Querido Soldado

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  Cautivo

Me dicen que el mundo ha cambiado; que los colores son diferentes a la última vez que los vi brillar. 

Me dicen que los han atrapado; que ahora ellos han sido cubiertos con el mismo manto de oscuridad que esconde mi vigor.

Enclaustrados.
Enjaulados.
Injustamente azotados.
Las cuervos no dejan de murmurar a mi alrededor.
En este extraño lugar.
Las serpientes ya no cazan ratas.
En este extraño lugar.
Estoy atrapado en una caja; y los cuervos no dejan de difamar a mi alrededor.
Estoy atrapado en una caja; y los cuervos no dejan de injuriar a mi alrededor.
Las serpientes juegan con las ratas. Se han unido en un complot.
Las alimañas conspiran en mi contra. Pero el valor de mis semejantes es superior a la vileza de cualquier bestia.
Los escucho correr, los escucho luchar desde la distancia.
Puedo sentir el dolor y el correr de la sangre que mana de sus heridas.
Pero siguen firmes, feroces como lobos.
Corren más allá de mi verja, negados a dejarse enjaular.
Me dicen que el mundo ha cambiado; que calles han sido pintadas de color carmesí.
Me dicen que el mundo ha cambiado, pero que las páginas arrugadas de los diarios continúan pintándose de color rosa.
Estoy atrapado en una caja.
Estoy encerrado en una caja.
Una parte de mí se va cuando un semejante cae, una parte de mí se mantiene con vida con el brío implacable de los demás.
Fui aislado en una caja. Un hilo invisible conectándome a todos ellos.
Fui desterrado en una caja.
Al igual que lo fue una gran parte de todos ellos.
Estoy atrapado en una caja.
Las heridas vuelven abrirse; empieza a calar el dolor.
Estoy confinado en una caja.
Pero mi alma no.

En honor a todos los cautivos, a todo aquel valiente que fue injustamente privado de su libertad.

Génesis Briceño.