(...)
Una vez ya sentados Jimin comenzó a contarle el cómo había estado ocupado estos días en su casa, este decía que no había Sido nada relevante, solo estaba ayudando limpiando y cuando terminaba de hacer los quehaceres prefería quedarse a dormir que salir.
— ¿y tú celular? — preguntó un poco más aliviado
— mi papá... He... Yo — titubeaba entre sus palabras - lo tuve que vender, no nos estaba alcanzando para nada — dijo triste.
— ¿en serio? — preguntó Yoongi sorprendido
- sí, Gigi, ya no podremos hablarnos por mensajes, al menos por algún tiempo - respondió cabizbajo
- ¿y porque no me viniste a visitar? Yo perfectamente pude haber ido, pero no sabía dónde vives - pronunció el pelinegro recargando su mejilla en la cabecera del sillón
- lo siento mucho Yoongi, realmente lo siento, te extrañe mucho estos tres días, quería venir a verte... - lo interrumpió
- ¿Pero entonces porque no viniste? Ya sé que no tenías tantas ganas, pero yo pude ir a verte, pudiste llamarme por teléfono de tu casa - intentaba buscar muchas posibilidades
¿Yoongi por qué buscas muchas opciones para poder ver a Jimin?
El mismo se hacía esa pregunta en su cabeza ¿Desde cuándo lo quería ver todos los días? ¿Por qué parecía que sin él no podía sonreír? ¿Min Yoongi otra vez te metiste en aprietos que tenga sentimientos de por medio?
- ¿Por qué parecía que me evitabas? - desesperadamente buscaba una solución a aquella interrogante, la cual amenazaba con explotar su mente
- estaba un poco molesto contigo - hablo mientras jugaba con sus dedos
- ¿Qué hice? ¿Cómo te lastime? - indagó inquietado
- me dejaste plantado aquel día - dijo Jimin mirando al pelinegro - habíamos quedado en salir por un helado
- ¡no puede ser! - dijo Yoongi abriendo sus ojos con sorpresa - ¡es verdad!
Parecía que todo el peso del mundo le había caído en los hombros del mayor, su mente estaba en blanco y sentía como si una gran mano le diera una bofetada en la cara ¿Cómo lo pudiste olvidar? Idiota, tonto, se decía una y otra vez en su mente, mientras está se burlaba de él mismo, pero parecía que lo llevaría al colapso.
- pensé que solo estabas llegando tarde, yo pedí nuestros helados para que cuando llegarás simplemente nos sentáramos a platicar y comer, pero con el tiempo tu helado se terminó derritiendo, así que se lo obsequie a las hormiguitas del parque - dijo triste - ¿Por qué me dejaste plantado Gigi?
- yo-yo, Jimin, era eso - el mencionado lo miro confundido - ese día sufrí un pequeño percance en la escuela, me desmayé, y después de eso tuve que venir a casa, Taehyung, mi vecino vino a cuidarme
- oh, ¡no sabía que te había ocurrido eso! ¿Cómo te encuentras ahora? - interrogó preocupado mientras ponía una de sus manos en el hombro del pelinegro.
- ya me siento un poco mejor, en serio, ya no me he vuelto a desmayar, me encuentro mejor - dijo un poco animado
- ¡Eso es genial! - esbonzo una sonrisa
- te recompensare aquella salida Jimin
-¿Cómo? - preguntó curioso
- ¡tengamos una cita en la colina de aquel árbol! - exclamó apuntando a su ventana
- ¿Una cita? - Jimin buscaba la respuesta con los ojos abiertos
- así es, tendremos una cita, solo tú y yo - afirmó el mayor tomando sus manos.
- ¿Cómo son las citas? Nunca antes había tenido una - respondió el pelirrosa pensativo
- pues es una salida, dos personas, solo dos, y hacen lo que más les guste, y pensaba en que tuviéramos una - Yoongi estaba feliz.
- claro que sí, entonces tengámosla justo ahora ¿Qué estamos esperando? - dijo tomando la mano de Yoongi para poder salir de casa.
(...)
El pelirrrosa llevaba una canasta de picnic en su mano izquierda, Yoongi llevaba un gran mantel para poder colocarlo en el suelo.
- entonces crees que nuestra pizza de pepperoni esta rica? - preguntó el joven pelinegro mientras iba caminando junto al pelirrosa
- ¡Sipi dipi! - dijo Jimin completamente decidido - hiciste un buen trabajo Gigi - dijo muy feliz
- ¿Pero de qué hablas? Tú fuiste quien la hizo, yo solo prendí el horno y checaba las horas que tenía que pasar en el - dijo divertido
- así es Gigi, si no hubieras prendido el horno, no podríamos haber hecho nada - dijo volteándolo a ver para regalarle una linda sonrisa de oreja a oreja.
- me gusta cuando sonríes así - dijo Yoongi tímido tomando el mentón de este.
- ¿en serio? - pregunto sorprendido
- sí, siento que disfrutas de estar conmigo - dijo tímido - tu sonrisa es muy linda y cálida - esto último lo dijo susurrando
- disfruto de estar contigo Yoongi, me haces sonreír todo el tiempo, amo sonreír para ti - dijo volviendo a darle una linda sonrisa
- oh mira, llegamos - dijo Yoongi devolviéndole el mismo gesto en su rostro - espera, no quiero que ensucies tu lindo suéter - prosiguió rápido para dejar caer el mantel en el pasto
- que considerado eres - dijo mientras estaba tomando asiento.
Yoongi comenzaba a sacar todas las cosas que habían metido al canasto, platos, un cuchillo para poder cortar la pizza, dos copas y un pequeño vino para ambos.
- esta es la primera vez que vengo a un picnic con alguien - vocalizó Jimin mirando como el pelinegro sacaba todas sus cosas del contenedor
- yo tampoco he venido a uno, he visto muchas veces que Taehyung y Jungkook tienen picnics juntos, bajo la luna - dijo para sentarse aún más cerca de él.
- ¿Entonces los picnics son solo para personas que se quieren mucho? - preguntó el pelirrosa mientas miraba hacia el hermoso cielo
- creo que sí, nosotros somos importantes - contesto Yoongi mientas ponía sus manos en sus rodillas.
- eres importante para mí Gigi, eres todo en realidad - musitó en voz baja
- Tú también eres todo para mí - sus manos comenzaron a acariciar el rosado pelo del menor.
Ambos notaron la tensión que se estaba comenzando a formar entre los dos por ese simple acto casi por inercia, Yoongi en serio no quería incomodar a su amigo con esas acciones, así que rapido buscó alguna otra cosa que los sacará de ese bucle de tensión.
- Mmm - hizo un sonido con su garganta, como para llamar la atención del contrario.
- ¿Qué ocurre? - se enderezó en su asiendo y lo miro esperando una respuesta.
El pelinegro rápidamente comenzó a buscar entre las cosas que había metido en el canasto para el picnic, del cual ya había sacado algunas cosas, así que pensó que lo encontraría rápido, en ese instante su cabeza iba de un lado a otro, pues tenía su mirada en la canasta y luego volteaba su cabeza y miraba un poco nervioso a Jimin.
- ¿Qué buscas Yoongi? - preguntó, riendo y con su manita tapaba su sonrisa encogida.
- algo que tú y yo teníamos pendientes terminar - con sus manos saco algo un poco ancho, rectangular y café de la canasta.
- Oooh - abrió más sus ojos y recordó.
- Nos habíamos quedado en que iban adelantar la boda de Julieta ¿No? - sonrió cálidamente mientras enseñaba el libro de Romeo y Julieta entre sus manitas pálidas.
- ¡Sipi! - respondió feliz acercándose más a él.
El mayor comenzó a narrar exactamente en aquel capitulo y momento donde se habían quedado aquella tarde noche.
Mientras leía aquellos ambiguos y crudos textos, el pelirrosa estaba sentado justamente enfrente de este, se podía notar en las expresiones de su cara que le estaba maravillado la historia de aquella novela.
Para hacer honestos cuando Yoongi le había propuesto el leer esa obra, este se había negado completamente, creía que sería como en las películas, como las pintaban tan bobas y estúpidas, como si no tuviera sentido o los personajes fueran tan planos, pero desde que escucho leer a Min Yoongi, se enamoro de la forma de como es que todo lo salía de su boca se volvía en bonitos pensamientos, recreando los diálogos de la novela en hermosas imágenes en su cabeza.
La forma en la que el mayor redactaba aquella obra, era hermosa.
-"¡Muerto soy! Si hay piedad en ti, abre la tumba y ponme al lado de Julieta. Decía Romeo mirando a su amada la cual creía sin vida."
"Julieta no tardaba en regresar de su letardo" - Soltaba Yoongi mientras leía con tanta emoción.
- ¡Necesito saber el final ya! - el pelirrosa estaba tan exaltado con aquel capitulo.
- "¿Dónde estoy? ¡Amparádme, espíritus celestes!" Decía Julieta " ¡Habla, vive! Sí, ¡aún podemos ser felices! Mi buena, propicia estrella, me indemniza al presente de todos los pasados sufrimientos." Romeo se mostraba tan conmocionado.
- ¡Pero tomo el veneno! - exclamó él pelirosa.
- es verdad, ¡escucha con atención! No te vayas a perder - indicaba el mayor.
(...)
- "No te me acerques; o este puñal va a vengar la muerte de mi Romeo." Exclamaba Julieta "¿Qué es esto? ¡Ah! ¡El prematuro fin de Romeo! Tomárselo todo, sin dejar ni una gota amiga para ayudarme a ir tras él! Quiero besar tus labios; ¡acaso exista aún en ellos un resto de veneno!" - Seguía leyendo con tanta pasión, con ganas de terminar aquella novela de una vez por todas.
- ¡Ya lo hará! - Jimin se mostraba tan emocionado, este se encontraba acostado, como la otra vez en la casa de Yoongi, su cabeza estaba posando en las piernas de este.
- "¡Ruido aún! Apresurémonos pues. ¡Oh, dichoso puñal! Esta es tu vaina; reposa ahí y déjame morir." Julieta se clavo la daga en el pecho y murio.- cerró el libro con ambas manos.
- ¿¡Eso es todo!? - el menor implicaba.
- Fin - el pelinegro dijo con una sonrisa en sus labios y cerraba sus ojos con orgullo
- ¡Pero quiero saber más! No me puedes dejar así - lo miraba desde abajo, en las piernas del contrario
- y tú no querías que lo leyera - soltó entre risas y burlas.
- la televisión me dió una mala opinión - hizo un puchero mientras cerraba sus ojitos
- ¿Qué te pareció? - cuestionó tímido esperando la respuesta
- ¡Me encantó! - exclamó mientras que se cambiaba de lugar y ahora se sentaba a su lado - fue la historia tan trágica de un amor de dos jóvenes, el cual no podía ser posible por sus padres ¡Que crueles! - exclamó moviendo la cabeza
- al final Romeo y Julieta se dieron cuenta que talvez no podrían ser felices y estar juntos mientras siguieran con vida, nadie lo permitiría - expreso el pelinegro guardando el libro en la pequeña canastita
- por ello al final se dieron cuenta que en esta vida no podrían estar junto, pero tal vez en la siguiente ¡Si podrían! - el menor se notaba tan contento con aquel final que el había desglosado en su mente
- pues ese final es el que tú comprendiste ¡Y está bien! - sobó la espalda de su amigo
- ¿Ahora que otro libro leeremos? - cuestionó el contrario
- Mmm dirás "¿Yoongi tu leerás otro libro mientras yo me lo imagino?"
Ambos rieron por aquellas palabras de Yoongi, pues era verdad, él leía todo el libro y Jimin como niño pequeño lo imaginaba, opinaba y se emocionaba por qué pasaría después, era lindo, era algo que también compartían.
— si quieres ahora yo puedo leerte Gigi — Módulo tierno, sonriendo de oreja a oreja
— no hace falta Jimin, soy muy feliz leyendote, me gusta ver tu expresión, aparte todos los libros que tengo en casa, ya los leí unas mil ocho mil veces — río por esto último
— entonces ¿No es una carga estarme leyendo? Yo también se leer — contesto tímido
— Jajaja — río por Jimin tan inocente con sus palabras — verás Cariño — ante este nombre, el pelirrosa cubrió su cara con sus manitas, pues estás se ruborizaron un poco — jamás había compartido un libro ni menos leerle a alguien, no me gusta hacerlo, pero por alguna razón, contigo es lindo — se alegró
Esto hizo que instintivamente la carita de Jimin se iluminara, pues siempre se sentía tan importante con Yoongi, sentía que lo tomaba en serio, sentía que eran almas gemelas, ambos se sentían tan bien estando juntos.
— entonces, leamos el libro que más ames, el cual quieras leer una y otra vez, para que cuando lo leas, recuerdes los momentos que pasaste conmigo — cálidamente vocalizó, quería estar en todos los momentos con Yoongi, tanto en su felicidad como en tristeza
— Mmm — pensó unos segundos en silencio, después hizo un chasquido con su lengua en su cabida bucal — ¡ya sé cuál! Empezaremos la próxima semana — se notaba tan seguro con sus palabras
— no me digas cuál es, solo ¡Sorprendeme! — hizo un ademán con sus manitas
— está bien... ¿Ahora que quieres hacer? — cuestionó dudoso, no quería que volvieran a caer en aquella tensión, la cual seguía temiendo que no fuera reconfortante para su especial Park Jimin.
— ¿Podemos jugar algún juego? — preguntó el contrario
— no me sé ningún juego que podamos jugar entre dos
— podemos jugar a ¡las traes! — dijo el más bajo tocando el hombro de Yoongi para después salir corriendo
Yoongi se levantó rápidamente solo con ayuda de sus piernas, una vez posicionado en el pasto, giro su cabeza a todos lados mientras estaba mirando, iba directo a atrapar a Jimin.
El pelinegro comenzó a correr la bajada de la colina para poder atrapar a su compañero, el cual estaba corriendo en una distancia notoria, cada que veía que Yoongi vendría, salía corriendo hacia cualquier lado, alguno dónde el que atrapaba no pensara que correría.
— Yoongi, no podrás atraparme — divertido, el menor soltó entre risas
— eso dices porqué piensas que no lo haré — volvió a correr en dirección a Jimin, el cual estaba subiendo la colina otra vez, dónde habían colocado el picnic
— Ya verás cuando te atrapé Ah — dijo entre suspiros, al parecer hace tiempo que Min no salía a correr, pues su condición física no estaba al margen, sabía que todo esto era culpa de los cigarrillos.
— no me atrapadas Yoongi — seguía gritando Jimin mientras tenía ventaja, estaba posicionado en aquello, dónde sabía que Yoongi no podía subir con facilidad a la colina
— Ya, verás que sí... Aaah — el de camiseta blanca iba subir a la colina, pero por su mala condición termino cayendo al suelo. — ¡Auch¡ — exclamó con dolor mientras se levantaba y se limpiaba sus manos un poco raspadas al igual que sus rodillas, sacudió su pantalón de aquel pasto seco.
Volteo a ver a todos lados, buscando al pelirrosa, el cual parecía que había desaparecido, al menos de la vista de Yoongi, pues todo el lugar era un campo lleno de pasto, arbustos pequeños a lo lejos, lo único que separaba el campo de los edificios eran unas vallas de madera que se conectaban con un puente que este terminaba en el parque de la ciudad.
Pero él no creía que su amigo se hubiera ido corriendo hasta allá, pues aún lo vería, siguió mirando a todos lados ¿En dónde podría estar su pequeño amigo adorable? Se cuestionó ¿ir a ver a los arbustos de llamativas flores o ir al parque? oh, claro... — pensó para después mirar el árbol que estaba en la colina en dónde él había visto que estaba subiendo antes que cayera.
Así que subió corriendo sin hacer ruido, para que esté no saliera huyendo al oírlo,una vez ya estando arriba del monte.
Yoongi puso sus manos en los costados tronco del árbol para aparecerse de sorpresa ante el chico.
— ¡te atrapé! — exclamó feliz mirando atrás del árbol. — pero ¿qué? — cuestionó dudoso para después darse la vuelta.
— No me atrapante Yoongi — escucho la aguda voz de lado izquierdo.
Miró a un Jimin corriendo y saltando entre el pasto
— ¿pero que no habías corrido para acá? — preguntó confundido
— nopi, yo corrí para el otro lado — se volvió a sentar en su antiguo lugar.
— pero yo vi cuando corriste hacia atrás del árbol ¿Cómo llegaste tan rápido a allá — Seguía confundido
— soy ágil — dijo mostrando una cara de orgullo.
El pelinegro no escucho nada más y solo se sentó en su antiguo lugar, inhalar y exhalar, pues si se había cansado de subir y andar corriendo como si de un becerro en la pradera se tratase.
Saco el vino y dos copas de vidrio, los cuales se encontraban en la pequeña canasta.
— ¿Quieres? — cuestionó el pelinegro sacando la gran botella
— ¡Si por favor!
— ¡Ten cuidado! — exclamó mientras el corcho de la botella salía volando enmedio de ambos
El pelirrosa se abrazo con sus piernas mientras cubría su cabeza.
— ¡Auch! — ahora exclamó Jimin riendo, el corcho de la botella había aterrizado en la cabeza pelirrosa, la cual este se estaba cubriendo con sus manos
— felicidades Jimin ¡Ya te podrás casar! — Soltó Yoongi riendo por lo sucedido.
— ¿Por qué casar? — ladeó su cabeza sin entenderlo
— es un viejo dicho, si el corcho del vino te cae cuando sale de la boquilla de la botella, es porque este año te casarás
— ooooh, nunca lo había escuchado,¡Yoongi me voy a casar!
Ambos rieron unísono, estaban pasando una tarde muy agradable entre ellos dos, realmente estaba siendo tan bella, Yoongi iba a servir el vino en una copa, cuando de repente recordó algo importante, movió su cabeza de lado a lado.
Saco apresurado su teléfono de su bolsillo derecho
— ¿Qué ocurre? — cuestiono el pelirrosa.
— hay una canción que queda perfectamente en este momento y quiero enseñartela — aplastó el botón dando play — se llama Can't help falling in love — subió el volumen justo. — por favor escúchala.
Jimin se quedó sentado escuchando la grave voz de Elvis Presley, mientras escuchaba aquellas sonatas.
De lado contrario, Yoongi comenzó a servir el vino en ambas copas con mucho cuidado, le pasó una de ellas al chico que se encontraba enfrente.
— ¡Uh! — iba a dar un sorbo pero el pelinegro lo interrumpió.
— así — soltó Yoongi mientras que se acercaba más a Jimin y cruzaba su brazo con el de él, como si se tratara de recién casados apunto de dar el brindis y tomar.
Cruzaron sus respectivos brazos y así dieron un sorbo a la bebida que la copa.
— ¡está muy rica! — dijo Jimin.
— el momento y la canción lo ameritan, queda perfecto — sonrió complacido.
El par río encogidos
— ¿quieres saber que es lo que queda perfecto con esta canción? — cuestionó el pelirrosa juguetón.
— Oh — ¿Que va hacer? Pensó — ¿Qué queda perfecto Jimin? — su cuerpo se tenso ante la pregunta del chico.
El pelirrosa se levanto de su asiento.
Puso sus manos delante de Yoongi, el cual seguía sentado, dando a entender que le ayudaría a levantarse, este solo se quedó mirando un poco pensativo.
— toma mi mano — miro a Yoongi a los ojos, vio que estaba dudoso — ¿Acaso no confías en mí?
Eso último hizo que Yoongi tomara las manos de su amigo y de inmediato se pudiera poner de pie.
— okey, ahora — soltó Jimin mientras que con su mano izquierda la baja a la cintura del pelinegro y con su mano derecha sostenía la mano del contrario.
Yoongi captó que la Intención de Jimin era bailar — No sé hacerlo — musito casi en la cara de Jimin.
— Solo déjate llevar — respondió el contrario.
El pelinegro colocó su mano izquierda encima del hombro de su amigo.
Jimin continuo para comenzar a dar pequeños pasos, de uno a lado de otro, Yoongi solo se estaba dejando llevar un poco por como es que este estaba tratando de hacerlo bailar lentamente y al compás de la música.
Daban pequeñas vueltas en círculo dónde se encontraban, ambos movían sus torsos al compás de la melodía.
Yoongi miraba los pies de Jimin, como es que estos se movían para poder imitar el patrón y no pisarlo.
No creía que el algún momento iban a estar bailando alguna canción así.
Era demasiado genial para ser real.
Mientras escuchaban el coro de la canción, el pelirosa solo miraba a los ojos a Yoongi, mientras sus manos las seguía posicionado dónde desde un inicio colocó, se seguía moviendo al compás del coro, el pelinegro captó los pasos y pudo seguirlos, solo eran dos pasos a los costados y uno atras, solo tenía que seguirlo con eso, pues lo que era de la cintura para arriba, el pelirrosa lo tenía dominado.
Yoongi llevaba los pasos parejos, creía haber dominado este baile, Jimin sonrió, pues notó en los oscuros ojos del pelinegro como es que la seguridad regresaba a él, pero la canción continuo prosiguiendo, el menor soltó la mano de la cintura que se encontraba en su amigo, para impulsarlo y hacer que este diera una vuelta, la cual iba en el mismo vals, una vez ya hecha, lo iba a volver a atraer a su cuerpo y volverse a posicionarse como al inicio estaba.
La inseguridad de no saber que estaba haciendo regreso a Yoongi, pues la vuelta que Jimin le había hecho hacer, la hizo por inercia, la pieza de baile que el chico quería hacer traía varias vueltas, era como esos vals de bodas.
Volvieron a juntarse frente a frente, mientras bailaban y Jimin lo hacía dar varias vueltas unas dos veces más, la canción ya casi iba a terminar, estaba por el arco del final.
Con sus manos tomo ambas manos de Yoongi, lo atraía hacia su cuerpo pero una vez estando cerca lo volvía a alejar, así unas cuatro veces más.
Hasta que la canción estaba dando el último acorde.
Jimin atrajo completamente el cuerpo de Yoongi al suyo, para que con sus brazos comenzará a inclinarlo hacia atrás, quedando debajo de la mirada de Park.
Ambos se quedaron mirando frente a frente, la canción había terminado y los dos estaban completamente juntos, sus respiraciones se mezclaban.
— ¿Dónde aprendiste a bailar así? — musito Yoongi
Jimin se separó de él para volver a tomar asiento dónde antes se encontraba
— esa canción la baile dos veces con mi madre y ahora la quise bailar contigo Yoongi — plantó una cálida sonrisa en sus labios.
— eso fue hermoso Yo-yo- yo no me lo esperaba en lo absoluto, pero fue hermoso, tu madre realmente estará orgullosa
— eso espero — volvio a mostrar una sonrisa cálida, sus ojos desaparecían por sus grandes mejillas
— bueno, está bien — se sentó en su anterior lugar — ¿Ahora sí podemos empezar a comer? — pregunto el pelinegro aún estupefacto por lo que había ocurrido hace algunos minutos.
El pelinegro notó como es que el chico sentado enfrente de él, bajo su mirada al suelo, se notaba un poco cabizbajo al mencionar el empezar a comer.
— antes, quería preguntarte algo — tenía su mirada agachada, jugueteaba con sus ambos dedos angulares
no sabía porque de la nada se había puesto así, parecía como si estuviera ¿Triste? ¿Deprimido? O talvez ¿Nervioso? Jimin, la comida va en la boca no en la canasta, pensaba, al parecer el chico jamás tocaría la pizza.
— oh, claro ¿Qué ocurre Jimin? — lo volteo a ver
— tú y yo podríamos ser ¿Cómo novios? — pregunto tímido mirando al suelo
Está pregunta dejo perplejo al cuestionado, entonces era verdad, no solo Yoongi era el que sentía esas tensiones cuando estaban juntos, o aquel tacto cálido y lindas personalidades, tenía miedo que su amigo se sintiera incómodo por eso, no quería que las cosas se tornaban incómodas por esto, pero primero tendría que saber que ocurría.
— ¿a qué te refieres con eso? — la expresión de Min cambio completamente, pues aquella pregunta no se la esperaba así que preguntó nervioso
— no lo sé, últimamente he estado cerca, siento cosas que talvez antes no había experimentado, me sacaste de mi zona de confort y eso es algo que realmente adoro. — decía entre sonrisas las cuales también sacaba en el pelinegro
— ¿puedes seguir hablando? - dijo Yoongi conmovido.
sabía que existía un sentimiento, en él el cual poco a poco estaba floreciendo, un sentimiento que no era igual con Taehyung o cualquier otra persona, era algo más cálido y algo que no había sentido antes.
— dijiste que Taehyung y Jungkook hacen picnics juntos, yo quiero hacer picnics contigo siempre Yoongi, — miro al mencionado el cual estaba sonriendo todo sonrojado — quiero que hagamos pastelillos y comérlos juntos.
quiero ser aquel que pase por ti cuando salgas de la escuela, quiero ser aquel que te preste sus abrigos cuando tengas frío.
— Jimin yo... — lo interrumpió el contrario.
— me gustaría que fueras mi chico, me gustaría que fueras mi mundo, amaría recostarme aquí contigo en la noche y mirar las estrellas mientras nos tomamos las manos — respondió para después colocar su mano encima de la de Yoongi.
Min se alegro completamente, estaba feliz porque él no era el único que lo sentía, se daba cuenta que todo esto estaba siendo mutuo, sabía que le gustaba Park Jimin, sabía que no estaba loco, eso lo alegraba tanto, pero también lo aterraba.
— Me da miedo — soltó el pelinegro
— ¿Por qué te da miedo? — pregunto mientras ponía su cabeza en sus rodillas
— tengo miedo de perderte, eres el chico más dulce que he conocido, como un algodón de azúcar, es peligroso, son tan lindos con su hermoso color y esencia, ¿pero qué pasa cuando caen al agua? Se destruyen, yo no quiero hacerte eso, no quiero destruirte — dijo para esconder su cabeza entre sus rodillas
— no tienes por qué preocuparte por eso, podemos si realmente sentimos algo podríamos mantenerlo firme, como un papalote, necesita de palitos y de papel, sin ellos, no habrá nada, nosotros podemos estar al margen...
— Juntos — dijo el pelinegro poniendo su mano encima de la de Jimin nuevamente. — tienes razón, no tenemos nada que perder.
— ambos nos queremos mucho — dijo Jimin poniéndose de pie acto que el pelinegro siguió.
— pero ¿Qué pasa si la gente empieza a tirarnos odio? — pregunto Yoongi — sigue estando mal visto — hablo agachando su cabeza
— ¿Entonces lo que nosotros sentimos está mal? — pregunto Jimin también agachando su cabeza
Yoongi se quedó unos segundos en silencio, mientras miraba al suelo, pues no sabía que hacer, en estos momentos sus sentimientos estaban a flor de piel, solo faltaba eso, aceptarlos, también tenía un poco de miedo que él fuera el único que los comenzaba a sentir, pero... No no era así. Ahora sabía que Jimin también sentía exactamente lo mismo por él, era igual.
— ¿Gigi? — pregunto miedoso
Después de otros segundos en silencio, el mencionado decidió hablar.
— No Jimin, — el mencionado lo miro preocupado — lo que sentimos no está mal, lo que sentimos es hermoso — tomo la mano del contrario — muy pocos se atreven de hablar de lo sienten y nosotros somos muy valientes, por eso...
Cuando finalizó de decir sus palabras, inmediatamente el pelinegro termino arrodillándose ante Jimin, como aquellas que hacen en una pedidas de mano.
Yoongi volteo a ver a su derecha, viendo una pequeña flor amarilla, arrancándola.
— Te gustaría ser mi chico? ¿Te gustaría ser mi mundo? — dijo arrodillado dándole la pequeña flor que arrancó, como si se tratara de un anillo
Jimin abrió los ojos como plato, realmente no sé esperaba que esto estuviera pasando, desde hace algunos días estaba sintiendo esto más fuerte.
— ¡sí! ¡si! quiero ser tu chico, quiero ver las estrellas en las noches contigo
El pelinegro le entrego la flor, para después levantarse y estrecharse entre los brazos de su chico, un abrazo el cual ambos accedieron a darse sin ninguna complicación.
— te quiero mucho Yoongi — entre sonrisas el contrario susurrando en el oído del nombrado.
— yo también te quiero mucho cariño — dijo también susurrando.
Siguieron abrazados, parecía que aquel abrazo sería eterno, ambos podían sentir como es que el ambiente era tan especial, pues los acompañaba por aquel momento tan romántico que acababa de ocurrir, Yoongi abrazaba por la cintura a Jimin, mientras que este tenía sus brazos alrededor de su cuello.
— no dejemos que nadie nos hunda cariño nadie — aunque no sé si sobrevivamos a nosotros mismos.
Pensó Yoongi.