Caras vemos, planes no sabemos

Muchacho, peculiar

Un error lo puede cometer cualquiera, ¿No? Pues Sentinel fue uno de los tantos; pensó que sería interesante presumirle a los demás sobre su "hallazgo". Así fue, llegó cantando a gritos su victoria esperando a que se sintieran humillados, al contrario; querían demostrarle todas sus fuerzas golpeándole esa maldita bocota de tanto presumir. La verdad Senti no espera humillar a todo el grupo con sus palabras de estúpido, sino que quería que su objetivo, Prime, fuera la verdadera víctima de aquellas frases hirientes. ¡Pero vale! Las cosas ya le saldrían mal cuando vio a Sari en sus pies, mirándolo curiosa, esperando saber qué era lo que estaba cargando.

—¿Puedo verlo?

—¿Esto? ¡Oh! No, no, no— El sargento negó — Esto es mío y no voy a dejar que algo orgánico lo dañe

Al escuchar aquello, Sari sólo se quedó callada mirándolo con repudio, para luego suspirar

—Está bien, como digas— ella volteó a otra parte y empezó a llorar —¡Optimus! ¡Sentinel no me quiere enseñar su descubrimiento!

Chilló y chilló esperando a que la escuchen, puede que se escuchara tan fingido pero pareció real a receptores de Prime cuando llegó, no lo pensó dos veces y abrazó su pierna aúm soltando lágrimas imaginarias apuntando al culpable de su "lloradera". Él solamente suspiró y le ordenó lo que Sentinel odiaba. La niña sonrió victoriosa ante el éxito de su plan y corrió alegremente a ver aquel artefacto, dio saltitos para ver qué había arriba enterneciendo a Optimus, y sin más con sus manos la levantó.

Los demás llegaron luego de una tarde de trabajo siendo testigos del cómo Sari logró poner en ridículo a Senti, éste quizo cruzarse de brazos si no fuera por el artefacto, aceptando su derrota sin dejar de mirarla con odio, y nada más bufó retirandose dejando al equipo solo, por si no fuera poco, comentarios que demostraban su desagrado por él se escucharon por toda la base, sus expresiones de desagrado finalmente dieron cara, se les veía totalmente insatisfechos, muy en desacuerdo con Sentinel, lo sabían perfectamente.

No tardó mucho aquel evento, se fueron a distintas direcciones con tal de olvidar su rostro, Optimus se quedó de nuevo con Sari aún apoyándola con ambas manos, miró a los lados buscando algo que hacer, pero ella negó con la cabeza para sonreirle.

—No es necesario, ya tenemos lo que queríamos

Los dos se quedaron quietos pensando de qué hablar ahora, creyeron que la cosa sería difícil con los pocos momentos que tuvieron juntos, pero no importa, a Sari le preocupaba mucho la relación de Prime con Sentinel, quizo decir una palabra para iniciar aquella conversación pero no le de le ocurría con qué empezar; su actitud pensativa hizo que Optimus ladeara la cabeza un poco curioso, le sonrió con confianza y luego la bajó para que descansara. Al parecer ninguno quizo tocar el tema de Sentinel, sabían que algo se tramaba con esa actitud tan irritante. ¿O es que todavía no lo supera?.

No lo supera pero quiere, fue el momento más conmovedor para él que por otros cybertrorianos, ¿Pero tenía que abrir la boca en ese momento? Le dolió escuchar lo que pasó pero no había de otra, había sido él quien fue el culpable, lo sabe tan bien que admite tener también ese peso de guardarse lo demás. Ahora pensaba: ¿Y si nada de ello hubiera pasado? ¿Las cosas serían mejores? Ojalá fuera así, los tres estarían juntos de nuevo, habrían alcanzado muchos logros, o tal vez... pensándolo mejor, si no hubiera pasado aquel incidente, Cybertron estaría en peligro. ¿Conclusión? Fue mejor hablar.

Toda esa filosofía tranquilizaba a Sentinel, jugueteaba con aquel artefacto con sus manos esperando pensar otra cosa, pero Optimus no se le quitaba de la cabeza, tenía algo en especial que quisiera olvidarlo, no podía confesarlo a cualquiera sabiendo que luego de expresar aquella actitud arrogante nadie lo escucharía. Bueno, sólo se tenía a sí mismo, nada más. Suspiró para luego levantarse de su lítera y visitar a Ultra Magnus mientras le cuenta de su descubrimiento, estaba de suerte, el comandante se tomó un ligero descanso.

—Esto, disculpe— saludó un poco nervioso. Magnus volteó para verle

—Buen día, Sentinel— rió —Lo siento, estuve investigando las costumbres humanas y ya se me pegó el cariñoso saludo de la mañana

—¡Oh! Ya veo, tal vez también pueda intentarlo— se aclaró los cables— A lo que iba, durante una misión los "Autobots" y yo hemos descubierto algo interesante, espero que pueda entenderlo

—Claro que lo entenderé, ¿Y qué es ese gran descubrimiento que hicieron?

Sentinel asintió con gusto mostrándole aquel artefacto, ambos vieron que se trataba de una preciosa gema blanca con un hermoso difuminado morado. Ultra Magnus se sorprendió ante tal belleza cuando empezó a brillar bajo, y dándose cuenta de la tentación en la que estaba cayendo sacudió fuertemente su casco intentando recuperar la consciencia.

—Es un milagro... ¡Un milagro total!

—Pero no entiendo, ¿Por qué esto es algo tan valioso para la Tierra?

—Yo tampoco sabría decirte, pero será mejor que lo conserves, nos serviría en algún momento —coloca su mano en el hombro de Senti —Al parecer hiciste un buen trabajo en equipo, Optimus estaría felíz por tí también

Escuchando su nombre su rostro cambió; no se veía triste, ni molesto ni repudiado, sino más bien neutral. La sonrisa simpática de Magnus le transmitió un ligero mensaje una vez que le dio la espalda para seguir investigando la actividad humana, ahora quedó solo de nuevo, pero con algo en lo que se pondría a pensar por un buen rato. ¿De verdad Optimus estaría felíz por él? No parece que sucedería.

En otra parte muy lejos de Detroit dos cybertronianos sufrían por el alto nivel se gritos que recibían, pero no sólo eran ellos, sino también un humano, se cubrió muy bien los oídos para evitar que sus tímpanos se rompieran a pesar de que las ondas imaginarias lo empujaban hacia atrás. Se veía que con un grito más y la cueva se derrumbaría aplastando al equipo, sin dejar ni un solo metal intacto. Trataron de tranquilizarlo pero su furia era tan reconocida que fue imposible hacer todo para evitar otro de sus gritos. Eran razones muy simples para que se enojara en un simple segundo, la misión fue un fracaso.

—¡Le juro que no estaba ahí! ¡En serio!— exclamó muy asustado Isaac aún atrapado en aquella cápsula que impedía su escape

—¿¿Y quién era ese tipo que los acompañaba?!— Megatron pisoteó

—Tal vez otro líder, no lo sé

Soltó un suspiro para calmar sus cables de tanta gritadera, los demás Decepticons que lo acompañaban se abrazaron muy asustados, temblando del miedo. Hubo otras veces en las que expresó su desagrado, ¿Pero éste? Fue peor.

—Hay que hacer otro plan para atraer al joven Autobot, o de paso yo mismo iré y lo buscaré

—Preferiría la segunda opción— el Blitzwing original habló —Se ahorraría algo de tiempo, o de plano secuestrarlo para así más

Los demás asintieron

—Y por cierto, ¿Qué fue eso que el otro Prime descubrió?— se dirigió a Isaac

—Esto... Se supone que era una simple piedrita que brillaba... es todo...

—¿!UNA SIMPRE PIEDRITA?!— gritó casi sacando a volar a todos —¿Y por qué no nos llamaste?

—Usted dijo que sería cuando aparezca Optimus, no cuando me encontraran

Megatron se tranquilizó soltando otro suspiro, se volteó para ir a la salida y contemplar el paisaje, esta vez los Decepticons se juntaron para acercarse. Por un momento a Starscream —al decidir rogar por una segunda oportunidad— no le importó tanto, pero por la poca serenidad que mostraba empezó a cambiar, lo miró preocupado, muy deprimido

—Sea sincero, ¿Qué quiere de él?

—No lo sé— respondió —Sólo quiero atraerlo y nada más, no espero hacerle daño o algo parecido, es algo extraño, ¿No? Ese muchacho es algo... peculiar

—¿Peculiar en qué?— otra de las personalidades de Blitzwing habló, en este caso la agresiva —Por favor díganos

—Tal vez por el momento no deberían saberlo más que yo, y por eso he decidido reducir nuestra actividad para más sospecha, ¿Entendido?

—Claro que sí— dijeron todos