𝐂𝐀𝐏 𝟑𝟒

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-Si me dieras un apodo más bonito, no tendríamos este problema -le explicó antes de caminar hacia su respectivo siento. DoYoung le siguió con la mirada pendiente y la boca entreabierta.

¿Quién le había dado permiso a Jung JaeHyun para estar tan bueno?

La gente común no tenía ese cuerpo, ni ese semblante, ni esos ojos, ni esos labios. ¿No era un poco injusto? Hasta en harapos se podía ver como un dios griego. Aunque, su atuendo de aquella noche de pantalones negros y camisa blanca, no eran precisamente harapos, y debía puntualizar, que le quedaban insanamente bien.

-¿Y? -dijo obligándose a enfrascarse en el momento.- ¿Cómo estuvo el examen?

-Pudo ser peor... Honestamente estuvo mucho más fácil que las otras pruebas -respondió encogiéndose de hombros. DoYoung quiso soltar una carcajada. Cierto, por un instante había olvidado que hablaba con el primer lugar de la clase.

La cena transcurrió tranquila. Charlaron de cosas de la universidad, del apodo de JaeHyun que DoYoung se resistía de cambiar -mientras el castaño le daba varias ideas tontas. Hablaron de tonterías sin importancia, que hacían a DoYoung reír.

La comida que habían ordenado estaba cerca de acabarse cuando un aura de seriedad los envolvió de pronto y DoYoung presintió que era el momento adecuado para traer el tema a conversación.

Bebió un sorbo de su soda y cientos de palabras entrecruzadas volaron en su cabeza. ¿Por dónde empezar? Escucha, JaeHyun, me gustas, y no quiero que seamos "algo", quiero que seamos novios. Oh, vaya iba a desmayarse. Por algún motivo, la palabra "novios" ahora sonaba demasiada riesgosa.

Con las manos empuñadas, tragó saliva y decidió que era mejor decírselo que callárselo. Será rápido, como un bandita siendo arrancada. No era demasiado difícil, sólo... aterrador.

-JaeHyun -exhaló. El castaño le miró con atención, mientras terminaba de mascar un poco de comida-. Hay... hay algo q-que tengo que decirte.

El aludido ladeó la cabeza con curiosidad.- ¿Sí?

-Este tiempo... desde que tú y yo-

El sonido de un teléfono los interrumpió. Los ojos de ambos comensales se dirigieron inconscientemente hacia el aparato del cual provenía la musica y DoYoung reconoció el móvil de JaeHyun sobre el mantel.

-Oh. ¿Me disculpas? Será rápido -se excusó, alzando su dedo índice para pedirle que esperara. El pelinegro asintió y observó a JaeHyun levantarse de su silla para atender la llamada.

Ojalá que no sea nada malo, pensó, bebiendo otro sorbo de su soda. En realidad ser interrumpido a la mitad de su oración no le molestaba. Podía continuar con su idea luego ¿no?

-Tengo que irme -dijo JaeHyun al regresar. Las cejas de DoYoung se levantaron. Oh-. Lo siento mucho. Es TaeYong y necesita mi ayuda.

-¿É-Él está bien? -preguntó alarmado.

-Sí... Sólo está ebrio en un bar no lejos de aquí y... no sabe adónde ir. Lo llevaré a casa.

-¿Quieres que te acompañe?

-¿Lo harías? -habló con inseguridad. DoYoung asintió, seguro de su propia elección. TaeYong era uno de los mejores amigos de JaeHyun y sabía lo importante que era para él.

-Por supuesto.

Pagaron la cuenta antes de marcharse en un taxi, en dirección al bar que TaeYong había mencionado durante la llamada. Notando a JaeHyun demasiado preocupado durante el trayecto como para entablar una conversación, DoYoung dedicó a mirar por la ventana para darle su espacio.

'RENT A BOYFRIEND' ─JAEDO Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz