Dancers' refuge [Harry Styles Fan Fic]

Capítulo 3

Capítulo 3

Sera que solo conocería a Coralie o ángel francés detrás de una ventana en la casa de Adam.

Logramos avanzar a la siguiente etapa con la mayoría de votos. Steve consiguió desesperar a todos los espectadores con la impaciente espera para conocer al primer grupo eliminado.

Llegue a mi casa agotado, muy cansado, tenía tantas ganas de acostarme y dormir hasta recuperar todas mis energías. Lamentablemente a la mañana siguiente mi madre me despertó muy temprano para asistir a la misa de los domingos.

En la mañana del lunes, las fuertes gotas de lluvia caían provocando el golpeteo en las lunas de mi ventana. A pesar de que la casa tenga calefactor prendido, se podía sentir el poco viento frio de afuera recorrer por todos los rincones.

Tomar un café caliente hizo que comenzara un buen día, con el sol apagado, un cielo gris lleno de nubes oscuras y la lluvia potente.

Con un día así no me imaginaba lo que pasaría luego.

La lluvia había dejado de caer, bajaba del bus a unas cuadras antes del instituto, quería caminar encima de los pequeños pozos de agua que se formaban. Era una manía que realizaba luego de que lloviese.

Me sentía como un idiota el día de eliminación en Dancers’ Refuge, sin pensarlo la buscaba por todo el lugar, miraba el asiento de la primera fila donde se había sentado la primera noche deseando que se encontrara ahí de nuevo con los focos iluminándola y dándole aspecto de diosa.

En esa noche, ella no estuvo ahí.

Así como no podía sacarme de la cabeza aquella angelita francesa tampoco sabía porque Coralie se había acercado a Steve. ¿Eran familiares?

Sentado en la última silla de la última fila del salón me encontraba pensando en Coralie y su dulce manera de sonreír.

No había otra sonrisa tan hermosa al igual que la suya.

Sus labios levemente acolchonados llevaba el color de una rosa rojiza naciendo en plena primavera, cuando sonreía deja ver una fina línea de sus ordenados dientes blancos.

Ella tenía la combinación perfecta.

Sonó la alarma de receso, había perdido otra clase más de Literatura.

Era poca las veces que entraba al comedor prefería buscar algún salón vacío para ensayar o crear nuevos pasos para Shiver, pero hoy era distinto, tenía las ganas de entrar, una necesidad tan fuerte que llegue ahí desesperado.

Me desilusione al llegar, no había nada en especial, ni siquiera un nuevo arreglo sin embargo decidí quedarme y sentarme en alguna mesa solo.

¿Alucinaba o era real? ¿Mi mente jugaba una broma o está ahí?

 Y la dueña de mis pensamientos estaba aquí, sentada a dos mesas delante de mí, curioseaba el lugar mientras un grupo de estudiantes intentaban hablar con ella.

Nunca me había imaginado esto, con cada día que pasaba nos acercábamos más. Ahora no solo la veré detrás de una ventana, sino que la vería todos los días caminando e incluso dentro de una misma clase del instituto.

Me di cuenta que la necesidad tan poderosa que sentía era verla y darme cuenta que era una estudiante.

Pero no era igual a las demás, era muy distinta. No podía dejar de verla, era inevitable, jamás me cansaría de observarla, poseía una belleza diferente, no tan común. Como pensé la primera noche en Dancers’ Refuge, tenía una belleza-destructora.

Con esos ojos almendrados seguía mirando todo el comedor, memorizando cada detalle.

Dejo de mirar las paredes y techo para empezar a ver a las personas de su alrededor.

Coralie en el instituto era grandioso pero lo que pasó luego fue lo mejor de mi vida.

Entre todas las personas que vio me encontró, juntamos miradas por unos largos minutos, esos minutos que jamás quería que se acabaran. Solamente los dos, siendo testigos de la conexión que crecía en nosotros.

Con la sonrisa que me dedico pude ver su alma.

Mi ángel bajo la mirada avergonzada.