O1| Monday blues

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Lunes por la mañana, la situación más tortuosa en la que uno se puede encontrar, donde con esfuerzo inhumano, apenas logras abrir tus ojos... para caer dormido de nuevo.

Jeno se encontraba en esa situación, aún con todas sus fuerzas, no lograba siquiera abrir un ojo. Dispuesto a despertarse de una vez, se quito la almohada del rostro, pero el universo estaba en su contra, al sentir la otra parte del objeto blando, estaba frío, sin siquiera pensarlo se acomodó mejor.

El calor del verano hacía que sentir una almohada un poco fría, fuera placentero para su estado y alejar un poco el ambiente caliente, si bien sus casa tenía aire acondicionado, no quería usarlo todo el día o si no el recibo de la electricidad saldría disparado por los aires.

Tenía la sensación de que si descubría su cuerpo de la sábana, aunque solo fuera un poco, sería un peligro para su vida. Un oponente apareció para luchar contra el sueño, el despertador que antes había tirado al suelo, volvió a encenderse con facilidad.

Saliendo vencedor el aparato ruidoso, abandonó su refugió blando, hecho un desastre de cabellos desarreglados, ojos entrecerrados y un poco de baba cayendo por sus labios (causa de dormir de lado).

Logro vestirse a duras penas, el sueño seguía presente en su rostro, y cada tanto bostezaba, enseñando su cavidad bucal sin vergüenza, estando adormilado cubrir su boca cada que hacía ese gesto era mucho esfuerzo.

Sabía que su mejor amigo le estaba hablando, pero ni siquiera prestaba atención a su voz. La calles estaban atascadas en el tráfico, tardarían un rato en llegar a la escuela, Lee agradeció la oportunidad para dormir en el autobús.

Soltando otro bostezo, escucho una risita viniendo del lado izquierdo, sus ojos se encontraron con el dueño de aquella pequeña risa, creyó que el sueño había abandonado su cuerpo sin dejar rastro.

El transporte había llegado a la escuela a tiempo, llegó puntual a su primera tortura digo clase. La señorita Kim no paraba de hablar sobre su vida y eso solo hacía que los síntomas del sueño volvieran, en ese estado se hallaba más perdido que despierto.

Jaemin se quejaba sobre lo lejos que estaba el fin de semana y lo agotado que estaba, que no parecía puesto que seguía igual de hablador que siempre, la voz de su mejor amigo solo conseguía que se desconcentrara en su misión de volver a dormir.

Cuando había logrado ceder ante el sueño, su cuerpo fue sacudido levemente con el propósito de despertarlo, frunció el ceño.
─Déjame en paz, quiero dormir.- fue lo primero que respondió, asumiendo, por costumbre que su mejor amigo era la persona que intentaba despertarlo.
─Lamento arruinar tu siesta.- ese tono de voz grave, era completamente diferente a la voz de Jaemin.

Sin pensarlo dos veces, abrió los ojos ¿estaba soñando con un ángel? Por que el chico frente a él tenía que ser uno, su rostro era lo más hermoso que había visto en su vida, ojos pequeños y finamente rasgados, rodeados por una sombra perfectamente difuminada, que combinaba con el tono de, lo que se veía el cabello más sedoso, que llamaba a cualquiera a pasar los dedos entre las hebras para peinarlo, sus labios gruesos color rojo, como si una paletita de fresa los hubiera dejado de ese color además que dejaban en claro que serían extremadamente placentero besarlos, debajo de los tentadores labios, un bonito lunar resaltaba.

─Perdón por responderte tan grosero, pensé que eras alguien más.- los orbes chocolates destellaron con comprensión, las más valiosas perlas se mostraron en una perfecta sonrisa.

─Cualquiera se dormiría al escuchar a la profesora Kim quejarse de su vida.- una melodía risueña salió de sus labios de en sueño, la misma risilla que había escuchado en el autobús.

─Yo... Gracias por despertarme Sung.

─No es nada, por cierto, ya es el almuerzo, te aconsejo salir del salón antes de que vengan los supervisores, nos vemos Jeno.- el chico salió del lugar, no sin antes, mostrarle una última sonrisa al castaño.

Todavía era el mismo día, el perezoso reloj se sigue moviendo muy lento, no había un final para los deberes de Jeno en las clases, y se seguía amontonando como su cansancio. Caminaba lento hacía su casa, dejando su cuerpo al movimiento de las personas, sus ojos no enfocaban el panorama, estaba por cerrarlos, cuando otra vez lo ve a él.

Pensaba que si se seguía encontrando con el alto, si lo seguía mirando, puede que lo mal entendiera, yendo por el mismo camino, a la misma hora, como si lo estuviera llevando a casa, no pudo evitar reír un poco al pensar en la situación, de ser eso su estado pasó a preguntarse, ¿le gustaría tomar un café? ¿Ver películas? Por alguna razón su corazón se estaba acelerando.

Llegando a su casa, cerró los ojos y se quejó, el fin de semana estaba lejos y el empezaba a sentirse agotado, necesitaba unas vacaciones pronto, cuando abrió los ojos, no pudo evitar pensar en el.

Conocía a Jisung desde hace un par de meses, el menor siempre lograba que deseara verlo otra vez, siendo la única razón por la cual ansiaba el día a día, además de que hoy por fin había hablado con él, lo más lejos que había llegado (antes de hoy) era decirle un simple "hola".

Blooming Days ➺ NoSungWhere stories live. Discover now