Te amo.

16 1 0
                                    

No sabía qué decirle a las personas del funeral, y estoy segura, ellas tampoco a mí. A penas hace dos días planeaba cómo darte la sorpresa de que íbamos a ser padres al fin... Pero ahora no hay nada, Kenny. Llámalo negación, que sería lo más lógico, pero estás aquí. Me encerré en nuestra habitación y estamos aquí.

Aún estás durmiendo, mientras me arreglo para nuestra noche de aniversario. Eres muy dormilón, pero te juro que oir tu respiración es lo mejor que me ha pasado en la vida. Es raro, pero verte así, sentir que estás conmigo, oirte respirar es saber que estás vivo. Porque lo estás.

Por favor no me pidas que te deje ir, no me vayas a venir con eso de seguir mi vida y dejarte marchar, por tú eres todo. Mierda... no sé si recuerdas cómo nos conocimos, han pasado casi quince años. Todavía recuerdo que llegaste a la cafetería con la camisa más fea que había visto, y sé que querías parecer formal para mí. Llegaste a mi lugar favorito, sin importar nada, solo por mí. No recuerdo mucho nuestro primer beso, dijiste que te canté con un shot en la mano. Perdón bebé, a veces no me controlo. En esa época el alcohol y yo éramos uno mismo.

He decidido que voy a escribirte a diario, no quiero que empieces a sentir que ya no te amo. Voy a contarte qué desayuno porque sé que eres muy estricto y te molestará que no lo haga. El desayuno es muy importante princesa, me decías.

Voy a contarte cómo va el bebé. 

Voy a repetir lo mucho que te amo, Kenny. Voy a repetirte lo mucho que adoro tenerte en mi vida.

—Anahí —llamaron tras la puerta.

—Pasa, mamá —respondo, dejando el papel y lápiz dentro de mi tocador.

—Por Dios hija, llevo buscándote mucho rato.

—No voy a suicidarme, mamá —respondí con una media sonrisa.

Frunció el ceño.

—Anahí... Hablé con Mónica.

—Deja de molestar a la psicóloga, estoy bien.

—Entiendo que todo esto sea muy duro, de verdad... Y tal vez en unos días podrías ir con ella. Has esta muy... tranquila. No es normal.

—Menciona una sola vez en la que algo mío te parece normal.

—Anahí...

—Vete, por favor —interrumpí.

Guardó silencio, y no se negó.

Volví a tomar papel y hoja en blanco.

Estás muerto. 

Sé que estás muerto. Lo que no sé es por qué quieren que lo diga en voz alta... 

Déjame decir que tú eras de esas personas que no dejaba que los días sean grises. Y en serio es una lástima que ya no seas. Mamá quiere que me despida de ti, y no ha pasado una semana. Explícame por favor, cómo un accidente se lleva quince años. Explícame cómo entierro contigo todo lo que vivimos. Cómo hacer para que este bebé no tenga unos ojos parecidos a los tuyos, así, pequeños. O una sonrisa tan inigualable como la que el destino me robó.

Podría decirte que me despediré de los malos momentos que teníamos, pero ni eso. Amo cada uno de los momento que pasé contigo. Todos sin dejar alguno. Amo y amaré siempre tu nombre. Tu voz aunque no la vuelva a oir. Amaré siempre el hecho de que hayas sido tú y nadie más. Siempre juntos amor mío. Aquí no cuenta esa mierda de hasta que la muerte los separe, a mí nada me hará dejar de ser tuya. 

Perdón si estoy escribiendo horrible, es que ahora sí estoy llorando.

Solo necesto fingir que no está pasando... Mamá ha de tener razón. Pero no sé cómo lo haré, han sido tantos años y tantas cosas. La última vez que dormí contigo estaba llorando por una tontería, pero no te lo dije. Fue lo peor que hice en mi vida entera. Fui una completa idiota al no despertarte y pedirte un abrazo, al no pedirte que me dejaras llorar en tu pecho. Te juro que si hubiese sabido que nunca volvería a verte dormir, te habría dado un gran beso. Te abrazaría y no me guardaría la sorpresa del bebé. Quizá te habrías ido teniendo un poco más de felicidad...

Perdóname mi amor, lo siento tanto...

Con mucho amor, tu esposa. ♥

La última despedidaKde žijí příběhy. Začni objevovat