—¿Qué le has dicho? —Khun lucía fastidiado.

—Oh nada importante —Androssi guiñó un ojo en su dirección—. Será un secreto entre Bam y yo, ¿Cierto?

—Sí —apenas pudo pronunciar la palabra.

—¿Por qué la tortuga negra esta tan nerviosa? ¿Acaso ocurrió algo mientras el líder no estaba presente? —Rak preguntó, eso simplemente hizo que sus emociones se volvieran a desatar.

Sabía que Khun estaba analizando cada una de sus reacciones y temía que se diera cuenta de que algo extraño le estaba sucediendo, era demasiado listo y no tardaría en percatarse, pero quería aclarar su mente antes de enfrentarlo. De manera robótica se alzó del sillón con la decisión de marcharse.

—Tengo que ir a encontrarme con la señorita Yuri, nos vemos más tarde.

Sin esperar respuesta se marcho del lugar, pudo oír la fuerte risa de Androssi y algunos reclamos preocupados por parte de Khun.

En realidad, lo único que hizo fue marcharse a su habitación y encerrarse, cada uno de sus pensamientos se encontraban enfocados en el hecho de que al parecer estaba enamorado o eso es lo que entendió de la explicación de Androssi.

Desde hace un par de semanas pudo notar la diferencia, Bam admitiría a regañadientes que tenía preferencia por Rak y Khun, pero existía un sentimiento distinto para cada uno.

Rak nunca lo puso nervioso o provoco que se perdiera en sus movimientos, todo lo contrario a Khun. Bam miraba con insistencia a su amigo, buscaba su compañía y amaba hacerlo sonreír, la necesidad de permanecer junto a él fue algo que un principio tomó como normal debido a los antecedentes y separaciones que ambos habían vivido, pero también notó la necesidad de protegerlo, cuidarlo y asegurarse que nadie volviera a lastimarlo.

En un momento la sonrisa de Khun paso de ser hermosa a deslumbrante, su obvia belleza en lugar de ser normal consiguió desconcentrarlo y ponerlo nervioso en miles de ocasiones, su cerebro le decía que se limitara a actuar de manera habitual, pero su cuerpo actuaba por si solo y a duras penas conseguía disimular todas las reacciones que le generaba Khun.

Es por eso qué acudió a Androssi para resolver sus dudas.

No podía esconderse en su cuarto por siempre, pero ¿Qué debía decir? ¿Cómo actuar? ¿Cuál seria la reacción de Khun si se enteraba? Esta ultima pregunta era la que generaba más curiosidad y dudas a partes iguales.

Cuando fue llamado para cenar se encontraba un poco más decidido de lo que haría, así que marchó con todos sus compañeros de equipo, el ambiente era igual de tranquilo y amigable de siempre, con excepción de Khun que lo observaba con preocupación mientras por otro lado estaba Androssi que se veía divertida y Yuri solo enarcó las cejas con aparente curiosidad.

Actuó con normalidad, eso pareció tranquilizar ligeramente a Khun que de inmediato le pregunto si algo había sucedido con él, Bam no pudo evitar sonreír al verlo, Khun siempre era atento y procuraba asegurarse que nada lo molestara. Le restó importancia al asunto y converso de manera normal.

Todavía estuvieron un rato conviviendo hasta que el primero en marcharse fue Evan, poco a poco cada uno se dirigió a su habitación, el día siguiente les esperaba más entrenamiento, tenían que ser más fuertes si querían superar todos los retos que enfrentarían mientras escalaban la Torre. Bam se despidió con una breve sonrisa de los restantes, sabía que Khun lo seguiría hasta su habitación, él no era del tipo de persona que se quedaría quieto si presentía que algo sucedía, así que al entrar a su habitación se sentó sobre la cama y espero por varios minutos hasta que escucho el golpe de la puerta junto a la voz de Khun que le preguntaba si podía pasar, le respondió afirmativamente.

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