Quizás algún día

נכתב על ידי Flavia-AM

95.3K 6.7K 1.2K

Él tiene mucho dinero y yo trabajo en un simple restaurante, bueno trabajaba, o trabajo... ¿trabajaba? No, no... עוד

PERSONAJES
SINOPSIS
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
41
42
43
44
45
46
47
48
49
50
51
52
53
54
55
56
57
58
59
60
61

16

1.7K 124 9
נכתב על ידי Flavia-AM

Mis ojos se abren lentamente al escuchar el sonido de mi alarma, pero no logro ubicar donde está y donde estoy.

Poco a poco recuerdo que dormí junto a Jayden, en su apartamento y siento sus brazos rodeando mi cintura mientras su cabeza se hunde en mi cuello.

Ayer mientras veníamos puse la alarma para que suena mucho más temprano ya que sabía que si me quedaba a dormir aquí tenía que levantarme para ir a casa y cambiarme la ropa para ir al trabajo.

—Jayden —me quejo divertida cuando se mueve quedando encima mío—, Jayden me vas a dejar sin aire.

—Mhm, amo verte despertando a mi lado —murmura antes de besar mis labios mientras su mano se desplaza por mi muslo levantando la camiseta mientras traza un camino hasta mi cintura.

—Ahora no Jayden —murmuro cuando siento su mano casi llegar a mí pecho, él asiente y se hace a un lado mientras yo me levanto—, me tengo que ir a casa.

—Primero desayunaremos —dice levantándose de la cama y sonriéndome.

—Tengo que ir a cambiarme para no llegar tarde al trabajo.

—Soy el jefe y...

—No me aprovecharé del hecho de que estoy follando con mi jefe para ser una irresponsable en mi trabajo —me cruzo de brazos mientras frunzo mis labios.

—Pues bien, entonces vamos a ducharnos.

Asiento siguiéndolo al cuarto de baño.

—Podemos desayunar en mi apartamento —murmuro despojándome de la ropa que cubre mi cuerpo.

Subo mi mirada al no escuchar respuesta y lo encuentro admirando mi cuerpo, cada centímetro mientras sus pupilas se dilatan. Mis mejillas se calientan por la sensación que cubre mi cuerpo.

—Jayden...

—¿Ya te dije lo mucho que amo tu cuerpo? —pregunta acercándose a mí, una sonrisa se desplaza por mis labios cuando lo siento tomar mi cintura y chocar sus húmedos labios con los míos.

—Nos tenemos que duchar —recuerdo soltando una risita.

—Vale, vale —envuelve sus manos en mis muslos antes de levantarme, haciendo que rodee mis piernas en su cintura soltando un gritito.

No tarda mucho en hacer que las gotas de agua caigan en nuestro cuerpo, rio sintiendo sus labios hundiéndose en mi cuello.

—Me encanta escuchar tu risa —murmura abrazando mi cuerpo, bajo mis piernas de su cintura y me dejo caer poco a poco, tocando el piso y mirándolo a los ojos sonriendo, acerco mis labios a los suyos, poniéndome de puntillas y tomando la iniciativa.

Sonrío y me separo antes de que podamos seguir duchándonos.

• • • • • •

—Vámonos —rio cuando besa mi cuello haciendo cosquillas mientras ríe.

Se separa de mi cuerpo sonriendo antes de que ambos salgamos de su apartamento para dirigirnos a donde vivo.

Heather: Agus, llevaré a Jayden a casa para desayunar.

Agus: Yo ya salí de casa querida Heather, diviértete ;)

No tardamos en llegar a el apartamento donde vivo y subimos el ascensor.

Aún es temprano así que tendremos tiempo para desayunar tranquilos.

—¿Qué quieres desayunar? —pregunto adentrándome en la cocina mientras saco una sartén.

—Lo que sea está bien.

Odio esas respuestas porque nunca encuentro un balance en ellas.

—¿Huevos con tocino está bien? —pregunto abriendo la nevera y sacando algunas cosas.

Jayden asiente distraídamente mientras ve el lugar donde vivo con atención. No digo nada porque bueno, no me incomoda, yo hice lo mismo cuando llegué a su casa.

—Háblame de algo —digo al notar el silencio que se extiende entre nosotros.

—¿De qué quieres que te hable? —pregunta ahora centrando toda su atención en mí.

—Mhm, no lo sé. Cuéntame algo de ti, yo te conté mis traumas —me encojo de hombros, divertida, pero él no parece divertido por lo que digo.

Suspira.

—No hay mucho que contar realmente...

—Venga, algo debe de haber.

Se la piensa por unos segundos.

—Me gusta el helado de vainilla, me gusta el pastel de chocolate, la relación con mi padre no es muy buena, aunque no se me hace mucho problema porque no lo suelo ver, mhm... —piensa por otros segundos—, me gusta manejar la empresa, no quiero tener hijos porque no me considero capaz de educar niños y no sé qué más decir.

Asiento sin saber que decir.

—Ahora háblame más sobre ti —pide cuando dejo los platos y tazas con el desayuno en la isla de la cocina.

—Bueno aparte de mis traumas...

—¿Por qué lo dices como si fuera algo divertido? —pregunta lentamente.

Me encojo de hombros.

—Prefiero reírme de ellos que llorar por ellos —me siento frente a él y lo miro sonriendo un poco mientras llevo la cuchara a los labios.

Suspira y no dice nada.

—Como ayer te dije me encanta el helado de menta con chispas de chocolate, me encanta llevar un libro a todos lados, pero nadie se ha dado cuenta de que es el mismo que siempre leo, la relación con mi padre es desastrosa, con mi madre la sobrellevo, no recuerdo muchas cosas de mi infancia y las que recuerdo son simples cosas traumáticas, me gustan los niños, pero no me imagino siendo madre de uno porque no sé si podría cuidarlos y darles la vida que merecen ¿Qué más te puedo contar? Mhm, antes fumaba, mi primera borrachera fue a los diez y ocho, después de que me fui de casa de mis padres, Agus fue por mucho tiempo la única presencia masculina en la que confiaba, tengo una especie de amor odio por el calor y ahora ya no sé qué más contarte.

—Háblame sobre el libro que siempre llevas.

Paso saliva con fuerza, revuelvo mi desayuno y el hambre se me quita.

—Si no quieres...

—Está bien, solo que es algo muy delicado para mí. Ni siquiera Agus lo sabe —carraspeo—. Creo que tenía como diez años, o once, no recuerdo, el hecho es que mi padre un día antes me había dado una golpiza de muerte —una risa seca deja mis labios intentando no recordar—, lloré mucho esa noche, mi madre intento tranquilizarme, pero nada ni nadie lo lograba, ni siquiera recuerdo porque Abel me golpeó, lo que si recuerdo es a mi madre gritando una y otra vez que no me haga daño a mí, que se lo haga a ella. Un día después yo estaba en mi habitación dibujando, recuerdo a Abel entrar, su expresión no era la misma a la de siempre, me refiero a amargado y molesto, era una más ¿sincera? ¿arrepentida?, pero era porque estaba borracho, entre sus manos tenía una bolsa de regalo, yo no entendía nada, me la extendió, me pidió perdón y salió de mi habitación a toda velocidad, no abrí la bolsa hasta una semana después, no quería saber que era, mi corazón y mi cuerpo aun dolían por la golpiza y sentía que me traicionaría a mí misma si lo disculpaba por un simple regalo. Cuando lo abrí había un libro —señalo la pequeña mesa de centro que hay en el salón, donde está el libro—, me gustó mucho. Tenía un sentimiento agridulce en mi ser, una parte de mi sabía que solo me había dado el libro para que "lo perdone" pero otra parte de mí, una muy pequeña que pretendía ser grande pensó que en realidad él me lo dio porque me quería, que me lo dio porque pensó en mi felicidad, que me lo dio porque... —un sollozo escapa de mis labios ¿En qué momento comencé a llorar?

Me levanto del asiento.

—Ya vuelvo —logro decir antes de salir corriendo a toda velocidad hacia mi habitación donde las lágrimas se permiten correr deliberadamente.

Cierro la puerta y comienzo a caminar por toda mi habitación intentando respirar y tranquilizarme, la puerta se abre y me permite ver a un Jayden con sus ojos fijos en mí, no hay pena en ellos, no me gusta que me tengan pena y es por eso que agradezco que no se sienta así por mí, lo que sí puedo ver es rabia.

Se acerca y me envuelve con sus brazos de manera protectora, la sensación me revuelve el estómago y calienta mi pecho.

—Lo quiero matar —masculla sin soltarme.

—Ya no vale la pena.

—Estoy intentando controlarme para no mandar a matar a todas y cada una de las personas que te hicieron daño.

Me permito relajarme y negar, separándome de su cuerpo y mirándolo.

—Gracias...

—¿Por qué?

—No lo sé, pero gracias.

Deja un rápido beso en mis labios.

—Me cambiaré —digo mientras limpio mis mejillas.

—Bien ¿Quieres que lave los trastes que hemos utilizado?

—No te preocupes, ya lo haré yo.

—Lo hago yo —me da una sonrisa—, te espero.

Asiento entornando los ojos divertida antes de ver cómo sale de mi habitación.

No tardo en vestirme y maquillar un poco mi rostro para ocultar las ojeras que me he ganado por no dormir mis horas completas.

Tomo un bolso y meto las cosas necesarias antes de caminar al salón donde se encuentra Jayden hablando por móvil, paso por su lado y me centro en tomar algunas cosas que deje en el estante de la televisión, doy un respingo cuando la alarma de mi móvil suena, es extraño porque la única alarma que tengo es para levantarme, pero...

Ah cierto, la pastilla.

Camino a la cocina, sirvo un vaso de agua y saco de mi bolso la caja de pastillas anticonceptivas antes de abrirla y sacar una, la paso rápido junto al agua y suspiro.

Bien, oficialmente he empezado esto.

—¿Nos vamos? —pregunta el rubio, asiento y lo sigo. 

המשך קריאה

You'll Also Like

376K 30.7K 20
¿Cuánto esta bien entregarle al otro? ¿Con cuanto alguien se siente satisfecho? Dinero, fama, éxito.. O tal vez... ¿nuestra propia vida? Fiorella se...
73.2K 4K 91
Enamorarse fue fácil. Lo que viene después es el verdadero desafío... Keeping 13 «Los chicos de Tommen #2», de Chloe Walsh.
607K 101K 76
Kylian Craig tiene claras dos cosas: enamorarse debilita y todo se puede negociar, así que cuando se da cuenta de que una de sus más grandes inversio...
62.4K 10.1K 39
Que pasaría si tienes 17 años y de quién pensabas estar enamorada no lo estás y sin embargo te sientes atraída por una mujer 8 años mayor que ella...