Lazos Oscuros [Libro 1]

2.- Él del don del saber 💥

—Se lo que intentas, Amelie, utilizar tu buen uso de las palabras y los juegos mentales para engañarme— sonrió de lado, lo cual me molesto un poco, esto de intentar engañar a un médium es de otro nivel. —Pero no puedes negar la realidad que vi. Recuerda que una imagen vale más que mil palabras.

—¿Y que se supone que viste?

Me miró fijamente, soltando un suspiro. —A ti...y tu familia.

¡Mierda!, mi plan de mentir a fracasado. Luchar contra la visión que Jackson tuvo de mi es igual que negar que el sol es una estrella o que Michael Jackson es el rey del pop.

Dioses, ayúdenme.

Nos quedamos en silencio, el médium esperando mi respuesta, pero debía encontrar las palabras correctas. Tal vez Jackson conoce mis secretos desde hace tiempo, pero decidió hablarlo conmigo ahora. No, definitivamente esa no es una alternativa; he sido precavida con cada movimiento desde hace tres años, desde que llegue a esta escuela.

Evité mirarlo. — ¿Desde cuándo lo sabes?

—Lo he descubierto hoy— su voz sonaba serena, como si no quisiera alterar el ambiente —. Desde hace mucho tiempo que tengo algunas visiones con respecto a alguien inestablemente poderoso, pero nunca lograba divisar su rostro, era como ver una mancha borrosa. Solo sabía que era una chica y que estaba aquí en Silverstone — explicó —. Creí que el tiempo me revelaría quien era, pero hoy, cuando tomé tu mano, sentí todo tu poder y todas las imágenes en mi mente se aclararon por completo, incluso vi más.

—¿Viste todo mi pasado? — mordí el interior de mis labios con nerviosismo.

Di que no. Di que no. Di que no.

—Ciertas partes.

Respiré pesadamente. Posiblemente Jackson conozca algunos de mis mayores secretos en estos momentos.

—¿Y qué piensas hacer ahora? — miré hacia al frente, si los nervios no me dejaban mirarlo antes, ahora menos.

—¿A qué te refieres?, no comprendo.

—Acabas de descubrir un secreto de grandes dimensiones, Jackson. Un secreto que puede desencadenar muchas cosas en nuestro mundo— apreté mis manos con fuerza —. En estos momentos, estoy en tus manos.

—¿De verdad crees que voy a decirle a todos quién eres? — coloco sus manos sobre las mías —. Los médiums no divulgamos lo que sabemos, conservamos los secretos hasta la muerte, o hasta que sea necesario sacarlos a la luz para el bien de todos.

Lo mire directamente a los ojos, el compartió mi mirada.

—Además, eres mi mejor amiga desde hace tres años—me sonrió —, y eso no cambiara por este secreto, Amelie.

El alivio recorrió mi cuerpo como una ráfaga de viento. Jackson no estaba asustado y no contaría mi secreto. Al fin uno de mis mejores amigos sabe quién soy realmente.

—¿Sabes algo?, siempre que me imaginaba esta situación, que alguien supiera mi verdad, nunca se me paso que algo asi pasaría— dije con sinceridad.

La verdad es que esto estaba no estaba ni cerca de parecerse.

—¿Y cómo te lo imaginabas?

—Pues, no lo sé, tal vez gente corriendo despavorida, mis amigos viéndome con miedo y gritándome cosas horribles, una posible catástrofe— sonreí con tristeza, cada vez que lo imaginaba, más real se sentía —. Ya sabes, lo típico de las películas de apocalípticas.

—¿Desde cuando eres tan pesimista? — cuestiono él con diversión—. Siempre has sido la que ve la diversión en los problemas.

Reí. — ¿Me vas a negar que si todo el mundo lo supiera la verdad no pasaría algo parecido? — él lo pensó unos segundos, su mirada se volvió melancólica —. ¿Ves?, no es pesimismo, es realidad.