Extrasensorial (Ash y Mikey)

Guitarra

En resumen: Me llamo Joanne Kathleen Cole y soy de un pequeño pueblo a las afueras de Bristol. Cuando cumplí dieciséis, hace tres años, me mudé a Londres para dedicarme a la fotografía, pero aun no lo he conseguido. En lo único que he llegado a tener éxito en esta tremenda cuidad, es a ser la empleada que más guitarras ha vendido en un día. Todo un logro, sí señor.

La vida en Londres es una auténtica locura. Metro, comida, dinero, trabajo, dinero, gente, dinero, tráfico, dinero, dinero... Vivo en un barrio que no es de los peores, pero tampoco reina en él el lujo. Mi apartamento consta de un salón comedor, un baño en el que no pueden entrar dos personas a la vez y mi dormitorio. Que tiene una cama, un balcón grande y una mesa. Mi balcón es lo único a lo que le tengo un gran aprecio. Me encantan las vistas que tengo desde allí. Vivo en una planta 10 y puedo observar a la gente que pasa por la calles nocturnas, las luces que se encienden y se apagan. Cuando no puedo dormir es lo mejor. Siempre hace frío y llueve, pero me encanta. Me encanta la niebla y la oscuridad, la brisa y el rocío helado en invierno.

Y básicamente, eso era yo hasta hace un par de semanas, cuando me di cuenta de que no era tan "del montón" como yo creía. Me di cuenta de que podía tener poderes extrasensoriales, eso sí, solo con Michael Clifford. Después de acostarme con su mejor amigo, antes de saber que era su mejor amigo, su grupo y él vinieron a verme a mi puesto de trabajo en los almacenes de música. Estuvieron allí un buen rato y después salimos a tomar algo. Desde entonces, apenas me he separado de ellos. Nadie a parte de Mike y yo sabemos lo nuestro. Ya que si lo dijéramos, creerían que estamos locos.

Los chicos (Michael, Ash, y sus otros dos miembros: Luke y Calum) van a estar en Londres solo seis meses. Después volverán a Australia. Por ahora nos conocemos poco, pero ya me han vuelto loca. Después de haber acompañado a Mike a que ligara, de que le mordiera la lengua a una chica y de que fracasara en su intento, me he ido con ellos a su hotel. Hemos hecho palomitas y nos hemos puesto a jugar a "adivina la película", como si fuéramos un grupo de colegiales.

Michael coge una tarjeta y la mira.

-Vale, atenta. Es muy fácil. -Me dice.

Yo estoy sentada en una cama y él se levanta. Ashton está tirado en la otra cama viendo la televisión, porque él no quiere jugar. Está como ido, no sé que le pasa. Luke y Calum son un equipo, y Mike y yo, otro. Este se pone las manos en horizontal frente a las cejas y entrecierra los ojos, como si pretendiera mirar a lo lejos. Después pone boca de pez y hace como el que nada.

-No tengo ni idea.-Le digo- ¿El pescado miope?
-¿En serio? -Exclama el, indignado.
-Venga ya, hasta yo me sé esa. -Añade Luke riéndose. Es muy malo jugando.

"Es buscando a Nemo. Es muy facil." Me dice Michael en la cabeza.

-¡Buscando a Nemo! -Digo fingiendo muy bien.
-¡Sí! -Dice él, haciéndose el sorprendido.

En el otro equipo se quejan y se ponen a jugar ellos su partida. Mikey se sienta a mi lado. Me mira fijamente a los ojos y sonríe. Tiene la piel muy pálida, el pelo lila y va vestido entero de negro. Sus labios son carnosos y colorados.

"Tramposa."
"Has empezado tú."

Poco tiempo después, voy hacia la cama donde está Ash viendo la televisión y me siento a su lado. Me toco la bandana que llevo en la cabeza y la desato.

-Toma, es tuya.

Me mira desde abajo, ya que él está tumbado y yo sentada.

-Te la he regalado.
-No dijiste eso anoche.
-Sí lo dije, me habrás interpretado mal.
-Bien. -Sonrío y vuelvo a colocármela.

Miro la hora en el movil y veo que ya es bien entrada la madrugada.

-Debo irme. -Digo levantandome.-Ya es tarde.
-Puedes quedarte, si quieres.
-No, Ash. No me gusta dejar mi apartamento solo tanto tiempo. No me fío.
-Vale, entonces te acompaño.

Se levanta y se acerca a donde estoy yo. Clavo la mirada en sus ojos verdosos. Y pongo cara de ofendida yendo hacia la puerta.

-No hace falta, soy yo la que vive en Londres, yo controlo.
-Como quieras. -No lo dice muy convencido, pero supongo que no quiere insistir.
-Adiós, chicos. Me voy a casa, hablamos pronto.

Oigo una oleada de despedidas. Ellos están sentados en la cama riéndose de un vídeo y Ash, justo a mi lado, sujetando la puerta.

-¿Seguro que no quieres que vaya contigo? -Me pregunta de nuevo. Está tan cerca que puedo percibir su olor y su temperatura.

-Seguro.

Pasan un par de segundos muy incómodos y, al final, nos besamos. Un beso corto de no mas de tres segundos, pero suficiente para provocar un corito de onomatopeyas por parte de los chicos. Doy un paso atrás y me despido de Ash con la mano. El se ríe sacando los dientes blancos y los hoyuelos en las mejillas. Las mías están rojas y calientes cuando estoy en el ascensor. No puedo parar de reír y escondo la cara entre las manos, tímida. Nadie puede verme pero aun así, lo hago.

Ya estoy más calmada cuando intento dormir. Me tapo más con la manta porque hace mucho frío y siento los pies helados. No sé qué es lo que me pasa con Ash, pero supongo que todavía es pronto para saberlo. Doy otra vuelta sobre mi misma en el colchón.

"¿Puedes escucharme, Joanne?" Oigo en mi cabeza. Lo curioso es que ni siquiera me sobresalto, me gusta escucharlo.
"Sí."
"¿Te he despertado?"
"No, no te preocupes"
"Que curioso es que llegue tan lejos"
"¿A qué te refieres, Mike? "
"A la telepatía.¿A qué si no?"
"Todo es muy raro"

Pasan unos segundos en los que casi me quedo dormida. Pero al final me contesta.

"Sí, pero me gusta."
"A mi también"