and i keep talking to the moon

4K 638 169
                                    

  —¡Mamáaaa! —Wheein volteó al ver como su pequeño hijo corría hacia ella, agitando los brazos tanto como su voluptuoso abrigo le permitía, la mujer abrió los brazos y ayudó a Yoongi a bajar la bufanda que le cubría la boca, revelando un par de mejillas sonrojadas a causa del frío y como el menor respiraba agitado.

Si bien aún estaban en otoño, el frío ya había llegado a ese lado de la ciudad, y es que Hyejin, la otra madre de Yoongi, había insistido en vivir en las afueras de la ciudad, donde su hijo no tendría que soportar las, nada disimuladas, miradas que la gente le dirigía a una familia con dos madres, porque ambas ya estaban hartas de contestar "somos mejores amigas" y ahora, que habían adoptado ya un hijo, no tenían necesidad alguna de ocultar su relación. Así que la mejor idea de Hyejin fue conseguir una gran casa justo al lado del bosque, con un jardín que florecería en primavera, donde las hojas caerían en otoño y que se llenaría de nieve en invierno, el mismo jardín por el que Yoongi pasaba todos los días, camino al bosque.

—Mamá, mamá, encontré un perrito. —los pequeños ojos de Yoongi brillaban como Wheein nunca había visto, su hijo seguía moviendo las manos, señalando el bosque y haciendo gestos incomprensibles— ¡Está herido y no tiene comida! ¿Podemos quedárnoslo? ¿Podemos, podemos?

Era imposible que hubiera un perro en el bosque, tal vez Yoongi lo había confundido con un lobo o un zorro... el entrecejo de Wheein se arrugó un poco, Hyejin le había asegurado que en ese bosque no habían animales salvajes, tal vez alguna ardilla o venado, pero definitivamente no habían manadas de lobos que podían significar un peligro para su hijo. Abrió la boca para negarle la petición a Yoongi, tal vez persuadirlo con comprarle un pez o un hámster, cuando sintió la conocida mano de su esposa apoyarse en su hombro.

—No sé si podemos quedárnoslo, sabes como es mamá con los animales grandes. —Wheein hizo un puchero al ver como Yoongi asentía, ¿en que momento su esposa e hijo se habían aliado en su contra?— Pero conociendo tu gran corazón, no te negarías a cuidarlo mientras este listo para ir por su cuenta, ¿no, amor?

¿Y como negarse a la sonrisa de las personas que más amaba en la vida? Asintió suspirando.

—¡Síii, iré a decirle a Jeon! —Yoongi saltó de felicidad, dando vueltas sobre si mismo y sin dejar de sonreír—Iré... iré a traerlo. 

Fue corriendo hacia el bosque y en menos de cinco minutos, estaba de vuelta con un bulto castaño y peludo entre los brazos, susurrando cosas como "quieto, Jungkook", "te presentaré a mis mamás, ¡sí, son dos!" o "si te portas bien, tal vez puedas quedarte conmigo".

—Eso no es un perro. —susurró Wheein mientras retrocedía lentamente, Hyejin sonrió al ver a su esposa, antes de acercarse con intención de tomar al animal de las manos de Yoongi.

El pequeño lobo de negó a dejar los brazos del niño.

Ambas mujeres rieron ante el puchero que se formó en los labios de su hijo y su forma de acercar al lobo más a su cuerpo.

—Déjalo caminar para ver si está herido. —le sugirió Wheein al azabache mientras los tres entraban en la casa.

Yoongi dejó a Jeon en el piso, quien se sentó, observándole fijamente. Hyejin y Wheein sintieron sus corazones derretirse al ver como el niño y el lobo inclinaban la cabeza sin dejar de mirarse. Yoongi comenzó a caminar hacia la cocina y Jungkook lo siguió lentamente, momentos después, ambos estaban corriendo en círculos, el animal con un ligero cojeo en la pata trasera derecha, el azabache lo notó y miró a sus madres con preocupación.

—Llamaremos al veterinario y se quedará hasta que sane.


moon talk; kookgiWhere stories live. Discover now