Gyro vivía solo desde que tenia memoria, quizás no exactamente así, pero es  como el se sentía

Pues  después de que sus padres murieron Gyro debió ser un adulto y sentir la amargura era parte de su día a día, vivir solo no podía ser un problema para el, pues estaba ya tan acostumbrado, tenia alrededor de 45 años llevando consigo aquella soledad, ya no era molesto, al menos no tanto como parecía

Tenía un trabajo estable y un sueldo envidiable, vivía en una pequeña  casa alejada del bullicio de la ciudad pues no  le veía sentido tener algo diferente cuando solo estaba el, quizás después de muchos años de vivir en soledad el ruido y los molestos vecinos eran algo que le gustaba evitar, ya que siempre comentarios como el porqué no se casaba o construia su propia familia lo llenaban, era un parloteo del cual Gyro ya estaba cansado, si no se caso fue porque nunca encontró alguien a quien amar, así de sencillo, su prioridad siempre fue su trabajo quizás era lo único que tenía después de todos esos 45 años de vida, era lo único bueno que tenía.

Para muchos era triste, para otros envidiable, para algunos enfermizo,  la soledad podía ser tomada de varias perspectivas, Gyro no sabía que decir sobre ella a pesar de vivir así toda su vida, pues después de todo y aunque pareciera tonto aún esperaba encontrar algo como el amor de sus sueños, pero siendo sincero las puertas del amor estaban ya más que cerradas para el, el lo sabía, pues las personas de su edad estaban totalmente establecidas, con familias ya formadas, y las personas jóvenes jamas se fijarían en un hombre de su edad, al menos si no fuera por un interés de por medio,eso es lo que Gyro pensaba

Aveces pensaba que ya no tenía sentido esperar el amor o algo parecido, después de todo lo más difícil era encontrar alguien de su propio interés

suspirando pensó en que al menos no era tan malo como sonaba, pues todo su tiempo era solo suyo, era libre de hacer o deshacer lo que quisiera, pero no podía evitar sentirse un poco mal después de todo al ver parejas felices con pequeños niños

Y aunque muchos dijeran el aun estaba a tiempo de cambiar su molesta soledad, no tenía idea de como Hacerlo, buscar una linda y joven esposa?, no estaba seguro si podría con aquella responsabilidad, pues los jóvenes de ahora eran algo difícil de entender para el, y no estaba interesado en madres solteras o algo, Gyro quería sus propios hijos, pues si iba a criar alguno esperaba al menos fuera suyo, quizás solo no se atrevía a intentarlo en el fondo, nadie era  suficiente para el, se preguntaba porque era tan exigente, quizás en su juventud estaba bien el serlo pero ahora que era un hombre ya anciano se sentía patético el serlo, pero es como era, no podía sentir algo por alguien a su alrededor, y aunque intento salir en citas fueron un total fracaso

Pues no sabía bien de que hablar o que de su vida compartir, no había nada extraordinario, y ni hablar de su vida íntima, era un extraño caso de tipo de  hombre, pues ser virgen a su edad sonaba hasta ridículo para muchos, para Gyro era solo  como eran las cosas, pues no podía cambiarlo, no tenia un verdadero interés, quizás no tenía el valor de acostarse con alguien y ya, habían tantas enfermedades que no estaba seguro de querer correr el riesgo de una cita esporádica  como esas,quizás era un romántico en el fondo, pues esperaba existiera una conexión emocional para poder al fin hacerlo, pero como ello jamás ocurrió jamás lo hizo y ya

Leyendo esa mañana el periódico como de costumbre , suspiro con pesadez  pues eran esos días en los que la soledad era un poco aburrida después de todo, escuchar la puerta sonar se sintió  como un espejismo, pues nadie nunca tocaba su puerta, ni siquiera para el correo, levantándose extrañado, abrió mirando a un pequeño chico rubio frente a él, este le sonrió dándole los buenos días, mencionando se mudo hace poco , Gyro se pregunto a donde pues era el lugar más solitario quizás, aún así escucho su platica,que se resumia en si el tenía un martillo y algunas otras herramientas que pudiera prestarle, Gyro pensó para si mismo en que el no era de la caridad, si aquel chico necesitaba ayuda dudaba ser el hombre indicado para ello pues mirando al rubio podía ver la ropa desgastada, pensó quizás solo estaba vestido así porque tenía mucho trabajo que hacer si pedía todas esa herramientas, aun así Gyro dudaba siquiera fuera capaz de cargar un martillo, Gyro suspiro pues bien lo admitía le dio un poco de lastima, y es que sus ojos azules le suplicarom en silencio, como si rogara en su interior el tuviera todo ello,  Gyro comprendía aquella aflicción  no había algo como una tienda cercana, y si aquel pobre chico no tenía un auto era mucho por caminar, suspirando Gyro asintió sacando lo que le pidió, deseándole suerte, sintiendo eso fue de lo más extraño, vamos, no tuvo un vecino desde hace más de 20 años quizás?, se sintió muy extraño de pronto el solo tocará su puerta

Sus días siguieron con normalidad en su monótona soledad, después del trabajo esa tarde escucho nuevamente el ruido en su puerta, desajustando su corbata se asomo a la puerta, viendo nuevamente a aquel chico rubio

Gyro pensó el solo había decidido quedarse con sus cosas, pues vaya que demoro tanto, aun así agradeció no lo hubiera hecho, pues ir de compras era algo que no le gustaba mucho, mirando a este darle las gracias, extendiendole sus herramientas pero había algo más, le extendía una casero la, Gyro solo sostuvo esta algo confuso, pues el rubio le decía preparo algo  para el en agradecimiento, qué podía compartirlo con su familia  y esperaba lo disfrutarán mucho,Gyro  pudo decir no tenía una familia y que ni en sueños podría terminar todo eso el solo, pero fue un poco humillante para el dejar relucir estaba más que solo y no sabía porque solo no quería hacerle un desplante al joven, quizás porque este se veía realmente agradecido, con aquellos ojos tan azules brillando,gyro solo pudo decir un gracias, viendo al chico dispuesto a marcharse, pregunto donde es que el vivía para poder regresarle aquella casero la

Vio a este sonreir mencionando vivía en el lugar más terrible posible, y es que Gyro eso pensaba, aunque no lo menciono en voz alta, se pregunto porque aquel chico vivía ahí,  quizá la zona más lejana y más descuidada de aquel lugar, mirando el chico seguir su camino Gyro se fijo en el overol que el rubio usaba y las gastadas zapatillas, pensó en que el era quizás un alma muy desafortunada, fijando su vista repentino en su delgada silueta, en los frágiles y pálidos tobillos qué el pantalón dejaba lucir, notando tenía una venda en su pierna derecha y un leve cojeo le acompañaba, Gyro dijo era todo, dejando la caserola en su mesa para tomar las llaves de su auto, ofreciendo llevarle a  casa.

Viendo la mueca confusa en el chico rubio  para luego sonreír de una forma tan extraña, pues sus ojos brillaron inocentes, dulces, Gyro agitó un poco su cabeza pues que fue ello, sintió algo extraño en sí mismo al ver al muchacho sonreír así, abriéndole la puerta al rubio para que subiera, preguntándose qué pasaba con el, entrando al auto, viendo al rubio a su lado, sintiendo el latido en su pecho, preguntandose nuevamente en su interior que ocurría con el,pues gyro no era exactamente una persona amable que se preocupara por los demás

encendiendo el auto, manejando ante las indicaciones del rubio para poder dejarlo en su casa, preguntándose aun porque no podía dejar de verlo de pronto, y es que cuando sus miradas se encontraban sentía algo raro en el aire, una extraña sensación
Pues los ojos azules le miraban cada vez por más tiempo, sintiéndose algo nervioso Gyro se pregunto porque estaba tan ansioso si tan solo hacía un favor aun pobre chico quizás desamparado

al ver el boscoso lugar donde el rubio vivía sintió terror, pués vaya descuidado lugar, mirando la casa donde este se alojaba, Gyro sentía esa casa iba a caerse sobre el joven si seguía viviendo ahí, aun así no quiso ser descortés guardando silencio , pues quizás exagerada esa casa no era tan mala, el rubio entonces  le agradeció  amable

Perdido en la mirada azul Gyro se pregunto que ocurría realmente  y es que el rubio lo miro de pronto de tan extraña manera que Gyro se pregunto si el esperaba algo de él, pues fue como si lo hiciera, cuando esté apartó la vista y dijo un adiós para bajarse, Gyro arranco el auto y asintió algo confuso, pues hace un segundo sintió como si el rubio coqueteara inconsistemente con el, negó pues estaba siendo muy dramático, quizás solo era su imaginación, el era amable eso podía sentirlo además de que debía sentirse agradecido por su ayuda solo ello, y sobre todo dudaba un chiquillo como el posara sus ojos en un anciano como el era, porque estaba pensando siquiera en ello? , se dijo irritado, pues que tonto se sentía al pensar en esa posibilidad, no es como si le importara de todos modos, si el chico ese o no sentía algo por el, cosa que dudaba, pero si lo fuera no era algo que debiera afectarle, vamos era muy joven y un chico, por supuesto que el no estaba interesado, aunque debía ser solo su mente solitaria quien le jugaba una mala pasada, pues el rubio pensaba el debía tener una familia, pero el no la tenía, se dijo suspirando, jugando con el timon de su auto bajo regresando a casa

Quitando su traje para ver la casero la, levantando la tapa para ver era lasaña, su segundo platillo favorito,

Era claro era una coincidencia,pero  porque se sentía así de especial, pues vaya grata sorpresa pensó poniendo a calentar esta , parecía estar deliciosa, al menos seria una buena cena pensó para si mismo

Pensando también en el rubio inevitablemente entre cada bocado qué daba.

PADRE SOLTERO - GYRO X JOHNNY Where stories live. Discover now