Natsu Matsuri

4.7K 411 111
                                    




(Cómo seducirlos y no morir en el intento)

—Que fastidio. — Murmuró dejando su libro de lado, sus ojos le dolían, su cabeza y su cuerpo, la fiebre no quería bajar aún con las medicinas que había tomado. La solitaria habitación se sentía mucho más grande de lo que era, vacía y fría. El viento movía las ramas de los árboles y estas golpeaban contra el vidrio de su ventana, cuando era pequeño aquel sonido le aterrorizaba, pensaba que el monstruo quería colarse por la ventana y llevarle lejos de su familia. Obviamente eso nunca sucedió.

La puerta fue abierta y él no pudo quejarse por aquel acto de invasión, no cuando era él quien invadía su habitación.

— ¿Cómo te sientes Kouki? — Las mejillas de Kouki estaban adorablemente rojas, por la fiebre y quizás por su presencia.

—Bien, gracias por preguntar, ¿No fue a la escuela Akashi-san? — Pregunto curioso observando el reloj en la pequeña mesita de noche junto a su cama.

—Me escape. — Soltó aquellas palabras, después puso su dedo índice sobre sus labios y le sonrió al castaño. —Pero este debe ser solo nuestro secreto. — Kouki solo asiente.

— ¿Y Tetsuya?

—No quiso acompañarme ya que él tenía el deber de tomar notas para ti, cuando sea la hora de la salida iré a recogerlo. — Akashi avanzó hasta la silla cerca de su cama, esa que su hermano había estado usando como cama desde que enfermo. —Taiga se veía espantoso esta mañana.

—Le he dicho que no debería ser tan extremo, es solo un resfriado. — Se queja el castaño, Taiga se ha desvelado cuidándolo, no se ha separado de él y si no fuera por el regaño de la noche anterior ahora también estaría pegado a él.

—Solo se preocupa por ti. — Akashi extiende su mano y toma el libro que Kouki leían anteriormente, lo ojea algunos segundos y después sonríe levemente. — Tus gustos en la lectura son buenos. — Elogia y Kouki sonríe feliz.

Es ahora o nunca. — Piensa el castaño, cierra sus ojos recordando los puntos que Tetsuya le había hecho repasar un sinfín de veces, era un fastidio que estuviera enfermo y se sintiera terriblemente mal, quizás Taiga no había exagerado esta vez. No, no flaquees ahora.

—Akashi-san, — lo llamo, Kouki hizo a un lado las sábanas, se arrodilló sobre su cama y poco a poco comenzó a avanzar hacia adelante, tenía la voluntad de acercarse a él...

—Estimula la cercanía: Es una realidad psicológica que el contacto humano nos hace sentir vivos y con mayor cercanía a las personas. Cuando tocas o rozas discretamente a un hombre, esto crea un vínculo físico con él. Aprovecha la oportunidad de tocarlo cuando hablas con él. Este contacto le hará desear tener más contacto contigo; esta es una manera sutil de seducir a un hombre sin que él note tu deseo. — Escuchó atentamente las palabras de Tetsuya y después suspiró pesadamente, dejó caer sus brazos a la mesa de madera.

— ¿Cómo se supone que lo haga? — Pregunto.

—Toma su mano... — sugirió su amigo, — finge tener miedo, no es extraño en esta escuela. — Termino de decir, Tetsuya tenía razón, por una razón que desconoce desde la llegada de Tetsuya más y más chicos han querido tener contacto con ellos y eso no sería nada extraño, de hecho Kouki los recibiría con los brazos abiertos si no fuera por su comportamiento tan extraño y atrevido.

— ¡Como si fuera tan fácil! — Kouki acomodo los flequillos que se corrían por su frente. — Me pongo nervioso y mis manos sudan, además suelo tropezar con cosas inexistentes cuando estoy cerca de Akashi-san y comienzo a tartamudear...

Hermanos. |AkaFuri| |KagaKuro|Место, где живут истории. Откройте их для себя