𝘼𝙢𝙚𝙧𝙞𝙘𝙖𝙣 - 𝖗𝖎𝖛𝖊𝖗𝖉𝖚𝖈𝖈𝖎𝖔𝖓

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𝙋𝙤𝙫 𝙁𝙚𝙡𝙞𝙭:

Estábamos igual a como nos acostamos ayer, Samy encima mio durmiendo plácidamente, la verdad no me molestaba esto, pero desperté con un pequeño problema entre mis piernas, no me moví mucho para no despertarla, era aun temprano y conociendo a Samantha estaría con una resaca horrible y eso me afecta a mi porque estará insoportable en todo el día. Me quede mirándola dormir, tenia pequeños mechones cayendo en su cara, su respiración estaba tranquila, sus labios rosados, era hermosa, me quería levantar antes de que ella lo haga y notara el bulto, pero ya era  tarde, empezó a moverse un poco.

-Mmh- abrió los ojos siendo cegada por el sol que entraba - mierda, mi cabeza - susurro 

-Buenos días, por lo que veo no tan buenos para ti - dije como burla, se bajo de encima y se tapo con la almohada

 -Cierra la cortina por favor- hablo contra la almohada quejándose, me levante y me dirigí hasta la cortina del balcón cerrándola, salí a la cocina y agarra una aspirina, se la lleve hasta sus  habitación con un vaso de agua

-Ten, toma esto - le extendí el vaso con la pastilla se sentó en la cama y se lo paso con dificultad, a Samy nunca le gustaron las pastilla porque nos las podía pasar bien, dejo el vaso en la mesa de noche

-Nunca más tomo tanto - se quejo mientras tocaba su cabeza, sabia que mentía - bueno nunca tampoco- estaba de pie frente a ella cuando bajo la mirada -Uh, se ve que alguien tiene un problema... -se  mordió el labio

Mierda, me había olvidado de eso, sentí como mis mejillas ardían 

-Los ojos están arriba - me dirigí a la puerta y salí, se escucho una risa de fondo pero no le di importancia 

Entre al baño de mi habitación y abrí la llave dejando caer la agua helada sobre mi cuerpo.

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𝙋𝙤𝙫 𝙎𝙖𝙢𝙮:

Camine hasta el baño a cepillar mis dientes y lavar el resto de maquillaje que quedaba en mi cara de ayer, la resaca no estaba tan fuerte como otras veces, la pastilla me había ayudado mucho. Salí a la cocina todavía en pijama y me prepare un café, me distraje en el celular mientras esperaba que Felix terminara de bañarse para que prepare el desayuno, paso 1 hora y no salia 

-Lix? - me acerque a tocar su puerta - puedo entrar 

-No - se escucho bajo con la voz rota, abrí la puerta, estaba acostado en la cama, con la cabeza hundida en la almohada, su celular a un lado  

-¿Que pasa?- mire su celular el cual no paraba de sonar, llamadas de Alison

-Solo no contestes, déjame - se levanto rápido con los ojos hinchados   

-Que te hizo... - 

-La llame cuando salí de bañarme, contesto un hombre - otra lagrima - pregunte quien era... de fondo la escuche llamándolo amor- paso su mano por su cara con enojo quitando las lagrimas que caían. Lo había traicionado, esa chica nunca lo amo de verdad 

Dolía...

Dolía verlo llorar por una mujer que no lo merecía, por una mujer que nunca lo amo, por una mujer que no era yo...

Nunca lo había visto llorar por una chica, pero al parecer ella era hasta ahora la única, el en realidad la había amado mucho 

-Ya no llores más..- susurre a su oído  mientras enredaba mis dedos en su cabello - estoy aquí para ti - no paraba de abrazarlo 

-No te vayas - hablo por fin 

-No pienso hacerlo, me quedare aquí - limpio sus lagrimas 

-Perdón, a mi tampoco me gusta llorar, menos que me veas tan sensible, pero la tristeza a veces me gana - acaricie su mejilla 

-No, no pidas perdón, es inevitable no llorar, somos humanos   

-No fui suficiente para ella, por eso me cambio verdad? - otro apretón en el pecho  

-Claro que no, ella no te valoro nunca lo hizo, llegara alguien mejor, te lo aseguro...

Ella te hizo sufrir mucho desde hace tiempo, pero Felix simplemente no lo veía, ahora el esta lastimado, yo no pensaba dejarlo, me quedaría aquí con el hasta que dejara de llorar 

-Lix, no quiero que te quedes aquí todo el día, vamos a distraernos en algo - le dije levantándome de la cama después de casi horas   

-No tengo ganas de salir, Samy 

-No dije que saldríamos de casa, pero si de la cama 

-¿Y que quieres hacer entonces? -

-Podemos hacer galletas - dije animada 

-Esta bien, solo lo hago por ti - di pequeños brincos, amaba hacer galletas 

Hicimos un desastre en la cocina por la guerra de harina, las galletas ya estaban el horno, esperamos mientras veíamos una película en el sofá, Felix ya estaba un poco mejor y no puede decir que no le saque una que otra risa mientras cocinábamos 

-Aun tienes harina en la mejilla - paso su mano delicadamente por mi cara - listo... - el horno sonó indicando que ya estaban listas 

-Ayúdame a sacar la bandeja - le entregue los guantes - con cuidado, esta caliente 

- Ay, quedaron bien - dijo dejando la bandeja sobre la mesa 

- Cuando algo me queda mal, hago magia con las manos 

El día paso, los dos estábamos muy cansados había sido un día muy largo a decir verdad, por un lado sentí alivio de que esa bruja se había ido de la vida de Felix y de la mía.