˙sɐllıʌɐɹɐɯ sɐl ǝp síɐd lɐ ɹǝʌloΛ :⇂ olnʇídɐƆ

1.1K 116 35
                                    

"Alice's theme de Danny Elfman

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

"Alice's theme de Danny Elfman."

—Muchas gracias, señor Barrow, por esta oportunidad que me otorgó. Desde un principio yo le asegure que le daríamos más que las empresas Ascot, y así fue. Me alegró mucho de qué hayamos logrado esto juntos, como equipo —comencé a decir con una sonrisa, transmitiendo la felicidad que albergaba en mi cuerpo—. Señor, no sabe cuánto le agradezco que haya confiado en mi empresa familiar. En serio, se lo agradezco de todo corazón.

Y, en definitiva, lo hacía. Hubiéramos tardado años en hacernos conocer si no hubiera sido por el hombre que estaba frente a mí. Estábamos totalmente agradecidas mi madre y yo con él.

El hombre era alguien reconocido en el mundo de negocios, por su cuidado y su sabiduría; sabía con quienes firmar contratos para aumentar su fortuna, así que era difícil tener un negocio apoyado por él. Ya que siempre estaba rodeado de gente y de ideas, pero nosotros tuvimos el privilegio de hacer tratos con aquel hombre.

De inmediato, el señor me miró con una gran sonrisa, recordándome que él no era como todos los hombres de esta época; Barrow tenía ciertas características de ellos, pero no las cumplía del todo. Su mentalidad era más abierta qué las demás, y por ello, me agradaba mucho. Además de qué me recordaba a mi padre y un poco al señor Ascot; ambos eran hombres increíbles y maravillosos, al igual que Barrow. Eran hombres a los cuales ignoraban las creencias y lo que decían los demás, por ello, Barrow había aceptado arriesgar toda su riqueza con la empresa de mi madre y mía, haciendo algo que nunca creímos que pasaría. Él aceptó un contrato con nosotros, en dónde, se podría perder una gran suma de dinero o se podría ganar está, y en este caso, se ganó; logrando así, qué esté momento sea una pequeña celebración adelantada.

—Cuando llegaste a mi oficina, yo no deseaba arriesgar mucho, pero cuándo comenzaste a hablar y decir todas tus ideas, observé ese brillo en tus ojos... —comenzó a decir hasta fijar su vista en mí, dándome una leve sonrisa—. Un brillo tan inusual, pero familiar a su vez, que me hizo darme cuenta qué no me iba a arrepentir. Esa seguridad y confianza en ti, no la había visto ni en el caballero más respetado del mundo —confesó provocando que una sonrisa saliera de mis labios—. Definitivamente, tienes mucho que dar a este mundo, Alicia, que nadie te haga creer lo contrario —comentó el señor con una sonrisa para finalizar su discurso.

En ocasiones, solía ver al señor Barrow como mi padre, ya que este solía decir cosas tan lindas y sinceras sobre mí que no me las creía. Estaba acostumbrada qué en este mundo no era respetada una mujer, y me tomaba de sorpresa oír todas esas palabras de un hombre de esta época y de este mundo. Si estuviera en el país de las maravillas, tomaría estás palabras como algo usual, pero no estaba allí desde hace años.

El país de las maravillas. De verdad, extrañaba ese lugar.

El señor Barrow carraspeó atrayendo mi atención, haciéndome sentir patética frente a él.

˙˙˙ǝɔıl∀ 'uǝɹɹɐɟɹıɐℲWhere stories live. Discover now