Al verte...

8. Manos sudorosas

Desde que me levanté de la cama, ya estaba nerviosa. Las manos me temblaban, las piernas me flaqueaban y por si fuera poco, todo me ponía mas de nervios. Desde el ladrido de mi perro, hasta la televisión prendida. La sola idea de que estaría por verme con Santiago, con el chico que me gustaba, ya me ponía a la deriva de un ataque cardiaco.

Estudie la noche anterior para mis exámenes, porque sabía que no me concentraría estudiando con el. Estaba mas nerviosa por el, que por mis exámenes a presentar.

Subi a mis autobuses y cuando iba en el segundo, la respiración se me aceleraba. Trate de tranquilizarme pero fue en vano.
Cuando llegue a la escuela y no lo vi en la entrada, senti como todo se desmoronaba. Quizá el había cambiado de opinión y no vendría. Y yo como estúpida llegando temprano. Me baje del autobús y justo cuando iba a entrar a la escuela, un camión llegó y Santiago bajo de él. De nuevo todo se comenzó a remover en mi. Si había venido.

-Hola, dime que no llevas esperando mucho...- me dijo al momento de llegar a donde yo estaba.

-No, también acabo de llegar- dije con la voz hecha bolita en mi garganta.

-Que bien...pasa tu primero

Y obedecí. Entre mostrando la credencial y la guarde en cuanto ya estaba adentro. Caminé con Santiago a mis espaldas. Sentia que en cualquier momento mis pies tropezarian.
No dijo nada mientras íbamos al taller de música...

Cuando llegamos, entramos, el salón estaba desierto y el profesor estaba afinando unas guitarras, cuando nos vio, nos felicitó por haber ido.

-Creo que no vendrán muchos hoy, por los exámenes, asi que, les dare un bonus extra...por lo tanto, vallan por una guitarra y hagan estos acordes.

Nos tendió una hoja y yo la sostuve. Santiago fue por su guitarra y de pasó, me trajo la mía, la española.
Ambos nos pusimos a realizar los acordes, yo con las manos temblorosas, pues solo estábamos el profesor, Santiago y yo. Y cuando el profesor dijo que iría a la sala de maestros, loa nervios me llegaron como bomba, pues ahora solo estaríamos Santiago y yo.
Cuando el profesor se fue, comencé a ponerme turbo nerviosa. Fingí que algo interesante sucedía en mi mochila para hací no tocar la guitarra y que esta sonara fatal.

-¿Ya te salen las notas?- me preguntó Santiago.

-Emmm, no...

Y el ya no preguntó nada más.
Cuando el profesor llegó, 40 minutos después, 40 minutos en los que estuve con la cabeza metida a la mochila para evitar cualquier mirada, comentario o acción que implicara a Santiago, nos dijo que nos podíamos ir. Apenas había sobrevivido una hora con Santiago a solas y nos aguardaba otra hora mas.

Salimos del taller y nos en caminamos a unas mesas de la cafetería.

-Bien, te prometí estudiar química si no me dejabas solo con el maestro y eso hare...¿por que tema quieres iniciar?- decia mientras nos sentábamos y sacabamos la libreta.
Yo saque todas mis libretas incorrectamente, primero saque la de literatura, luego la de matemáticas, luego la de biología y así sucesivamente. Esa fue la prueba de que en serio estaba nerviosa. Y cuando saque mi lapicero y este se cayó, fue la señal de que debía tranquilizarme.

-Ammm, comenzemos por lo de, mmm, modelos atómicos...-dije tratando de sonar segura mientras buscaba los apuntes de dicho tema.

-Ok, yo tengo dudas sobre uno, ¿me explicas?

Sentí que la lengua se me enredaba con cada palabra que decía, y el esperaba que le explicara un tema de examen...

-La verdad es que yo no he entendido nada de ese tema- mentí para desafanarme de eso.
Genial, ahora el pensaría que era una estúpida.

-Mmm, oye, ¿estas bien?- me dijo

-Si, claro...

-Te noto extraña...

-Los exámenes me ponen nerviosa- le conteste

-A mi igual, el de química es el que mas dolor de cabeza me da...

-Somos dos- le dije sin mirarlo a los ojos...

-Oye, nunca hemos tenido una conversación normal tu y yo, apenas e intercambiamos palabras... Propongo que nos olvidemos un minuto de los exámenes para conocernos...

-Si, lo mismo digo dije jugando con el lapicero en mis manos para tratar de tranquilizarme...

-Cuentame algo sobre ti...

"Pues te cuento que tengo las manos sudorosas por estar contigo en este preciso instante"

-Valla, no se me ocurre nada- dije sintiéndome la persona mas aburrida del mundo...

-Cuentame porque el color escarlata es tu favorito...

-¿Que?- dije soltando una risita

-Bueno, tus uñas las llevas pintadas de ese color, tu mochila es de ese color, y tu pulsera también es escarlata...

-¿Te has fijado en todo eso?

-Bueno, si...- miro a la mesa- no paso muchas cosas desapercibidas en ti...

Esas palabras si no me pusieron completamente roja, si hicieron que me pusiera ultra-mega-turbo-NERVIOSA.

CONTINUARÁ...

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