Mi corazón se sobresalta, Ian me está defendiendo a pesar de mi comportamiento con él, no lo merezco. Levanto mi rostro hasta que nuestras miradas se encuentran, me pierdo en sus ojos chocolate, no hay resentimiento en ellos, sólo dolor, dolor que yo le he infringido y siento una punzada de culpa y arrepentimiento que me envuelve.

-Alexa. - La voz de mi padre me vuelve a la realidad. -¿Qué hay de cierto en eso?

Observé a los presentes terminando por mi padre, ya no tenía sentido seguirlo ocultando.

-Hace una semana. -Comencé mi relato. -Sentí que me seguían, era Karl. Tuvimos un enfrentamiento y ...... era él o yo, así que hice lo necesario.

-¡Miente! -Se levanta Demian. -Es una maldita mentirosa, lo mató a sangre fría, intencionalmente.

-¿Y acaso ustedes no actuaron igual con Manuel? - Ian lo mira desafiante, colocándose de pie también.

-Mantengamos la calma.

Señala mi padre mirándome con reproche. Continua: - Ian tiene razón sabemos que fueron los hijos de la noche los que asesinaron a Manuel y él era un Representante al igual que Karl, estamos en guerra, al menos así ustedes nos lo han hecho saber. Si mi hija dice que actuó en defensa propia le creo, y Albart, no entiendo como hablas de quebrantos de ley cuando tú mismo, te has dedicado a romperlas una y otra vez.

Puedo ver como la furia se apodera de sus ojos carmesí, había tanta ira reprimida que puedo jurar que deseaba acabar con todos nosotros pero igual sabía que no tenía oportunidad.

-Tú hija lo mató porque él descubrió algo.- Dijo Demian sumamente alterado.

-Creí que su visita tendría otros asuntos que atender y no la muerte de un convertido, que al fin y al cabo, se suma a la lista de víctimas a causa de esta ofensiva que ustedes mismos han empezado. Si no vienen a hablar en términos de paz y sumisión, les pido que se marchen.

-¡Sumisión jamás! -Espeta Albart con desprecio. -No volveremos a ser sus esclavos, cuando esto termine ustedes no existirán y los humanos serán nuestros.

-Largo . - Expresa mi padre con una serenidad falsa reflejada en su cara.

Tanto Albart como Demian se ponen de pie y abandonan la estancia.

Brandon mueve la cabeza de un lado a otro en señal de frustración y una sonrisa amarga dibuja su rostro.

-Bien, esto solo recalca lo que ya sabemos, hay que destruir a los convertidos, a todos y definitivamente promulgar otra ley que prohíba transformar a más humanos.

-Estoy de acuerdo. -Coincide mi padre, dile a Zacarías que quiero hablar con él. Regentes y Representantes nos reuniremos para solucionar este pequeño hincapié. Ian de igual forma transmite el mensaje a Chane, les haré saber la hora y el lugar.

Ian asiente y dicho esto Brandon se levanta y procede a marcharse con él atrás. Deseo detenerlo, abrazarlo, decirle que lo lamento, que he sido una imbécil pero no puedo, mi padre me llama y sé que le debo una explicación.

-¿Y bien? -Inicia al quedarnos solos. -¿Por qué no me habías dicho? Y quiero la verdad Alexa.

Sentí un nudo en la garganta, tenía que pensar muy bien mis palabras, no me sentía orgullosa de mentirle a mi padre pero ¿Qué otra cosa podía hacer?

-Hace unos días me encontraba fuera, regresaba a la mansión y vi a Karl. Pensé que quizás me equivocaba, que no era él pero me llegó su olor. No quería parecer paranoica quizás él no me seguía pero, después de un rato me di cuenta que lo hacía. Lo engañé llevándolo a un callejón sin salida y ahí lo enfrenté. Me atacó y tuve que defenderme, lo logré dominar y cuando le pregunté el por qué me estaba siguiendo, sólo sonrió y sacó un arma de su chaqueta, así que sólo actué.

-Entiendo. -Responde mi padre entrelazando sus dedos. -Lo que no comprendo es porque no decirnos lo acontecido y tener que saberlo por boca ajena.

-Han ocurrido muchas cosas últimamente, no quería mortificarte, lo resolví y lo di por terminado.

-Me sorprende de ti Alexa, tu comportamiento me es ajeno. Sé que no me dices toda la verdad, a mí no me puedes engañar. No entiendo por qué me lo escondes, pero créeme cuando te digo que pronto lo sabré. Retírate.

Mi padre me miraba con desilusión, no soportaba que me viera de esa forma, con la cabeza baja salí y me dirigí a mi habitación. Cuando iba a entrar percibí ese aroma y mis pulsaciones se aceleraron, al abrir la puerta Ian estaba ahí, de pie frente a mí, la cerré pasando el seguro y sin pensarlo me lancé a sus brazos, no me rechazó, me abrazó fuerte y busque sus labios. Cuando al fin los encontré, los besé casi son desesperación, su lengua se fundió con la mía, no podía evitarlo, yo le pertenecía y él a mí, éramos uno y comprendí que ya no podía vivir sin él.

-Lo siento. -Le dije mientras continuaba saciándome del néctar de su boca. -Te amo Ian, te amo.

Las palabras salieron fluidas, no sé en qué momento las pronuncié pero ya no importaba, lo amaba de verdad.

Él tomó mi rostro entre sus manos y sonrío, pude ver el brillo en sus ojos y mi reflejo en ellos, no me iba a separar de nuevo de él, así tuviera que enfrentar a mi propio padre y a todo el clan de los puros.

-Alexa. - Emitió mi nombre y su voz estaba cargada de emoción.

Pronto estábamos sobre mi cama, desnudándonos mutuamente, sabía dónde me encontraba, que no debíamos hacerlo, pero mi necesidad de él sobrepasaba todo entendimiento. Aspiré profundo su aroma, cómo lo extrañaba, él por su parte dejaba un rastro de besos que inició en mi cuello, sus manos se deslizaron por todo mi cuerpo reclamándolo, haciendo que me estremeciera disfrutando su contacto. Miles de sensaciones me invadieron, sentía como mi ser ardía de deseo hacia Ian.

Después de aquella entrega tan esperada, permanecimos abrazados no sé cuánto tiempo pero no quería que se fuera, deseaba tenerlo para siempre a mi lado. Sí he de irme al infierno, al menos que sea por amor.

ALEXA (+16)Kde žijí příběhy. Začni objevovat