Entre en las oficinas jadeando y entre en el ascensor.

Cuando las puertas se cerraron me acerque a lo que parecía un simple espejo, pero no lo era.

Iba a darle al botón verde que había en el ascensor, pero volvieron a abrirse las puertas y entro June.

“Hola, Daisy” dijo.

“Hola, June”

Le di al botón verde y las luces del ascensor cambiaron de color haciendo que el ascensor metálico se viera de color azul.

En el espejo salio un pequeño cuadradito, en frente de él puse mi ojo y me escaneó la retina.

“Agente 001 identificado. Bienvenida, Daisy” sonó la voz de Margaret por todo el ascensor.

June se acercó e hizo lo mismo que yo.

“Agente 004 identificado. Bienvenida, Juana” reí por el verdadero nombre de June y ella me fulminó con la mirada.

“No tiene gracia” dijo mientras el ascensor se ponía en marcha.

“Si que lo tiene” dije tapándome la boca con las manos para dejar de reír.

June rodó los ojos con una sonrisa y supe que le hacía gracia a ella también.

“Margaret se ha ganado mi odio eterno” dijo.

“Pues a mi me cae bastante bien ese ordenador”

“Si te llamara Janet ya no te caería tan bien” me dijo sonriendo de lado.

“Pero no lo hace, así que no hay problema, Juana” dije su nombre con cierta burla y ella me fulminó con la mirada.

Las puertas se abrieron dándonos paso a una sala con techos de diez metros por lo menos.

Había mesas por una lado, mesas por el otro, una gran pantalla en la pared de enfrente en la que había un hombre hablando en japonés.

“¿Es Lee?” pregunto June.

“Esto pinta mal” murmure.

Las dos nos miramos y empezamos a andar hacía las oficinas, en una semi planta que había a los lados de la gran sala.

“Adam” dije entrando con June en su despacho.

Las demás tacones de aguja estaban en el despacho mirando a todas partes menos a Adam.

Sin mi no tenían el suficiente valor para enfrentarle.

“Creo que vais a tener que hacerle una visita a Lee” dijo.

“No pienso ir a Japón” dijo Kathia horrorizada.

“Ninguna piensa ir a Japón” dije.

“¿Por qué no? No pasa nada porque faltéis una semana al instituto, y sabéis perfectamente el idioma. No es la primera vez que os tenéis que ir del país”

“Pero nunca fuimos a Japón. Lo más lejos que hemos ido alguna vez es a Los Angeles” dijo Valerie.

“Bueno, siempre es bueno conocer nuevas culturas, ¿no?” dijo con esa sonrisa que te hacía temblar de miedo.

“¿Y si preguntan nuestros novios?” pregunté.

“Mentirles, o no salid con ellos. Lo que prefiráis” dijo.

“Eres una maldita rata” escupí.

“Ya hablamos de esto hace dos meses, Daisy. Eres muy repetitiva” dijo burlón.

“No iremos” sentencié. “Arregla tu, tus problemas con Lee”

Adam rió amargamente y se levanto. Su altura cerniéndose sobre la mía, sus ojos verdes mirándome con burla.

“No podéis negaros, tenéis mucho en riesgo. Es verdad que tenéis mucho que perder si vais, pero si no lo hacéis, tenéis aún más que perder” dijo.

“No te atreverías a tocarlos”

“Ponme a prueba, Daisy. Id, o vuestros novios tendrán algunos problemillas” amenazó.

“¿Cuándo nos vamos?” pregunte a regañadientes.

“El Viernes” dijo sonriendo mientras se sentaba otra vez.

“¡Pero eso es mañana!” exclamó June.

“Me sé los días de la semana, June” dijo Adam. “Ahora, iros”

Las cinco salimos enfadadas de la oficina y vimos como Lee después, de gritar algo que nos puso los pelos de punta, cortó la conexión.

“¡Encontraré a esos malditos espías que están saboteando mi empresa, y los mataré!” había dicho.

Mientras el ascensor bajaba nosotras permanecíamos calladas deseando que no encontrara jamás a esos espías.

Porque esos espías, eramos nosotras.

Little white lies. (One Direction) [#2 Mentiras]Where stories live. Discover now