CAPÍTULO 1

2K 177 164
  • Αφιερωμένο στον/ην lizzuu0
                                    

Foto: Jonathan y Damián.

Los días lluviosos y húmedos habían comenzado durante el mes de mayo en Buenos Aires. Cuando le comunicaron a Damián que sería promovido a las fuerzas especiales perteneciente a la Policía Federal, se sintió dichoso ya que se había entrenado duro para superarse. Había sido un año cargado de pruebas constantes las cuales, había aprobado sin problemas. Lo que menos se imaginó fue que la aprobación, venía de la mano de un traspaso.

- ¡Suárez!- Gritó el oficial desde la puerta de su oficina. Sin perder un segundo, Damián se presentó y luego del saludo tomó asiento.- Usted fue convocado para ser Agente de las Fuerzas Especiales. ¿Está de acuerdo?-

-Si oficial.- Respondió Damián con seguridad.

- ¿Y está de acuerdo con el traspaso a la ciudad de Mendoza?-

- ¡¿Mendoza?! Bueno, no... No me dijeron que era un traspaso...- Dijo él totalmente confundido.

- Un agente en las Fuerzas de Mendoza está próximo a jubilarse. Ha sido uno de los mejores y es un hombre muy estricto en cuanto a su reemplazante... Y tú has sido el mejor candidato.- Confesó el oficial con toda sinceridad.- Es una gran oportunidad si deseas progresar y ganar mucho más de lo que ganas ahora. ¿Qué dices?-

- ¿Debería pensarlo?-

- Yo creo que no. El puesto es lo bastante tentador para muchos de tus compañeros.-

-Pues...- <Me quieren mandar al culo del paísl>- pensó.- Si no queda otra opción... Acepto!- Soltó Damián sin darle más vueltas al asunto.

Tres días tardó en empacar, y menos de dos horas, volar hasta aquella ciudad de la cuál, casi nada sabía. De lo único que estaba seguro, era que apenas aterrizara en Mendoza, lo estaría esperando el oficial Jonathan Rivas, el mismísimo viejo al que debía ganar su confianza para llegar a ese puesto como Agente especial.

<Uno de los hombres más estrictos...> recordó Damián.

De pronto, una cabellera casi cubierta por las canas se encontraba de civil con un cartel donde estaba escrito su nombre. Con una mano hizo seña para saludarlo, pero el hombre miró a ambos lados.

- Señor Rivas. Soy Damián Suárez...- Respondió extendiendo su mano.

- ¿Un chino?- preguntó Jonathan completamente confundido.- No me dijeron que me mandarían un chino.-

Damián se limitó a blanquear sus ojos y se ahorró el suspiro por aquel comentario.

- Disculpe mí atrevimiento... Pero, no soy chino. En todo caso mis razgos son por mis abuelos maternos quienes eran Coreanos.- Explicó Damián.

- Chinos, Coreanos... Son todos parecidos. No tengo mucho tiempo así que date prisa. Te llevaré a la pensión donde estos desgraciados dieron la aprobación para que puedas hospedarte. Puedo asegurarte que es una posilga, pero si haces las cosas bien, con tu primer sueldo podrías rentar algo mucho mejor que la mugrosa posada en la que vivirás por el momento.-

Jonathan no se había equivocado. La pensión se caía a pedazos, pero era lo que la delegación policial de Mendoza podía ofrecer por el momento ya que los mejores lugares estaban completos.

- ¿Ésta es la pensión?- Preguntó Damián con un gesto de desagrado.- Mire señor...- Dijo señalando una cosa marrón del tamaño de un gato que se movía a toda velocidad.

- Es del servicio a la habitación... La cucaracha acaba de hacer la limpieza.- Se burló Jonathan.

- Genial... Que gran recibimiento.-

El hombre menos deseado. (#2 Bilogia; Amores imprevistos)Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα