El destello en sus ojos regresó de poco a poco, sobre todo a causa de mi cercanía, me incliné poco a poco hacia ella.

—¿Eso harías por mí si te lo pido? ¿Dejarías Seattle?

—Lo haría, sin duda —contesté entregándole toda mi mirada cargada de amor, ella se enganchó en mis ojos con adoración, acercándose también para no perderla —Pero no te podría ofrecer nada, no tendría ni un centavo y esa no es la vida que quiero para ti, sería un pobre don nadie que viviría frustrado por no darte lo que mereces.

—¿Y todo lo que dijiste antes? ¿Lo recuerdas? Tu actuación, el amor que tenías por mí, ¿Sigue siendo verdad?

Sus manos estaba tan cerca de las mías que casi podían tocarse, quería tomarle las manos, apretarlas tan fuerte y llevarlas hacia mí pecho para empaparme de su calor y que envolvieran a mi corazón.

—Estoy perdido entre tanto amor que tengo por ti, Amber, te complacería saber que me tortura el no poder acercarme a ti porque estaremos separados por miles de kilómetros, pensaba en ti desde antes de este viaje, tú me salvaste, me obligaste a pensar en que debía hacer algo por mí y mi familia, ya no podía vivir como antes, he cambiado pero todavía no siento que pueda ofrecer lo que mereces, una vida plena.

—¿Y sí solo te necesito a ti para tener la vida plena que quiero? Dijiste que querrías lo que yo quisiera.

—¿Y lo que quieres es a mí? ¿Todavía me amas? —pregunté, sus ojos sumaron una elocuente súplica, la misma que vi cuando me pidió el beso con la mirada en aquel día bajo la lluvia, una llama insaciable despertó gracias a esa mirada que me estaba regalando, el calor fue expandiéndose a través de mi pecho y corriendo ahora por todo mi cuerpo.

Su imagen afligida por mí me rompía el corazón.

—Hay veces es la que recuerdo lo que hiciste y me pone muy mal, esa parte me hace odiarte todavía y me aleja de ti pero también está aquella parte que siempre te amará y me hace desearte también, no se a veces que es lo que quiero, me siento dividida.

Alargué una mano hacia su rostro pero la detuve a centímetros de su piel pero me tomó por sorpresa que ella misma depositara su mano en su mejilla y la apretara ligeramente, cerró los ojos, mi tacto suavizaba su agonía y su semblante.

—Amber, no quiero que te atormentes por mí, no quiero que lleves una carga que no mereces, yo siempre estaré para ti, no importa de qué manera lo desees, recuérdalo, siempre estaré para ti, es una promesa que me hice y que te hago ahora mismo, prefería estar a tu lado y en tu vida no importa de que manera, la aceptaré, es mejor eso que no estar a tu lado nunca más. —seguí acariciando su mejilla y lentamente me fui hacia su boca entre abierta y con el pulgar acaricié su labio inferior, resistiéndome a las ganas de besarla otra vez.

—No te detengas —me pidió en un jadeo, manteniendo sus ojos cerrados todavía, veía el goce que le causaba mi caricia y que se estaba adueñando de mi y mis impulsos que deseaban devorarla con un beso.

—Tortúrame Amber —me acerqué a su rostro y dejé que mi aliento cayera en sus labios que temblaron al ser tocados con el cosquilleo de mi voz —Hazme desearte tanto esta noche sin poder tenerte, me lo merezco, tanto como ahora que ansío besarte hasta beberme la última gota dulce de tus labios.

—¿Me quieres aquí y ahora? —jadeó, toqué con las yemas de mis dedos sus labios, la sedosidad de su aliento era palpable.

—Con toda mi alma, me mata esta espera, me estás matando, necesito tu amor Amber, soy capaz de morir si no puedo tenerte una vez más. Merezco la tortura, es la abstinencia más salvaje e infernal que he vivido.

Mi Tormento Favorito©+18  [MCF#2]Where stories live. Discover now