Great Protector

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The great protector
Is that what I'm supposed to be?
What if all this counts for nothin'
Everything I thought I'd be?

One shot en honor al cumpleaños de Candy

****🩶****

-Dios mío, ya casi es la una de la tarde y este idiota no llega, es domingo y sólo quisiera saber con qué mentiras va a llegar para justificarse.

Una muy joven rubia enfundada en un impoluto uniforme de enfermera daba vueltas exasperada en la estancia mientras vigilaba el sueño de su hija de 8 meses en un pequeño corral que estaba acomodado en una esquina y veía impaciente su reloj Casio color rojo.

- Vamos mi niña, siempre eres muy injusta con él, además yo puedo cuidar de Madison unos minutos en lo que llega su padre, soy vieja pero no inútil, y tú te puedes ir a tiempo a tu trabajo.

- Abuelita, tú siempre lo defiendes y yo siempre quedo como una bruja amargada.

- Pero una bruja muy bonita, corazón.

Candy sonrió ante las palabras cariñosas de su abuela Pony, en diez minutos debía salir al hospital o no llegaría a tiempo. En ese preciso instante sonó el intercomunicador que abría la entrada de la puerta principal del edificio en el que vivía Candy con su abuela, ella corrió a contestar.

-¿Diga? ...Te abro-se escuchó a través de la bocina del aparato un sonido chirriante y la puerta de la entrada abriéndose.

Colgó la bocina del intercomunicador y volvió a tomar su bolso y su mochila, ese domingo tendría guardia nocturna y no podía dejarle semejante responsabilidad a su abuela Pony, la de cuidar a una bebé de 8 meses por la noche, por eso con todo pesar tuvo que pedírselo a su ex.

El timbre sonó y Candy abrió. Su joven ex esposo entró aún con su casco de ciclismo puesto cargando una bicicleta fixie acomodándola inmediatamente en un rincón de la cocina para que no estorbara.

Se quitó la mochila sacando antes una toalla para limpiarse el sudor después de quitarse el casco, guardando ambos en el pequeño clóset que estaba en la entrada. Pasó varias veces la toalla por su cabello húmedo, su rostro y su cuello. Vestía unas bermudas caqui, una camiseta roja y unos desgastados tenis vans negros.

- Disculpa mi tardanza, se retrasó mi última entrega de mensajería. Vine lo más pronto que pude, por eso no pude asearme antes.

- ¿De nuevo estás trabajando de bici mensajero? - cuestionó ella sin ocultar su preocupación.

- Sí, no tengo más remedio, probablemente por la reducción de presupuesto cierren los programas de arte en East Harlem High School y pues, adiós a mis horas de profesor de teatro. Solo me quedaría con las tutorías en línea, la página web donde vendo tareas por encargo y hace más de un mes que no tengo llamado para ninguna audición y tú no me perdonarías ni un día de retraso el cheque de la manutención-espetó serio.

- Terry, no es que use ese cheque para ir al spa y hacerme manicure- Candy señaló al diminuto bulto que dormía ignorante de los problemas de sus padres.

- Lo sé, lo sé. No te estoy reclamando, solo...olvídalo.

Terry caminó hacia el sitio donde Pony se encontraba muy callada para saludarla dándole un beso en la mejilla, ella solo tomó una de las manos del joven y la apretó con sus manos sonriéndole dulcemente, en señal de apoyo y comprensión, él devolvió la sonrisa a la dulce señora.

Colección One shots C&TTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang