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Dante: Hola, cariño. ¿Cómo estás?

Bloquea su teléfono y empieza a hacer la cama, la cual está deshecha al no haberla arreglado tras haber acompañado a Beatriz.

Una vibración de su teléfono provoca que se detenga de hacer su labor. Lo saca de su bolsillo y lo desbloquea rápidamente.

Beatriz: Tengo laringitis vírica, o eso dice el médico. No te preocupes, de verdad ♥. Te quiero.

Beatriz suspira cerrando sus ojos mientras siente el escozor de sus ojos y espera a que la pastilla baje su fiebre algunas décimas.

Por otra parte, Dante se encuentra negando con la cabeza, acaba de hacer la cama y va corriendo a una floristería para comprarle sus flores favoritas. Nada más hacerlo, se marcha hacia la casa de su novia.




La madre de Beatriz se hace presente en la habitación de su hija con una sonrisa. El novio de la chica de los ojos verdes ha llamado a la puerta hace unos minutos, sorprendido así a su suegra.

-Cariño, mira quién ha venido.

La madre de Beatriz se hace a un lado y deja pasar a Dante con un ramo de tulipanes en su mano. La chica, sorprendida, sonríe enamorada mientras conecta su mirada con la de su novio.

-Hola - susurra él nada más sentarse al lado de ella.- Son para ti.

-Yo os dejo a solas - comenta la madre mientras le guiña un ojo a Dante junto una sonrisa.

Le cae bien el novio de su hija.

-No hacía falta, Dante... - murmura Beatriz nada más marcharse su madre.

-No, tranquila, tampoco es para tanto - comenta mientras observa los ojos rojos de la chica. -¿Cómo te encuentras, cariño?

Dante desliza su dedo índice sobre la mejilla encendida de ella, y nada más hacer contacto, siente el calor que desprende su novia.

-Fatal... La fiebre ha subido algo más, la tos es la misma y el dolor de ojos me mata. No puedo ni sostener la mirada, Dante.

Beatriz lo abraza mientras siente como él besa su cuello dulcemente, causando que brote una sonrisa en los labios de ella.



***



-Te he traído tus galletas favoritas, se las he dado a mamá - le anuncia José tomando la mano de su hermana pequeña, la cual observa a Sara.

-No hacía falta que hayáis venido, ¿no trabajáis?

Sara niega con la cabeza y se sienta al lado de su hermano.

-Yo he trabajado de mañana y José tiene el día libre.

Beatriz asiente y cierra los ojos de golpe a causa del dolor de vista.

-¿Estás bien? - la chica asiente.

-¿Qué pasa, bichito?

-Nada - murmura.- Es solo que me duele la vista.

-¡Bea, te traigo los deberes! -exclama una voz familiar para dos de los tres presentes.

Camila retumba la puerta de la habitación de su mejor amiga mientras sostiene en uno de sus brazos los libros de Beatriz.

Los ojos de los tres se posan en la chica rubia que tiene su pelo recogido en un moño junto un piercing nuevo en la nariz.

-Hola, Camila -saluda la chica de los ojos verdes.

Camila ignora el saludo de su amiga ya que está más interesada en la mano entrelazada de José con aquella chica cuyo nombre no sabe. Una nueva grieta se hace presente en su corazón mientras se acerca a ellos con una falsa sonrisa y saluda a la chica con dos besos en la mejilla, al igual que a José.

Este, nada más sentir el contacto de la mejilla de ella, nota su corazón latir desmesurado.

-¿Cómo te encuentras? - le pregunta la rubia a Beatriz ante la atenta mirada de José y Sara.

-Mejor, ¿y tú?

Camila asiente junto una sonrisa.

-Bien, te traigo esto y luego me voy con Dan.

Beatriz alza las cejas sorprendida.

-Bueno, bichito, nos vamos.


La pareja se despide agitando la mano mientras los ojos de José no dejan de estar conectados a los de Camila y viceversa.

Cuando finalmente se marchan, la rubia toma asiento donde anteriormente estaban sentados los dos y toma la mano de su amiga.

-¿Cómo estás? - le pregunta Beatriz con respecto a lo que ha pasado hace dos minutos.

Se encoge de hombros mientras sonríe intentando darse entender a ella misma que está bien.

-¿Te sigue doliendo?

Asiente.

-Con el tiempo todo se arreglará, ya veras, Beatriz.

La de los ojos verdes sonríe y toma los libros que lleva Camila.

-Estando así dudo que vayas al concierto de dentro de dos días, ¿no?

Niega con la cabeza junto una mueca.

-Le diré a Dante que vaya él junto a Ángel.

-Que confianza que tenéis...

-Porque esté enferma no le voy a impedir que no vaya, Camila.

-Si quieres lo puedo vigilar desde la distancia.

Beatriz frunce el ceño.

-¿Por qué?

-Estará Ana, alias la guarrilla.

Recuérdame. Where stories live. Discover now