❝La vida sigue en un nuevo día,
el mismo espectáculo, pero si
me cambio podría sentirme más bajo,
así que hago una repetición,
una más, cuando más duele.❞
Nico Collins | Borderline
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No hay manera de justificar sus acciones, lo saben, pero de todas maneras acordaron actuar con aparente normalidad.
En una situación normal, Tetsutetsu pelearía con sus amigos cuando quieren llevarlo ebrio a su respectiva casa, Midoriya regresaría con Uraraka, Tokoyami y Tsuyu, salvo que ahora se quedó “dormido” con Todoroki y por eso no regresaron con el resto de su grupo, Katsuki y Denki estarían tirados en algún sofá durmiendo o besándose, Jirō se iría a dormir a un cuarto individual donde nadie molestara y el resto se iría sin mirar atrás.
Hicieron todo eso en un acuerdo silencioso.
Ya estaba amaneciendo cuando los invitados comenzaron a retirarse, Kaminari como dueño de la casa continuaba despierto para despedir a todos y asegurarse de que ningún curioso quedara dando vueltas. Tōuya, acostumbrado a esa clase de fiestas, lo ayudó a liberar el camino y enviar a todos lejos.
La mayoría se fue de la finca medio ebrios y medio sobrios. Cuando Tōuya se ofreció a ayudar con la limpieza, se sorprendió por la rotunda negativa de Kaminari, pero este se defendió alegando que ya se quedarían muchas personas y de seguro iban a dormir antes de empezar a limpiar. Tōuya lo vio creíble, porque en ese horario y después de una fiesta, era normal dejar todo hecho un desastre y comenzar a limpiar al mediodía o la tarde.
El mayor de los hermanos Todoroki le dejó la llave de su camioneta roja a Shōto, su auto está sufriendo refacciones y por eso usaba el vehículo de su padre.
Los cuatro adultos dejaron la fiesta luego de asegurarse de que los adolescentes estaban en buenas condiciones y no quedaban invitados indeseados, Kaminari y Bakugō los despidieron.
Cuando Tetsutetsu se acercó a Kaminari, fingiendo estar ebrio, le susurró al oído que iba a escaparse de sus amigos en alguna estación de servicio y volvería más tarde. Ya sea caminando por la ruta o porque lo van a buscar, sea cuál sea la opción disponible en ese momento.
Lo vieron marchar en silencio.
Tetsutetsu fue el último en marcharse con sus amigos, cumpliendo sus palabras de quedar varado en la estación de servicio como le fue indicado por Todoroki mientras estaban en la habitación con Midoriya después de sus respectivas peleas.
Bakugō, Kaminari, Todoroki y Jirō se reunieron en el pasillo de las habitaciones cuando no quedaba nadie a la vista.
—Alguien tiene que ir a buscar en un rato a Tetsu —Dijo Kaminari lanzándole las llaves que le dio Tōuya a Todoroki —De cualquier forma necesitamos comprar algunas cosas.
—¿Qué haremos ahora? —Preguntó Jirō, ella era la menos adecuada para permanecer en ese absurdo plan, decidió seguir la corriente y no pensar en el verdadero trasfondo de sus acciones.
—Tenemos que limpiar toda la casa —Todoroki miró el desastre a su alrededor hasta frenar en las escaleras —Especialmente ese cuarto.
—No tiene que quedar ninguna clase de evidencia —Kaminari rascó su nuca sin saber exactamente cómo hacer todo eso —Hay materiales de limpieza en el lavadero al fondo del pasillo, creo que eso servirá.
—¿Y... qué hacemos con él? —Claramente se estaba refiriendo a Sero, pero Todoroki fue incapaz de decir el nombre.
—Sabrán que su muerte es por un golpe —Hablar del asunto de forma directa hizo sobresaltar a Bakugō y al mismo tiempo le permitió reaccionar, durante toda la noche se olvidó de un detalle importante —¿Dónde demonios está el bate?
Los cinco intercambiaron una mirada, preguntándose en silencio si el otro no lo tenía.
Ante la falta de respuesta subieron las escaleras con prisa. Los muebles seguían cubriendo la puerta y nadie intentó forzar la entrada, Bakugō y Todoroki movieron el escritorio para ingresar a la biblioteca-almancen.
Ver a Sero rodeado por ropa vieja, trapos que usaron para limpiar superficialmente el suelo y un mantel que pusieron debajo de la puerta para impedir que la sangre escapara hacia afuera, hizo que la situación fuera mucho más real. La imagen fue demasiado para Jirō que le dio la espalda mientras los demás desviaban la mirada sintiendo arcadas.
Kaminari vio el bate en el mismo lugar donde Kirishima lo dejó caer. Tuvo dudas al comienzo, pero decidió ingresar y agarrarlo de forma directa, ese bate tiene muchas huellas digitales.
Con una camisa vieja envolvió el arma homicida para encargarse más tarde, todavía no sabe lo que van a hacer con eso exactamente.
—Mientras limpiamos, ¿Qué...? —Rara vez Bakugō tiene palabras, no sabe cómo decir sus pensamientos sin parecer inhumano, no tiene la menor idea de cómo hablar.
—Vamos a dejarlo aquí por ahora, volvamos a acomodar los muebles —Dijo Kaminari, comprendiendo el estado de su novio y yendo directo al punto —Así tendremos tiempo para limpiar a fondo este lugar, luego... luego nos encargaremos de él.
—Jirō —La chica seguía dándoles la espalda, pero asintió, atenta a las instrucciones de Todoroki —Ve a buscar las cosas para limpiar, nosotros nos hacemos cargo de este asunto.
—De acuerdo —Salió tan rápido como fue posible de la escena del crimen.
—Voy con ella —Al instante Midoriya siguió sus pasos para alejarse de ese pasillo.
Con las tareas fijas, pusieron en marcha la segunda parte del plan, especialmente Tetsutetsu que ya estaba cumpliendo con su parte.
Se mostró tan ebrio como era posible, sin exagerar demasiado pero tampoco tan sobrio, al ingresar a los baños, primero se aseguró de que no hubiera cámaras de seguridad dentro de los baños y cuando estuvo seguro sacó del bolsillo de su pantalón la bolsa plástica donde estaba la camisa de Kirishima manchada con la sangre de Sero, metió dentro del lavado la camisa abriendo el grifo del agua y dejó caer muchos litros de jabón.
A medida que el fregadero se iba llenando trataba de entender sus acciones.
Estaba encubriendo un homicidio, el homicidio de un amigo que no hizo nada malo y en su lugar ayudaba a un supuesto amigo con el que su novia lo engañó.
Sus ojos estaban fijos en el lavado y a pesar de ello no se movió cuando el agua empezó a desbordarse, en su lugar vio la sustancia roja ocupando gran parte del suelo bajo sus pies y trayéndolo de regreso a la habitación donde todavía estaba presente el enorme charco de sangre.
Desesperado por limpiar los rastros de su pecado comenzó a fregar con mucha fuerza la camisa provocando que el baño en general fuera un desastre, al terminar vio la camisa en perfectas condiciones y la metió en la bolsa plástica.
Hizo una rápida limpieza al suelo y lavado usando papel, al terminar envió todo por el retrete.
Volvió a guardar la bolsa en su pantalón, sin importarle que ahora tuviera la ropa mojada y se lavó la cara antes de salir tal como entró, aparentemente ebrio y se fue a sentar frente al estacionamiento en espera a que alguno de sus amigos viniera a buscarlo. Por suerte no tuvo que esperar demasiado, quince minutos después Todoroki se acercó aparentando sorpresa mientras Midoriya cargaba el tanque.
Tetsutetsu se metió en el asiento trasero dando la imagen de que se sentía demasiado mal como para mantenerse despierto mientras Midoriya e Todoroki iban a comprar algunas cosas para desayunar, además de trapos nuevos que usarían en lugar de los que tienen en la cocina.
Regresaron a la camioneta sin decir nada y durante el viaje estuvieron de la misma manera.
Iban a utilizar la camioneta de Enji o el auto de Katsuki, prefirieron la primera opción porque es de público conocimiento que Bakugō ama su auto y sería muy extraño que se lo prestara a Shōto solo para ir hasta la estación de servicio y volver con un poco de comida.
En la finca, Bakugō, Kaminari y Jirō estaban sentados en la sala luego de haber acomodado algunas sillas de forma improvisada, los tres en un incómodo silencio y verificando no hallar nada extraño en las redes sociales. Por suerte Kaminari fue etiquetado en muchas fotos.
Vieron a los últimos invitados irse con cansancio, los que estaban dormidos fueron obligados a despertar por sus respectivos amigos y los que se fueron caminando iban en un enorme grupo hasta la salida de la finca, la cual conducía a una calle de tierra rodeada por árboles y al final del camino, después de caminar un largo rato, llegaban hasta el pueblo. Allí iban a conseguir transporte.
Bakugō y Kaminari se separaron un momento para dar una vuelta en la finca y asegurarse de que no quedara nadie más.
Tsuyu y Tokoyami se acercaron a la mesa de Jirō para preguntarle si necesitaban que la lleven a su casa, les quedaba de paso porque también iban a dejar a Uraraka, ella se negó alegando que iba a quedarse a dormir. Ellos aceptaron y se retiraron en una amena charla.
Los siguientes en despedirse fueron Camie e Iida, el chico de lentes le dedicó una sonrisa a Kaminari que estaba recorriendo el lado izquierdo de la casa cuando los vio marchar y vio a Camie lanzarle un beso a modo de despedida.
Solo faltaba que Shigaraki y Tōuya terminaran de subir la consola de DJ a la camioneta del más joven, Geten estaba sentado a un lado de sus amigos acomodando los cables mientras Himiko terminaba de vomitar en el baño. Cuando Shōto regresó, Tōuya estaba terminando con su trabajo, le hizo una seña con el brazo a modo de despedida y los cuatros amigos subieron al vehículo de Shigaraki. Shōto, Midoriya, Tetsutetsu, Kaminari, Bakugō y Jirō se reunieron para despedir a sus últimos amigos y tras perderlos de vista suspiraron regresando a la sala echa un desastre y tomando asiento en una la mesa. Todoroki había comprado, de verdad, algo para desayunar.
Kaminari fue el primero en agarrar una de las bombas de crema y dejarse caer en una silla, los demás lo siguieron en silencio.
—Voy a usar tu cocina —Dijo de la nada Todoroki.
—¿Para qué quieres la cocina? —Preguntó Kaminari con curiosidad.
—Voy a hacerme un maldito sándwich tostado de jamón y queso con un café bien cargado porque la ansiedad me provoca hambre —Respondió bruscamente dándose la vuelta con los brazos extendidos como si fuera una obviedad, ya más calmado, volvió a tomar la palabra —¿Quieren algo?
—Drogarme —Kaminari no sabe cómo tomarse los comentarios de Bakugō en esas circunstancias.
—Ni se te ocurra —Lo regañó, discutir sobre drogas no es algo usual entre ellos, pero en ese momento lo necesita más sobrio que nunca —Que sean dos cafés.
Todoroki les dio la espalda regresando sobre sus pasos en un silencio atronador.
—Estamos jodidos —Susurró Bakugō.
—Estamos jodidos si nos descubren —Dijo en el mismo tono y la mirada en la nada, se miraron de reojo, por primera vez no pudieron leer la expresión del otro —Vamos a limpiar. No es necesario cubrir nuestras huellas, solo la sangre, lavaremos la ropa tres veces y nos desharemos de la basura.
La situación era tan surreal que ni siquiera pensaron en lo extraño que fue ver a Todoroki preparando café en la cocina y regresar con varios vasos que no estaban del todo limpios, pero a ninguno le importaba a esas alturas de su vida, pueden morirse de intoxicación y sería un milagro para limpiar sus asquerosas conciencias.
—Ya no queda nadie —Dijo Kaminari llenando su boca con una porción de vigilantes con crema pastelera y membrillo —Tenemos que movernos.
—Si —Tetsutetsu apenas tiene fuerzas para hablar, dejó sobre la mesa la camisa mojada de Kirishima metida en la bolsa y con su taza de café con dibujos de margaritas en su otra mano.
—Las cosas para limpiar están al final del pasillo —Señaló Midoriya con voz monótona.
—Es una puta mierda —Bufó Bakugō obteniendo atención innecesaria, terminaron de comer y se pusieron manos a la obra.
—Vamos, terminemos con esto —Jirō dio por finalizada la charla.
Se separaron en el mismo e incómodo silencio, cada uno con sus objetivos claros y perdidos en sus propios pensamientos.
Bakugō y Midoriya empezaron a recorrer la finca con bolsas de basura enormes, Kaminari metía las pelotas plásticas de la bañera en una caja que originalmente cargaba cervezas, Tetsutetsu se hizo cargo de limpiar la piscina y Todoroki junto a Jirō llevaron los vasos y platos a la cocina para comenzar a lavar.
El plan no verbal de “actuar como si nada malo estuviera pasando” les provocaba ansiedad con cada segundo que pasaba, principalmente por el gran detalle de que no hablaron sobre sus próximos pasos a la hora de encargarse de la habitación.
Se movían en silencio, de vez en cuando se dirigían la palabra para saber la ubicación de un producto o preguntar dónde iba cada cosa, pero no más de eso.
Kaminari arrastró la caja con pelotas plásticas en el mismo rincón del jardín donde se estaban acumulando los inflables que Tetsutetsu sacaba de la piscina, intercambiaron una mirada como si dijeran “¿Qué mierda estamos haciendo?” y, a pesar de que no dieron una respuesta, continuaron con la exhaustiva limpieza.
La siguiente parte que le tocaba limpiar a Denki era la sala donde estaban los sillones.
Pesadamente cayó sobre el sofá individual solo un instante para ver el desastre en la casa, ya había previsto que iba a limpiar mucho al día siguiente de la fiesta, pero nunca pasó por su cabeza que estaría obligado a hacerlo para encubrir algo tan jodido como un homicidio. Miró hacia las escaleras que llevaban al siguiente piso y se descubre deseando que mágicamente Sero baje por ellas, los miré con enojo y se vaya a la cocina para robar comida fría de la nevera, algo que solía hacer luego de cada fiesta.
No vale la pena pensar en eso, si de verdad hubiera sobrevivido a ese golpe lo habrían visto a lo largo de la noche y Kaminari se dio un par de vueltas por ese pasillo, los muebles siguen bloqueando la puerta y nadie entró o salió.
Sus ojos se dirigieron a la puerta debajo de las escaleras, aquellas que conducían al sótano.
Fuertes punzadas de dolor en la frente hicieron que su ceño se frunciera e insultara en voz baja, el alcohol parece estar pasándole factura y no se ha estado alimentando muy bien los últimos días.
Todoroki se acercó para ayudarlo a limpiar luego de que Jirō lo enviara lejos porque quiere estar a solas y pensar en soledad, él aceptó porque también era incómodo lavar los trastes de a dos y ya todos los utensilios estaban en la mesada de la cocina en espera a ser lavados. Kaminari vio a Todoroki y en un acuerdo silencioso de “no hablar” empezaron a ordenar los muebles, porque a algún idiota se le ocurrió darlos vueltas para formar un círculo y así poder jugar al juego de la botella.
Se pasaron largas horas solo acomodando los muebles, tirando latas, botellas y paquetes de frituras en bolsas de basura, reunieron todos los materiales de limpieza en la mesa de la cocina cuando solo quedaban algunas cosas para tirar. Los encargados de las bolsas por primera vez no estaban en un ambiente tan tenso.
Midoriya miró de reojo a Bakugō que tiraba latas en una bolsa y botellas de vidrio en otras, ya tienen llenas más de cuatro.
Nunca creyó volver a hacer algo con su amigo de la infancia en esas desastrosas circunstancias. Era mejor que nada, o al menos eso trataba de decirse a sí mismo, Izuku tiene mucho con lo que lidiar y a veces se encuentra mirando la nada pensando en el pasado y lo compara con el presente.
Él no era particularmente cercano a Sero, ¿Amigos? Quizás los típicos amigos de fiestas a los que uno saluda por costumbre o cuando se queda solo porque sus amigos se alejan o están ligando, pero la situación lo supera, incluso si fuera un total desconocido, seguiría siendo demasiado para Midoriya. Es decir, no todos los días se encuentra encubriendo al mejor amigo de su amigo de la infancia luego de haber asesinado a un amigo de ambos.
Demasiado confuso, complicado y difícil por múltiples motivos. No era alguien tan frío como para desligarse de la culpa que ya comenzaba a manifestarse en comezón a lo largo de sus brazos o piernas.
A pesar de que claramente no se siente bien, intenta probar suerte en iniciar una charla con su compañero.
—Kacchan.
—Ah... —No está de humor para sentirse enojado, guardar rencor de infancia o echar culpas a diestra y siniestra, por eso Katsuki siguió metiendo los vasos plásticos en su respectiva bolsa y se abstuvo de responder agresivamente —¿Qué quieres, Deku?
—Yo... de verdad lamento haberte fallado cuando éramos niños —Dijo con un hilo de voz mientras recogía la basura de su lado —Tenías razón y te fallé, por miedo.
—¡Por supuesto que tenía razón, imbécil! —Exclamó de repente solo para después suspirar y seguir con su trabajo —Olvídalo —Esa respuesta era algo que Midoriya no esperaba, dejó de hacer su parte para mirar a su amigo de la infancia con sorpresa, Bakugō sigue dándole la espalda sin cambiar su postura, hasta que lo vio suspirar con pesar y mirarlo de reojo. A Izuku siempre le resultó complicado entender lo que de verdad quiere decirle Katsuki, lo mira con ganas de querer matarlo y al mismo tiempo puede ver atisbos de pena, siempre fue muy contradictorio —Estás aquí, no apareces nunca, pero ahora estás a mi lado cuando no tienes nada que ver con toda esta mierda y eso es algo. Sigue limpiando para poder pasar el maldito trapo.
Midoriya no puede creer que Bakugō esté reconociendo su presencia, quizás por el enorme detalle de que lo estaba ayudando con algo verdaderamente jodido y problemático, pero al menos ya no le está gritando abiertamente que lo odia o que se vaya a la mierda.
Se preocupa por lo que puede decir su complacencia de su propia personalidad, Midoriya sabe que no está bien, pero, ¿Qué puede hacer?
Cada vez está más convencido de que todos en esa finca tienen cadenas igual de pesadas y tampoco saben cómo lidiar con ellas, cuando fue enviado al psicólogo le diagnosticaron depresión infantil, su madre fue un poco sobreprotectora un tiempo y luego volvió el mismo ciclo. La culpa que no le pertenecía exclusivamente pesaba en sus hombros, su madre lo sabía y no hizo nada, solo comprarle muchos juguetes, libros, juegos de consola y ropa.
Bakugō por su parte recibió el mismo trato, quisieron conquistarlo comprando todo lo que quisiera y dándole plena libertad, pero a diferencia de Midoriya que lo aceptaba en silencio porque consideraba que era lo mejor para mantener el equilibrio en la familia, Katsuki perdió el control de sí mismo y se fue de la casa echo una fiera.
Estuvo en las calles un par de días hasta que consiguió ayuda de Tōuya, que en ese momento estaba iniciando con su negocio de tatuajes y sintió pena del joven Katsuki, luego pudo investigar más sobre el asunto de la herencia, hizo unas llamadas usando los contactos que su madre tenía en una pequeña libreta que le dejó antes de morir y consiguió su cuenta bancaria al descubrir que estaba a su nombre. Su madre le dejó todo su dinero, el título de propiedad de su casa y su auto, incluso hizo énfasis de que puede utilizar cualquiera de esos bienes sin importar su edad.
Como si ella supiera lo que le deparaba viviendo en su propia casa con su supuesta mejor amiga y el hombre que juró amarla hasta la muerte, Bakugō siempre bufaba ante esa estupidez, su padre ni siquiera fue capaz de esperar hasta que muriera antes de engañarla.
—Deku —Lo llamó frenando por un instante los erráticos movimientos de sus manos —¿Crees que mi madre sufrió antes de morir?
Midoriya se sorprendió al oír sobre el tema.
El ambiente tétrico y de muerte le trajo recuerdos de su infancia, por supuesto que iba a ocurrir lo mismo con Bakugō, en especial para él que vio a su madre morir en sus propios brazos.
Durante un largo rato guardó silencio, pensando en las palabras correctas para decirle, no quiere mentirle a Kacchan.
Izuku es consciente de varias circunstancias tras la muerte de la señora Mitsuki, quien siempre fue dulce y amable con él, incluso más demostrativa que con su propio hijo, y a medida que crecía bajo el cuidado de Inko que era doctora, aprendió mucho sobre la medicina cuando le explicaba detalles de forma inconsciente. Él sabe que la muerte de Mitsuki de seguro no fue pacífica.
—Yo creo... que fue feliz de que lo último que haya sentido, sea un abrazo tuyo.
Katsuki volteó por primera vez y los dos se miraron fijamente, rubí y esmeralda chocaron en una cruda batalla donde ambos se culpaban por algo que estaba en su control. Son incapaces de decir “éramos niños, no sabíamos”, porque no es cierto.
Ambos sabían y ninguno pudo reaccionar a tiempo, cuando Katsuki intentó hacerlo en busca de justicia, solo quedó como un niño resentido por la muerte predecible de su madre.
Los adultos siempre decían lo mismo a sus espaldas “es demasiado joven, no entiende”, “ya se le va a pasar”, “es parte de la vida” y, el que más odiaba, “el cáncer iba a llevársela tarde o temprano, ¿Por qué insistir en buscar culpables?”. ¿Por qué insistir? Claro, porque nadie estaba en los zapatos de Katsuki.
Él es consciente de que su madre iba a morir, lo sabe desde que es un niño, lo entendió luego de que se lo explicaron los médicos, un terapeuta y sus mismos padres; pero le molesta la sola idea de que pudo haber tenido meses, o quizás, un par de años más, a su lado... si no fuera por la intervención de terceros. ¡Le robaron el poco tiempo extra que le quedaba con su madre! Era injusto y esa realidad siempre lo llena de ira, rabia, enojo, frustración y odio, solo era capaz de sentir esas emociones, actuaba de forma autodestructiva esperando que en algún momento la vida se lo llevara por delante.
Hasta que conoció a alguien igual o tal vez más jodido que él.
Si alguien se lo preguntara a Bakugō, no podría darles una respuesta, porque no sabe el momento exacto en que su obsesión con Denki comenzó a darle un motivo para aferrarse a la vida.
Quizás sea la forma tan efusiva en la que Kaminari ama, su insana necesidad por siempre estar con alguien, su incapacidad para vivir en soledad, las demostraciones exageradas de celos o esas explosiones de sentimientos, no lo sabe, pero Bakugō estaba en busca de alguien que lo amara de esa manera y Kaminari deseaba a encontrar a alguien que aceptara esa clase de amor definido como “enfermo”.
Ninguno es ignorante ante la innegable realidad de que su relación no es normal, para muchos roza lo extraño, porque la forma en que aman pareciera que los hace perder el individualismo.
Kaminari desea amar incondicionalmente y que lo correspondan con la misma intensidad, y Bakugō desea ser amado de esa manera y tener la certeza de que no volverán a abandonarlo, a menos que la muerte se interponga de nuevo.
Desganado con la vida, su situación y sentimientos, Bakugō pasa por al lado de Midoriya y le da una palmada en su hombro seguido de un ligero tirón de cabello, algo que solía hacer en su niñez.
Hay demasiadas grietas en su dañada relación como para solucionarlas a las siete de mañana mientras estaban encubriendo un asesinato. Lo evidente es que ninguno podrá volver a ser normal aunque se esfuerce por aparentar lo contrario, en especial cuando se reunieron al pie de las escaleras sin decir nada.
Ninguno se animaba a dar el primer paso, cuando lo hicieran, ya no habría marcha atrás.
Todoroki cerró los ojos con fuerza y avanzó sin mirar, Kaminari fue el siguiente, seguido por Bakugō, Midoriya, Tetsutetsu y Jirō, ella permaneció un par de segundo más con el pie en el primer escalón antes de decidirse.
Corrieron los muebles que bloqueaban la puerta y al abrirla hallaron todo en el mismo lugar. Vieron a Sero tirado en un costado del cuarto, envuelto improvisadamente en una sábana rojiza por la sangre y el piso de madera con sangre seca. Kaminari ingresó dejando caer el balde de agua fría con productos de limpieza, principalmente lavandina y aromatizante, se arrodilló al lado de las cajas con ropa vieja.
No quiere darse la vuelta, no quiere verlo, pero se obliga a voltear y dirigirse a Sero en completo silencio.
—Debemos evitar que descubran cómo murió —Dijo de repente Todoroki con la mirada ausente y fija en el cuerpo envuelto con las viejas sábanas —Así... no van a poder deducir nada.
—Hay una pendiente del otro lado del bosque —Denki podía ver el cabello azabache de su amigo sobresaliendo de la sábana, desvió la mirada hacia las nikes verdes de Midoriya —Llega hasta un pequeño arroyo, podríamos empujar el cuerpo... y cubrir cualquier herida con otras más graves.
—¿Qué hay de las huellas? —Preguntó Bakugō sin apartar los ojos del cuerpo de Sero y la mano que sobresalía.
—No es importante, hubo muchas personas en la fiesta —Todoroki se hincó sobre su rodilla junto a Kaminari para agarrar la parte posterior del cuerpo.
—¿Qué hacemos con el bate de Shinsō? —Preguntó Midoriya.
—Voy a limpiarlo y dárselo —Dijo Tetsutetsu.
—No —Se negó repentinamente Todoroki tomando por sorpresa a los presentes, ahora su cabeza estaba más despejada y si imagina que no está encubriendo el asesinato de alguien conocido, si lo ve como si fuera un trabajo de investigación y recuerda las veces que su padre le habló de los casos que atendió como abogado, es capaz de crear una mejor historia —Tira el bate en un contenedor al azar, asegúrate de que nadie te vea.
—¿Por qué? ¿Eso no estaría gritando a los cuatro vientos sobre nuestra implicación indirecta? —Tetsutetsu no puede seguir el hilo de los pensamientos de Todoroki.
—Muchas personas tocaron ese bate, cualquiera puede ser el culpable y la mayoría de nosotros era cercano a... él, así que deja que la policía encuentre el arma homicida.
—No entiendo lo que quieres lograr, bastardo.
—Saciar la curiosidad de la policía. —Dijo con obviedad procediendo a explicar su punto —Si les hacemos creer que están cerca del culpable y son desviados a diferentes personas, tarde o temprano van a llegar a un callejón sin salida —Eso era demasiado rebuscado y todos se daban cuenta, pero tiene cierta lógica, porque lo que ellos quieren es que el caso sea complicado, difícil de seguir y que la policía no entienda su propia investigación por tener muchos caminos y diferentes posibles sospechosos, cada uno con una historia distinta, eso complicaría la investigación —Cuando eso ocurra, van a tener que dejarnos ir a todos, por falta de pruebas.
—Esto también puede ser algo que nos condena —Midoriya tomó la palabra en voz baja, intentó imaginar la situación como algo ajeno y no real, de esa forma podría reaccionar —No estoy seguro.
—Solo... hagámoslo —Dijo Todoroki en un susurro regresando la atención al cuerpo —¿Si lo lanzamos de ese lugar, el golpe inicial será cubierto?
—La pendiente es muy escarpada —Comentó Kaminari apartándose del cuerpo de Sero luego de intentar cargarlo y fallar, al final Bakugō se hizo cargo —Recibirá muchos golpes.
El sonido que provocó levantar a Sero hizo estremecer a todos, escucharon la sangre gotear de su cabeza, el silencio a su alrededor o tal vez su imaginación, hizo que el sonido fuera mucho más escalofriante.
—Eso debería cubrir el golpe inicial y confundir a la policía —Tetsutetsu se apartó del camino de sus compañeros para dejarlos pasar con el cuerpo, los demás salieron detrás de ellos siguiéndoles el paso de cerca y asegurándose de limpiar el ligero camino con gotas de sangre —¿Qué tan lejos está esa pendiente?
—Casi cuarenta minutos dentro del bosque —Bajaron las escaleras siguiendo a Kaminari que lideraba el camino e iba a seguir avanzando durante todo el trayecto —Con suerte el clima va a estar de nuestro lado y cubrirá nuestras huellas en los siguientes días.
—Supongo que vamos a caminar —Por primera vez Jirō tomó la palabra siguiendo al resto.
A pesar de confirmar que estaban solos en la finca, Tetsutetsu y Midoriya de todas formas formas se adelantaron para confirmar que no hay testigos, Kaminari permaneció adelante y Todoroki, Bakugō y Jirō atrás en la fila.
—Creo que es inútil decirlo, pero de todas formas lo haré, no tienen que enviar ningún mensaje sobre el asunto porque pueden pedir investigar nuestros teléfonos —Aclaró Todoroki después de recibir el visto bueno de los centinelas y avanzar hacia el frío bosque que a esas horas de la mañana cargaba con mucha neblina —Le dije a Momo que pasara el mensaje al resto.
Asintieron ante esa obviedad, no pueden hablar del asunto por mensajes, si alguno resulta ser un culpable potencial y consiguen una orden para revisar su privacidad, todos estaban jodidos.
Tetsutetsu y Midoriya caminaban un poco alejados del grupo para asegurarse de estar completamente solos, era imposible relajarse a pesar de estar seguros que todos los invitados se fueron, uno nunca sabe cuando van a encontrar posibles testigos tirados por algún lugar, durmiendo o vomitando, a esas alturas era mejor prevenir que lamentar.
Kaminari lideraba el camino, recordando de memoria los pasos que debía seguir.
Para los demás puede verse exactamente igual por donde sea que mire, pero Denki ha crecido en esos alrededores y se perdió tantas veces que terminó por conocer las rutas que debe tomar para regresar o la que lleva directamente a la carretera hacia la ciudad, ese camino tomaba más tiempo. Sin embargo, el camino hasta la pendiente era mucho más complicado y traumático.
Durante un largo rato los ajenos al terreno creyeron que Kaminari no estaba seguro de sus propios pasos porque cambió de dirección varias veces, pero entonces escucharon el sonido del agua y supieron que estaban en el lugar correcto.
Escalar la pendiente fue mucho más complicado que encontrar el camino, tanto que varias veces estuvieron cerca de caerse y terminaron llenos de barro, heridas superficiales, lodo y ropa sucia.
Casi llegando a su destino, Todoroki pisó por equivocación una parte del suelo que en realidad era un hormiguero y cuando los pequeños animales estaban por comenzar a subir por su pierna el albino-pelirrojo se apartó bruscamente dejando caer el cuerpo de Sero. Bakugō se sorprendió por el repentino grito y la falta de ayuda que también lo soltó, pensando en el peor escenario, como que la policía los había atrapado infraganti.
Luego de calmarse y dejar de discutir, todos se reunieron alrededor del cuerpo de Sero.
El azabache estaba aparentemente dormido y su piel se había tornado pálida, un tipo de blanco que no vieron ni siquiera en sus peores etapas de ebriedad, Midoriya cubrió sus labios tratando de amortiguar las arcadas mientras que Tetsutetsu se daba la vuelta para vomitar y Jirō ahogaba un jadeo entre sus manos.
Bakugō torció el gesto incapaz de reaccionar, demasiado impactado con la escena como para pensar que deben seguir avanzando.
A su lado, Kaminari miraba el cuerpo tratando de separar el presente de su pasado, no fue hasta que vio a Todoroki avanzar con la inalterable mirada vacía que pudo reaccionar. Dio su mejor esfuerzo por levantar a Sero de las piernas, hicieron a un lado la sábana blanca y se acercaron al borde. Por un instante se miraron y Kaminari lo vio, en los ojos de Todoroki se reflejó el miedo, otra vez le estaban preguntando “¿De verdad estamos haciendo esto?” y Denki, todavía incapaz de responder verbalmente, cerró con fuerza los ojos y dejaron caer el cuerpo de Sero por la pendiente.
Escucharon al cuerpo rodar interminablemente hasta el deprimente splash que anunciaba que llegó al pequeño arroyo, ahora sería cuestión de tiempo para que la corriente lo llevara a un lugar con mayor ingreso público o hasta que la policía decidiera investigar los alrededores de la fiesta. Lo que sea que ocurra primero.
Kaminari se asomó por la pendiente mirando el cuerpo de Sero bocabajo y el resto le dio la espalda para sollozar o empezar a descender entre lágrimas y culpas silenciosas en espera a ser dichas.
Los recuerdos otra vez se anteponen.
Todavía lo recuerda como si fuera ayer, Denki puede sentir su cuerpo inclinarse hacia adelante y las manos de alguien que lo empuja a una muerte segura, una muerte que nunca pudo concretarse porque no es alguien fácil de matar. Recuerda las rocas clavándose en su cuerpo, la falta de aire, la sangre caliente, el dolor adormecedor y su pierna rota. Esas memorias olvidadas vuelven a atormentarlo.
Repentinamente Bakugō lo sujetó del brazo obligándolo a retroceder, Denki se dio cuenta de que estaba muy cerca del borde.
—Si quieres suicidarte, dime y no te dejaré solo.
—Katsuki —Lo miró durante tres largos segundos —¿De verdad morirías conmigo si te lo pido?
—Te dije que vivo por ti y eres mi vida, ¿Cómo mierda esperas que viva si te mueres?
—Pero...
—Es adorable que pienses que la muerte puede separarte de mí —A pesar de que quiso aligerar el ambiente con esas palabras, Kaminari pudo ver dos lágrimas bajando por sus mejillas y una amarga sonrisa —No soportaría que también me dejes atrás.
Denki limpió las lágrimas suavemente y Katsuki se percató de que estaba llorando, no sabe si es por el miedo a la idea de que Kaminari quiera morir y dejarlo, la muerte de su amigo o por revivir sus sentimientos del pasado luego de hablar con Midoriya, es posible que sea por las tres razones y debido a eso más lágrimas cayeron.
Se dejó envolver por los brazos de su novio tratando de que las piezas de su mente y corazón se mantuvieran unidas, pero es inútil, hace mucho que se hizo añicos y no puede permanecer cuerdo.
Tiene miedo de todo, odia la soledad, está aterrado de sí mismo y sus límites, ¿Por qué mierda no se movió cuando Kirishima atacó a Sero? Fue demasiado rápido, es verdad, pero quizás si se hubiera interpuesto entre el bate y su amigo, quizás... quizás... no sabe.
Nada de eso tendría que estar pasando. Su vida no puede tener más mierda.
Estuvieron un largo rato en la cima de la pendiente dejando al resto abajo, ninguno sabe cómo volver a la finca a pesar de que la niebla está descendiendo ahora que marcaban las diez y media de la mañana, tienen que darse prisa para arreglar todo y sentirse un poco mejor, al menos si se mantienen ocupados no van a pensar en los verdaderos motivos de sus acciones. Ahora pueden fingir que solo están ayudando a un amigo a limpiar la casa después de una fiesta.
Cuando Bakugō y Kaminari descendieron de la pendiente tomados de la mano, regresaron a la finca donde vieron todo en las mismas condiciones.
Se dirigieron a la primera planta para terminar de limpiar la escena del crímen.
Jirō y Tetsutetsu fueron al cuarto de lavado para encargarse de los trapos y la sábana sucia, iban a darle varios lavados para evitar cualquier pista, mientras que los demás limpiaban el piso de madera con lavandina y aromatizante de lavanda, comenzaron a pasar el trapo en el cuarto principal y siguieron avanzando hasta cubrir toda la casa.
No dejaron ni un solo rincón sin limpiar.
Para asegurarse de que no quedaban pistas, volvieron a pasar productos de limpieza en el suelo y los muebles, todo aquello que fue tocado por otras personas y lo desinfectaron con múltiples trapos mojados en alcohol.
Acabaron alrededor durante las primeras horas de la tarde, la finca estaba reluciente y solo quedaban las cajas con los inflables sin aire y bolsas con los restos de bebida y basura. Desde afuera luce como si nada malo hubiera pasado, como si no hubiera acontecido una alocada fiesta, como si no hubiera sido el lugar donde falleció un amigo.
Bakugō se lavó las manos con alcohol en gel para desinfectarse, pasó el pequeño pote al resto de sus compañeros que no tardaron en hacer lo mismo, se limpiaron las manos como si de esa forma pudieran eliminar los rastros de su pecado y guardaron silencio al acabar con sus obligaciones. Miraron la casa desde afuera sin saber qué más hacer, o bueno, sí lo saben y no quieren hacerlo tan rápido.
Kaminari envió un mensaje a Ashido para asegurarse de que llegó a casa antes de comenzar a limpiar, luego Jirō hizo lo mismo con Yaoyorozu en ese momento, pidiéndole que vaya a buscarla a la finca de Kaminari cuando despierte porque ella iba a quedarse más tiempo con Bakugō, Tetsutetsu le envió un mensaje de disculpas a Ashido por haber sido un imbécil para que cuando revisaran su teléfono vieran una conversación normal en una pareja y Bakugō le dijo a Kirishima que iba a quedarse con Kaminari, Midoriya le avisó a Uraraka que estaba bien y que Todoroki se encargaría de él. Cumplieron con la misma rutina que harían en cualquier fiesta.
Acabaron con sus respectivos mensajes y en diferentes momentos recibieron una respuesta, los demás siguieron la corriente sin dar a notar el nerviosismo que los recorría desde el otro lado de la pantalla.
—Hablemos de lo que vamos a decirle a la policía —Todoroki rompió el tenso ambiente e ingresó a la finca seguido de Kaminari y los demás, preparó café extra para la charla que se avecina, volvieron a reunirse en la misma mesa que al comienzo de la mañana —Tenemos que decir la verdad a medias, darles la honestidad que buscan y llenar los espacios en blanco con una historia concordante, ¿De acuerdo?
Todos asintieron con seriedad.
Nota: Todo está yendo de mal en peor, nuestros protagonistas tienen más traumas y secretos de los que estamos viendo. Además... parece que sus caminos están más enlazados de lo esperado. Así que, dulces galletitas, ¿Tienen alguna teoría conspirativa y jugosa? ----->
Publicado: 02/04/22
Editado: Pendiente