La Boda

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Llegó la hora, Hermione rodeada de las mujeres de su familia, estaba en su...hasta esa noche su actual dormitorio, mientras la maquillaba recordaba su vida y no encontraba un momento en donde se hubiera sentido así de feliz y nerviosa, salvo el nacimiento de sus hijos, y nietos, hacía fuerza por mover su cerebro y los flashes de los recuerdos la abstraían pero no lo hallaba.

Rose le beso una mejilla, creyó entender por lo que pasaba su madre, ella sabia la historia completa, y tras la muerte de su padre no pudo culparla como lo hizo Hugo, sintió el deber de acercarse más, por su amistad con Lily sabía que las acusaciones de su padre no eran más que suposiciones basadas en el conocimiento que no era amor lo que los unió, y los celos provocados por la misma envidia que sentía por Malfoy.

Lily estaba feliz, sabía por uno y otro lado el amor que esos dos se profesaban y como a pesar de eso se habían mantenido lejanos para no dañar a nadie más, su padre más de una vez le dijo que Draco al madurar y comprender los motivos que le habían impedido comportarse como buena persona en su adolescencia, las actitudes de príncipe derrocado habían desaparecido, si bien tenía un humor oscurecido por el desamor autoimpuesto, era una buena persona, cariñosa, amable, y servicial. Nada quedaba del Draco adolescente, y por eso Hermione encontraba en él alguien a la altura de su cerebro, capaz de valorar los silencios hasta en la lectura, hablar de temas varios, con altura y conocimiento. Sobre la tan dichosa fiesta donde comenzó el final de sus anteriores relaciones les contó que Ron no supo valorarla, si él lo hubiera hecho a partir de ahí la hubiera enamorado, la hubiera cuidado, y ella jamás le habría terminado pidiendo el divorcio, y todo lo demás no habría pasado.

Los nervios de punta carcomían a Draco en su dormitorio, Harry, Theo y Scorp lo acompañaban,

_Draco, jamás pensé en ser tu amigo, y menos en verte así de nervioso por "una sangre sucia".

Los cruces de miradas fueron emblemáticos entre Theo y Harry, Theo y Draco, y Draco soltó la carcajada.

_Yo tampoco Potter, yo tampoco.

_Cómo haz cambiado viejo, y me alegro que sea así.

_Gracias, en algún momento pude madurar, lamento mucho que no todos pudieron, y más aún lamento haber estado del lado equivocado y de algún modo haber permitido que algunos no tuvieran esa posibilidad.

_Draco recuerdas lo que te dijo el director_el asintió_ "Solo eras un chico que tomó malas decisiones pero nunca fuiste un asesino"

A tres de allí las lagrimas les luchaban por aflorar, pero se las apañaron para guardarlas, ellos quisieron que todo hubiese sido diferente y ahora empezaba a serlo para dos de aquellos chiquillos responsables de alguna forma en una guerra que no planearon pero vivieron.

_Bueno papá, llegó la hora.

_El juez está listo _Dijo Theo haciendo una reverencia hacia él mismo y señalándose de arriba a abajo.

_El padrino bien vestido y peinado_ Harry mencionando el trabajo que le costó peinar sus canas.

_Y el novio está muy nervioso_aclaró Draco mientras reían se encaminaban al jardín.

Las chicas decoraron con velas el jardín de la nueva casa de Malfoy-Granger, en el porche había una altar improvisado, unos ramos de flores, y unas sillas para los presentes.

La ceremonia se realizó con brevedad, y en veinte minutos quedó cerrado el compromiso de por vida de amarse hasta la muerte, un rayo salió de la varita de Theo, y los envolvió cerrando con sus votos personales susurrados al oídos antes del esperado beso que cerrara el pacto.

Saludos y aplausos, fuegos artificiales, y una lágrima por la ausencia de Hugo, que no pudo ser reprimida, pero si fue secada a besos, los más dulces que nadie más le podría dar.

Draco alzó en brazos a su esposa y atravesaron juntos por primera el portal de su casa, detrás toda la familia se maravilló por el lugar, la decoración austera y sofisticada, no había paredes lo que no era puerta era biblioteca, que llegaba del piso al techo, un gran living con hogar, una cocina comedor, tres dormitorio amplios con baño propio, y uno enorme con estudio para la pareja. La casa era grande pero no era una mansión, era sofisticada pero no lujosa al extremo, combinaba sobriedad, buen gusto y austeridad. Una combinación de las dos perfecta de sus dos habitantes a futuro.

_Te gusta amor_ susurró al oído, mientras la ponía en el piso.

_Está maravillosa, gracias es el mejor regalo de bodas que podríamos tener._ y lo besó como si nadie más estuviese ahí.

Los silbidos, y gritos de todos no se hicieron esperar dejando ruborizada a la pareja. La cena está lista grito Lily, y pasaron al comedor, pasaron un buen rato. la noche precipitó las estrellas y la luz de la luna anunciaba el fin de la tan larga espera del amor.

Theo miró a Draco y dijo a forma de despedida.

_El dragón y la leona tienen una guerra pendiente desde hace mucho, este juez es de paz así que suguiere a la familia y a él mismo una digna retirada antes que esas manitos por debajo de la mesa se vuelvan más intensas y el calor nos desmaye.

Rieron a todo pulmón, por el comentario y la severidad con que fue pronunciado,

Se despidieron no sin antes tomarse unas fotografías para inmortalizar la unión.

Draco cerró la puerta detrás de su hijo, y comenzó ahí mismo a besarla, arrastraba sus labios por la piel trigueña de su esposa, a esta le quemaba, le escocía y adoraba las sensaciones que solo esos labios arrancaban de su cuerpo. Ella devolvía el favor en su rostro en su cuello, jalando el nacimiento del cabello, acariciando su espalda, dejándose llevar a otro universo, uno perfecto en donde eran uno y no dos almas en su primer encuentro.



Amor en OtoñoWhere stories live. Discover now