❝ LEGACY ❞ ❪ la historia de shiera targaryen, la hija del principe canalla. ❫ capítulo 1.el primer vuelo de un targaryen
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DESDE QUE LA BEBÉ DE CABELLOS DE PLATA LÍQUIDA había nacido el príncipe dragón había estado sorprendentemente calmado conociendo su temperamental personalidad. Pasaba el día junto a su hija, meciéndola entre sus brazos, viéndola mientras dormía en su cuna, incluso miraba de mala forma a las damas que se llevaban a la pequeña para amamantarla y asearla. Era el único tiempo que Daemon pasaba alejado de su hija.
Nunca había cuidado a un bebé, claro que había estado en contacto con algunos pues los niños eran comunes en prostibulos de mala muerte, aún más lejos de la capital. Shiera era más fácil de lo que pensaba, incluso el maestre lo decía, era tranquila, solo lloraba cuando tenía hambre y tenía una mirada curiosa.
Daemon amaba que la niña solo riera cuando tenía a Caraxes al frente, al príncipe le impresionaban las carcajadas que esta daba al tener esa bestia de gran talla solo a metros de su pequeño e indefenso cuerpo.
Daemon no sabía si era que el dragon jugada con la niña a las morisquetas o era su sangre Valyria manifestándose, o tal vez ambas.
El esperaba en una silla, afilando su espada con una piedra de amolar, adentro de la habitación estaban las damas de cría de su hija bañándola y alimentándola. Mientras eso pasaba solo se distraía con hermana oscura y a lo lejos podía escuchar como su dragón bajaba de los cielos buscando su almuerzo.
Se levantó despacio, dejando la roca en el asiento ahora libre y asegurando a su espada en su cintura, camino despacio por el pasillo hasta llegar hasta la puerta que daba hacia afuera. En una colina cercana distinguió al anfíptero de sangre.
La bestia roja rugió, saludándole. Daemon solo permaneció en silencio hasta el, guardando cierta distancia, a sabiendas que Caraxes estaba en la mitad de su comida con al rededor de quince corderos rostizados a su frente.
Tomó asiento frente al guiberno, admirando en silencio. Pasó ahí hasta que el dragón terminó su almuerzo y se recostó en el suelo como una serpiente, preparado para dormir, el príncipe se acercó a él, acariciando su piel que emanaba calor, enseguida pensó en su hija y fue en su búsqueda de inmediato.
Comenzó su paso hacia el castillo y cuando entró camino directo a la habitación, aminorando su velocidad cuando escuchó una voz suave salir de la habitación de su vástago.
— La fe no fue la única oposición que Maegor enfrentó durante su rebelión por la corona, pues su propio sobrino y el legítimo heredero al trono de hierro, Aegon Targaryen, había levantado armas y hasta reclamado al dragón de su padre para enfrentarse a el, una batalla que definiría quien sería el señor de los siete reinos. El usurpador, o el heredero de Aenys I.
