-¿Qué pasará con nosotros? En cuatro días es el evento en Nueva York y nos separaremos.

-No, jamás estaremos separados, no importa que esté al otro lado del mundo, haré hasta lo imposible por mantener esta relación, por nunca perder la comunicación, iré a verte aunque sea un día o unas horas entre el tour, te lo prometo, nunca te abandonaré. Conseguirás esa beca y vivirás aquí.

-No quiero irme, quisiera quedarme por siempre aquí, porque siento que cuando llegue a Nueva York pensaré que todo fue un sueño o una aventura de verano que tuvo que terminar.

-No no no, lo nuestro es más fuerte que las barreras que se interpondrán, no lo dudes ¿okay? -Sonreí y enseguida lo abracé, me aferré él hasta sentir su corazón latir.

Después de nuestro momento íntimo, lo dejé seguir ensayando y me fui al cuarto de lavado.
La tarde estuvo tranquila, la música de Niall inundaba la casa y transmitía tranquilidad.

-¿Niall?

-Dime. -Contestó sin despegar sus ojos de unas hojas que estaba leyendo.

-El tendedero se cayó otra vez.

-Oh, ya voy. -Se levantó y nos dirigimos al pequeño patio.

-Esto ya tiene muchos hoyos, pronto llamaré a un carpintero porque aunque lo clavo, se vuelve a caer. -Dijo mientras veía la rejilla de madera. -Al parecer no soy tan fuerte como creí.

-Niall, por favor. -Reí y volteó ara mirarme "feo".

Tomó el tendedero y se subió al banquito para alcanzar, luego clavó la cuerda. Acababa de terminar cuando por algún movimiento en falso, se resbaló del banco.

-¡Niall! ¿Niall estás bien? -Le extendí mi mano para ayudarlo.

-Si, si, no te preocupes. -Intentó levantarse. -¡Ah! Mi rodilla.

-Ay no, Niall... -Me espanté pero terminó de levantarse.

-Es normal, tranquila.

-¿Qué?

-Si, por cualquier cosa me lastimo siempre, la caída no me dolió, no fue fuerte pero mi rodilla lo resiente siempre.

-Oh, lo siento. ¿Y cómo puedo ayudarte ahora? -Niall puso su brazo alrededor de mi cuello y caminamos hacia la sala con cuidado.

-Sólo necesito un poco de hielo y en un rato estaré bien.

-¿Seguro?

-Si, no hay de que preocuparse.

Lo dejé acostado en el sillón y fui al refrigerador.

-En ese cajón está la bolsa para el hielo. -Señaló desde su lugar.

Me senté a su lado y antes de poner la pequeña bolsa sobre su rodilla, acaricié con cuidado su cicatriz.

-Te ves tan linda cuando te preocupas por mí y me cuidas. -Dijo suavemente y no pude evitar sonrojarme.

Niall solía hacerme comentarios así, pero no me acostumbraba y siempre me ponía un poco nerviosa.

-Aún recuerdo cuando salieron tus fotos con muletas, sentía la necesidad de venir a cuidarte como a un bebé, así que ahora serás mi bebé, no quiero que te lastimes más, descansa. -Le advertí con un tono de mamá protectora y soltó una carcajada.

-Creo que deberías besarme hasta que me sienta mejor. -Extendió sus brazos e hizo un puchero al cual no pude resistirme. Rodeé los ojos al ver su plan y enseguida me incliné para besarlo.

-Voy a tender la ropa. -Dije mientras me levantaba.

-No no no. -Me tomó de la mano. -No te vayas. -Seguía actuando como un bebé.

-Niall. Comencé a reír. -Tengo que hacerlo, cuando termine volveré y me quedaré contigo ¿okay? Te lo prometo.

-Bueno. -Se resignó.

Cuando volví, la televisión estaba en un canal de deportes pero Niall estaba dormido.
Me senté a su lado y acaricié su cabello, era tan suave y delgado.
Niall despertó gracias a mi tacto, me miró y sonrió.

-¿Cómo sigue el bebé?

-Aún necesito muchos besos tuyos. -Finjió lástima.

-Eres un aprovechado. -Me reí y lo complací con una sesión de besos.

-Amor... -Dijo tomando aire. -He olvidado decirte que hay un serie en Netflix que quiero ver, ¿qué te parece si empezamos a verla allá arriba?

-Claro, prepararé pan francés par cenar mientras la vemos.

-Siiii, adoro el pan francés. -Dijo emocionado como un niño pequeño, sólo que esta vez no estaba actuando. -Subiré a cambiarme.

Se levantó con cuidado y comenzó a caminar.

-Ya me siento mejor, yo puedo sólo, gracias preciosa. -Me dedicó una cálida sonrisa.

-Aún así no te emociones, sigue andando con cuidado, por favor.

-Claro, oh, toma. -Se quitó la playera y me la dió. -Sé que es tu favorita y me encanta verte con mi ropa.

Yo también amaba usar sus playeras, me las prestaba de vez en cuando y era la más feliz.
Niall subió y me la puse de inmediato, luego me dirigí a la cocina para preparar el pan francés.

Você leu todos os capítulos publicados.

⏰ Última atualização: Jun 12, 2018 ⏰

Adicione esta história à sua Biblioteca e seja notificado quando novos capítulos chegarem!

A ESCONDIDAS (Niall Horan)Onde histórias criam vida. Descubra agora