«La atracción física siempre será fácil, la mental es otro nivel.»
Un Alfa de tez morena sentía como su mente demoraba en procesar los sucesos, estaba muy sorprendido, jamás se imaginó que conocería tan rápido a su cuñado y de esa forma tan peculiar, aunque no le molestaba del todo, al fin y al cabo terminaron llevándose bien, eso era lo que más importaba.
Habían empezado a cenar los cuatro en armonía, a través de la marca podía sentir cada una de las emociones de su pequeño novio, percibía la preocupación, nerviosismo e incluso tristeza, suponía las razones, predecir el porque estaba con ese comportamiento era fácil, conocía a su Omega en todos los sentidos y sabía que en la noche, cuando se encontraran solos hablarían del tema.
— ¿Win se porta bien? Cuando él tenía 14 años siempre solía ser un cachorro muy obediente y lindo, pero cuando no le daban lo que quería, era capaz de morder a cualquier persona.
— N-no es cierto... Yo no muerdo. — Se excusó el castaño con un rubor rosa en sus mejillas, echándose más comida a la boca.
— Claro que muerdes amor, lo hiciste cuando rompí tu florero. — Bright rió suavemente, acusándolo.— Winnie siempre se ha portado bien con todos, desde que lo conocí ha sido muy educado y amable.
— Si, en eso te doy la razón cuñado. — Respondió el hermano Opas-iamkajorn, bebiendo de la taza de té caliente. — ¿Estás comiendo bien? Te noto más delgado, será porque hace mucho tiempo que no nos vemos... — Sonrió levemente, mirando al menor de los Opas quien comía con tranquilidad.
— Tengo algunos problemas alimenticios... — Murmuró Win. — Pero ya me estoy recuperando, solo tomo algunas vitaminas.
— Ah Winnie, podías habérmelo dicho, a partir de ahora yo compraré tus vitaminas, ¿Si? No quiero que mi pequeño hermano gaste su dinero.
— No P'Mick, yo soy independiente y puedo gastar en mí mismo, no quiero ser una carga para ti. — Suspiró suavemente, agachando la mirada con tristeza, sin embargo sintió como una mano tibia tomaba la suya por debajo de la mesa, entrelazando sus dedos.
El Alfa moreno acariciaba la mano más pequeña para intentar tranquilizar la atmósfera tensa alrededor de su Omega, detestaba verlo decaído, eso le hacía pensar que dentro de poco podría tener alguna crisis o recaída, era por eso que desde hace mucho tiempo una de sus principales tareas como Alfa, era cuidar la salud de su pequeño.
La noche cayó en un par de horas y con ella la despedida de los hermanos Opas-iamkajorn, quienes habían hablado sobre sus vidas pero a pesar de que la charla sea larga no alcanzarían a contar todo lo que querían, Mick se quedaría unos días más para conocer la ciudad y así hacerle compañía a su pequeño hermano menor que tanto extrañaba, sentía que algo había cambiado, por alguna razón ver a el rostro de Win con expresiones inseguras y tristes le traía un mal sabor a la boca. Algo estaba siento oculto y eso no le agradaba.
Por otro lado, una pareja descansaba en el sillón mientras miraban televisión a oscuras, ambos en silencio pero apegados para así calentar el clima de la noche fría que les hacía compañía, Win estaba cómodo así, su mente apenas comenzaba a procesar alguna solución correcta a causa de que estaba bloqueado de algún buen pensamiento, el miedo era aún más grande, quería pensar que su hermano tendría una reacción más comprensiva por ser su familiar, pero a pesar de eso la inseguridad inundaba su ser, el daño que sus padres le habían causado anteriormente lo marcó tanto que como consecuencia solo podía pensar que todos dejarían de quererlo al no ser perfecto o cumplir los estándares establecidos para un Omega. Tenía miedo de no ser querido.
— ¿N'Gun ya se durmió? — Preguntó Bright en voz baja, llevando su mano al cabello castaño, suave y limpio que tanto amaba acariciar.
— Si, ya sabes que él ama dormir. — Una sonrisa pequeña se formó en sus labios. — ¿Te llevaste bien con mi hermano? Lamento mucho que te haya tratado así amor, disculpa.
— No te preocupes corazón, es muy agradable hablar con él, es algo torpe como yo así que fue fácil llevarnos bien. — Se acercó a dar un pequeño beso en la fina nariz del menor, esbozando así una sonrisa.
— Eso me alivia mucho. — Respondió devolviendo el beso pero de manera más melosa, amaba tener pequeños momentos románticos como esos, no iba a negar que le gustaba lo cursi, es más, lo amaba. — Hay que pedirle disculpas a P'Off por haber usado su escritorio para... Ya sabes...
— No se dió cuenta, además limpiamos todo lo que ensuciamos. — Ambos rieron suavemente. — Yo sé que te gustó, ¿No te gustaría repetirlo? Tal vez ahora sea mejor usar la alfombra...
— ¡Ay! Baii no lo digas así, ya sabes que me pongo nervioso. — Llevó ambas manitos a sus mejillas para cubrir el sonrojo que no había tardado en aparecer.
— ¿Pero si te gustó? — Dijo en un tono más divertido, llevando su traviesa mano al muslo que tanto le gustaba, es que ver las piernas de su Omega le causaba mucha ternura ya que estas eran rosas y muy suaves, casi como un bebé.
— Claro que me gustó, bobo, ¿A quién no le gustaría estar con el Jefe Chiva-aree? — Poco a poco se fue olvidando del tema que tanto abruma su mente, es que siempre era así, Bright para él era su medicina más curativa, sabía que con alguna charla se le olvidaría el mal por unos momentos.
— Pero al Jefe Chiva-aree solo le gusta estar con N'Win, esa es la diferencia. — Murmuró en voz baja sobre los labios del menor, para después volver a unirlos en un beso tierno y tranquilo. — Dime, ¿Tu hermano sabe que eres estéril? — Preguntó con voz calmada, recibiendo una negación como respuesta. — ¿Se lo dirás?
— No, tal vez mañana... No lo sé... — Balbuceó el castaño cerrando sus ojitos con tristeza, refugiándose en los brazos de su querido Alfa quien lo aceptó con cariño.
— Díselo cuando desees, pero no tardes Winnie, tu hermano te quiere mucho y estoy seguro de que a pesar de todo te amará tanto como yo lo hago.
— ¿Y si no? Tengo miedo Baii... No soportaría volver a tener que lidiar con el rechazo de alguien que es importante para mí. — Poco a poco sus ojitos de llenaron de lágrimas, al igual que sus expresiones se fueron debilitando.
— Si eso pasa lo vas a soportar, tú eres fuerte y lo vas a superar, Gun y yo siempre nos quedaremos contigo, no estarás solo. — Los pulgares del Alfa se deslizaron por los pómulos para limpiar las gotitas que humedecía la carita ruborizada de su pequeño, cada que lo veía así era como una apuñalada muy fuerte para si mismo.
— S-se lo diré mañana después de trabajar... Me reuniré con él y se lo diré, tengo mucho miedo de enfrentarlo pero sé que si sigo ocultando lo que soy seré infeliz toda mi vida... — Susurró con la voz quebrada. — Yo quiero ser feliz.
El día siguiente llegó como un rayo de sol, al igual que el día transcurría con normalidad excepto para el Omega de ojos marrones, mismo que se la pasó soportando las órdenes del chef como si fuera un martirio, solo necesitaba descansar, tenía el cuerpo adolorido y el trasero seguía teniendo un leve ardor en su piel, le había encantado hacer eso con su Alfa en la oficina, pero jamás creyó que sería doloroso después.
Mantenía un pequeño y adorable puchero en sus labios mientras miraba el reloj en su muñeca, faltaban tan solo cinco minutos para que terminara su jornada, pero esos cinco minutos se sentían como cinco horas muy largas y aburridas que torturaban su paciencia, aunque a decir verdad, por otro lado deseaba que no llegara la hora de hablar con su hermano, ni si quiera sabía cómo explicaría lo que le sucedió años antes.
No se preocuparía por recoger a Gun ese día ya que le pidió a Bright que lo haga solo por esta vez, así no llegaría tarde al encuentro con su hermano y sería más cómodo. Firmó su asistencia y sin más se retiró de la cafetería para caminar al parque cercano en donde se daría el encuentro, el lugar estaba vacío, solo jugaban unos pocos niños y algunas palomas vagando por los árboles, se sentó en una banca para descansar sus piernas y así esperar.
Una mano tocó su hombro para comprobar que es aquella persona, y al ver que había acertado no pudo evitar sonreír en grande, Mick estaba tan feliz de ver a su pequeño hermano una vez más.
— Bangkok es grande, creí haberme perdido. — Bromeó sentándose al costado de Win, esbozando una sonrisa. — Toma, te compré tus dulces favoritos y algo de ropa, quiero que vivas bien Winnie, en verdad te extrañaré mucho.
— Gracias hermano, también te extrañaré, pero soy más feliz aquí en Bangkok, ya hice mi vida y no quiero dejar lo que construí. — Sonrió con tristeza recibiendo las bolsas de regalo con una expresión melancólica. — Tengo algo que hablar contigo.
— Dime lo que desees, pero no me asustes, estás muy serio. — Rió con levedad intentando ablandar la atmósfera tensa que se había creado de la nada.
— Hace tres años me presenté como Omega, tú no sabías pero jamás tuve celo y mi aroma apenas se puede respirar, no soy un Omega normal. — Agachó su mirada con algo de decepción por si mismo. — Y a inicios de año me dijeron que soy estéril. — Su voz se agudizó por los sentimientos encontrados que tenía al momento que esas escenas se volvían a reproducir en su mente, era una película sin final. — Escapé de casa porque mamá y papá no me querían ahí, se avergonzaban de mí, por eso no me dejaban salir a ningún sitio, a veces me lastimaban... Yo me encontraba mal física y emocionalmente, de la nada quise huir, sabía que nadie se preocuparía por mi a excepción tuya y aquí estoy.
— ¿Por qué no me lo habías contado antes? — Mick no podía creer lo que estaba escuchando. Desde su niñez la única figura que admiraba eran la de sus padres, de grande el deseaba ser como ellos, pues eran "Los mejores padres del mundo"
— No sabía si ibas a reaccionar de la misma manera que ellos, todo este tiempo he estado viviendo con miedo a que sepan cómo soy y que me critiquen de nuevo, vivo en una depresión crónica, no sé cuando vuelva a tener una recaída, no lo sé, solo quiero ser feliz y ya no ocultarte nada. — Se sinceró. — Bright y Gun han sido mi única ayuda estos meses, aún no me he recuperado pero si he mejorado mucho, no sé si volveré a encontrar el valor para enfrentar a papá y mamá, pero, yo a ellos no les importo, P'.
— B-basta, ya no digas más Win. — Su voz se entrecortó por el impacto de la noticia, quería procesar todo una vez más. El saber que su hermanito, su pequeño hermanito había sufrido tanto le hacía sentir inútil. — ¿Qué tipo de hermano soy? Nunca me di cuenta de lo que te estaba pasando, ellos realmente te trataron mal por tanto tiempo...
— No los odies P', ellos no son malas personas. — Murmuró entre sollozos.
— Ellos te hicieron daño, son malas personas y yo también, pude haberte ayudado y no lo hice.
— No P', no es así, no digas eso. — Con preocupación abrazó a su hermano mayor para intentar calmarlo, lo menos que quería era hacer sentir mal a alguien.
— Deja de justificarlos. Ellos hicieron mal su trabajo de padres, ¿Por que te esfuerzas en decir que son buenas personas? No lo son, no te engañes más Winnie. — Las palabras habían sido dolorosas.
— ¿Qué puedo hacer? Guardar rencor no serviría de nada, solo espero que algún día cambien. — Sollozó en silencio. — N-no llores P', yo estoy bien ahora, Bright me ama mucho y yo también a él, somos felices.
— Pero no lo suficiente...
— ¿Aún me quieres? ¿A pesar de no ser perfecto?
— Tú eres perfecto desde que naciste, Winnie, eres mi hermanito, no dejaría de quererte.
Mick partiría en dos noches a Nakhon Pathom.
«Una vez que aprendes a estar solo y disfrutar de soledad, te vuelves indestructible.»
Nota de adapta-autora:
¡Hola, bamboos!
Ha pasado semanas que no he actualizado, he estado muy ocupada con mis clases. Pero bueno, aquí otro capítulo más.
Trataré de publicar un poquito más aquí.
StarSanz04.