A PRUEBA DE GOLPES

Da AlinaBeta

46.4K 3.8K 755

Un boxeador que se ha alejado de las cuerdas. Una mujer que va a ponerlo contra ellas. Altro

SINOPSIS
0. K.O
1. EL PROBLEMA
2. LA SOLUCIÓN
3. LOS TÉRMINOS
4. ANÁLISIS Y COMPETENCIA
5. A ENTRENAR
6. CONOCIÉNDONOS
7. PRIMER COMBATE
9. LA COMPETICIÓN
10. ALGO MÁS
11. EFE AKMAN
12. SEMIFINALES
13. RESCATE
14. LA FIESTA
15. VENGANZA Y CONFIANZA
16. LA VIEJA SOLEDAD
17. AMENAZA ENCUBIERTA
18. LA FINAL
19. ENTRE TÚ Y YO
20. EL ÚLTIMO GOLPE
EPÍLOGO

8. ENSÉÑAME

2.2K 175 24
Da AlinaBeta

MedicineHavelin

Eda Yildiz:

El rugido de las personas que están viendo el combate parece ensordecer por completo el interior de la sala del gimnasio. Ni siquiera puedo creerme que esto sea un simple entrenamiento y todo el mundo se comporte de esta manera, lo que me lleva a pensar que tiene todo el sentido que Serkan quiera entrenar cuando todo el mundo se ha ido. Quizás, si lo hiciese con gente aún ahí, todo se convirtiese en un espectáculo innecesario.
El siguiente combate es dentro de 9 días, y al parecer hoy es mucho más importante dedicar la mañana a investigar sobre nuestro primer rival oficial en la competición que abrir el gimnasio, al menos no a medio día. Yo había conseguido escapar de la última hora de clase, y aquí estábamos los tres, observando al que sería el siguiente contrincante de Serkan.

- Su nombre es Kadir Pamuk, pero se hace llamar “El Halcón”- grito sobre el tumulto de gente para que mis compañeros puedan escucharme-
- Ahora tiene sentido ese tatuaje de halcón tan horrible que tiene tatuado en el pecho- responde Engin, intentando hacer una broma para no demostrar lo sorprendido que está por la velocidad de Kadir sobre la lona-
- Ayer dediqué toda la tarde a recabar información sobre él, y la verdad es que este hombre parece ser un libro abierto debido a su fama actual en redes sociales.
- ¿Y te dio tiempo a pasar la tarde investigando con lo ocupada que parecías estar a la noche?- la pregunta de Serkan me hace entreabrir los labios por la sorpresa, pero no quiero responder, así que le dedico una mirada acusadora antes de seguir con mi averiguación-
- La verdad es que es uno de los luchadores más rápidos que hay en activo, digamos que ese es el punto más fuerte en su técnica- desde el lugar donde estamos podemos observar perfectamente lo que ocurre en el cuadrilátero y no ser reconocidos por nadie- La táctica siempre es la misma, cansar al rival hasta que éste no puede asestar el golpe correcto. Pero, también tiene un punto débil.
- Esa es la parte que me gusta escuchar- Engin se frota las manos y nos sonríe, seguramente notando la tensión que se ha creado entre ambos esta última semana-
- Hay un dicho que dice que uno no sabe si aguanta un golpe hasta que se lo dan, y al parecer nuestro amigo sabe moverse, pero no sabe recibir bien lo que le dan- alzo una ceja y sonrío de medio lado- Según un titular de hace una semana, Kadir salió de sus dos últimas peleas dando la impresión de no sentirse demasiado cómodo cuando es golpeado, ya que sucumbió en el primer asalto a los golpes recibidos- los dos hombres abren los ojos ante la noticia-
- ¿Cómo así? Porque parece que no es fácil asestarle un golpe- Serkan se cruza de brazos, por fin parece interesado en algo que no sea mi salida de anoche-
- Las dos últimas peleas fueron con el mismo contrincante, que declaró que si se consigue controlar la distancia y mantener a Kadir alejado es muy fácil visualizarlo tumbado e inconsciente sobre la lona- asiento, sintiéndome orgullosa de todo lo que había obtenido- También recibe otro apodo, uno que no le gusta escuchar porque consigue ponerlo muy nervioso.
- ¿Cuál?- Engin parece un niño con juguetes nuevos-
- Mandíbula de cristal, adivinad el motivo.
- Es la zona donde hay que golpear para dejarlo fuera de combate- sentencia Serkan, y asiento con la cabeza-

Los tres miramos hacía el ring de boxeo justo cuando Kadir alza la mano en señal de victoria contra su oponente. A simple vista da bastante miedo, parece no tener demasiada piedad con sus contrincantes, ni siquiera durante los entrenamientos a juzgar por el estado actual de la persona que descansa sobre la lona.
Pero confío en Serkan para derribar a El Halcón, sé que lo hará.

- Si ya ha quedado todo claro, será mejor que me vaya porque ya llego tarde- digo a los dos hombres, pero solo uno frunce el ceño ante la información-
- ¿A dónde vas?- se cruza de brazos de nuevo, y me dan ganas de sonreír porque comprendo de nuevo que lo que hablan son los celos-
- He quedado para estudiar con mis amigos, el lunes tenemos examen.
- ¿Qué amigos?- alzo una ceja, divertida con la situación-
- ¿Desde cuándo te importa la gente con la que me veo, Serkan Bolat? No tengo que darte ningún tipo de explicaciones, solo somos socios- matizo con énfasis-
- Desde que eres amiga de mi hermana, y me interesa saber la gente con la que se junta- las aletas de su nariz se expanden, no le hace gracia hacer una pregunta y no recibir respuesta-
- Tranquilo, seremos los mismos de siempre- juego a ser ambigua, quiero verlo desquiciarse por la situación-
- Tiene sentido que hayas quedado hoy, has cancelado nuestra clase de los viernes.

En este momento me debato entre pasar un dedo por su frente para hacer desaparecer la arruga de irritabilidad que ha aparecido, o darle un golpe en el pecho por estar comportándose como un troglodita. Si mal no recuerdo, el hecho de que haya cancelado mi clase de los viernes tiene que ver con la actitud que me había regalado durante toda la semana, y ahora no iba a hacerse el ofendido por mis acciones.

- La culpa de que eso ocurriese es tuya, te recuerdo- opto por responder de la manera más digna posible-
- Eda…- suspira, mirando al suelo y dando un paso atrás para que un hombre pase entre nosotros- … yo… yo quería pedirte…
- Un momento- alzo la mano para que se calle- Tengo una llamada- descuelgo el teléfono, ocultando el nombre de la persona que llama, que es Melo. Y ahí comienzo la actuación- ¿Cenk? No te escucho bien… ¿ya estás fuera? Sí, dame unos minutos y salgo. Sí, sí, besos.

Cuelgo a una Melo totalmente confundida por mi comportamiento, pero aún así le dedico la mayor de mis sonrisas a Serkan, que ahora me mira con los ojos inyectados en sangre, la mandíbula apretada y las manos en puños. Al parecer no le ha gustado la idea de que sea otra persona quién me lleve de un gimnasio a cualquier otra zona de la ciudad.

- ¿Decías?- pregunto, porque antes de la llamada de Melo parecía a punto de decir algo importante-
- ¿Sabes qué? Olvídalo- prácticamente escupe las palabras- Si quieres perder una clase de boxeo para estar con tus amigos o con tu novio, allá tú. Si cambias de opinión ya sabes donde estaré.

Asiento con sorpresa por su arrebato, y también por sus últimas palabras. ¿Estaría esperando que acudiese esta tarde? Porque las posibilidades jugaban en su contra, teniendo en cuenta que me he negado en rotundo a cualquier clase de acercamiento futuro con él.
Con paso lento y dudoso me voy alejando en dirección a la puerta, girando la cabeza hacía detrás para ver como intercambia algunas palabras con Engin sin retirar la mirada de mí. Y es que a pesar de todas las personas que nos rodean es como si pudiese saber en cada momento donde se encuentra. Eso me asusta.

Serkan Bolat:

No es la primera vez que pierdo la concentración en el trabajo porque mi mente viaja a lugares que no debería visitar. Más bien a personas a las que no debería dedicar ni un solo segundo de mi tiempo, como es el caso de Eda Yildiz. Hoy me ha quedado bastante claro que después de la cita de anoche con Cenk, ha vuelto a retomar la relación con él. ¿Qué otra explicación puede tener que vaya a recogerla fuera del gimnasio de no ser así?

- ¡Mierda!- golpeo el bote de limpiacristales de una patada, frustrado por todas las malas decisiones que había tomado después de aquella cita increíble bajo las estrellas-

No tendría que ser Cenk quién la llevase a las tardes de estudio con sus amigos, tendría que ser yo. Yo debería ser la persona a la que regalase sus sonrisas, a la que diese un beso de buenos días y buenas noches, quién recibiese llamadas nocturnas para decir que me echa de menos. ¡Mierda, mierda, mierda! ¿En qué clase de persona me ha convertido Eda Yildiz en el plazo de tres semanas?
Porque no lo sé, ni me importa, ahora lo único que me preocupa es el hecho de haber arruinado algo que estaba comenzando a crecer por un miedo estúpido.

- ¡Serkan Bolat!- Ceren entra en la sala que me encuentro con mala cara- No es la primera vez que te veo tener un comportamiento como ese, pero jamás en el puesto de trabajo mientras hay personas rodeándote, ¿se puede saber que te ocurre?
- Ceren, déjame en paz, ¿quieres?- sonrío de mala manera, dando la espalda a mi hermana y recogiendo el limpiacristales de la zona donde lo he lanzado- No necesito que me des una de tus charlas sobre lo mal que está emplear la violencia para liberar frustraciones.
- No necesito darla porque sabes de sobra que eso es así, y también deberías continuar con la parte en la que te digo que si tienes algún problema debes hablarlo porque rompiendo cosas no vas a solucionar nada- miro a mi hermana, pero no se amedranta ante mi mal humor, está acostumbrada a él porque sabe que en el fondo no sería capaz de hacer daño a nadie. No sabe cuánto se equivoca-
- Yo no soy la clase de hombre que habla sobre sus emociones- murmuro, recogiendo también el paño y metiéndolo en el bolsillo de mi uniforme de trabajo-
- A lo mejor deberías plantearte el serlo- alza una ceja- Porque no creas ni por un segundo que no he visto la forma en la que te comportas con Eda, y sí, hablo de ella porque es la única persona por la que has mostrado un poco de interés real en estos últimos cinco años.
- No te metas en esto, Ceren- advierto, incapaz de contener mi rabia-
- ¡Sí que me meto porque es mi amiga!- da un pisotón en el suelo, y varias de las personas que están haciendo cardio en las máquinas nos miran- He visto lo mucho que le ha dolido la forma en la que te diriges a ella, y no está bien porque ella no lo merece.
- ¿Te crees que no lo sé?- suspiro, pasando una mano por mi pelo- Sé que he sido un autentico idiota, y me gustaría regresar el tiempo atrás o poder pedirle disculpas, pero no soy capaz de explicar el motivo de mi comportamiento.
- Tanto tú como yo sabemos que el motivo de que estés siendo un idiota es el hecho de que has desarrollado sentimientos por ella- voy a replicar, pero alza un dedo en señal de silencio- Ni siquiera te molestes en negar lo evidente, porque soy tu hermana y por lo tanto la persona que más te conoce. ¿A qué le tienes tanto miedo?
- Ceren…- la miro con súplica-

El miedo viene de que ahora mismo no es el momento de sentir nada similar a lo que mi corazón se empecina en crear, no cuando estoy a punto de comenzar soplar sobre el aliento de Efe Akman al ganar cada batalla y sacarle grandes cantidades de dinero con mis apuestas. Al igual que Eda ha hecho su investigación, yo he hecho la mía paralela, y he descubierto que el motivo por el que Efe me dio una paliza cinco años atrás es por el hecho de que es uno de los que dirigen a los corredores de apuestas. Si juego bien mis cartas, hacerlo perder bastante dinero lo hará mostrarse en público ante el boxeador que está suponiendo esas pérdidas.
No puedo contar nada de esto a mi hermana, así que le hablo del segundo motivo por el que tengo miedo.

- No soy una persona capaz de hablar de su pasado, de sus emociones o sentimientos- empiezo a decirle, con voz llena de penumbra- No me gusta salir de fiesta, no me gusta estar rodeado de personas, prácticamente mi vida eres tú, el gimnasio y el boxeo…
- Te recuerdo que el boxeo lo es porque ella ha llegado a tu vida y has decidido retomarlo- asiento lentamente- Si consiguió eso, ¿por qué crees que no puede lograr muchos cambios positivos en ti?
- Es que no quiero que Eda me cambie, quiero que ella me acepte de la manera que soy- suspiro y le doy la espalda- Pero tanto tú como yo sabemos que quién soy no es suficiente para una mujer como ella, que es imposible que tanta perfección pueda sentir algo por una persona tan rota como yo.
- Serkan…

La mano de mi hermana se coloca sobre mi hombro. Es la primera vez en cinco años que hablo con ella de alguna de las cosas que surgen en mi interior, y eso parece habernos sorprendido a ambos por igual. No es que no la quiera, simplemente decidí ahorrarle mi sufrimiento al saber que bastante tenía con el suyo. Yo debía ser el eslabón fuerte de la familia, ella no tendría que sufrir nunca porque siempre encajaría sus golpes.

- Eres una persona increíble cuando te dejas ver de verdad- susurra, apoyando su cabeza en mi hombro- Y créeme cuando te digo que no hablo así por el hecho de ser tu hermana, más bien porque a pesar de serlo, sé que si hay alguien en este mundo que es merecedor de una mujer como Eda… ese eres tú.
- Gracias por tus palabras- beso su frente y apoyo mi cabeza sobre la suya, de lado- Aún así, ya es demasiado tarde para ambos. Primero, la he tratado demasiado mal y dicho cosas muy feas de las cuales me arrepiento. Y segundo, al parecer está volviendo a intentar algo con su ex novio, Cenk.
- Pero…
- No tiene sentido negarlo, esta misma mañana he escuchado una conversación telefónica con él y después ha venido a recogerla al gimnasio en el que nos encontrábamos- me encojo de hombros, separándome de mi hermana para mirarla- Solo espero que él también sepa cuidarla, o te juro que voy a tener que darle una paliza que…
- ¡Ey, ey, ey, relájate, fiera!- sonrío al ver que ella lo hace- No puedo confirmar nada de lo que has dicho al 100%, pero en caso de que estén volviendo a intentarlo, tengo que decirte que no sabía nada de ello hasta ahora y eso significa que no es oficial.
- Ceren, no intentes darme esperanzas porque no soy de esas personas que se aferran a ellas, al contrario, soy bastante realista- saco el paño de mi bolsillo- Ahora, si me disculpas, tú tienes que entrenar y yo que limpiar esas vidrieras.

Mi hermana asiente y yo decido ignorar su presencia para volver a mi trabajo. Aún así las palabras de Ceren resuenan en mi cabeza, porque soy un cobarde y un mentiroso, porque sí que cuando se trata de Eda me aferro a la más mínima esperanza que pueda acercarme a ella. Y si mi hermana dice que la vuelta de su relación aún no es oficial, puede significar que Eda tiene dudas sobre Cenk, y eso indica que aún puede haber un pequeño hueco para mí o… quizás solo sea un imbécil haciéndose ilusiones con algo que jamás sucederá.

Eda Yildiz:

Puede que no deba estar haciendo esto, que deba mantenerme fiel a mi palabra y no acudir al entrenamiento, pero… ¿por qué no hacer lo que realmente quiero hacer? Y no es estar en un grupo de estudio con Cenk soplando su aliento en mi cara a la mínima oportunidad que encuentra, para nada. Es aquí, en este gimnasio con olor rancio, sobre el ring y con el hombre que me ha robado el sueño estas últimas noches.
Y a medida que avanzo hacía el cuadrilátero y vislumbro la figura de una persona acostada sobre la lona, mi corazón da un latido más profundo que el anterior. Es como si estuviese llevando a cabo una agradable sorpresa para él, un sin sentido. Si alguien me hubiese dicho hace unos días que Serkan podría estar celoso de mí, habría soltado un largo discurso sobre lo impensable que es eso después de la decena de desplantes que ha estado dándome desde el domingo. Pero ahora sabía que existía algún motivo oculto para ese comportamiento repentino, porque lo celos estaban ahí, de eso no tenía ninguna duda.

Con cuidado de no hacer demasiado ruido, dejo la pequeña maleta en el suelo y subo al ring, pasando entre las cuerdas con extrema precaución para poder observar libremente al hombre tendido sobre la lona.
Serkan está bocarriba, con los brazos y piernas extendidos, ojos cerrados y rostro sereno. Son pocas las veces en las que he podido ver su expresión tan relajada como en este momento, y la verdad es que le favorece, le hace parecer unos años más joven. Aunque eso también ocurre cada vez que sonríe y se olvida de ser esa persona huraña que tanto asusta al resto.

- Has venido- no lo pregunta, es una afirmación. Aunque no abre los ojos, un pequeño esbozo de sonrisa aparece en sus labios- Habría apostado todo a que no aparecerías por aquí.
- Para mí también ha sido una sorpresa tomar la decisión- miento, había sido una lucha entre mente y corazón, pero ninguna sorpresa- Lo que es realmente sorprendente es el hecho de que estés aquí, esperando por mí.
- No espero por ti- abre un ojo para ver dónde me encuentro- Sabes que cada noche vengo aquí para entrenar- abre el otro ojo-
- Lo sé, pero resulta que esta vez no estás entrenando, estas esperando- apoyo las manos en las cuerdas y sonrío con suficiencia-

Incapaz de contestar a mis palabras, se pone en pie con ligereza, sacudiendo el polvo invisible de su ropa cuando esta erguido. Hoy va con un chándal negro que deja sus brazos expuestos, y trago saliva al ver la contracción de sus músculos.
Sería poco probable que pudiese contar con los dedos de mi cuerpo las veces que me había visualizado pasando la lengua entre los abdominales marcados que oculta bajo esa sudadera, incluso ahora era un pensamiento predominante en mi mente.

- Aún así, gracias por venir, supongo que te apetecería más pasar tiempo con tus amigos y Cenk- de nuevo matiza el nombre del último, alzando la mirada para mirarme-
- He pasado tiempo con ellos antes de venir- respondo de forma vaga-
- Entiendo- asiente lentamente, mordiendo sus labios internamente- ¿Por qué elegir cuando se puede tener lo mejor de los dos mundos?
- Así es.
- ¿Y no le importa a tu novio que estés sola conmigo por la noche?- suspiro con pesadez, ignorando su mirada y caminando hacía el vendaje que hay en una de las esquinas-
- Que yo sepa, soy una persona independiente que puede decidir con quién pasar mi tiempo.

Las manos de Serkan sobre las mías para arrebatarme las vendas me hacen dar un pequeño salto inesperado, no he sido consciente del momento en el que se ha acercado a mí. Aún así toma una de mis manos con suavidad y comienza a envolverla con la destreza de quién lo ha realizado miles de veces antes.
Concentro la atención en esos gestos porque no quiero coincidir con su mirada, si eso sucede temo abandonar por completo cualquier resquicio de dignidad y sucumbir al torrente de emociones que están revoloteando en mi interior.

- ¿Qué tiene él que ha sido imposible decir que no?- la pregunta me pilla por sorpresa, entonces sí que tengo que alzar la mirada para enfrentarlo, pero lo que encuentro son unos ojos que muestran un deje de tristeza-
- ¿Cenk?- asiente lentamente, clavando la vista en las vendas- La verdad es que nada especial, sigue siendo la misma persona que hace dos años, pero supongo que es una buena persona- me encojo de hombros, porque no he mentido sobre ello pero tampoco he recalcado que realmente no estoy con él-
- Buena persona- sonríe con disgusto- A mí catalogar el estar con alguien exigiendo que sea buena persona… me parece tener los estandartes demasiado altos.
- ¿Perdón?- retiro la mano con rapidez al ver como termina de enredar la segunda venda- Ser buena persona es algo básico para poder estar con alguien.
- ¿Ser buena persona implica tener que serlo con todo el mundo que te rodea?- me mira directamente, esta vez no usaremos los guantes. Yo asiento- Entonces quedo eliminado de la ecuación.

Las palabras de Serkan retumban en mi cabeza como un eco aterrador. ¿No se considera ser merecedor de alguien por el hecho de no ser una buena persona? ¿Cree que no es una buena persona? Porque de ser así, está bastante equivocado. Vale que pueda no ser el hombre más accesible sobre la Tierra, pero siempre ha estado ahí para ayudarme a mí, a Ceren, a Engin… y esto casi segura de que si el propio Cenk entrase por esa puerta exigiendo su ayuda, se la daría a pesar de los celos que siente hacía él.

- ¿Empezamos?- ya se ha colocado en posición, con las manoplas puestas y rostro serio- Muéstrame lo que sabes hacer, después te corregiré.

Comienzo a dar vueltas alrededor de él con cautela, hasta que veo el momento perfecto para levantar la pierna en uno de los movimientos de kickboxing que había visto hacer a Ceren, uno que bloquea con mucho cuidado. Cuando observo su rostro tiene cara divertida y una ceja ladeada. Pruebo con otro y lo esquiva. Entonces me doy cuenta de que mientras él permanece estático en el centro del cuadrilátero, yo he estado haciendo una danza circular alrededor de él.
La última vez que entrenamos me dijo que debía buscar mi punto fuerte para debilitar los suyos, y ahora tengo claro que no existe ninguna posibilidad de que pueda derribarlo utilizando la fuerza, así que mi plan es marearle y después intentar tirarlo al suelo con alguna llave.
Así que eso es lo que hago, dar vueltas alrededor hasta que veo que está levemente distraído y aprovecho el momento para lanzar mi primer golpe con el puño izquierdo, el cuál agarra con facilidad y baja lentamente.

- No lo hagas de esa manera- me reprende con dureza, envolviendo mi mano en la suya para mejorar la colocación de mis dedos- Al dar un puñetazo jamás coloques el pulgar debajo del resto de dedos o te harás daño. Aparte, no lo extiendas del todo o el impacto puede hacer que termines con algún hueso de tu brazo dolorido. Inténtalo de nuevo- hago lo que dice y esta vez si me gano su aprobación- No olvides usar tu otro brazo para protegerte.

Doblo el brazo derecho para protegerme la cara de un golpe que sé que no dará, y vuelvo a arremeter contra él una, y otra, y otra vez. Sé que el golpe no será devuelto porque lo único que hace es protegerse de mis golpes, no contraatacar.

- Si no me intentas golpear, no creo que vaya a saber defenderme- refunfuño, intentando encajar un jab en su costado izquierdo-
- No voy a atacar, Eda- habla con seriedad-
- ¡Deberías!- esta vez golpe con más fuerza, con más rabia- Siempre atacas con tus palabras, deberías hacer lo mismo con tus manos.
- No- toma mis dos manos y los dobla para que cubran mi rostro- No sabes defenderte de la manera correcta.
- Enséñame.
- Siempre debes cubrir tu rostro con las manos y el torso con los brazos, incluso cuando estás atacando, ¿entendido?- asiento- Gira primero la mano izquierda…- tira de mi brazo hacía su mandíbula, sin llegar a tocarla- y luego cambias el pie apoyo en tus piernas para poder dar un gancho de derecha.

No espero a que se coloque en la posición correcta para lanzar un doble golpe como demostración de haberlo entendido, fluido y perfecto, que impactan contra su pecho haciendo que de un paso atrás por la impresión. Golpeo con la izquierda, me agacho, giro y golpeo fuerte con la derecha.
Cuando miro a Serkan a los ojos veo un brillo lleno de satisfacción por recordar lo explicado.

- De nuevo.

Repito los movimientos una y otra vez, con él encajándolos todos de la mejor manera posible. Mis golpes son perfectos, aunque sé que puedo ejercer más fuerza, más rabia. Mi mente recuerda todas las palabras que me ha dirigido estos últimos días, las miradas llenas de resentimiento, la forma que ha tenido de ignorar mi presencia. Y con la rabia rugiendo dentro de mí, para sorpresa de ambos, lanzo un derechazo directo a sus abdominales, que se contraen únicamente en el momento que los golpeo. Noto un pinchazo en la mano, pero ha merecido la pena por verlo doblarse levemente por el dolor.

- Para- da la orden, pero no lo escucho-
- No quiero, ahora empieza lo bueno.
- ¡Para, Eda!- las manos de Serkan me sujetan por los hombros-
- ¡No quiero! Quiero hacerte daño, tengo que conseguir hacerte daño- mi voz suena cargada de todo tipo de sentimientos-
- No es necesario que me golpees para ello.
- ¿Lo dices por experiencia?- doy un paso atrás para poder mirarlo y alejarme de su toque- Porque durante toda la semana es lo único que me has hecho, daño. Primero ignorándome, después tratándome de la peor manera… ¿qué hice?
- Eda…
- Dime qué hice para que te comportes de esa forma conmigo- las lágrimas llegan a mis ojos, pero no las dejo salir- ¿Es que dije algo inapropiado esa noche?
- Esa noche ya da igual, que yo me disculpe da lo mismo, ¿no es cierto?- entrecierra los ojos para mirarme-
- ¡Claro que no da igual!- grito, desesperada por su actitud-
- ¡Da igual porque tú ya has avanzado!- grita en respuesta- Te ha llevado, ¿qué? ¿Tres días volver a los brazos de tu ex?

Doy dos pasos con fuerza para empujarlo con mis manos, una, dos, tres veces. Estoy harta de tener que escuchar tantas tonterías por su parte, ¿y qué si hubiese vuelto con Cenk? ¿No merecía una disculpa solo por eso? Peor aún, parece que solo la merecía porque he vuelto con otro hombre y su masculinidad frágil se ha resentido.

- ¿Sabes qué? No necesito tus disculpas, no cuando solo te importa el hecho de que haya regresado o no con Cenk…- él niega con la cabeza-
- No es así.
- ¡Sí que lo es!- golpeo de nuevo su hombro para empujarlo- Desde que descubriste que había quedado con él, lo único que has hecho es intentar averiguar todo lo posible sobre mis movimientos o la gente con la que me veo, de repente pareces estar interesado en volver a hablarme. Lo único que te importan son esos celos que tienes.
- Eda, no es…
- ¡Da igual!- una lágrima contenida desciende por mi mejilla- Ya da igual… ha sido un error venir aquí. Ni siquiera entiendo el motivo por el que he vuelto.

No quiero volver a mirarlo. Simplemente doy la vuelta con la intención de desaparecer de ahí lo antes posible, y lo habría hecho, si la mano de Serkan no hubiese rodeado mi muñeca para empujarme contra él.

Serkan Bolat:

De alguna manera he logrado retener a Eda entre mis brazos. Pecho contra pecho. Rostros a centímetros de distancia. Mis manos enredadas con precisión alrededor de su cintura para evitar que pueda escapar de esta especie de abrazo retenedor. ¿Por qué es tan complicado hacer que me escuche?
No es que falte razón en muchas de sus palabras, pero no es cierto que solo parezca preocuparme poder hacerle daño al descubrir que ha vuelto con su ex. Es mentira. Todo el tiempo que paso a su lado lucho internamente con el sentido del bien o del mal. Con saber que debo alejarla cuando lo único que quiero es tenerla como en este momento, cerca, entre mis brazos, sintiendo como nuestros alientos se mezclan.

- ¿Quieres saber la verdad?- pregunto con voz entrecortada-
- Es lo único que te pido.
- Muy bien- cojo aire por la nariz y cierro los ojos, apretando la mandíbula para mentalizarme de lo que estoy a punto de decir- Sí, tienes razón, estoy celoso. Jamás en mi vida he envidiado tanto a una persona como envidio a ese tal Cenk por el simple hecho de poder tener todo lo que yo no tengo de ti. Las palabras dulces, las sonrisas divertidas, las caricias suaves o los besos apasionados. Envidio no poder ser yo el que está al otro lado pero a la vez me doy cuenta de que es así como debe ser, porque tú misma lo has dicho, lo primordial es que veas a una buena persona en el otro lado y yo no lo soy.
- Tú…
- Ahora me toca hablar a mí- la interrumpo- Es absurdo negar que me siento atraído por ti, pero es lo que suele suceder cuando el mal se encuentra con el bien, se atraen mutuamente. Así que quizás me he comportado como un idiota, pero lo he hecho por tu bien, porque mereces que solo la gente buena te rodee… ¡Yo no soy alguien así! Y me da igual, porque si fuese una buena persona querría hacer lo que estoy pensando, aún sabiendo que estás con alguien.

Las manos de Eda se colocaron en mis hombros después de mis palabras, y comprendí que estar cerca de ella era la más dulce de las torturas para un alma como la mía. Tenía que soltarla… irme tan lejos como pudiese, pero sus manos se estaban enredando en mi cuello.
Despacio, con mucho cuidado, Eda apoya la cabeza contra mi pecho, y yo respiro profundamente ante eso. Un error, porque el olor a melocotón y mar se introdujo en mi nariz, el olor de Eda. Solo era un abrazo, pero… significaba tanto en este momento. Significaba todo.

- No quiero que me trates de la manera en la que lo haces- susurra contra mi pecho mientras yo cierro los ojos- No quiero sentir que no me ves.
- Y yo siento haberme comportado así, porque incluso cuando crees que no te veo, lo hago.

Ella se aprieta aún más contra mi cuerpo y el tiempo parece detenerse, dándome unos pocos segundos más del simple placer de tenerla entre mis brazos. Lo que no me di cuenta es de como mis manos ascendían por su espalda hasta llegar a su cuello, donde mi pulgar rozó su mandíbula e hizo que reclinase la cabeza hacía detrás. De esta manera podía mirarla.

- Lo siento mucho, Eda Yildiz. Espero que puedas perdonar a un pobre imbécil.
- Solo si no me sueltas- susurra-

Las palabras prohibidas de Eda me envolvieron el corazón, adentrándose para siempre en mi alma. Nuestros ojos se encontraron. Se hizo el silencio entre ambos mientras nos mirábamos. Sus ojos cambiaron a un castaño claro y mi brazo que aún rodeaba su cintura, la apretó aún más contra mí. Mis dedos dejaron su cuello y lentamente trazaron la curva de su pómulo. Dentro de mí vibraba todo mientras mis ojos seguían el recorrido de cada uno de mis dedos sobre su piel. Los pasé por toda su cara y solo me detuve al llegar a sus labios.
No deberíamos estar en una situación como aquella. Yo era un boxeador que no sabía manejar las emociones. Ella un hada capaz de hacer brillar al más triste de los corazones. Y tenía novio. Si la besaba, la arrastraría conmigo al lado oscuro, pero soy tan mala persona que me da igual. En aquel momento, estar con ella parecía merecer cualquier consecuencia que pudiese tener. Me sentía bien, como tenía que ser. No teníamos ninguna explicación lógica, pero me sentía bien.
Entonces me incliné hacía delante y apoyé mi mejilla contra la suya. Noté como su cuerpo temblaba cuando mis labios se acercaron a su oreja.

- Por favor, pídeme que me detenga- pero no dijo nada-

Un sonido gutural salió de mi garganta mientras mi mano se deslizaba por su espalda, hacía arriba, y mis labios se movieron por su mejilla hasta detenerme sobre sus labios. Me olvidé de respirar y, más importante, de pensar.

Me moví, muy lentamente, y mis labios rozaron los suyos una vez, y luego otra. Era un beso suave y bonito, pero luego se hizo más profundo, ya no era nada tímido. Era una necesidad peligrosa y reprimida, un deseo negado desde hacía mucho. Un beso salvaje, agotador y ardiente.
Cuando introduje mi lengua en su boca nos dejé a ambos sin respiración. Las manos de Eda navegaban por mi espalda con urgencia, y las mías se mantenían rígidas por miedo a tocarla y no poder detenerme. Entonces despegó su rostro del mío, lo suficiente para poder mirarme y ver como mis ojos comenzaban a llenarse de cientos de dudas por lo ocurrido.

- No te detengas- salió de sus labios-

Y me besó de nuevo.
Al principio no fue realmente un beso. Sus labios solo rozaron los míos, y al ver que no me apartaba, volvió con más ganas. Durante unos segundos, me quedé totalmente atontado por el reconocimiento de que besarla teniendo pareja no era correcto. Pero luego mi mano cubrió un lateral de su rostro y me olvidé de cualquier tercero en discordia.
El beso volvió a hacerse más profundo, lleno de pasión por mi parte y de ira por la de ella. Y frustración por la de ambos, mucha frustración. Entonces, después de unos segundos, interrumpí el beso y salté lejos de ella. Casi quedando contra las cuerdas del ring.

La pesada respiración de ambos era lo único que podía escucharse en la sala. Los ojos de Eda estaba tan abiertos y las pupilas tan dilatadas que casi se veían negros desde la distancia.
Había besado a Eda. Eda me había besado a mí. Y en cualquiera de las dos situaciones era algo que estaba mal cuando otra persona estaba de por medio. Era algo que estaba mal cuando no podía ser del todo sincero con ella. Era algo que estaba mal.

- No, no, no- llevo las manos a mi pelo y lo remuevo hacía todos lados- Esto está mal, muy mal.
- Serkan…
- No digas nada- le doy la espalda, alzando una mano para mandarla a callar y colocando la otra en mi frente- Me disculpo por haber reaccionado de esta manera, sé que ahora mismo estás iniciando algo con una persona y… no tendría que haberte besado.
- Serkan, yo…
- Haremos como que no ha sucedido, ¿sí?- atravieso las cuerdas a toda velocidad, queriendo salir de ahí cuanto antes- No tienes que sentirte mal por ello, asumo toda la culpa. Mañana será un día nuevo… Y yo no seré un idiota, lo prometo. Me comportaré como antes de que todo esto… ya sabes.
- ¡Serkan!
- Hasta el lunes.

Prácticamente salgo del salón corriendo para no tener que enfrentarla. Más bien porque me siento un completo idiota por sentirme tan bien con lo sucedido. Ahí estaba la prueba de que no era una buena persona, porque la había besado y lejos de sentirme arrepentido, solo quería volver a ese ring y volver a probar sus labios.

Eda Yildiz:

La mañana del lunes es igual de silenciosa que el resto de mañanas que he ido a hacer deporte con Serkan desde el día de las estrellas. La única diferencia es que este silencio es diferente, es un silencio nervioso y tímido.
Prácticamente no me había dejado decir algo que no fuese un buenos días antes de empezar a correr, y lo prefería, no sabía qué podíamos decir para hacer que las cosas se sintiesen menos incómodas. Quizás podría empezar por hablar yo al confesar que Cenk no tiene la más mínima posibilidad de volver a convertirse en mi novio, quitarle esa absurda idea que yo misma había puesto en su cabeza.
Pero no, no puedo hacer eso.

Hay algo en Serkan que lo hace sentirse retraído con respecto a lo que siente por mí, y si los celos hacía Cenk han desencadenado que actúe de esta manera, recular ahora sería volver a darle un motivo para levantar esa barrera que poco a poco deja caer.
Porque sí, estoy segura de que él se siente tan atraído por mí como yo por él. Más aún, me atrevo a sentir que a él le gusto tanto como me gusta a mí. Porque sí, esto ya no es una simple atracción por mi parte. Serkan Bolat es mi polo opuesto, uno que me tira hacía él como una droga que no puedo dejar, una droga que me encanta. Y me hace sentir como nunca nadie antes ha conseguido.

- Hoy hemos mejorado la marca- se ha detenido en el mismo lugar de siempre, parando su reloj y respirando de forma irregular- Como sigamos así, dentro de dos meses podremos competir en algún maratón importante.
- Habla por ti, yo volveré a ser feliz con la idea de dormir hasta que suene el despertador- y no miento, madrugar sigue siendo un infierno-
- ¡Oh, vamos! Nos apuntaré a ambos a una carrera y no te quedará de otra que seguir entrenando conmigo- sonrío suavemente al notar como ha propuesto un plan más allá de la competición-

Es inconsciente, lo sé porque de haberse dado cuenta habría hecho algún comentario nervioso que arruinaría todo. Por eso mismo no respondo, dejando que su mente viaje a posibles escenarios futuros.
Por eso, por situaciones como estas, sé que es cuestión de tiempo que él ceda ante lo que siente por mí. Solo debo dar un pequeño empujón más para ayudarlo.

- Quería pedirte un favor, si no te importa- digo, tomando el agua que él me ofrece-
- Dime- entrecierra los ojos para mirarme, y yo muerdo mi labio inferior para evitar sonreír-
- La siguiente pelea es esta semana, y Ceren va a ir acompañada de Ferit- él asiente, haciendo una mueca de disgusto ante la idea de que su hermana tenga un novio que aún no conoce- Quería saber si te incomodaría el hecho de que invitase a Cenk a venir conmigo.

Aquello parece dejarlo sin respuesta posible. Las pupilas de sus ojos se dilatan y las cejas se juntan como si estuviese intentando escoger la respuesta adecuada dentro de sus cerebro. Después pasa la mano por la zona posterior de su cabeza y suspira con pesar, apartando la mirada de mí.

- Sí, ¿por qué no?- se encoge de hombros, y desde la posición que se ha puesto no puede ver la pequeña sonrisa que aparece en sus labios- No creo que vaya a entender nada, pero al menos así…
- ¿Así…?- insisto, viendo como gira su rostro con una pequeña sonrisa-
- Así puede ver que no soy una persona que pierda sus batallas. No voy a ser alguien que se rinda, no ahora, Eda Yildiz.

......

Espero que os haya gustado y me lo contéis en vuestros comentarios.
Recordad dejad una estrellita, así sabré si gusta y debo continuarlo.

Al principio del capítulo os dejo el título y artista de la canción con la que he escrito el capítulo, aparte de ser la frase que aparece en las fotos que pongo a cada capítulo.

No podré actualizar ninguna historia hasta el 5 de Noviembre, pero ahí prometo volver con un capítulo de cada una de las historias que tengo activas en mi perfil.
¡Hasta pronto!

Continua a leggere

Ti piacerà anche

980K 51.4K 37
Melody Roberts es una chica muy sencilla, no es muy sociable y solo tiene una mejor amiga. Vive sola en un pequeño departamento, el cual debe de paga...
13.3K 513 22
Hola soy Meghan Markle,y les voy a contar con lujos y detalles como empezó esta hermosa historia de amor,con mi actual esposo Harry, acompáñame y con...
125K 3.7K 19
Historia comenzada: 24 abril - 2018 #1 en justinbieber - 13 de mayo
12.3K 1.1K 31
Muchos dicen que el destino está escrito, y tal vez eso sea cierto o no, los que creen en el destino saben que el camino hacia la felicidad no es nad...