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10/03/21
Recogiste tu mochila y la pusiste sobre tu hombre derecho, saliendo del salón te dirigiste directamente al lago que frecuentabas ir después de clases.
Pasaste por los locales de comida, llegando a tus fosas nasales el dulce aroma de las tradicionales comidas, te dirigiste a un puesto de takoyakis.
Al recibir tu orden continuaste con tu caminar, era una tarde tranquila no había tráfico y no había muchas personas rondando por las calles. Eso te gustaba, las tardes tranquilas y lugares donde la gente no recurra ir.
Al llegar al lago te sentaste en la orilla de este dónde un grande árbol sería tu sombrilla.
Pusiste tu mochila a un lado sacando los deliciosos takoyakis, huelen tan bien.
Tomaste una bolita y la dirigiste a tu boca, jadeaste de felicidad al degustar la deliciosa bola de pulpo y harina.
Dirigiste tu mano a la siguiente, ibas a morderla pero un ruido te desconcertó, miraste de dónde venía, unos arbustos algo grandes, trataste de hacer la vista más fija.
Hasta que lo viste.
Al asegurarte de que o mejor dicho quien era seguiste degustando los takoyakis.
"Sal de ahí, ya te vi" Le mencionaste a la hermosa criatura, que te miraba con sus lindos ojos esmeralda.
De los arbustos salió una hermosa serpiente blanca con unos ipnotizantes ojos esmeralda.
Le acariciaste sus escamas.
"Debes dejar de intentar asustarme, sabes que siempre te descubro, Mizuki"
La serpiente se hizo para atrás y se destranformo, ahora viendo a un joven con cabellos albinos y ojos esmeralda.
"Algun día lo conseguiré (t/n), ya lo verás" respondió emocionado.
"Si ajá, ¿quieres?" Le extendiste la mano, ofreciéndole un Takoyaki.
"Claro que sí, muchas gracias"
Habías conocido a este maravilloso chico hace aproximadamente unos dos años.
Los primeros días de frecuentar ir al lago te encontrabas con una hermosa serpiente, qué siempre te miraba muy curiosa, se acercaba a ti y te robaba comida, siempre peleabas con ella por la comida.
Hasta que un día que habías ido al lago encontraste a un chico bañándose en este, fue ahí cuando descubriste que la serpiente en si no era más que un demonio.
Luego de ese descubrimiento se hicieron amigos. Solo que Mizuki ya no quería ser solo tú amigo.
"Y, ¿como te fue en la escuela, (t/n)?"
"aburrida como siempre, pronto me graduare" Soltaste un bufido.
"¿No quieres graduarte?"
"No es eso... Solo que cuando me gradué ya no podré venir a verte"
"¡Que! Y, ¿por qué no podrías!?" Exclamó preocupado.
"Ire a vivir cerca de un templo llamado mikage, y como es algo lejos no podré venir a verte Mizuki..."
El sonrío un poco más aliviado, debió haberte dicho dónde vivía, así se hubieran evitado las sorpresas.
Se acercó a ti y sujetó tus manos, acariciando el dorso de estás con su pulgar, sonrío tiernamente al ver tu leve sonrojó.
"t/n... Me gustas, siempre me has gustado, cuando te vi llegar por primera vez a este lago,
Cuando te enojaste conmigo por robarte uno de tus apreciados takoyakis.... Te amo y quisiera que me correspondieras"
Estabas sin palabras, esto de verdad estaba pasando, esto no era un sueño ¿no?. No, no lo era de verdad estaba pasando.
"Mizuki... Tu también m-me gustas" Agachando el rostro, tratando de ocultar el rubor de tus mejillas.
Sonrío enternecido en tu acción, para el eras lo más tierno. Se acercó a tu rostro y levantó tu mentón, se miraron a los ojos y pudieron ver un brilló en ellos, Mizuki bajo la mirada a tus labios y se relambio el labio inferior.
Quería besarte.
"(t/n)... ¿Puedo besarte?" Su voz salió en un suave susurró.
Tu sonrrojo aumentó, asentiste un poco tímida, haciendolo sonreír.
"Eres muy hermosa..." Te sonrió con las mejillas sonrojadas.
Finalmente sus labios se juntaron en un tierno y delicado beso, abrazó tu cintura con uno de sus brazos y el otro acariciaba tu mejilla, miéntras tú lo abrazas por el cuello.
Al separarse sus labios se miraban levemente hinchados y húmedos, sus narices rozaban entre si, sin dejar de mirarse a los ojos.
"Esto significa que ya eres mi novia" Dijo emocionado.
Reiste al ver como casi lloraba de tanta emoción.
"Si mizuki, ahora soy tu novia y tú eres mi novio"
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Ingresando a casa sacaste tus zapatos y te pusiste las pantuflas, te dirijiste a tu cocina para empezar a prepararte un sándwich.
Habías regresado de trabajar y de verdad necesitabas un descanso.
Al terminar de comer tu sandwich fuiste al cuarto de bañó.
Te metiste en el chorro de la regadera, sintiendo las gotas caer por tus cabellos (c/p), deslizándose por el resto de tu cuerpo.
Mizuki había llegado del templo un poco temprano, quería llegar y ver a su hermosa novia.
Al ingresar a la casa y ver qué no había nadie en la cocina, sala o patio se dirigió a la habitación que compartían.
Entró al cuarto oyendo el sonido del agua callendo. Sonrío malicioso y empezó a desvestirse.
Entró al baño y miró tu silueta desnuda por la puerta de cristal, sus mejillas tenían un hermoso rojo vivo, estaba muy avergonzado pero de verdad lo quería.
Abrió con mucho cuidado la puerta y entro a la ducha. Sentiste como unos brazos agarraban tu cintura y te abrazaban. Te sorprendiste pero ya sabías quien era.
"Por qué no me esperaste, nos hubiéramos bañado juntos cariño.." Susurro en tu oído, poniéndose detras de ti.
Un escalofrío recorrió tu espina dorsal, quien diría que con el paso del tiempo mizuki se haría tan atrevido.
"Bueno, ya estamos juntos"
Te volteaste abrazándolo por el cuello, y miraste esos hermosos ojos esmeralda que tanto te encantaban.
Mizuki sonrío, y te beso, de un beso tierno y delicado a un fugaz y apasionado beso.
Entrelazaron sus lenguas y sus cuerpos se juntaron más.
Mizuki paso sus manos por tus glúteos y te alzó así pudiendo tu enredar tus piernas en su cintura.
Sus pelvis chocaban entre si aumentando el deseó entre ustedes. Gruñó cuándo sintió como tus pechos se pegaron al suyo, frotándose entre si.
No podía resistirlo tenía que hacerte suya ahora mismo, como en otras noches lo había hecho.
Cerró como pudo la regadera y salió contigo aún en brazos, dirijiendose a la cama matrimonial.
Te recostó en esta mientras se ponía arriba de ti. Se inclinó y sus labios pararon en tu cuello besándolo y mordisqueandolo. Dejándo notables chupones.
Siguió su caminó ahora llendo a tus pechos besaba uno miéntras el otro era atendido por su mano dándole apretones y caricias.
Gemiste cuando mordió tu pezón, haciendole sonreír, sus manos recorrieron tu cuerpo hasta parar en tus piernas alzandolas hasta sus hombros.
Se acercó a tu zona íntima y dejo un húmedo beso en esta, introdujo un dedo acariciando tu clítoris con su pulgar.
"Ahg.. Mizuki" Gemiste haciendole sonreír más.
Paso su lengua por tu vagina repetidas veces antes de introducir su lengua. Viéndo como te retorcias y tus ojos dejaban salir lágrimas del placer, deleitandolo con esa erótica imágen.
Aceleró su movimiento ahora introdujendo ahora dos dedos y su lengua encargándose de tu clítoris.
No podías resistirlo te vendrías pronto, mizuki sabía usar su lengua ala perfección.
"M-mizuki ¡ahm! Me... corro !ahg!"
"házlo cariño, correte en mi boca" su sonrisa gatuna no dejaba su rostro.
Aceleró aún más rápido sus dedos y paso su lengua, sintiendo al fin como salían tus fluidos, tragandose todo lo que podía sin desperdiciar un poco.
"¡Cariño sabes tan bien!" Exclamó como niño.
Sonreiste con los ojos cerrados, este chico podía verse muy tierno pero es todo lo contrario.
"Ahora seguiremos con esto" Dijo acomodandose en tus piernas, poniendolas sobre sus hombros.
Alineó su miembro en tu entrada y empezó a introducirse lentamente, tendiendo el mayor cuidado de no lastimarte.
Mientras se introducia besaba tu rostro, dándote suaves cosquillas.
Al sentirlo hasta el fondo gruñeron ambos.
Sentía como tú caliente interior lo apretaba.
Sentías cada centímetro de su grueso y largo miembro.
"Mizuki... Muévete por favor ....ahm!"
Dió estocadas suaves y profundas, suspiraba sintiendo como tú interior lo recibía gustoso.
Aceleró las estocadas siendo ahora más rápidas y profundas.
Rasgaba tu interior con su largo pene. Beso tu pierna derecha que se encontraba en su hombro. Queriendo callar sus gemidos.
Abrazaste su cuello y lo acercaste más a ti, rodeando ahora su cadera con tus piernas.
Querías sentirlo mucho más profundo, querías que te llenará con su caliente líquido.
"!Mizuki.. !Ahg!" Gemias sin control alguno.
"Cariño creo que me vendré ya ¡ahm!"
Dió unas cuantas estocadas más y se vino, sentiste como su miembro palpitaba en tu interior y no pudiste evitar venirte.
Sus líquidos combinados y esparcidos por las sábanas blancas. Sus cuerpos sudorosos y pegados y sus respiraciones entrecortadas.
"Creo que tendré que darme otro baño.."
"¡Quieres que te ayude!?" Sonrió pícaro.
Definitivamente habría segunda ronda en la ducha, talvez tres.
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