//Dos semanas después//
Desde el encarcelamiento de unas pocas de Camila y Óscar, Dinah había decidido a sentarse únicamente con la castaña para no molestar a la oji-verde, que día a día parecía volverse más gruñona y molesta.
Camila lejos de tenerle miedo, le tenía más encantada.
La castaña la veía en su mesa, sus integrantes reían a excepción de ella, ella jamás reía. En la última semana se habían corrido los rumores de que la semana pasada y esa, su nivel de atracción había parecido aumentar, muchas miradas en los pasillos se pegaban a ella, los rumores de que se había vuelto una máquina sexual surgieron.
Sin embargo, un nuevo rumor había surgido;
La existencia de un genital masculino en el sistema de Lauren.
Camila no sabía de dónde había surgido ese rumor, muchos decían que si la oji-verde se llegaba a acostar con alguien era únicamente fuera de la escuela, sin embargo, con las únicas personas que se acostaba eran supuestamente con hombres gay, y mujeres, mayores que ella. Camila quedó extrañada pero eso en lugar de disminuir su atracción, la aumentó.
La castaña fue despertada de su ensoñación cuando Dinah dejo caer la bandeja de alimentos en su mesa, antes de soltar un suspiro exasperado y pasarle su comida.
—¿Qué pasa, Cheeche?—Preguntó la castaña extrañada mientras jalaba su bandeja.
—Nada, únicamente rumores—La rubia la volteó a ver.
—¿Qué rumores?—Cuestionó interesada dejando la torta en la bandeja.
—De ti—Respondió haciéndose la misteriosa.
—¿De mi?, wow, dime más—Sonrió interesada, ¿Que dirían de ella?.
—De un supuesto tri...
Una mano golpeando la mesa la interrumpió, la morena soltó un pequeño grito por el susto mientras se llevaba la mano al pecho.
—Santa Virgen María—Masculló la castaña asustada.
—¡Camila, tú y yo tenemos algo pendiente!—Exclamó un castaño llamando la atención de todos.
Todos.
—¿Eh?, ¿Conmigo?—Lo miró extrañada—¿De qué hablas, Mich?—Preguntó recargando su brazo en la mesa mirándolo fijamente.
—Oh Dios—Se escuchó que alguien murmuro.
—¿Recuerdas nuestra última discusión?—Se cruzó de brazos mirándola desafiante.
—Ehh—Se quedó en blanco, ¿Cuál había sido la discusión?—Ehh, ¿Tú lengua sensible?.
—¡No es sensible!—Replicó el castaño causando una risa en la morena.
—Tú mismo lo confirmaste cuando estábamos en el muro.
Se escuchó alguien más soltar una maldición, los murmullos empezaron y a Camila le hizo gracia que malinterpretaran sus palabras.
—Ya no más.
El castaño sonrió coquetamente y aplaudió dos veces para que Erick caminara hacia ellos.
—Hola, princesa—Saludó el pelirrojo cargando una mochila.
—Hola, príncipe—Rió, sus apodos aún le hacían gracia.
Dinah veía todo impactada, ¡Justamente era de ellos 3 el rumor!.
—Vamos a saldar cuentas—Dijo el castaño subiendo un pie en el asiento de la mesa rectangular.
—¿Aquí?, ¿Enfrente de todos?—Interrogó la castaña nerviosa.
Dinah veía todo con la boca abierta, ¿Acaso su amiga sí había hecho lo de los rumores?, vio de reojo a la mesa donde se encontraba la oji-verde y se encontró con ella, su cuerpo se paralizó al ver la mirada que tenía una mirada oscura y llena de celos.
—¿Qué?, no te dió pena discutirlo frente a Christian y Nicolás—Levantó los hombros notando las miradas de todos sobre ellos.
—Es diferente—Interifirió la castaña—Como sea, ¿No quieres saldar cuentas?, hagámoslo ya.
La castaña sonrió pícaramente antes de quitarse la sudadera para prepararse a lo que venía, una exclamación detrás de ella sonó y sonrió imaginando la cara de Dinah. Vio como también el castaño se desabotono unos botones de la camisa y se amarro la sudadera a la cintura.
—Erick, saca las armas—Ordeno el castaño tomando asiento a un lado de la castaña.
El pelirrojo sonrió negando con la cabeza poniéndose frente a ellos, Dinah veía todo confundida. Erick abrió la mochila y vacío todo el contenido en la mesa, todos soltaron una exclamación de sorpresa al ver lo que tenía adentro, definitivamente nadie se esperaba eso.
—Maldita sea, Michael, ¿De dónde sacaste esto?—Rió la castaña tomando uno en su mano.
—Contactos—Respondió simple.
—¿Qué demon...?
—Regla número 1; ¡Tomar agua está prohibido!, Si uno de ustedes dos toma agua está descalificado—Explico acomodando una botella de agua a cada uno—Regla número 2; ¡El chile debe ser comido completamente!, si se ve que dejaron algo más que la cola del chile, ¡Descalificado!...—El pelirrojo se callo al no recordar lo demás—¡Eso es todo, el que coma más, gana!
Unas manos detrás de ella aparecieron haciéndola saltar del susto nuevamente.
—¡Por Dios, Nicolás!—Exclamó recargando su frente unos momentos en la mesa escuchando la risa del chico.
—Lo siento, Camilosky, nunca se sabe lo que pasará—Rió acomodando la cantidad igual y correcta a cada uno—Suerte—Le dejo un beso en la cabeza antes de retroceder.
—¡¿Y mi buena suerte y mi beso qué?!—Reclamó el castaño haciendo reír a la castaña.
—Mila... ¿Pero que demonios sucede?—Cuestionó en voz baja la rubia confundida.
—Saquese a competir, mocoso—Le estiró el dedo de en medio al castaño antes de tirarle un beso y acomodarse a un lado del pelirrojo.
—Luego te cuento—Contestó la castaña tronandose los dedos.
—Vas a morir, Camilita—Se burló el castaño agitando las manos.
—Tú vas a morir—Contratacó emocionada.
Jamás había pensado en una competencia de quién aguanta comiendo las chiles, tendrá que añadirlo a la lista.
La mesa de los Darks soltaron un suspiro aliviados al notar lo que Camila haría, el cuerpo antes tenso de Lauren se relajo al comprender lo que hacían, pero sus celos seguían incrementando viendo como otros se acercaba a la castaña cuando ella no podía hacerlo.
Más bien, no quería.
Dinah estaba sorprendida e impactada al notar como los dos empezaron a morder los chiles, sus ojos lloraban al sentir el olor increíblemente picoso de los chiles.
—Oh por Dios, arde—Se quejó el castaño con saliva corriendo de su boca.
Camila mordió la mitad del chile antes de recargar su cara en su codo tomando aire, hacia mucho tiempo que no comía tanto chile.
—¿Te rindes?—Preguntó la castaña con los ojos rojos y los labios hinchados.
—¡Jamás!—Sollozó el chico soltando la botella de agua que instintivamente agarró antes de ir a morder otro.
Camila soltó un suspiro doloroso antes de comerse lo que le sobraba del chile, sus bocas ardían terriblemente y uno de ellos cometió un terrible error.
Se limpio una lágrima con los dedos.
—¡No lo hagas!—Exclamó pero ya era demasiado tarde.
Michael estaba lagrimeando al igual que Camila pero él se limpio el ojo justamente con los dedos bañados en el sazón del chile.
El grito del castaño inundó el interior de la cafetería.
***
La oji-verde se encontraba afuera de la enfermería con los brazos cruzados esperando alguna noticia de alguno de los dos competidores, aunque más de Camila que del castaño, adentro con ellos estaban Dinah y un tal Erick, el cual odió por decirle princesa a Camila, junto a ella estaban Normani y Ally, los demás habían ido a clase.
En esa escuela lo único que se hablaba era la épica batalla entre dunas mexicano y una cubana-mexicana en la cafetería, los rumores del supuesto trío desaparecieron y los rumores de Lauren habían sido suspendidos, lo que andaba en boca en boca era lo sucedido en la cafetería, e incluso había creado hashtags en honor a Michael y Camila.
#PrayForMichaelEye
#PrayForMichaelAndCamilaAsses
#PrayForSchoolRestrooms
Camila había sido la ganadora en cantidad de chiles ingeridos pero le había causado unas terribles consecuencias;
Gastritis.
Dolor de cabeza.
No sentir la boca.
Vómito.
Estaba por salir corriendo de la enfermería pero al salir chocó contra un suave y duro cuerpo, sintió su respiración entrecortarse al imaginar con quién había chocado, al levantar la mirada palideció por el mareo, sin embargo;
Lauren Jauregui la sostenido nuevamente para no caer.
Lo disfruto por un segundo hasta que sintió su estómago revolverse más, así que sin pensar las consecuencias empujó a la oji-verde y corrió a los baños decidida a no pasar vergüenza, apenas llegó a los baños busco desesperadamente una taza antes de vomitar todo lo que había ingerido.
La oji-verde había quedado paralizada, por primera vez alguien la había empujando al contacto, y había sido de la persona que menos quería que se alejara de ella.
De la puerta donde había salido la castaña salió la rubia jadeante buscando a Camila en los alrededores pero no la encontró, vio hacia enfrente y vio a una oji-verde paralizada.
—¿Qué le pasa?—Preguntó la rubia a las chicas a un lado de la oji-verde que comprendían la razón por la cuál la oji-verde había sido empujada.
—Camila la empujó y se echo a correr a los baños—Explico calmadamente la pequeña rubia.
—Oh mierda, lo va a tapar—Chilló la rubia corriendo a los baños.
—Que día desastroso—Murmuró la mujer negra y Allyson asintió concordando.
—¿Me empujó?—Preguntó confundida la peli-negra saliendo de su shock.
—Sí—Confirmó la pequeña rubia asintiendo
—Por que si no lo hacía te vomitaría encima—Explicó la otra peli-negra viendo como la oji-verde fruncía el ceño.
Un sollozo dentro de la enfermería llamó su atención, en la cama que se podía ver, había alguien acostado mientras la enfermera le ponía algo en el rostro, las tres incomodas prefirieron irse de ahí no sin antes de que Normani y Ally le dijeran recupérate al joven acostado. Al ir caminando para los baños una oji-azul pasó a un lado de Lauren y le susurró;
"Prepárate, será esta noche"
Normani y Ally se quedaron mirando a la oji-verde extrañadas pero ella simplemente se encogió de hombros aunque por dentro una explosión de emociones surgió, Ally volteó a ver con inseguridad a la mujer a su lado, que acompaño su mirada, últimamente la oji-verde había estado desapareciendo en las noches. Retornaron con su camino al baño de mujeres pero se detuvieron al escuchar un sollozo al otro lado de la puerta. Normani suspiro y se acerco un poco más a la puerta pero Lauren le tomo del brazo y formulo con los labios un;
"vámonos".
Las amigas de la peli-negra se encontraban con varios sentimientos encontrados, en la cara de Normani dominaba la desesperación y la de Ally cierta decepción, jamás llegarían a comprender los sentimientos de la oji-verde. Lauren se dio la vuelta con pesar y empezó a caminar hacia su respectivo salón, Normani mascullando una maldición la siguió y la rubia miro al techo pidiendo una bendita señal para que su amiga pudiera tomar el paso.
***
Camila regresó a clase moribunda, muchos al verla llegar la felicitaron, muchos se le quedaron viendo con pena y otros simplemente la ignoraron, tal y como Lauren. La castaña simplemente les agradecía a medias y les sonreía, infortunadamente para el par de amigas sus clases eran diferentes.
La castaña soltó un suspiro al recordar donde se sentaría, su lugar era enfrente de la peli-negra, la cual parecía más seria de cuando tropezó con ella, tal vez tendría que disculparse por ello, tal vez así podría hablarle aunque sea para disculparse.
Decidida tomó asiento frente a la oji-verde, dándole la espalda por como estaban acomodados los asientos, tomó una profunda respiración pero al voltear y notar la gélida mirada de Lauren cerró la boca paralizada, estaban separadas por la mesa de la oji-verde pero la castaña sentía que estaban muy cerca.
Lauren la miraba fijamente esperando que la castaña hablara, había visto la determinación de la morena cuando la vio de reojo antes de sentarse, y espero pacientemente viendo como estaba mirándola paralizada, pero en sus ojos no habían atisbos de miedo, la morena finalmente habló pero la que susurró no lo espero.
—¿Puedo tocarte el cabello?—Pregunto en voz susurrante desconcertando por completo a la oji-verde, la cual frunció el ceño al creer que no había escuchado bien, la castaña se mordió el labio nerviosa, nada le había salido como planeaba pero pensaba continuar, aun con su poca dignidad y su rostro completamente rojo—¿Sí?, ¿puedo tocarte el pelo?—Susurró agarrando el respaldo de la silla.
La oji-verde instintivamente se llevo la mano al pelo extendiendo los dedos por este para acomodárselo del otro lado en un acto nervioso, aunque su rostro no dejo ver el nervio que sintió, Camila vio maravillada el acto, con la chaqueta de cuero, esa camisa gris y ese sexy aro en la nariz junto al movimiento, la maravilló. La oji-verde la miró con los ojos entrecerrados y la boca fruncida unos segundos antes de acomodarse en su silla con cierta emoción confundida con la incomodidad, Camila se regaño mentalmente al causar la incomodidad de la oji-verde y trato de decirle que mejor no pero la peli-negra escondió el rostro en su brazo que descansaba en la mesa y le dejo el camino libre para que le tocara el cabello.
La castaña conmocionada se acomodo en su lugar mirando el sedoso cabello de peli-negra, mechones de pelo se esparcían a un lado de la mesa donde la oji-verde tenía acomodado el pelo, con tentación acerco lentamente su mano al cabello de Lauren, como si Lauren sintiera la indesición de la morena, acerco ligeramente la cabeza hacia la fuente de calor de la mano de la castaña.
—Woow—Murmuro pasando sus dedos por las mechones del cabello de la oji-verde, Lauren seguro el labio evitando que cualquier sonido se escapara de su boca—Es muy suave, parece cabello de bebé—Pensó en voz alta.
La ojiverde por primera vez en las últimas semanas sonrío dulcemente al escuchar el casi inaudible alago de la castaña, empezaba a sentirse somnolienta por las suaves caricias que la morena le proporcionaba en su cabello, millones de sensaciones se apoderaron de su cuerpo haciéndola cerrar los ojos y relajarse, Camila recargo un brazo en el escritorio de la chica mientras otra mano pasaba suavemente por los cabellos de la oji-verde, Lauren empezaba a quedarse dormida por el masaje en su cuero cabelludo pero el sonido de la puerta del salón abriéndose y la mano de Camila alejándose le hizo despertar de ls ensoñación.
Por reacción inmediata levantó la cabeza con un leve puchero en sus labios, Camila se quedó sorprendida y maravillada ante el acto jodidamente tierno de la peli-negra pero la oji-verde inmediatamente borró el puchero y fingió una cara de seriedad causándole una suave risa a la castaña, sin saber porque, llevó su dedo a la mejilla del oji-verde picandole suavemente la mejilla, sus miradas se conectaron aún con Camila tocando con su dedo suavemente la mejilla de Lauren.
La castaña sintió su pulso acelerar más, su dedo recorrido suavemente la mejilla sintiendo la suave piel de la chica, rojiverde se quedó paralizada sintiendo el cálido y delicado dedo de Camila tocándole, sus corazones latieron a la par y en ese momento ambas se quedaron mirando olvidando todo a su alrededor, simplemente eran ellas.
***