Siempre cojo las cosas por do...

De SrMichaelis

1.5K 69 23

Tú, que tanto juras conocerme, ¿de verdad eres capaz de reconocerme ahora? ¿Incluso después de no ser exactam... Mai multe

Prólogo- ¿Me reconoces?
Capítulo 1 - Decadencia
Capítulo 2 - Derrumbe
Capítulo 3 - Encarrilamiento
Capítulo 5 - Poción de amor
Capítulo 6 - La bruja desesperada (+18)

Capítulo 4 - Legeremancia, recuerdos del pasado

72 4 6
De SrMichaelis

"El vacío. Ese inmenso término.

Creo que ahora mismo estoy cayendo por un abismo colosal que absorbe mi cuerpo como un agujero negro absorbe la luz -o lo que sea que se le ponga por delante-. Noto como tira de mi hacia abajo, su enorme fuerza me tiene atrapado. Pero... ¿Cómo he llegado aquí? Espera... estoy cayendo o...¿estoy volando? Ahora siento como una especie de levitación que me mece de un lado a otro en la nada. Es tan relajante y tan irreal. Mierda, ¿por qué tiene que estar todo oscuro? No consigo ver nada. Súbitamente siento como choco contra una superficie líquida y me sumerjo en ella, produciéndome un frío que nunca he sentido. Un frío cálido pero a la vez seco. Estoy...¿Nadando? No entiendo nada de nada de lo que está sucedien....


Y justo antes de poder decir nada todo aparece ante mi.


Es como si en un lienzo en blanco empezaran a echar colores y pintaran algo. Lentamente todo se va coloreando y formando ante mi aunque aun no consigo reconocer nada. Paredes, cuadros, losas y otros detalles me dejan en claro que estoy en Hogwarts, mas aun faltan más peculiaridades para aclararme dónde me encuentro. Sé que estoy en un sueño, pero éste no es uno como otros cualquiera. Normalmente suelo soñar en tercera persona, o sea, que no lo vivo directamente, sino que solo me dedico a ver que pasa como espectador. Pero ahora mismo estoy en mi propio cuerpo -vaya obviedad oye-.

Súbitamente el resto de cosas que brillaban por su ausencia, hacen acto de presencia ante mi. Ahora estoy rodeado por una multitud de estudiantes de Slytherin que miran expectantes hacia el centro, donde hay un pequeño hueco con dos personas en su interior. Afortunadamente soy mucho más alto que ellos y consigo ver quien o quienes son el centro de atención. No hay que ser el mejor deductor del mundo para saber que el que está creando tal alboroto soy yo. Bueno... técnicamente no soy yo. Es mi yo del pasado, con 13 añitos nada más ni nada menos. Y la persona que está a su lado es una de las pocas Slytherins que es sangre sucia: Mia Harmony. Me acuerdo perfectamente de esta pequeña pelea y por lo que parece, es idéntica a la que viví. Yo estoy ahí, en medio del meollo insultándola y humillándola, como solía hacer con todos los sangre sucia en esa época de mi vida.

-¡Pero mírate! Que asco das. Una maldita sangre sucia en nuestra casa-dice mi yo del pasado con palabras envenenadas de odio y maldad. Ella saca la varita temblorosamente para intentar defenderse de mi pero él, bueno yo, saco más rápidamente la varita y la desarmo con un Expeliarmus. Puede que desde aquel entonces ya se me dieran bien los duelos.

Ahora que lo miro desde fuera no me parece tan divertido, mas no siento compasión por ella sino por mi. Siempre me han lavado la cabeza sobre lo que tenía que hacer, lo que odiar o lo que querer. Ella no tiene culpa de que yo esté ciego. Mi yo del pasado se acerca lentamente hacia ella apuntándole con la varita y con cara de asco. Para mi ese momento fue de lo más épico, o eso es lo que recuerdo. Y ahora que puedo contemplarlo tal y como es... me veo como un niñato matón de poca monta, metiéndome con los más débiles. Seguro que si hubiera sido un estudiante mucho mayor que yo hubiera salido corriendo despavoridamente.

-Intenta no mearte del miedo, sangre sucia-dice mi yo. Ella sacude la cabeza aterrorizada porque le estoy acorralando. Recuerdo que en ese momento pensé en hacer un hechizo algo potente -lo más asequible con esa edad- para hacerle daño. Pero antes de que pudiera hacer nada, Crabbe me paró, como está pasando ahora.

-¡Draco! No hace falta que sigas. ¡Se acaba de mear en los pantalones!- y menos mal que me corta porque le habría caído una buena a mi yo del pasado si le hubiera hecho lo que estaba pensando en ese momento...quemarla viva. Incendio.

Éste baja la varita a carcajada limpia mientras señala con animadversión a la chica. Ella se ha bajado la falda estirándola lo más posible pero no ayuda a tapar el charco de meado que ha formado bajo suya. Todos los estudiantes de la sala empiezan también a reír descontroladamente y a señalarla con superioridad. Ésta al final sale corriendo hacia quien sabe dónde, ya que nunca me preocupé por eso.

-¡Muy bien Draco!-grita alguien.

-¡Se lo merecía!-dice Zabini.

-¡Mi héroe!-grita la repulsiva de Pansy e intenta lanzarse sobre mi yo del pasado para abrazarle y darle un beso en la mejilla. Ahora que lo recuerdo, por ese momento fue cuando "intenté" algo con ella por primera vez.

Todos hacen como si hubiera sido toda una hazaña el haber humillado a una sangre sucia. Pero no es para nada así. Es la cosa más vergonzosa que puedes ver de tu yo del pasado. Atacando a los más débiles para hacerte más "fuerte". Lo pongo entre comillas porque en realidad no te hace más fuerte, si no más oportunista y tramposo. Adjetivos que actualmente me siguen viniendo que ni pintados -y no solo a mi-.

Él, bueno yo -arg no me acostumbro- está ahí parado, entre toda la gente que le adula ya sea por miedo o por interés, llenándome de poder. Ese poder que al poco tiempo me haría hacer cosas de las cuales ahora me arrepiento. Además, evidentemente, esta no será la última vez que haga algo parecido, os lo puedo asegurar. Perdí la cuenta hace ya bastante tiempo de situaciones parecidas a esta.

Miro a la gran multitud y puedo distinguir todas las caras. Ahora, bueno en mi presente, todos están muy cambiados. Ya no tienen esas caras aniñadas con las que les conocí. Es gracioso poder recordar como eran, con sus defectos y perfecciones más notables. Todo va normal -como fue aquella escena en su momento- pero abruptamente encuentro algo que no encaja. Algo o alguien que está en mi sueño sobra pero no consigo saber qué o quién es. Me muevo entre la multitud de estudiantes que hay al lado mía buscando la respuesta. Al principio evitando tropezarme con ellos, pero cuando me doy cuenta que los puedo traspasar, echo a correr entre ellos como si no hubiera un mañana. Sé que aquí hay algo que no cuadra. No soy tan tonto como para no darme cuenta. Algo no cuadra, algo sobra. ¿Qué es? Arg, me duele la cabeza.

Sigo corriendo pero no veo nada que encaje con lo que estoy buscando. Todo es idéntico, calcado. Pero es la sensación que tengo oprimiéndome el pecho la que me dice que hay algo que no encaja. Miro por toda la sala, mas no consigo sacar nada. ¡QUIERES SALIR! y en cuanto lo grito en mi mente la cara de alguien conocido se asoma tras un pilar que hay en mi derecha. Bueno, en realidad su cara es borrosa, pero su larga cabellera castaña si la puedo reconocer. ¿Qué hace ella aquí?

Mis pasos se hacen aun más veloces y voy hacia ella con todas mis ganas. ¡Es mi sueño! ¿Cómo puedes haber llegado hasta aquí? Cada pisada que doy todo retumba y empieza a desmoronarse. A la primera se mueve un poco el suelo aunque sin lógica alguna, no perturba mi equilibro. La segunda hace que se caigan todos los cuadros al suelo. A la tercera el suelo.... bueno deja de serlo. A la cuarta todos caen por el enorme agujero que se ha creado bajo nuestros pies, mas ella y yo seguimos como si no pasara nada. A la quinta... todo desaparece y yo soy empujado fuera de los brazos de Morfeo muy a mi pesar, haciéndome caer de nuevo como cuando empezó este maldito sueño".


Mis ojos se abren vertiginosamente y mi cuerpo se mueve espasmódicamente al sentir una caída. Exaltado me siento sobre la cama, apoyando mis codos sobre mis piernas. Estoy empapado en sudor y el pelo cae sobre mi cara mojado. Un pelado no me vendría mal ahora que lo pienso, hay mechones que me llegan hasta la barbilla. Mi barriga se mueve rápidamente y mis resentidos músculos tiemblan. ¿Por qué? ¿Por qué? Solo he soñado con mi yo del pasado, no ha sido una pesadilla. Además, ¿qué hacía ella en el sueño? ¿Cómo lo ha conseguido? ¿Son imaginaciones mías? Me estoy volviendo majareta.

-¡Qué me está pasando!-grito. Ya me da igual que alguien me escuche, necesito sacar la rabia que está creciendo en mi interior ahora mismo. Me quema. Tengo los ojos completamente abiertos y busco por toda mi habitación el rastro de otro humano que no sea yo.

Sé que es muy poco probable pero ... ¿y si sí? Últimamente nada tiene sentido y me espero que pase lo que menos posibilidades tiene de hacerlo. Me tumbo del nuevo sobre mi cama después de ver que estoy solo y doy un par de vueltas sobre ella. Está pegajosa y mojada. Que asco. Sin pensármelo dos veces, cojo ropa de cambio de mi cómoda y salgo disparado hacia el baño de los prefectos. Está un tanto lejos pero que más da, a estas horas -porque apenas son las 5 de la mañana- no habrá nadie por los pasillos. Si, sé que debería seguir durmiendo, mas no siento necesidad alguna de seguir haciéndolo por ahora. Necesito una ducha, además, urgente. Una vez que me despierto no hay mago que consiga volver a dormirme.

En un tiempo considerable consigo llegar al baño de los prefectos. En voz baja digo la contraseña, "Frescura de pino", y la puerta se abre ante mi. Aunque tengo mucho tiempo que perder hasta que sea el desayuno, quiero meterme cuando antes dentro del agua. Con un golpe de varita hago que todos los lujosos grifos de oro se abran y empiecen a llenar la gran bañera -que más que una bañera parece una piscina-. Cierro la puerta y a cada paso que doy hacia ella, me quito una prenda y así, cuando llego, estoy completamente desnudo. Mis pies enormemente cansados se ven aliviados por el frío del suelo de mármol blanco. El gran volumen de baño no tarda mucho más en llenarse y cuando lo hace, todos los grifos se cierran. Una nube de espuma empapa todo el agua superficial del baño, pareciendo niebla.

Antes de meterme me contemplo en el espejo que tengo a un lado. Así parezco tan indefenso, tan humano. Clavículas muy marcadas, costillas casi como exoesqueleto y mis caderas como dos dagas que si se te llegan a clavar, te pueden llegar hacer daño. Tampoco se queda atrás mis marcadas ojeras que me dan aspecto de muerto viviente y mis ojos cansados algo enrojecidos. Puedo observas las miles de marcas que tengo por todo mi cuerpo, recordándome todas las cosas que he hecho mal y ahora me persiguen para el resto de mi vida. Mis demonios materializados. Me paro sobre las más recientes, que ya apenas se ven a simple vista. Maldita sea, debo reconocer que hizo un perfecto trabajo Greengrass. Pero por mucha perfección hacia esto, no puedo olvidar el hecho de que estaba ahí, en mi sueño. ¿Qué me pasa joder? Bueno, dejando esto a parte, es gracioso recordar que apenas hace un par de años me creía el chico más increíble de todo Hogwarts. Se podría decir que el amor por mi mismo me cegó en ese momento. Ahora soy un demacrado chico que oculta sus imperfecciones con hechizos.

Sin demorarme más, meto uno de mis pies en la caliente agua llena de espuma y sales de baño. Luego le sigue el otro pié y mi cuerpo entero. El cambio de temperatura hace que se me erice la piel y cierre los ojos de placer. Mis fosas nasales se abren completamente para poder oler el maravilloso aroma a lavanda que desprende el agua -el cual me encanta-. Todas mis preocupaciones, todos mis problemas y mis demonios salen de mi cuerpo para dejar que me relaje, darme un exigido respiro. Meto todo el cuerpo dentro del agua y me quedo así un rato, hasta que la espera sin aire me deja aun más relajado de lo que estaba. Más tarde voy medio nadando hacia uno de los lados de la bañera y me siento en el pequeño resalto que sobresale notablemente. Nota mental: debo venir más veces por aquí.

Con cuidado, voy masajeando cada una de mis extremidades para soltar toda la tensión que tengo acumulada y me dejo llevar por el tiempo. En mayor medida me quedo quieto mirando las esplendorosas cristaleras que me embelesan con sus movimientos. Las sirenas acarician su pelo con cepillos o mueven sus perfectos cuerpos de forma provocadora.

No es hasta que alguien aporrea la puerta enfadado cuando me doy cuenta de que ya es hora de salir -bueno, lleva siendo la hora de hacerlo desde hace unos laaaargos minutos-. Noto como mis manos están arrugadas y reblandecidas, al igual que el resto del cuerpo. Pero para mi, es una sensación un tanto graciosa.

-¡El baño no es solo tuyo!-grita con furia la persona que intenta entrar. Sus puños impactan contra la puerta cada vez con más fuerza, mas así no va a conseguir nada.

Yo aun sigo dentro del agua. "Haber llegado antes" susurro con una gran sonrisa ladina en mi cara. Doy un par de vueltas despidiéndome de la lavanda y salgo de esta pequeña piscina. Los aporreos siguen notorios e incluso se le han unido un par de personas que quieren utilizar el baño también. Yo no puedo evitar reír con malicia, apenas me he puesto la camisa del uniforme, aun van a tener que esperar un rato más. Cuando ya estoy completamente vestido, peinado y perfecto, abro la puerta del baño y una cantidad importante de estudiantes se intentan abalanzar sobre mi, mas cuando se dan cuenta de quien soy se quedan petrificados.

-Buenos días- digo venenosamente mientras me alejo de ellos sin mirar hacia atrás.

Amo ser yo, Draco Malfoy, pocos intentar hacerme algo.

Vuelvo hacia mi cuarto ya con el tiempo un tanto justo y dejo la ropa sucia, aunque ya está limpia porque la lavé después de haberme bañado, y coloco cada prenda en su respectivo sitio. La organización es muy importante para mi, todo debe estar en su sitio. Luego, sin perder más tiempo, salgo de mi habitación rumbo hacia el comedor. El estómago me ruge de hambre. Llevo bastantes horas levantado y aun no me he llevado nada a la boca. A veces me asusta lo inteligente que soy.

Cuando llego al comedor y para mi respiro, aun no se ha formado una gran cola para entrar. "Justo a tiempo" pienso. Entre los pocos estudiantes que entran veo que uno de ellos me ha reconocido y me hace señas para que me acerque: Zabini. Me acerco a él y entramos juntos. Supongo que mejor acompañado que solo, ¿no? Además, como esperaba, éste acaba por seguirme, como el perro faldero que es. Mas lo prefiero, así puedo escoger un sitio en el cual haya pocas posibilidades que Pansy se siente al lado y por otro lado, no sentirme tan solo. Me voy casi al final de la mesa y en un sitio bastante reducido -si, he elegido un espacio que está entre medio de un grupo- nos ponemos.

-Veo que ya estás mejor-me dice él con una media sonrisa dibujada en su cara y un rastro de miedo en su voz. Por lo que veo siguen recordando mi ida de cabeza de hace un par de días con miedo.

Me gusta su piel oscura, hace que su cuerpo se vea más imponente. Además, he de admitir, que es uno de mis favoritos entre mis secuaces. Un tanto difícil de amaestrar, cosa que me gusta, e inteligente.

El desayuno transcurre sin ningún comentario o acto para destacar. Lo único que hacemos es comer, comer e intercambiar unas palabras sobre las clases que tenemos por la mañana. Al principio detesté hablar con él de éstos temas, mas si no lo hubiera hecho no me hubiera recordado que no teníamos clase a primera hora. Un buen tiempo que puedo emplear en intentar reparar el armario evanescente.

Cuando terminamos ambos de desayunar, él antes que yo, nos levantamos de la mesa y salimos del comedor. Me despido de Zabini excusándome que tengo que hacer algo importante -y ciertamente lo es- y pongo rumbo hacia la Sala de los Menesteres. Cuanto antes empiece a arreglar el armario evanescente antes me libro de la ira de Voldemort que recae sobre mi en estos momentos. Ejerce demasiada fuerza y quiero librarla ya.

Voy medio corriendo por los pasillos hasta donde normalmente se aparece la sala y afortunadamente no tengo que esperar mucho hasta que aparece de nuevo ante mi, majestuosa como siempre. Miro hacia ambos lado para cerciorarme si sigo estando solo y entro en la sala al ver que afirmativamente, no hay nadie alrededor. Ya dentro, enciendo un par de candelabros que hay esparcidos por la sala y me acerco al armario impaciente por hacer que funcione. Doy gracias a Graham Montague por haberme informado aquél día, después de su estancia en la enfermería, de éste armario y de lo que había sentido. Sino, dudo que hubiera encontrado conexión alguna al encontrármelo.

El mueble sigue en el lugar donde lo dejé la última vez, esperando ser arreglado por mi. Ansío tanto poder hacerlo, así me pondrán ayudar a cumplir la misión que tengo ahora mismo encomendada y me darán fuerzas para realizarla. Dudo que yo solo pueda, estoy más que seguro que en cuanto mire a los ojos a Dumbeldore una especie de empatía me llenará la mente y parará mis actos asesinos. No me cae bien, eso puedo asegurarlo, pero no por ello tiene que morir. Es un buen hombre después de todo.

Paso el resto del tiempo que me queda de la hora libre observando cada recoveco del armario y tomando notas mentales de qué es lo que está roto y necesita ser arreglado. Cada vez se acumulan más cosas y la lista se hace interminable. El interior está hecho un chasco y tiene un enorme agujero en la parte de atrás. Está un tanto cojo y la parte de arriba está medio caída. No se por lo que ha tenido que pasar, pero algo gordo seguro que ha sido. Al final llega la hora de volver "al mundo real"-aunque ya esté en él- y asistir a mi primera clase matinal: Herbología. No es uno de mis puntos fuertes ni una de mis favoritas, pero no me lo paso nada mal. Dispongo una de mis manos por la madera herida de uno de los costados y me alejo lentamente sin apartar la vista del armario. Afán, afán por poder arreglarlo es lo que siento. Me da rabia saber que voy a tardar un tiempo considerable.

Salgo de la sala y me dispongo a ir a mi cuarto para recoger todo lo necesario para la clase. Por los pasillos hay unos cuantos estudiantes que corren de un lado hacia otro para llegar a tiempo a sus clases. Entre medias de mi camino me encuentro en una esquina al trío de oro: Hermione, Ron, y Potter. Si por Pansy siento repulsión, el sentimiento que tengo hacia estas tres personas se ve intensificado por infinito. Son tan inoportunos, cotillas y "héroes" que hacen que les odie sin remedio. Se creen que son los buenos de Hogwarts, los que van a salvar el mundo de Voldemort. Lo que no saben es que no se van a salir con la suya por mucho que quieran o intenten.

-Que pasa, ¿has perdido a tus secuaces?-dice Ron entre risas. Aunque no se si se le puede llamar risa a ese chillido de cerdo que hace. Los dos compañeros le siguen la gracia y también empiezan a reír.

-¿Ropa nueva?-digo señalando sus pantalones destrozados por quién sabe qué. Tiene un enorme agujero en uno de sus costados y se le ve la pierna. Éste se mira rápidamente y maldice algo entre dientes-Me lo pensaba. Debes de dejar de comprar ropa de décima mano, traidor.

-Maldita sea, ¡otra vez no!-grita.

Harry y Hermione se giran hacia él y empiezan a decir cosas, mas yo paso de sus preocupaciones de poca monta y sigo mi camino hacia la habitación. No quiero volver a llegar justo a clase de nuevo.

Continuă lectura

O să-ți placă și

186K 23.8K 115
𝐅𝐀𝐊𝐄 𝐂𝐇𝐀𝐑𝐌 || 𝙴𝚕 𝚎𝚗𝚌𝚊𝚗𝚝𝚘 𝚎𝚜 𝚎𝚗𝚐𝚊ñ𝚘𝚜𝚘, 𝚢 𝚌𝚘𝚗 𝚜𝚞 𝚋𝚎𝚕𝚕𝚎𝚣𝚊 𝚑𝚊𝚛á 𝚚𝚞𝚎 𝚝𝚎 𝚊𝚛𝚛𝚎𝚙𝚒𝚎𝚗𝚝𝚊𝚜. Teen Wolf...
43.1K 6.5K 16
Max Verstappen es el dueño del mundo, es el jefe de una de las mafias más poderosas, lo controla todo, es rey, el amo y señor, tiene a todos a sus pi...
494K 50.6K 127
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
252K 17.9K 35
Con la reciente muerte de su padre el duque de Hastings y presentada en su primera temporada social, Annette empieza a acercarse al hermano mayor de...