Tokyo 卍 Revengers [One-Shots]

Από Natt_aku

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Me he viciado mucho a Tokyo 卍 Revengers así que... He decidido traer unos one-shots de estos bebés. Περισσότερα

Pedidos [CERRADOS]
🐉Draken🐉
🐉Draken🐉
✂️Akkun✂️
💧Hakkai💧 & 🧵Mitsuya🧵
🚬Takeomi Akashi🚬
😠Angry😠 & 😁Smiley😁
🩸Baji🩸
🍡Mikey🍡
🍡Mikey🍡
¡Aviso!
✨Especial✨
🌺Ran🌺 & 🌿Rindō🌿
💴Koko💴 & 🐶Inupi🐶
🍡Mikey🍡
🌀Taiju🌀
🌙Hanma🌙 pt.1
🌙Hanma🌙 pt.2
🌙Hanma🌙 pt.3
🌙Hanma🌙 pt.4
🌙Hanma🌙 pt.5 [FINALE]
🐯Kazutora🐯
🎴Izana🎴
🎶Terano🎶
💡Kisaki💡
⭐Chifuyu⭐
✨Especial 100k✨
🔧Shinichiro🔧 Pt.2
🎶Terano🎶 Pt.1
🎶Terano🎶 Pt.2
🎃Halloween🎃
🎴Izana🎴
🌺Ran🌺
🌼Senju🌼
🧵Mitsuya🧵
💊Sanzu💊
🩸Baji🩸
⏳Takemichi⏳
🎁Navidad🎁
🌙Hanma🌙
🧵Mitsuya🧵
🍁Peh🍁
😠Angry😠
🔊Shion🔊
🍭Wakasa🍭
🐶Inupi🐶
🎂Cumpleaños🎂
🔞Titanes🔞
🀄Kakucho🀄
😁Smiley😁
🔧Shinichiro🔧
🍡Mikey🍡
🌺Ran🌺
🐯Kazutora🐯
🍡Mikey🍡 & 🎴Izana🎴
💡Kisaki💡
🐉Draken🐉

🔧Shinichiro🔧 Pt.1

11.3K 690 357
Από Natt_aku

Pedido por: BernX_sbrZ nathgg0410

¡Espero que os guste!
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🔧Shinichiro Sano🔧
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━━━━❰・❉・❱━━━━

Su gran mano acarició con delicadeza su espalda.

La chica lloraba, aún no le había dicho nada al azabache, solo se había presentado en el taller de Shinichiro, cubriendo su cara con su pelo. Nada más abrirla, esta se tiró encima suya y él la acogió en sus cálidos brazos.

Ya llevaba un rato llorando en su pecho. Este solo la acariciaba la espalda y el cabello, sintiendo su corazón latir con fuerza al tenerla tan cerca.

—Tranquila...—. Murmuró por milésima vez con una voz dulce. —Estoy aquí... Ya está todo bien—. Besó la coronilla de su cabeza con algo de vergüenza.

La chica se separó lentamente de él, intentando limpiar sus lágrimas, aún con su cabello cubriendo su lindo rostro. Shinichiro se arrodilló ante ella y la ayudó a limpiar sus lágrimas. Este tomó un pañuelo limpio y comenzó dándola suaves caricias con este en su rostro, limpiandola con una cálida sonrisa, aunque su sonrisa se convirtió en una mueca al ver una herida. Gracias a la poca luz que había en esos momentos y en que la chica mantenía su cabeza agachada no lo había podido ver antes. Con sutileza tomó la barbilla de la contraria y alzó su rostro, mostrando la herida de su mejilla y algunas marcas rojas.

Ahora entendía porqué no la había visto en días.

—¿Él te ha hecho esto?—. Preguntó algo más serio pero sin quitar ese suave tono de voz. Asintió para después ser rodeada por los brazos del alto. —[T/N]... No volveré a dejar que te haga daño, ¿vale? Solo estate tranquila...—. La dió un tierno beso en la frente. —No estás sola.

La fémina respondió el abrazo con algo de fuerza, causando que el chico riera con tristeza de forma nasal. Le dolía verla así.

—¿Sabes? El otro día Mikey cogió la gomina que me echaba antes, ¿te acuerdas?—. La chica asintió, separándose un poquito de sus brazos para verle a los ojos. —Pues se la puso él—. Recordó a su pequeño hermano con su cabello rubio todo lleno de gomina, dejándolo hacia arriba. —No tiene gusto para peinarse—. Rió un poco. —Todo su pelo estaba hacia arriba, y como es de aquella manera... También se la echó en la cara... Ya le ves con la cara brillante y todo.

La chica rió al imaginar aquello.

—¿Le regañaste?—. Preguntó en un hilito de voz junto con una pequeña sonrisa.

—El abuelo ya se encargó de eso—. Sonrió ampliamente. —Luego fue un poco tedioso quitarle toooooda la gomina... Se había puesto prácticamente todo el bote.

La chica rió nuevamente y Shinichiro sintió como su corazón latía con tranquilidad al verla así. Su risa y su voz eran pura melodía para sus oídos.

—Ven—. Se levantó y tomó con suavidad una de las manos de la muchacha. La guió hasta la calle, soltó su pequeña mano y sacó las llaves de su moto. Se sentó en la moto y encendió el motor. La miró con una sonrisa cálida con cierta ilusión y extendió su mano. —Mi princesa... ¿Me haría usted el honor de montarse conmigo? La llevaré lejos de sus penas, lo prometo.

Tomó su mano con una tierna sonrisa.

—Por supuesto... Me encantaría... Mi caballero de reluciente moto—. Shinichiro colocó la mano de la chica en su abdomen mientras esta se montaba detrás de él. Le abrazó por atrás, sintiendo los cuadraditos levemente marcados en su delgado torso.

—Entonces... Vamos—. Algo risueño arrancó la moto, disfrutando de la presencia cálida de la chica detrás de él.

Habían llegado a un acantilado en el que si se bajaba por la cuesta se contraría una playa bastante linda. Por suerte al ser de noche y al ser un sitio apartado nadie estaba ahí.

Dejó la moto estacionada en la hierba y la chica fue la primera en bajar, estirándose después de haber estado un rato en esa posición, aunque bien que disfrutó estar rodeando el torso de su amigo.

Shinichiro apagó la moto y se levantó, observando el mar. [T/N] miró al muchacho y observó en la misma dirección que él, mirando un mar tranquilo.

—¿Te acuerdas la primera vez que vinimos aquí?—. Caminó un poco y se sentó en la hierba fresca, observando el mar junto a un hermoso cielo estrellado.

—Fue cuando me dijiste que te habían rechazado por primera vez, ¿no?—. Caminó hasta su lado y se sentó junto a él. —Aquella chica que te dió con su zapatilla por “accidente” y encima luego se metió su novio.

—Jope... Que buena memoria tienes cuando me rechazan—. Suspiró con una sonrisa leve.

—Es que tus rechazos ya son un meme, cada uno es más gracioso que el anterior—. Rió un poco. Sano giró levemente su cabeza para observarla. Amaba su sonrisa y cada pequeña parte de esa chica.

Lo que ella veía como errores o defectos, él lo veía como perfección.

Estaba locamente enamorado de ella.

—Es cruel que te rías de mí.

—No me río de ti, me río contigo—. Le miró con una sonrisita.

La luz de la luna la hacía ver más bonita de lo que ya era ante sus oscuros ojos. Pero lo que no se podía perdonar eran los golpes que la chica tenía en su cuerpo.

—[T/N]—. Su expresión cambió a una más seria, ahora que ella estaba tranquila aprovecharía a abordar un poco el tema. —¿A ti realmente te gusta ese chico?—. Refiriéndose al novio de la fémina.

La chica desvaneció su sonrisa y agachó la cabeza.

—Ya sabes que no...

—Entonces déjale—. Acarició con suavidad la mano de la contraria.

—Lo he intentado... Pero ya has visto como ha dejado mi cara—. Las marcas rojas eran muy notorias, a pesar de que no estaban recién hechas, pues llevaba ya más de una semana ocultándose por la paliza que le había dado.

Shinichiro apretó sus labios por la impotencia.

—Entonces recibiré las palizas por ti—. La miró decidido.

—¿Qué?—. Le miró atónita.

—No tengo la suficiente fuerza para devolverle los golpes, soy un inútil en ese aspecto—. Sonrió algo decaído. —Por eso... Si no puedo protegerte con mis puños... Lo haré con todo mi cuerpo.

—Shin... No...—. Tomó la mano del chico entre sus manitas. —No quiero que ese capullo te haga daño.

—Pues entonces ven conmigo—. Acercó un poco su rostro al suyo. —¿Recuerdas esa promesa?—. La chica asintió algo temerosa. —Entonces cumplamosla y vivamos juntos.

—Pero...

—[T/N]... Es necesario que te alejes de ese capullo—. La fémina apartó la mirada, pensativa. —Te está haciendo daño, y algún día...—. Tragó saliva, imaginándose lo peor. No quería que la chica que amaba desde su niñez terminara muerta por un capullo.

Mayor fue su sorpresa cuando sintió que las manos de la chica le soltaban para luego ser abrazado por ella con total ternura, correspondiendo este casi al instante. Se separó un poco para mirarle a los ojos con una tímida sonrisita.

—Bien... ¿Pero podremos tener gatitos?—. Shinichiro rió.

—Gatitos, perritos... Lo que tu quieras—. La chica le miró ilusionada.

—¿Y un cocodrilo?

—¿Tu quieres que me de un infarto?—. Hizo una mueca y ella rió.

—Vale, descartamos el cocodrilo—. Dejaron de abrazarse pero sus miradas estaban conectadas. —Oye Shin... Nunca lo he entendido... ¿Cómo es posible que nunca hayas tenido novia?

Le dió justo en su orgullo.

—Supongo que me verán como un inútil—. Rascó su nuca algo nervioso. —Tampoco soy fuerte o guapo como los demás—. Rió algo bajo de ánimos. —Bueno, soy guapo, pero las chicas no lo ven—. Rectificó en broma.

La chica sin decir nada se sentó a horcajadas encima de Shinichiro. Muchas veces se habían puesto así, ya que era muy cómodo para ambos.

—Son tontas—. Acarició sus cabellos azabache. Sus oscuros ojos se ensancharon al escucharla y la escuchó con total atención. —Has tenido los cojones para abrir tu propio taller sin importar lo que digan—. Siguió acariciando su cabello. —Cada vez que ves a un niño sufriendo lo ayudas sea como sea... Hasta el punto en el que pareces su padre o su hermano mayor—. Recordó los casos de Inupi e Izana. —Encima eres guapísimo—. Sus manos descendieron a las mejillas del chico, trazando sus suaves rasgos masculinos. —Quien no quiera ser tu novia... Es completamente estúpida.

—Has aumentado mi ego—. Acarició los muslos de la contraria, los cuales estaban desnudos, ya que ella llevaba unos shorts. —Entonces... ¿Tú quieres ser mi novia?—. Preguntó de una forma dulce.

Las mejillas de [T/N] se pusieron tan rojas como un par de tomates y agachó su mirada. El muchacho rió de forma nasal al verla tan tímida y con una de sus manos la sostuvo del mentón, alzando su mirada y volviendo a observar sus ojos.

—Te contaré un secreto... Algo penoso, pero bueno—. Acarició su mentón lentamente con su pulgar, desviando su oscura mirada hasta esos dulces labios que ansiaba devorar. —Siempre he estado enamorado de tí—. Sus ojos se volvieron a fijar en los de la contraria, viendo su sorpresa. —Es patético decir que... Me declaré a tantas chicas para ver si lograba olvidar el amor que siento por ti—. Rió y agachó su mirada, dejando el mentón de la chica y volviendo a apoyar su mano en su muslo. —Pero como puedes ver... He fracasado—. Sonrió lamentándose de sí mismo. —Perdona por no habértelo dicho antes pero... Cuando te lo iba a decir comenzaste a salir con ese chico y-...—. Calló al sentir como la fémina tomaba su mentón, alzando su rostro, tal y como él había hecho antes.

—Yo hice lo mismo—. La cara del chico daba para foto. —Nunca me atreví a confesarme y... Decidí salir con él para olvidar...—. Mordió su labio levemente. —Tu también... Me has gustado desde siempre, Shin...

—Tendría que haberme declarado antes—. Observó detenidamente las marcas en el rostro de su amada con pesar. —Perdóname, yo...

La contraria no le dejó terminar pues juntó sus labios, sorprendiendo y sonrojando al muchacho. Después de unos poquitos segundos terminó rompiendo el beso, observando los profundos ojos de Shinichiro.

—No te vuelvas a disculpar, a no ser que quieras que me enfade—. Hizo un puchero y él, con una amplia sonrisa llena de felicidad acarició sin pudor sus muslos, masajeándolos con suavidad en el proceso. Ella, en cambio, rodeó su cuello con sus brazos.

—Si no puedo disculparme... Entonces te diré que eres preciosa—. La dió un cortito beso en los labios. —Y maravillosa—. Repitió la misma acción. —Y única—. Lo hizo nuevamente. —Y...—. Sus rostros quedaron a unos pocos milímetros. Sus respiraciones chocaban, entremezclándose. —El amor de mi vida—. Se lanzó a sus labios, besándola de una forma suave.

Estaba disfrutando de poder besar a la chica que tantísimos años había amado y deseado.

Después de un rato besándose se terminaron separando para observar los ojos del otro. Shinichiro, con una pequeña sonrisita, se atrevió a lamer los labios de [T/N], para sorpresa de este, la fémina abrió sus labios, dejando que adentrara su lengua en su boca, formando esta vez un beso bastante apasionado. El roce de lenguas bastó para que el muchacho se comenzara a calentar ligeramente, apretando de una forma leve los muslos de la chica.

Sus largos dedos fueron subiendo de sus muslos hasta su trasero. Ella solo se juntó más a él, así que asumió que la había gustado esa acción. Masajeó su trasero de una forma lenta, sin separarse de ese dulce beso.

Los dedos de la fémina se enredaron en sus cabellos negros, profundizando su beso para después de unos segundos separarse entre leves jadeos.

—Eres... Tan dulce...—. Subió una de sus grandes manos y acarició la mejilla de la fémina con sumo cuidado, como si se fuera a romper en cualquier momento.

—Shin...—. Le miró algo tímida y este rozó sus narices con cariño. —¿Está bien si... Lo hacemos?

Sano suspiró de forma nasal y juntó sus frentes.

—Moralmente no...—. Habló algo serio pero luego mostró una sonrisita traviesa. —Pero qué importa—. La mano de su mejilla la desplazó hasta su cabello. —Él te pega y tampoco está bien moralmente así que... Que le den—. Nuevamente volvió a juntar sus labios con cariño.

La chica sonrió en el beso mientras sentía las cálidas manos de Shinichiro acariciarla con cariño.

El muchacho se separó un poquito de la fémina para observarla a los ojos con una preciosa sonrisa.

—Entonces... ¿Quieres ser mi novia?—. Preguntó risueño.

—La pregunta ofende—. Rió. Él solo la miró con una cálida sonrisa y apoyó su frente en el hombro de la contraria.

—Prometo no dejarte nunca—. Posicionó sus palmas en su cintura, acariciándola de forma delicada.

—Eso ya me lo prometiste—. Acarició sus suaves cabellos negros.

—¿Enserio?—. Giró un poco su rostro para verla y esta asintió. —¿Y te he prometido que nos casaríamos?—. Volvió a asentir. —¿Y qué tendríamos hijos?—. Nuevamente asintió. —¿Hay algo que no te haya prometido?—. Se reincorporó para observarla a los ojos.

—Hm...—. Se quedó pensativa por unos cuantos segundos. —No se—. Se encogió de hombros.

Ahora mismo Shinichiro maldijo a su “yo” de 12 años por prometer tantas cosas empalagosas.

—Y yo que quería ser cursi...—. Se lamentó en broma, echándose hacia atrás y tumbándose en el pasto, aún con la chica sentada en sus muslos. Cubrió sus ojos con su antebrazo para dramatizar. —Es una pena...

—Pero si siempre te las arreglas para ser cursi—. Rió, haciendo que el chico apartara su antebrazo para mirarla. —Y eso me encanta.

Con una sonrisita la tiró de la cintura, haciendo que cayera en su pecho.

—¿Si? ¿Te encanta?—. Sonó juguetón. —Entonces tendré que hacer que te encanten más cosas de mí.

—Pero si ya me encantas por completo—. Le miró a los ojos haciendo un pequeño puchero.

—Pues te tendré que encantar aún más—. Con suavidad la dió la vuelta, tumbándola en la hierba y él posicionándose encima suya, poniendo ambos brazos a cada lado de su cabeza y teniendo cuidado de no aplastarla con su peso. —¿Me dejas hacerte mía?

Los matices rojos recubrían las mejillas de ambos.

—Por supuesto—. Sonrió con ternura para ser besada nuevamente. Una de las manos del muchacho se adentró dentro de su camisa, dando unas suaves caricias en su abdomen. Sus dedos subieron hasta acariciar con cariño sus costillas, aún algo nervioso por tocar sus pechos.

Las piernas de la contraria se enredaron en su cadera para juntarse un poco más. A pesar de que era una noche fría de verano, el ambiente se sentía ciertamente caluroso para ambos.

En cierto punto la ropa comenzó a molestar entre las caricias y la parte de arriba de ambos fue quitada por el otro.

[T/N] observó el torso desnudo de Shinichiro, observando desde sus clavículas marcadas hasta su abdomen en el que se dejaban ver unos cuadraditos levemente marcados. A pesar de su delgadez se veía jodidamente apuesto.

Las traviesas manos del chico desabrocharon el sujetador de la fémina para estar en igualdad de condiciones.

Sus ojos se deleitaron con su figura tan bonita ante sus ojos y con las yemas de sus dedos acarició cuidadosamente sus pechos desnudos. Aunque algo que le molestó fue ver moratones en ese lindo cuerpo que se presentaba ante él.

Bajó su rostro lentamente para besarla en el cuello con cariño. Sus besos fueron descendiendo al valle de sus pechos.

La fémina soltaba pequeños jadeos, aunque un gemido sorpresivo salió de entre sus labios al sentir como uno de sus pezones era atendido por el muchacho, mientras su otro pezón estaba siendo masajeado por sus dedos.

Sus gemidos solo provocaban que su miembro comenzara a despertarse.

Después de un rato disfrutando de jugar con sus pezones, dejó un rastro de besos por todo su abdomen, besando cuidadosamente en aquellos lugares marcados con moratones, mientras sus manos se encargaban de desabrochar sus shorts para luego bajarlos junto a sus bragas, y finalmente dejarlos a un lado.

Quedó maravillado al ver todo su cuerpo desnudo.

—No me mires así...—. Juntó sus piernas con timidez.

—Lo siento... Pero eres preciosa—. La sonrió con sinceridad y acarició con delicadeza sus muslos. —Déjame verte completa—. Pidió aún sin desvanecer su sonrisa.

Esta hizo caso y abrió sus piernas, dejando expuesta su intimidad ante él.

Este se relamió los labios mientras su miembro ya comenzaba a doler.

Lentamente bajó su rostro para lamer cuidadosamente su intimidad. Su lengua recorrió por completo su coño para finalmente centrarse en complacer su clítoris. Sus dulces labios dejaron escapar pequeños jadeos al sentir como la complacía. Después de un ratito gozando de sus jadeos, Shinichiro metió lentamente uno de sus dedos en su intimidad, sintiendo su calidez y humedad. Unos momentos después introdujo un segundo dedo, sacando un pequeño gemidito de placer por parte de [T/N]. Sacaba y metía sus dedos de una forma lenta para luego hacerlo un poquito más rápido, acariciando en el proceso algunos puntos sensibles en su interior. Introdujo el tercer dedo, y la chica arqueó ligeramente su espalda, sintiendo como la embestía con sus dedos. En ningún momento el azabache dejó de complacerla con su lengua, y ella enredó sus dedos en su cabello, sintiendo un gran placer recorrer su cuerpo por tanta atención.

—Shinichiro...—. Gimió su nombre para luego terminar llegando al orgasmo. El chico lamió lo que pudo para terminar alejándose un poco y ver su rostro jadeante. Descendió su mirada nuevamente hasta su intimidad.

—¿Puedo meterla...?—. Preguntó con una pequeña sonrisa algo tímida. Llevaba ya un rato aguantado el dolor de su erección solo por complacerla.

—Solo si me besas—. Hizo un pequeño puchero mientras descansaba de su orgasmo anterior. El chico con una dulce sonrisa se acercó a ella y besó sus labios con cariño.

Después de un rato se separaron y se observaron a los ojos. Quería estar atento a cada una de sus expresiones para detenerse si la terminaba haciendo daño.

Bajó sus pantalones, dejando su falo al descubierto, con una mano lo masajeó delante de la atenta mirada de la contraria. Unos segundos después se acomodó entre sus piernas y posicionó su miembro en su entrada, acariciándola con este.

—Disculpa que no tenga ningún condón... Pensaba que iba a morir virgen—. Se burló de sí mismo.

—No te preocupes ahora por eso—. Acarició sus mejillas y este sonrió, observando sus ojos [T/C/O] completamente enamorado.

—Entonces...—. Comenzó a meter lentamente su glande. Se tensó al sentir como iba entrando, era una sensación completamente nueva para él. Ambos soltaron un pequeño gemido cuando llegó hasta el fondo. Se quedó unos segundos intentando acostumbrarse a la calidez que envolvía su virilidad. Por el contrario, la fémina sintió el placer que nunca había sentido con una penetración.

Lentamente, las caderas de Shinichiro comenzaron a moverse, sintiéndose raro en un principio. Poco a poco, fue aumentando el ritmo de sus estocadas, sin dejar de observar las expresiones placenteras de su amada, que solo le excitaban más, al igual que sus pequeños gemidos.

Las manos de [T/N] fueron a parar a la espalda del azabache, clavando sus uñas en esta al sentir como las embestidas comenzaban a aumentar el ritmo.

La chica cambió la posición, tumbándole a él en la hierba y poniéndose ella encima, sin siquiera sacar miembro de su cálido interior.

El muchacho la observó con sorpresa, sentándose mientras sentía como ella movía sus caderas autopenetrándose.

La tomó del trasero con suavidad para ayudarla y que esta no se cansara tanto.

[T/N] apoyó sus manos en los hombros fuertes del chico, arqueando levemente su espalda debido al placer. Poco a poco sus piernas comenzaron a cansarse, pero Shinichiro seguía ayudándola, siendo él quien la movía para complacer a ambos.

—[T/N]... Voy a...—. Murmuró el chico entre pequeños jadeos.

—Hazlo dentro...—. Sonrió levemente.

—Pero...

—Hazlo—. Le ordenó para después besarle con cariño.

El chico aguantó como pudo hasta que sintió como ella nuevamente llegó al orgasmo, para después, ser seguida por él, llenando su interior de su cálido líquido.

Ambos se quedaron un rato en esa posición, descansando.

—¿Por qué querías que lo hiciera dentro?—. Preguntó un rato después de haber descansado. La chica se levantó del muchacho con las piernas algo temblorosas y él se subió los pantalones para levantarse y ayudarla rápidamente para que no se cayera.

—Porque...—. Apretó sus labios con vergüenza, sintiendo las manos del chico en su cintura.

—Mejor me lo dices cuando estemos en mi piso—. La besó la mejilla para después ayudarla a vestirse, aprovechando para darla pequeños besitos por su cuerpo.

Una vez la vistió fueron nuevamente a la moto para ir al taller y al piso de Shinichiro.

Una vez llegaron al taller y bajaron de la moto, fueron directamente al piso de arriba, donde vivía el muchacho.

Entraron al cuarto de Sano pues lo único que pensaban era en dormir, pues ya eran las 3 am.

Los jóvenes se pusieron ropa cómoda y se tumbaron en la cama, uno junto al otro.

Los brazos de Shinichiro envolvieron su cintura, acercándola a él.

—¿Quieres vivir conmigo?—. Preguntó observándola a los ojos detenidamente.

—Ya sabes la respuesta—. Rió ligeramente, el chico apretó un poco más su agarre. —Sabes que sí, Shin—. Acarició sus mejillas.

—¿Y si un día te pido que te cases conmigo?—. Preguntó algo risueño.

—Aceptaría sin dudar—. Respondió sin pensarlo ni un momento. —¿Y si te digo que quiero que seamos una familia?

—Estaría encantado—. Rió, acariciándola el cabello. —¿Aunque no es muy pronto para pensar en ser padres?

—Tenemos 23... No es tan pronto—. Sonrió, aún manteniendo el contacto visual. —Pero... Tienes razón—. Juntaron sus frentes. —Esperemos un poquito. Aunque creo que a Mikey le gustaría la idea de ser tío—. Rió ligeramente.

—Oh, estaría encantado, y Emma también—. Subió una de sus manos hasta el cabello de la contraria. —Sería adorable verlos jugar... Oye, mañana iremos a por tus cosas para que te instales aquí, ¿vale?

—Pero... Y si...

—Le pediré ayuda a unos antiguos amigos—. Sonrió para tranquilizarla. —Tu solo descansa...—. Siguió acariciándola.

Ella cerró los ojos, sintiendo su cálida mano jugar con su cabello.

—Ahora estaremos juntos, como prometimos cuando éramos niños...—. La besó la frente con cuidado.

Ya mañana sería un nuevo día.

━━━━❰・❉・❱━━━━

Lamento mucho cómo ha quedado este shot. Sé que el final ha sido bastante forzado y tal... Hoy no me he encontrado muy bien físicamente, de hecho, mientras lo terminaba me ha dado un bajón de tensión, ¿por qué? No se. Pero bueno, al menos ya estoy algo mejor. Luego si veo muchos errores lo iré cambiando.

He estado tentada a cargármelo pero... Prefiero hacer algo bonito... Por ahora.

Por cierto... Hay algunas personas que me piden segundas partes... Así que... Si hay 10 personas o más que piden la continuación pues la haré.

No viene a cuento pero...

Me encanta lo que me encuentro por Insta.

Y bueno... La verdad es que sigo sin saber como agradecer todo vuestro apoyo. Osea... Más de una vez me he estado a punto de poner a llorar de felicidad. Nunca había recibido tanto apoyo y tanto cariño.

Y bueno... Las mangas de Senju...

No se ven del todo pero meh... Una chica dijo que la gustaría verlas así que... Ahí están. Sé que mi cuerpo no es bonito y... [*Complejo salvaje aparece.*] Bueno... Perdón.

En fin... Os quiero mucho, y... La [T/N] de este Shot está un poquito basada en mí... Es una pena no haber tenido a alguien como Shinichiro en esos momentos.

Joder, parece que solo me pasan cosas malas.

Bueno...

¡Hasta la próxima!

Os amo. Mucho. Muchísimo.

❤️

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