Cuando los gatos aman

Conocí a Mittens a principio de este año, estaba solo y abandonado, era muy pequeño para defenderse de los perros que había a su alrededor. Escuche unos fuertes maullidos al interior de un callejón, corrí a verlo. Espante a los perros, y allí estaba, asustado, tome al pequeño gatito que era un poco mas grande que la palma de mi mano, lo envolví en mi bufanda, esta tiritando, recogí el posillo con alimento y debajo había una nota que decía: "Cuida muy bien de Mittens por favor... Yo no puedo hacerlo. Atte: Mery. Era la letra de una niña de mas o menos 5 años, al parecer la familia no aceptaba al gatito.

Lleve  a Mittens a mi departamento, le prepare leche tibia y le hice su camita cerca de la chimenea. A los días después Mittens decidió levantarse, estiro las patas y fue a buscarme a mi pieza, maullando y moviendo su cola felizmente.

Pasaron dos meses desde que encontré a Mittens en el callejón, ya era un poco mas grande, cada dia iba despertarme, si no colocaba su peludo cuerpo en mi cara, me languetiaba. Un día mi mamá fue a visitarme me pregunto por el pequeño gatito que jugaba con una bola de estambre. -¿Quien es este pequeño, hija?-. Es un afortunado y lindo gatito que rescate- le respondí.

A mi madre nunca le han gustado los gatos, mas bien es por alergia, pero Mittens tiene algo especial, mi madre no paraba de acariciarlo. Creo que Mittens ya es parte de la familia. Le presente a Mittens a mi novio, pero sospeche que Mittens se puso celoso de el, es muy tierno pero lo detestaba, y no permitía que se me acercara. Pero le enseñe a Mittens que debía aprender a quererlo... Bueno, ahora solo lo rasguña de vez en cuando...

Cuando tenia que ir a la Universidad Mittens se colocaba a llorar, pero con la compañía de mi mamá se tranquilizaba un poco. O cuando salia de fiesta y llegaba tarde, me estaba esperando a la entrada de la puerta y me gruñía. O simplemente cuando tenia que hacer las compras, se subía al auto cuando no lo estaba mirando, tuve que comprarle una cajita para poder transportarlo. Mittens ya estaba grande, entre mas crecía mas me quería... ¡Y claro me lo demostraba!. Para mi cumpleaños me regalo un lindo ratoncito y me araño todas las cortinas, pero lo hacia con amor.

Un día me enferme bastante y caí al hospital, Mittens parecía preocupado. Mi novio le dijo que yo estaba bien y que no se preocupara, pero a el le seguía inquietando. Mitten se acurruco en sus piernas y empezó a llorar. A los 3 días mi novio hizo de todo para que Mittens pudiera ir a verme al hospital. Al verme se puso instantáneamente contento. Jugamos y dormimos juntos, pero ya tenia que irse, Claro.. el no quiso.

Le explique que en unos días volvería a la casa...