—¿Espera qué? —Sacó de su pantalon una pequeña granada de mano— no estarás... —. Como en las peliculas...— ¡No!

...tiró del seguro...

Bang ...

...y creo una explosión colosal.

Nunca había visto algo así.

—¡Oh por Dios! —...y Selwin tampoco.

Los diez guardias que nos detuvieron explotaron junto con la pared que teníamos delante de nosotros.

—Ahora hay más espacio —Y una alerta mayor— ¡Miren!

Afortunadamente no estábamos tan lejos.

Corrimos entre los pasillos hasta para dar con la puerta que conducía al gran salón.

Él único lugar que nos ofrecía la opción para escapar...

—¡Mierda! —...siempre que no estuviese protegido.

¡Esto sí fue culpa de Mike!

El Gran Salón estaba repleto de guardias, vestidos como los que nos atacaron, todos sujetando a miembros por igual pero sin tener algún arma sobre su cráneo, con la excepción de un chico que permanecía en el centro del lugar junto a dos lideres de La Zona.

—¡Oh Melody! —no podía ser verdad—, pero que sorpresa —por qué teniamos que encontrar a Mireya Arnowin y a su nefasto novio Lawrence—. No sabíamos que te interesara tanto el torneo de la vida— vigilando el centro del escenario y dirigiéndome la palabra como sí aun me sintiera capaz de obedecer sus estúpidas ordenes— ¡Y trajiste a mi príncipe! ¡Pero que grata sorpresa!

Había guardias por todas partes.

Y aparecieron más.

—¡Oigan! —los guardias nos atraparon, tomaron nuestras armas y — ¡No! —se llevaron a Allison.

¡No podía ser cierto!

¡Todo ese trabajo y esfuerzo...!

—¡Allison! —...para nada—. ¡No se la lleven!

—Debemos hacerlo —dijo Mireya— es nuestro deber asegurarnos de que todo este en orden.

—¡Maldita bruja! —pero ahora me sentía deseosa de atacar

—Ah-ah-ah —lamentablemente no podía—, me temo que no voy a permitirlo. Además no tengo deseos de enojarme contigo, luego de que me trajiste a mi príncipe.

—No soy tu príncipe —y Selwin tampoco quería seguir— ¡Miserable arpía!.

—¡Connor!, ¿pero qué clase de modales son esos? —dijo Lawrence— no te dije que le tuvieras más respeto a los miembros del Sexo Perfecto.

—¡No me llamó Connor!.

—Por favor. No te crié para que me hablaras de esa forma.

—¡Tú no me criaste! ¡Maldito mentiroso!

—¡Connor!, pero ¿Qué sucede contigo?

—¡Y deja de llamarme "Connor"!

—Pero ese es tú nombre. ¿Acaso Tyler no te cuidó en esos momentos que necesitaste ayuda?

—¡No me llames así! —la rabia era mutua— ¡Mi nombre es Rick!

—¡Y yo soy Selwin! —lamentablemente el no tener un arma para defenderse solo empeoraba las cosas.

—¡Uy!, pero que sensibles. Supongo que ustedes ya tienen una idea de todo lo que esta pasando.

—Así es —dijo Selwin—. No tienes que fingir más.

EXPERIMENTOS LOS ORÍGENES, DOMINADOS, Libro 2Where stories live. Discover now