Suelto una carcajada cargada de ironía y tristeza oculta, giro mi rostro hacia otro lado y el recuerdo de Alessia y Drac en el club aparece en mi cabeza como un puñal.

—Quizás fue la hermana de Derek quien le devolvió la vida—aprieto mis dientes.

Una arruga se forma en el entrecejo de Jones.

—¿A qué te refieres?

—Pues, encontré a Alessia y a Drac besándose mientras estábamos en el club, ¿cómo te parece?—sonrio amarga.

Jones abre su boca asombrado para decir algo al respecto pero la esbelta figura de Barbara aparece frente a nuestros ojos con una bandeja de tres cafés en sus manos. Nos da uno a cada uno y se sienta entre Jones y yo.

—Estará bien.

...

DRAC

Observo a la chica sobre mi cama, su melena rubia platinada se encuentra esparcida por las almohadas. Me levanto de la cama para tomar algo de aire fresco, llevo un cigarrillo a mis labios y lo enciendo, aspirando el su esencia adentro de mi boca. Apoyo mi cuerpo del barandal frente a mi, y mi mirada se pierde en el grisáceo cielo, parece enternecido y me pregunto si se sentirá igual que yo en este momento.

No había hecho nada para detenerla y mucho menos para recuperarla, me había resignado a que se fuera sin hacer nada al respecto.

Era un hijo de puta.

Ahora una chica que había conocido apenas unas horas se encontraba en una sucia habitación de hotel y pronto se iría con el corazón hecho trizas, pero nada parecía importante a éstas alturas. Mi vida había vuelto a la misma rutina monótona de hace unos años cuando salí de la maldita cárcel.

Aprieto mis puños mientras siento como las ráfagas de aire frío se cuelan através de mis huesos. Vuelvo a la habitación y me coloco mi ropa. Escucho unos cuantos murmuros, la rubia que anteriormente dormía ahora se encuentra sentada frente a mis ojos.

—¿A dónde vas?—cuestiona, tallando sus ojos, somnolienta.

—Debo hacer unas cuantas cosas.

—¿No puedes quedarte un rato más?—camina hasta quedar frente a mi.

Dejo salir un suspiro y me coloco sobre mis talones, parece tan diminuta ante mi.

—Adiós.

Salgo sin más de la habitación mientras escucho sus gritos y maldiciones desde la habitación. Camino hasta mi auto y lo enciendo.

...

Derek abre la puerta solo en boxers. Lo ignoro y paso por su lado, adentrandome a su apartamento.

—Si, adelante, no estoy ocupado—murmura con ironía.

Sirvo un poco de whiskey en un vaso y lo llevo a mis labios. El sabor amargo se desliza a través de mi garganta, quemando a su paso.

—Y acabate mi Whiskey también, luego compraré otro—murmura, rodando los ojos.

—Lo siento, yo...

—Es Sullivan, ¿no es así?

Asiento con la cabeza lentamente mientras me siento en el sofá.

Era la primera vez que me sentía de ésta manera por una chica. Me sentía débil y eso no me agradaba.

—Algo así.

—¿Qué ha pasado?—cuestiona, colocándose frente a mi.

Decido contarle, Derek era la única persona en la que confiaba plenamente, pues, de una forma u otra él había salvado mi vida de esa puta cárcel.

DRAC© [1] ✔Where stories live. Discover now