Situaciones tercermundistas para un argentino

6. Tacos

Guillermo llevaba días diciéndole que debían ir a comer unos tacos y él mentiría al decir que no estaba ansioso, su suegra siempre les preparaba muchísima comida deliciosa desde que arribaron en México pero Lionel quería y ansiaba comer los famosos "tacos callejeros" de los que su prometido siempre hablaba, aún recuerda cuando le dijo que una vez los había probado y al mencionar el tan conocido "Taco Bell" casi se queda soltero.

—Ponle frijoles, deben llevar también salsa —le pasó un molcajete pequeño donde estaba una salsa verde, parecía crema—, este es guacamole, no tiene picante, luego le pones limón y sal, aquí tienes tu coca —le pasó una botella de vidrio.

—Parece todo un ritual para comer unos tacos, Guille —miró a su pareja el cual se preparaba sus tacos echándole de tres distintas salsas, limón, sal y quién sabe que más, le dolió el estómago de solor ver todo aquel picante.

—Muy bien, inclina la cabeza, el taco va a tu boca, no tu boca al taco —le mostró como tomar el taco—, debes tener cuidado al morder.

Le vió dar una mordida e imitó su acción; tomó connla mano derecha el taco de ambas orillas e inclinando ligeramente su rostro hacia la derecha acercó el taco a su boca para darle una mordida. Cerró sus ojos al degustarlo.

–No pensé que comer tacos tuviera tanta tecnica, pero valió la pena —dió una mordida más cerrando sus ojos.

—Te lo dije chaparrito, esa mamada de Taco Bell no son tacos —levantó su refresco de vidrio sonriendo.

Definitivamente los tacos de pastor o bistec podrían convertirse en su comida favorita mexicana.