Es sábado y por lo tanto no hay clase, me dedico a organizar la casa, escucho música, "Antes de los veinte" de los chicos Morat. Amo esta canción, y la bailo mientras arreglo mi habitación, (una casa no queda bien arreglada si no hay música de por medio). Me dirijo a la cocina y me preparo algo de comer, si tan solo mamá tuviera una empleada de servicio en casa, me ahorraría el aseo, hacer aseo me da flojera, limpiar el polvo me da alergia, es una tortura, pero es claro que no tenemos presupuesto para contratar a una empleada que haga esas cosas, así que mientras yo esté en casa la empleada soy yo. El único que me acompaña en esta casa cuando mi madre y mi hermano no están es mi Loro "Pupi" siempre está en mi habitación, repite todo lo que escucha asi que sabe hablar y no es tan tonto como parece. Una vez Pupi me hizo quedar mal con mi hermano. Edwar había entrado a mi habitación preguntando si había sacado la basura de mi habitación.
Cosa que no había hecho porque el carro de la basura pasó sin yo darme cuenta y corrí con la basura de mi habitación en la mano y no la alcance, así que la oculte debajo de mi cama.
Así que Pupi tenia que abrir su pico y decir: <<Susan no saco la basura, Susan no saco la basura>>
Estúpido loro, no debí enseñarle mas de la cuenta.
Termino de hacer mi quehacer y salgo camino al centro comercial de Sevilla a comerme un delicioso helado y a saludar a Tebi.
En la escuela no tengo muchos amigos, Tebi es mi único amigo, siempre estamos juntos. En cambio mi hermano no pasa mucho tiempo conmigo despues de la muerte de papá, antes soliamos ver juntos alguna película y preparanos palomitas (esos ratos con él son los mejores, me hace reír siempre con sus ocurrencias) a veces esta en casa los fines de semana, pero no es tan habitual verlo.
Agradecida con Dios porque Sevilla no me queda muy lejos y puedo ir caminando. No quiere decir que odie caminar, al contrario amo caminar, así puedo ir imaginando cosas por donde paso, es divertido. Mientras voy caminando veo todo lo que hay a mi alrededor. Si quiero llegar rápido podría coger el atajo, pero eso sería pasar por la calle maligna (yo le puse ese nombre, ya que es una calle donde hay muchos malandros). A mi no me aterra pasar mucho por este lugar, los peligros son en las noches, de día todo es muy normal. Pero igual decido caminar un poco más y no coger el atajo.
Atravieso un hermoso parque lleno de árboles (a ese parque le puse: el parque del encanto), los niños vienen con sus padres cada fin de semana. Es hermoso ver a las familias en los parques, soy fan de eso.
Luego de un pequeño camino llego a Sevilla, hay mucha gente caminando de un lado a otro, parejas, padres, hijos, abuelos, amigos etc, muchas personas vienen a este centro comercial (bueno, es el único que hay, verdad).
—Hola Bell —saludo al dueño de la heladería.
—¡Susan! Bienvenida —Bell me da una sonrisa.
—Vine a comer un delicioso Helado —digo al momento de ver a Tebi salir con dos helados en sus manos.
—Que tengan un lindo día.
Dice Tebi guiñando un ojo a las chicas que estaba atendiendo.
Tebi es un chico muy apuesto, eso no se le puede negar, su cabello rizado que cubre sus orejas es brillante y manejable. Su tez es morena pero un moreno de esos salidos de la televisión y sus ojos cafés color caca.
Así le digo a Tebi para molestarlo, sus ojos color caca.
Envidio su cabello ¿por qué el mío no es así de hermoso? Solo tengo un cabello con friz, pero claro Susan, si nunca te peinas y ya quieres un cabello así. Al menos Tebi si cuida sus rizos.
—¡Susan! Hola —Tebi saluda.
Luego de Tebi atender a las dos chicas que esperaban su helado se acerca a mi.
—Te vez ridículo con ese uniforme —digo viéndolo de arriba abajo.
—¿Bromeas? Si me veo guapo, así atraigo a las chicas. Hace un rato vino Helen, la chica que se sienta delante tuyo ¿la recuerdas?.
—Aja... y no me digas que la invitaste a salir —digo sin ánimos.
—Por supuesto, mañana iré a la cita.
Tebi se veía muy emocionado, y yo no tenía mucha esperanza de que esa cita saliera bien, Helen es una chica muy irritante y le gusta burlarse de las personas, no entiendo por qué Helen acepto la invitación de Tebi, digo... nunca le a interesado, a Helen no le gusta los chicos morenos (algo racista la chica)... tal vez solo quiera jugar con los sentimientos de Tebi, o hacerle alguna broma ya que Helen es la reina de las bromas. Sea lo que sea, Tebi estaba siendo masoquista, él más que nadie sabe como es Helen, no es una chica que tome las cosas en serio, ni mucho menos una relación. Pero sea cual sea el motivo por el cual Helen acepto la invitación de Tebi, no será nada agradable.
Tebi ha tenido cinco relaciones en su vida, y todas esas han terminado mal. Tebi es un buen chico, un poco coqueto cuando ve una chica que le guste, pero no voy a negar que en una relación es el chico más amoroso que he conocido.
—Bien... Tebi, solo te digo que no le demuestres tanto a Helen que le gustas, ya sabes como es, no quisiera que te ilusionara.
Tebi también sabía como era Helen, pero aún así el quería arriesgarse, tratar de enamorarla, era su objetivo. Yo no podía hacer nada al respecto, mis consejos no servían de nada así que solo me quedaba desearle suerte en su cita.
—No te preocupes, sabes que he aprendido mucho durante las cinco relaciones que he tenido y créeme Susan, que de ahora en adelante voy hacer un perrón.
Nunca llegué a imaginar a Tebi decir eso.
Tebi trae un cono de helado y me lo pasa.
—Éste lo pago yo —dice Tebi.
—Por supuesto que si. Ahora dime, ¿a qué te refieres, con qué vas a ser un perrón? —Pregunté dudosa.
—Me refiero a que si Helen me rechaza o trata de jugar conmigo, la dejaré en paz y no le estaré rogando ni viéndola con cara de...
—idiota, si.
Le interrumpo.
Tebi frunce el ceño —Si...bueno, eso mismo. Y seré del pueblo y para el pueblo.
Me río y casi me ahogo con el helado —¡mierda! Casi se me congela el cerebro... bien espero que sea verdad lo que me dices —Apretó mi cabeza con mis manos.
—¿Dudas de mi palabra, Susan Gonzales? —Tebi entrecierra sus ojos.
—Bueno, es que ya habías dicho eso una vez, lo recuerdas?.
—Ah, eso... bueno, esos eran otros tiempos...
—Tebi sonríe y rasca su cabeza.
Había llegado personas al lugar, así que Tebi se levanto y siguió en su trabajo. Yo me terminé mi helado y revisé mi móvil, tenía un mensaje de mamá:
Madre <3 :
Susan, esta noche no llegare a casa, tengo mucho trabajo y no creo poder terminarlo hoy. Así que no esperes que llegue. Feliz noche.
Bueno, no era algo que tuviera que sorprenderme, había días que se quedaba fuera de casa porque tenía doble turno y así.
Me acerco a despedirme de Tebi.
—¿Te vas caminando? Espera dame un momento te daré para el taxi...
—No te preocupes, iré caminando no queda tan lejos.
—Si pero ya esta anocheciendo, no es bueno que andes sola en la noche.
—Que no Tebi, deja así en serio, aún no anochece y quiero ir caminando. Nos vemos luego, bye —digo y salgo rápidamente.
No había visto la hora, ya estaba anocheciendo, me quedé mucho tiempo en Sevilla viendo a las personas pasar y a Tebi atender a las chicas que lo ignoraban o las que le seguían el cuento y coqueteaban con él.
Aún habían personas que salían de sus trabajos y caminaban por las calles, así que supongo que no debo preocuparme por nada, tomaré el camino más rápido, eso significaría pasar por la calle maligna... bueno, no tengo porque asustarme, solo caminaré rápidamente...
***
Siento que alguien me sigue, no puedo ver a nadie, las calles están solas y silenciosas, el miedo se apodera de mí y siento mis piernas temblar. Alguien me agarra por detrás y aprieta mi brazo derecho. Un hombre grande me arrastra hacia un rincón y me pide que le de todo lo que tenga mientras pone su cuchillo en mi garganta.
¡Mierda!, debí hacerle caso a Tebi, yo y mi terquedad.
Mis piernas temblaban y mi corazón latia a mil.
—Yo... no, no tengo... —tartamudeo.
El tipo aprieta mi mano y comienza a requisar mis bolsillos y a tocarme, escucho un fuerte golpe y el hombre grande cae en el suelo desmayado.
Quedó paralizada sin saber que hacer, mi cuerpo no reacciona y se queda inmóvil. Un chico estaba enfrente mío y en su mano tenía un palo con el cual le dio en la cabeza a aquel hombre y lo dejó inconsciente. El chico rápidamente me jala de la mano, caminamos alejándonos de aquel lugar lo más rápido posible, mis piernas no me respondían tan bien que digamos. Una vez que nos alejamos lo suficiente el chico me suelta del brazo, da un fuerte suspiro y me mira con ojos sospechosos.
Mis nervios se habían ido un poco, me sentía un poco mejor, levanto mi mirada hacía el chico detallandolo.
Aquel chico era más alto que yo, su cabello era negro y despeinado, sus cejas muy pobladas y...
Sus ojos...
Sus ojos eran muy oscuros, reflejaba temor pero a la vez eran grandes y redondos como la luna, eran hermosos...
Volví en si para ahora pronunciar palabra.
—Gra-gracias —tartamudeo nuevamente.
El chico no dijo nada por un momento, se pasó la mano por su cabello y me vio una vez más.
—Si, bueno... solo a ti se te ocurre caminar en la noche por ese lugar, eres tonta.
Quedó sorprendida ante la forma en que me habló aquel chico, apareció de la nada en aquel lugar y me salvo la vida... ahora simplemente parece fastidiado.
—Lo siento yo... pensé que llegaría antes de anochecer a casa.
—Si... como sea solo, procura no caminar sola en la noche.
El chico camina alejándose de mí.
—¡Espera!,¿puedo saber el nombre del chico que me salvo? —pregunto.
El chico deja de caminar y voltea a verme.
—Eso a ti no te importa —dice y sigue caminando.
¿Qué?, ¿qué le pasa a este chico?...
—¿Al menos podrías ser más cortés, eres muy mal educado y...
Me interrumpe.
—No me interesa, mejor ve a casa porque si te vuelven atracar esta vez no gastaré mi energía ayudándote, ¿ok?.
El chico mete sus manos en los bolsillos y sigue caminando.
—¡eres un grosero!.
Comienzo a enfurecerme, este chico es un patán, se puede ver en su forma de mirar, como si le molestara que le hablara.
—Bien, si eso es todo, adiós.
El chico sigue su camino y desaparece en la oscuridad.
Es increíble la actitud de ese chico, apenas lo conozco y ya me irrita, tal vez ni amigos tendrá con esa forma de tratar a las personas desconocidas, en fin... lo único bueno es que me salvo de ese hombre que iba a matarme. Aunque hubiera querido que me rescatará un chico más decente y con modales, no uno grosero que al parecer pensó mucho si ayudarme o no con ese tipo.
¡Espero les este gustando esta humilde historia!.
Voten y comenten 😁
Los quiere: nath diaz 💗