Micro historias

Siempre estaré orgulloso de ti, Alberto Dántes.

Asi Alberto subió enojado a su habitación en donde se encerró y lloro todo lo que guardaba desde hacia un mes cuando todo estallo. Edmundo por su parte necesitaba calmarse, Mercedes de ver a su amado tan alterado decidió abrazarlo y calmarlo un poco.

Mercedes amor mio que hice mal? Mi hijo me repudia, como llegamos a esto?

Tranquilo Ed. Nuestro hijo solo esta confundido, alterado. Él te necesita mas que nunca

Tienes razón amada Mercedes pero que debo hacer, debo dejarle pasar este comportamiento? Debo reprenderlo?

Tú amor; eres el conde de Montecristo, eres su padre y sabrás que hacer, solo te pido no seas severo con él y dejale claro lo mucho que estas orgulloso de el.

Con esto Edmundo se dirigió al despacho con una copa en mano, no podía pensar en otra cosa que no fuera como reprender a su hijo ¿que debía hacer?. Por una falta como esa se acostumbraba el castigo con vara, el renegar de un padre era una falta grave, pero como iba a castigar a su muchacho con eso cuando el por experiencia propia sabia lo que esa cosa hacia, dolía como cosa mala y aunque el nunca lo lastimaría como lo lastimaron a él en el castillo sabia que podía dejar marcas. Así que desistió de usar ese implemento de castigo y fue a los aposentos de su hijo.

Padre, pasa este yo perdón por lo que dije, no era verdad solo estaba enfadado.

Shuu –puso el dedo en la boca de su hijo- yo se que estabas enfadado hijo no te preocupes. Lo lamento Alberto pero es mi deber corregirte.

Alberto puso cara de resignación y se dirigió a recargarse en un sillón, al verlo el conde no pudo evitar sorprenderse al notar que su hijo tenia previsto un castigo con aquel instrumento que a ojos de Edmundo era de lo mas tortuoso.

Hijo ven aquí. –Edmundo hizo un ademan y se dio pequeños golpecitos en el regazo.Pero padre? Shuu hijo recibiras un buen castigo pero no con la vara, no con objetos hijo , quítate la ropa interior y túmbate en mi regazo.

Alberto sorprendido decidió hacerle caso a su padre y así se coloco.

Bien hijo acabemos rápido con esto las primeras serán por faltarme el respetoPLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS – El conde aplico las palmadas con intensidad prefería que fueran relativamente pocas pero contundes y acabar con esto cuanto antes

Auuu padre, duele, para porfavor.

Ya casi hijo ya casi. Las siguientes serán por ofender la memoria de ese hombre que es como tu abuelo.PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS 

– padre por favor, para no volveré a hacerlo. A estas Alturas el joven ya lloraba a moco tendido, por mas que intento ocultar las lagrimas no pudo. Edmundo subió la ropa de su hijo y lo acuno en su regazo.

Hijo mío, lamento haber tenido que castigarte. Shuu shuu ya hijo ya paso

Padre perdóname nunca debi faltarte asi el respeto ni a ti ni a la memoria del abate.

Ya hijo tranquilo cometiste un error y has sido castigado, ya todo esta perdonado

Gracias padre, gracias decía el joven mientras se abrazaba con fuerza al conde

Te quiero hijo, te quiero mucho y escuchame bien Alberto pase lo que pase eres mi gran orgullo y eso no cambiara me oyes?Tu eres mi hijo, mi orgullo tu eres Alberto Dantes.

 – te quiero padre, me siento honrado al tener un padre como tu.

Con esa platica el corazón de Alberto volvió a estar completo, de alguna manera sano y el de Edmundo pues al fin tuvo paz.

2 meses mas tarde el conde compro el castillo de IF ese horrendo lugar donde el sufrió tanto.

 Así al acabar con sus enemigos y con el horrendo lugar, Edmundo pudo ser feliz con su amada y futura esposa y con su hijo, su primogénito del que estaba muy orgulloso. Ahh y claro su amigo ese al que conoció en una situación muy peculiar.

así la familia Dantes pudo comenzar una nueva y feliz vida.                                                                              FIN.