos por un humano.
Sahily siguió caminando, dejando que todos sus pensamientos se liberaran y la inundarán, enojándose por lo despistado que resultó ser su grupo.
A lo lejos, vio la figura delgada de Nirelle. Detuvo sus pasos al ver la familiar cabellera rubia de Ithiel y como la áurea se acercó, sus brazos se tocaban y hablaban como si se llevaran bien.
Tuvo que calmar sus impulsos de querer ir y separarlos, los celos y el enojo la estaban envolviendo. Ella dejó todo atrás para que los áureos bajarán a la tierra para envolverse con seres que no deberían.
Sahily negó lo que la hacía feliz para mantener contentos a otros áureos y a cambio, solo recibió que le fallaran.
Su hermano sabía que Nirelle nunca había sido la mejor áurea con ella y ahora, estaban juntos, tal como Lexie dijo. Sahily metió las manos en los bolsillos de la gabardina y decidió irse de la universidad.
Necesitaba un tiempo a solas y dejar de responsabilizarse por cada acción que hiciera Raisa. Era momento que los otros áureos también se preocuparan por la criatura que podría destruirlos.
Ella camino por la orilla de la carretera, ignorando los chiflidos y halagos disgustantes de los hombres que solo pensaban en sexo. Si no fuera un ser de luz, acabaría con ellos en un solo parpadeo, no cree que existiera alguna persona que fuera a llorar.
Poco a poco fue entrando al bosque, sin importarle que otras personas la vieran. Se quitó la gabardina, dejándola encima de una piedra junto a su bolso, no tenía nada que le importe.
Dejó que sus alas se extendieran, finalmente pudo sentirse como ella misma, una áurea. Un sonido llamó su atención, un ave tan grande apareció a su lado y sonrió, extendió su mano. Ziz dejó que la acariciara, sintiendo el malestar.
──── Tú eres el único que puede entenderme ──── le susurró.
Los dos salieron volando, alejándose de todo lo que le ocasionaba estrés y molestia. El aire golpeaba su rostro y era tan refrescante que Sahily solo deseaba regresar a su hogar, a su vida dónde estaba bien y que pudiera mantener sus sentimientos tranquilos.
Sahily llegó a su casa cuando el sol estaba escondiéndose. Después de volar por todo el bosque, se sentía mejor y pudo calmar todos sus pensamientos hasta llegar a la conclusión de que seguiría haciendo su parte de la misión y dejaría de pensar sobre todas sus acciones.
Al momento de abrir la puerta se encontró con Ava. La áurea se cruzó de brazos, frunciendo sus cejas.
──── ¿Dónde estabas? ──── demandó Ava.
Sahily no respondió, en cambio, se quitó la chaqueta, recordándose a sí misma que se prometió no hablar de más.
──── Fui a caminar ──── respondió sencillamente ──── Estaba cansada de cuidar a Raisa ──── dijo, olvidándose de su promesa.
Los ojos oscuros de Ava se expandieron, sorprendidos de la dureza en la voz de Sahily. Ella se movió alrededor de la áurea, queriendo ir directo a su habitación.
Supo que eso sería difícil cuando se encontró a Ithiel bajando las escaleras junto a Nirelle. Sabiendo que esos dos habían estado más unidos, no pudo evitar fijarse en el detalle que Nirelle se movía dónde estaba su hermano.
──── ¿Por qué no avisaste que saldrías? ──── él interrogó, arqueando sus cejas con molestia.
──── No fue algo planeado ──── masculló Sahily, rascando su barbilla ──── ¿Por qué?
──── Les dije que ella estaba bien ──── Zadkiel intervino, apoyándose en la pared. Miró a Sahily, intentando que se fijara en él ──── Solo quería estar a solas.
La áurea no se sorprendió cuando oyó un familiar suspiro detrás suyo. Ezer se unió, cruzando sus brazos.
──── Sabes que debes estar enfocada en la misión ──── recriminó el áureo ──── Es tu turno de cuidar a Raisa.
Sahily se giró, enfrentando a su hermano ──── ¿Mi turno? La cuide toda la mañana ──── informó, conteniendo el impulso de gritarles ──── Tu regaño no debe de ir a la única que cuida de la criatura. Busca otra niñera ──── murmuró duramente.
Sin esperar una respuesta, Sahily subió la escalera, notando como su hermano se movió para darle espacio. Zadkiel río, llamando la atención de los áureos que tenían una expresión asustada en sus rostros.
──── ¿Por qué te ríes? ──── interrogó Ithiel.
El áureo se encogió de hombros, pareciendo desinteresado ──── Solo me sorprende que todos le teman a Sahily.
──── No lo hacemos ──── Ezer masculló, dándole la espalda.
Zadkiel se quedó en silencio, observando a Ithiel junto a Nirelle. Ambos estaban bastantes juntos y después de lo que dijo Lexie, todo tenía sentido.
──── Tengan cuidado ──── les dijo, ladeando su rostro ──── Ni los ángeles pueden esconder sus secretos.
Los ojos grises de Ithiel se oscurecieron, entendiendo sus palabras y eso solo hizo que Zadkiel sonriera, satisfecho con el resultado.
Nirelle agarró el brazo de Ithiel, murmurándoles unas palabras y ambos bajaron, dejando al áureo solo. Él decidió subir la escalera y dirigirse a la habitación de Sahily.
El áureo tocó la puerta y abrió, observando cómo Sahily estaba quitándose las botas.
──── ¿Estás bien? ──── él interrogó, apoyándose en el marco de la puerta.
──── Si, lo estoy ──── respondió, sin mirarlo.
Ella se movió por todo el espacio hasta llegar a la ventana dónde Ziz estaba esperándola. Lleno de comida el plato mientras le murmuraba al ave que se alimentara.
──── ¿Y... dónde fuiste?
──── Fui al bosque. Volé un rato con Ziz ──── murmuró. Ella arregló su cabello, aun tratando de no mirarlo.
Zadkiel asintió, intentando parecer tranquilo ──── ¿Quieres ir a comer algo? Mire un buen restaurante ──── propuso.
Sahily detuvo sus acciones y lo observó, sus lindos ojos grises estaban cargados de angustia.
──── No hagamos eso ──── negó, su labio temblando levemente ──── Solo quiero estar tranquila, por esta noche.
Zadkiel no necesito más palabras para saber lo que ella deseaba. Le dio una suave sonrisa, esperando que supiera que todo estaba bien. El áureo cerró la puerta y soltó un suspiro.
Solo esperaba que no hubiera sido un error decirle sobre sus sentimientos. Por primera vez quiso hacer algo correcto y se sintió... mal.
empezamos a tener graves problemas aunque era inevitable, nada queda escondido :)